"Acto seguido llamé a un soldado y le dije que me pelara al cero. Todos mis compañeros estaban sorprendidísimos de esta aparente inconsecuencia. Pero, muy por el contrario, tenía una profunda razón de ser. Antes de encarcelar a un preso, los rusos, para vejarlo, pelan al cero al interesado. Esto es siempre un acto humillante, y yo prefería mil veces hacerlo por mí mismo, que no que me lo hicieran a la fuerza. Por otro lado, yo no estaba dispuesto a cumplir la orden de trabajo y sabía que me encarcelarían, de modo que, anticipándome a los acontecimientos, me afeité la cabeza, dejándola no más peluda que el codo o la rodilla.
Al día siguiente, tal como estaba previsto, me detuvieron por desacato a la orden y condujeron en presencia de Luwin. Allí me encontré con dos oficiales austríacos y otros dos holandeses conducidos por las mismas razones que yo. Por cierto que uno de ellos, muchos años después, cuando murió Stalin y se estableció en su honor un minuto de silencio, quiso decir algo durante este tiempo y fue automáticamente acribillado a tiros por un centinela. Se llamaba Henry Cloques y pertenecía a una división voluntaria incrustada en las S.S.
El teniente coronel Luwin nos pronunció un discurso con las amenazas de rigor conminándonos a trabajar. Sus razones convencieron a mis compañeros de aventura, menos a mí, que estaba dispuesto a no trabajar más que cuando fuera mi gusto y nadie me obligara. Salieron, pues los austríacos y los holandeses, pero me quedé esperando a que el jefe del campo decidiera algo de mí. Dio entonces una orden que no entendí, y al punto cuatro forzudos me agarraron y sentaron en una silla. Otro, armado de una poderosa maquinilla, me quitó el gorro dispuesto a raparme hasta la partida de nacimiento, y su sorpresa fue grande cuando mi cabeza apareció más lisa que una bombilla. La cara de Luwin, que no era hombre como Chorne capaz de disimular sus emociones, no es para ser descrita. Yo no pude contener la risa; riéndome salí de allí y riendo entré en la cárcel, con treinta días de arresto sobre las espaldas. La cara de Luwin era impagable. ¿Impagable he dicho? Miento. Yo la tuve que pagar. Pero esta vez no con efectos retardados como las letras de cambio, sino al contado y en buena moneda."

Torcuato Luca de Tena
Embajador en el infierno



"¡Ah! ¡Qué terrible es el sino de los pobres locos, esos "renglones torcidos", esos yerros, esas faltas de ortografía del Creador, como los llamaba "el Autor de la Teoría de los Nueve Mundos", ignorante de que él era uno de los más torcidos de todos los renglones de la caligrafía divina!"

Torcuato Luca de Tena Brunet

"Desde que el hombre nace, vive en un puro tránsito entre dos madres: la suya propia, de la que poco a poco se va desvinculando por ley de vida, y la que será un día madre de sus hijos, hacia la que tiende desde que alcanzó la pubertad."


Torcuato Luca de Tena



"El hombre es el único ser que sólo se crea necesidades que nada tienen que ver con la subsistencia del individuo."

Torcuato Luca de Tena


Edad prohibida
(fragmento)

Quisiera ser estrella para verte...
y quisiera ser bosque y ocultarte.
Ser nube del valle y abrazarte....
y quisiera ser viento y sorprenderte.

Quisiera ser el mar .Adormecerte
y al ritmo de mis ondas acunarte...
y ser alto sueño y ensoñarte
y ser llama de amor para quererte.

Quisiera ser la brisa que respiras ...
quisiera ser la fuente donde bebes.
Quisiera ser el río en que te miras...
quisiera ser el aire en que te mueves.
Y yo quisiera ser , cuando suspiras ,
el pensamiento , amor , en que me lleves.

Torcuato Luca de Tena


“El llanto es una descarga de la emotividad. Cuando ésta llega a un punto grave de concentración es preciso abrir compuertas al alma. Y el llanto, a veces, es su mejor cauce.”

Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios, pág. 417




“El rostro de la llamada Candelas era el de una mujer sana, de unos cuarenta años, perfectamente normal. Su dolencia no afectaba a su físico sino a las entrañas de su espíritu, llagado por un recuerdo infamante e incógnito.”

Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios, pág. 47




“En efecto, las personalidades especialmente exquisitas son más vulnerables que las más zafias; del mismo modo que una taza es más frágil cuanto de mayor calidad sea la porcelana.”

Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios, pág. 471



“Entre los muchos motivos que, por lo común, alteran el necesario descanso de los hombres hay dos que destacan sobre los demás: la depresión de un gran fracaso y la exaltación de un gran éxito. Para el primero, la naturaleza posee numerosos antídotos: el cerebro colabora con la voluntad para tender una sutil capa de humo que acaba ocultando el recuerdo del descalabro sufrido. Y tarde o temprano el sueño llega como una oportuna medicina. Pero cuando la alteración viene producida por el éxito, ni la voluntad se presta a atender esa protección ni el entendimiento colabora a ello. Ambos a una quieren regodearse con la satisfacción recibida, desean gozar con su recuerdo; se niegan a perder el más mínimo detalle y gustan volver una y otra vez al motivo de su contento.”

Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios, pág. 280



“—Hábleme de su marido. ¿Es el suyo un matrimonio feliz? —Mi marido y yo estamos muy compenetrados. Compartimos sin un mal gesto, desde hace dieciséis años, el tedio que nos producimos.”

Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios, pág. 9



“La duermevela no es el momento más propicio para la fijación de las ideas. Se diría que todos los recuerdos del día hacen cola ante la memoria para desear a uno las buenas noches y que no están dispuestos a alejarse sin cumplir este incómodo trámite de cortesía.”

Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios, pág. 282



"La justicia pertenece a un rango moral superior a la cortesía."

Torcuato Luca de Tena




"La música es la más inútil, biológicamente hablando, de todas las Artes, y, por ello, por su pavorosa y radical inutilidad, es la más grande de todas ellas; la menos irracional, la más intelectual, la más espiritual, la más humana, en tanto que esto signifique superación de los seres inferiores."

Torcuato Luca de Tena




"Las personalidades especialmente exquisitas son más vulnerables que las más zafias; del mismo modo que una taza es más frágil cuanto de mayor calidad sea la porcelana."

Torcuato Luca de Tena


"Le obligó a que se sentara bajo los porches del recibidor, mientras ella iba a ocuparse en arreglar lo que hubiera menester. Al poco rato, la vio pasar con dos postulantas negras. Las morenas iban con batas azules de manga larga y abotonadas hasta el cuello, y transportaban toallas, sábanas y un florero minúsculo con guisantes de olor. El pelo lo llevaban recogido bajo un saco ceñido, de tela azul, medio boina, medio cofia, parecido a un gorro frigio.
Cuando la Madre María José llegó a las Misiones como postulanta era casi una niña, y Moscoso un veterano de la región. Moscoso pensaba que era un dislate que una criatura tan delicada, tan bella, se encerrara dentro de la bata azul de postulanta. Moscoso nunca consideró tan absurdo el saco de tela azul -medio cofia medio boina-, semejante a un gorro frigio, como cuando lo vio sobre el cabello de la que años más tarde sería la Madre María José. Moscoso no creía que hubiera vocación ni caridad que justificara el que esa criatura dejara su casa, su país y sus padres para desborricar negros, deslendrar negros o extirpar dientes, amígdalas o apéndices de negros. Moscoso aplaudía que esto lo hicieran otras u otros -centenares de otras u otros-, pero no la Madre María José. A Moscoso le asombraba que fuera más alegre que unas Pascuas. A Moscoso le espantaba saber que lo mismo estaba en el hospital extirpando un cáncer, que en la escuela explicando geografía, que en la iglesia dirigiendo un coro, que en la cocina fregando platos, que en la residencia recibiendo huéspedes, que en la carretera conduciendo un jeep, que en Santa Ana mendigando dinero, que en el puerto despidiendo monjas, que en los poblados haciendo de partera, que en las calles dirigiendo el tráfico, que en la capilla entregada a Dios. A Moscoso le irritaba, le edificaba, le entristecía y le conmovía la juventud, la belleza y la caridad de la Madre María José. Moscoso era un raro.
[...]
El coro de los negros era entusiasta y detestable; el de las monjitas, dulzón, cadencioso y desafinado.
Al oír los coros, Moscoso no sintió el estremecimiento anunciado por la Madre María José, ni el menor interés ante la talla de Santa Teresa: sintió algo así como un viejo, olvidado, amargo y dulcísimo clamor que se le derramaba en el alma; un renacer de su infancia y su adolescencia bajo sus canas, un impulso tranquilo de entregarse y arroparse en el misterio, y -a pesar de sus años- un imperioso y consolador deseo de llorar.
Cuando hubo concluido la sagrada ceremonia y los fieles abandonaron la iglesia, Moscoso permaneció mucho rato aún, sentado en su banco -hundida la cabeza en el pecho, los hombros encogidos-, sin pensar en nada quizá."

Torcuato Luca de Tena
La mujer de otro

"Los extrovertidos, como Alicia, que echan fuera el lastre de sus emociones, tienen menos riesgo de enloquecer que los introvertidos que se guardan para sí las toxinas emotivas con las que acaban envenenándose por no saber o no querer eliminarlas."

Torcuato Luca de Tena


“Los hombres son como lobos que devoran a los otros lobos, cuando están heridos o enfermos, aunque sean de su misma carnada.”

Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios, pág. 415




“Los locos son como los niños. No puede convencérseles con razones porque, al carecer de razón, son incapaces de razonar.”

Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios, pág. 19


"Los locos son una terrible equivocación de la Naturaleza; son las faltas de ortografía de Dios."

Torcuato Luca de Tena


"No es usual ver a los ángeles en el infierno."

Torcuato Luca de Tena




"No ofende quien quiere, sino quien puede."

Torcuato Luca de Tena


"No te preocupes por ellos -le decía a Dios- porque todos son equivocaciones tuyas. Son los renglones torcidos, de cuando aprendiste a escribir. ¡Los pobres locos son tus faltas de ortografía!"


Torcuato Luca de Tena


¡Pajarico fascinado
que en el borde del tejado
donde anidas,
tiemblas de emoción incierta
ante un algo que despierta,
ansias en fuego encendidas!

¡Tente alerta!
No vueles a la ventura,
que hay quien acecha en la altura
y en tu virgen corazón
querrá saciar su hambre dura
el halcón.

Tente, tente en el alero
pajarico volandero.

Da al olvido
tu volar aventurero
¡y vuelve a tu amor primero,
que aún tienes caliente el nido!

Torcuato Luca de Tena



"Porque nadie añora lo que nunca tuvo, ni puede sentirse defraudado por carecer de lo que no conoce."


Torcuato Luca de Tena



“— ¿Puedo sentarme con usted? —Está prohibido. ¿Qué le pasa? —Deje que me siente un rato. Tengo miedo. —Siéntese, pero hable bajo. —¿Puedo fumar? —Está prohibido. Pero fume si quiere. ¿De qué tiene miedo? —¡Tengo miedo de pensar! —¡Pues no piense! ¡Es así de fácil! ¡Los que piensan, enloquecen! ¡Yo no pienso nunca! Por eso estoy sana.”

Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios, pág. 285


Quisiera ser estrella para verte.
Y quisiera ser bosque y ocultarte.
Y ser nube del valle y abrazarte.
Y quisiera ser viento y sorprenderte.
Quisiera ser el mar. Adormecerte,
y al ritmo de mis ondas acunarte.
Y ser un alto sueño y ensoñarte.
Y ser llama de amor para quererte.
Quisiera ser la brisa que respiras.
Quisiera ser la fuente donde bebes.
Quisiera ser el río en que te miras.
Quisiera ser el aire en que te mueves.
Y yo quisiera ser, cuando suspiras,
el Pensamiento, amor, en que me lleves.

Torcuato Luca de Tena
Edad prohibida


"Quizá la verdadera locura no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo ha tomado la inteligente resolución de volverse loca."

Torcuato Luca de Tena


"Reza el antiguo refranero español que La letra con sangre entra; pues bien, sin duda la letra con monos entra y así ha sido y ha quedado manifiesto de forma fehaciente por la abundancia de monos que publican todos los rotativos españoles y yo, desde el primer momento, me propuse que ABC fuera un periódico muy bien impreso. Alentado por ese firme propósito, estudié y llevé a sus talleres todas las innovaciones periodísticas al uso. Puedo decir, y digo, que sigo siendo más liberal que los que han hecho un modus vivendi de su liberalismo para después no practicarlo. En verdad soy enemigo acérrimo, antiguo y convencido de la práctica de la censura. No me asustan las ideas más avanzadas, sino que las comparto, en la creencia de que la sociedad moderna debe regirse por leyes muy democráticas y gobiernos fuertes que insten a cumplirlas."

Torcuato Luca de Tena y Alvarez Ossorio
Ideario de ABC



"Si tú sueltas la estacha que sostenía fuertemente tu barca y la lanzas a otra agarradera, hay un momento en que la cuerda está en el aire. ¡Qué terrible momento, qué pericia hay que tener para acertar, qué pulso más firme! Porque, entretanto, las olas mueven la embarcación, las corrientes la desplazan. Y la barca, desarraigada, puede estrellarse contra los escollos."

Torcuato Luca de Tena


"(Sigmund Freud) era un perfecto cretino. [Estaba] equivocado en las interpretaciones exclusivamente sexuales que daba a los símbolos, los sueños y los secretos ocultos de nuestro subconsciente. ¡Vamos, vamos! Pensar que quien sueñe con la aguja de una catedral o con el obelisco de Trajano en Roma está expresando anhelos relacionados con el órgano viril... ¡ésa no puede ser más que la interpretación de un obseso!"

Torcuato Luca de Tena




"Soy víctima de un secuestro legal."

Torcuato Luca de Tena


"Tener respuesta para todo, aunque ello suponga mentir, y aunque sus embustes contradigan otros que dijo antes."

Torcuato Luca de Tena


Viento de ayer

¿Es tu hija, verdad? La he conocido
por la estrella fugaz que hay en sus ojos,
la cabeza inclinada y la manera,
tan tuya, de mirar llena de asombro.
¿Es tu hija, verdad? lo han presentido
–¡desde tan hondo!–
unos vientos callados que dormían
bajo las aguas quietas, en el pozo
de los tiempos perdidos, donde guardo
las hojas que cayeron
de los sauces remotos.
Tiene luz en la frente
–tu misma luz–. Y el gesto melancólico.
Tiene el cuello tan frágil como tú lo tenías
y en el pelo los mismos
pájaros locos.
Tiene un viento de ayer entre los dedos,
y en el rostro...
tu firma escrita
con otra sangre
que no conozco.

Torcuato Luca de Tena