"En el preciso momento en que eliminaba de su corazón a alguien que había conocido durante muchos años, y en su alma lo etiquetaba como uno de sus “enemigos”, era imposible hablarle de aquella persona. Nadie podía revertir ese proceso, es decir, tratar de convencerlo de que ese individuo no era su enemigo, y cualquier intento por lograr hacerle cambiar de opinión le provocaba un ataque de furia. Tanto Redens como el tío Pavlusha y A.S. Svanizde fueron incapaces de hacer algo al respecto; lo único que consiguieron fue que mi padre les retirara su confianza y se desvinculara de ellos. La última vez que los vio, los despidió como a rivales potenciales, como si se tratara de sus “enemigos”…"
Svetlana Alilúyeva nacida bajo el nombre de Svetlana Iósifovna Stálina y fallecida con el nombre de Lana Peters
Tomada del libro La ponerología política de Andzrej Lobaczewski, página 164
“No creo que haya que
lamentarse sobre el propio destino, pero a veces es muy duro.”
"No hay dos
naciones en el mundo tan parecidas como Estados Unidos y la Unión Soviética."
"Siempre seré una prisionera política del nombre de mi padre."
Svetlana Alilúyeva
“Viví mi vida como pude (…) pero hubo una fatalidad. No puedes lamentarte sobre tu destino, aunque sí lamento que mi madre no se haya casado con un carpintero.”
Svetlana Alilúyeva