"He aquí por qué, hermano, me he vuelto un loco baúl. No obedezco maestros, órdenes, cánones ni costumbres. Ningún distingo, obra del hombre, hace ahora mella en mi. Y sólo me embriago del júbilo de mi manante corazón. En el amor no hay adioses, sino eternas bienvenidas. Y así yo me divierto con el canto y la danza, con cada uno y con todos."

Narahari