"...a muchos les basta, para una contemplación suprema y absoluta de la naturaleza, con una sola gema cualquiera."

Plinio el viejo




"Al observar la naturaleza, nada de lo que consideramos imposible me parece improbable."


Plinio el viejo



"Durante el consulado de Lucio Valerio y Cayo Mario, un clipeus ardiens —un escudo de fuego ardiente— atravesó el cielo de oeste a este lanzando centellas a la puesta del sol». En los capítulos 31 y siguientes dice: «Han sido vistos varios soles a la vez y también varias lunas. Frecuentemente en cuatro ocasiones aparecieron en grupos de tres. Solo una vez aparecieron durante el día permaneciendo en el cielo desde la mañana hasta el anochecer. Desde un punto brillante en el firmamento se desprendió una estrella fugaz que fue creciendo en tamaño al acercarse a la tierra hasta llegar a ser tan grande como una luna. Entonces aparecía una luz como la de un día nublado, después ascendió de nuevo al cielo convertida en una antorcha."

Plinio el viejo
Historia antigua
Tomada del libro Hijos del cielo de Cristina Martín Jiménez, página 181




“El primer favor denegado anula todos los anteriores.”

Plinio el viejo



“El último día coloca a cada hombre en la misma situación que estaba antes de nacer.”

Plinio el viejo


"En santuarios de esta naturaleza, adoramos incluso al mismísimo silencio."


Plinio el viejo 23-79



“Entre las miserias de nuestra vida en la tierra, el suicidio constituye el más preciado don que Dios ha concedido al hombre.”

Plinio el viejo



“Es difícil retener lo aprendido, a menos que lo practiques.”

Plinio el viejo


"Fiera de tamaño mediano y de andar perezoso. La cabeza es notablemente pesada y al animal le da mucho trabajo llevarla; siempre se inclina hacia la tierra. Si no fuera por esta circunstancia, el Catoblepas acabaría con el género humano, porque todo hombre que le ve los ojos, cae muerto."

Plinio el viejo, (VIII, 32)
Citado en el libro de Jorge Luis Borges, El libro de los seres imaginarios, página 37



"... hay entre los etíopes un animal llamado Mantícora; tiene tres filas de dientes que calzan entre sí como los de un peine, cara y orejas de hombre, ojos azules, cuerpo carmesí de león y cola que termina en un aguijón, como los alacranes. Corre con suma rapidez y es muy aficionado a la carne humana; su voz es parecida a la consonancia de la flauta y de la trompeta."

Plinio el viejo, (VIII, 30)
Citado en el libro de Jorge Luis Borges, El libro de los seres imaginarios, página 78


"La naturaleza hace a uno poderoso, la ciencia más asequible; la práctica más resuelto y cambia a un artista; en cualquier trabajo la experiencia le sirve de sustento."


Plinio el viejo





“La verdadera gloria consiste en hacer lo que merece escribirse y en escribir lo que merece leerse.”

Plinio el viejo


"La vida, ciertamente, no debe desearse hasta el extremo de creer que haya de ser prolongada a toda costa. Aunque así pienses, quienquiera que seas, habrás de morir igual, aun cuando hayas vivido de un modo indecente y criminal. Por ello ha de tener todo el mundo éste ante todo entre los remedios de su ánimo; de los bienes que la naturaleza concedió al hombre ninguno hay mejor que una muerte a tiempo, y lo óptimo es que cada uno se la pueda dar a sí mismo."



Plinio el viejo


"Lo mejor que la naturaleza ha dado al hombre es la brevedad de su vida."

Plinio el viejo



"Lo que está lleno no admite más plenitud."


Plinio el viejo



"Muchas cosas se reputan imposibles antes de haberse realizado."

Plinio el viejo



“Ningún mortal es sabio todo el tiempo.”

Plinio el viejo



"No faltan tampoco venenos terribles, como el de la «liebre», que en el mar Índico con el simple tacto provoca de inmediato vómitos fétidos y debilidad de estómago. En el mar Nuestro es una masa informe, parecida a la liebre sólo por el color. En la India, también por el tamaño y el pelo, sólo que mucho más duro; (tampoco) allí se coge viva. Es un animal igualmente maligno el pez araña, ponzoñoso por su aguijón de espina en el dorso. Pero jamás hubo nada más execrable que el aguijón que sobresale por encima de la cola del trigón, que nosotros llamamos pastinaca, de cinco pulgadas de largo: mata los árboles clavándose en su raíz, perfora las armaduras como el dardo, con la fuerza del hierro y el daño del veneno.
No percibimos que sufran epidemias todas las especies de peces en su conjunto, como los demás animales, incluso los salvajes. Pero que enferman individualmente lo pone de manifiesto la delgadez de algunos ejemplares, mientras que otros de su misma clase se cogen muy gordos.
De qué modo se reproducen los peces es algo que el interés y la curiosidad humana no consienten que se aplace más. Los peces se aparean restregándose los vientres con tanta rapidez que escapa a la vista; los delfines y los demás cetáceos de la misma manera, pero durante algo más de tiempo. El pez hembra sigue al macho en la época del celo golpeándole el vientre con su hocico; durante el desove los machos hacen lo mismo a las hembras, alimentándose de sus huevas.
El coito por sí solo no basta para la generación si, una vez echadas las huevas, los machos no las rocían con el semen vital dando varias vueltas en medio de ellas. Dicho semen no toca a todas las huevas, al ser tan numerosas; de lo contrario, los mares y estanques estarían atiborrados dado que cada útero concibe una cantidad innumerable. Las huevas de los peces crecen en el mar; algunas con suma rapidez, como las de las morenas, otras en un poco más de tiempo. Los peces planos a los que la cola no les estorba y los provistos de aguijón, así como las tortugas, se ponen uno encima del otro en el coito. Los pulpos lo hacen acoplando un tentáculo a las narices de la hembra, las sepias y los calamares por la lengua uniendo sus brazos y nadando en dirección opuesta; también paren por la boca."

Plinio el Viejo
Historia Natural



“No hay libro malo que no contenga algo bueno.”

Plinio el viejo




“Que no pase un día sin leer o escribir por lo menos una línea.”

Plinio el viejo


"Soplan los vientos y se encolerizan las tempestades, pero la Rémora sujeta su furia y ordena que los barcos se detengan en su carrera y alcanza lo que no alcanzarían las más pesadas áncoras y los cables."


Plinio el viejo
Citado en el libro de Jorge Luis Borges, El libro de los seres imaginarios, página 85



"Tres lunas aparecieron al mismo tiempo bajo el consulado de Gneo Domicio y Cayo Fannio."

Plinio el viejo
Tomada del libro Mis «primos» de J. J. Benítez



"Un pueblo feliz, llamados hiperbóreos, alcanzaban años muy avanzados, (ya que) la muerte viene sobre ellos solo cuando están saciados de vida."

Plinio el viejo



“Vivir es velar.”

Plinio el viejo