A sí mismo

¡Estate quieto, inmóvil! ¡No te pierdas en dádivas!
La dicha no resiste más alta que la envidia;
recréate en ti mismo, para que ningún daño
te traicione en tu tiempo, felicidad o espacio.

Deja ya la tristeza, la elección de lo inverso,
los caminos erróneos por donde te perdías;
haz lo que debe hacerse, oblígate a ti mismo.
¿Qué puedes esperar de quienes no conoces,

de los que se lamentan y alaban tu desgracia?
Conócete a ti mismo, tus cosas, tus deseos,
todo lo que en ti mora. Que nadie te destruya,

y antes de tu partida, adéntrate en tu núcleo,
sé tu propio maestro y domina tu mundo,
que al mundo de los otros todos están sujetos.

Paul Fleming


"El que es dueño de sí mismo y es capaz de dominar la tentación tiene todo cuanto existe sometido a su poder."

Paul Fleming


"¿Por qué me preocupo tanto de exhalar el últi­mo suspiro? No hay nada en mí que viva, fuera de mi vida."

Paul Fleming
Epitafio