"No creáis en lo “real”, como hice yo. Preocupado por lo verdadero, todo fue falso. No confiéis en los hechos, en la razón, en el fondo de las cosas. Lo real es una categoría técnica, cambia con nuestras máquinas, y las nuestras no son las de Mazarino. Lo real, para un posmoderno, son los medios de comunicación y los hechos, las imágenes de los hechos. Yo llevaba un realismo de retraso. Quería servir a la República como, antes, otros servían a la revolución: poniendo los medios de lo posible al servicio de lo imposible. Así actuaba el iluminado realista. Las condiciones lo han destronado: ha llegado la hora de los jactanciosos bien iluminados. Olvidad la documentación francesa y cultivad el trato. Un hombre con fama de importante es un hombre importante: cuidad vuestra reputación, más que vuestros proyectos. ¿Pero no ha sido siempre así? No se gobierna a los hombres en función de la realidad de las cosas sino de las representaciones que una sociedad se hace de ellas. Éstas no son asunto de esquemas ni de cifras sino de amor y de odio. Las representaciones del adversario son diabólicas, las del protector son angélicas. Llevad el agua a ese molino, sin abrir demasiado el expediente. En política, dos y dos son cuatro, es el principio del fin. Tomad, un ejemplo."

Régis Debray
Alabados sean nuestros señores

"No es que la historia chilena se asemeje a este suave idilio democrático, pero de una manera un poco subterránea, una de las más violentas, una de las más sangrientas tal vez de América Latina, tanto por sus guerras civiles del siglo pasado que enfrentaron a patriotas y realistas, a conservadores y liberales, a clericales y anticlericales, a nacionalistas y pro-imperialistas (reflejos a menudo deformados de intereses de clases divergentes en el seno de la clase dominante), como por la frecuencia desde el comienzo de este siglo de grandes campañas asesinas conducidas pro el aparato represivo contra los campesinos y los obreros, que culminaron en feroces episodios. Queda por explicar entonces cómo la imagen de un Chile pacífico y liberal ha podido imponerse en el interior mismo del país y ser recibida como indiscutible por la mayoría -coerción burguesa traspuesta al nivel de mito persuasivo. Queda por explicar cómo la violencia esporádica y endémica de los enfrentamientos de clase jamás ha llegado a alterar seriamente la estabilidad de las instituciones representativas, o más todavía cómo Chile ha podido durante tan largo tiempo ahorrarse estas interminables dictaduras militares que fueron y siguen siendo en otras partes la regla, sin cesar, sin embargo, de seguir siendo un país sometido a una oligarquía feroz.
Más allá de sus alteraciones momentáneas -las ha tenido, pero breves-, la democracia liberal burguesa que ha marcado hasta hoy día con su sello todo el tejido social chileno, ha demostrado una excepcional capacidad de amortiguamiento, de recuperación y de conciliación. Ella ha proporcionado y continúa proporcionando la ideología dominante, el legalismo y la juricidad, que permanecen en el ambiente; las estructuras políticas de encauzamiento, es decir, un cuadro institucional estable; y todo un sistema de representaciones vividas al nivel más prosaico, mitos de la Libertad y de la Ley con mayúscula difundidos hasta en los comportamientos de los explotados. No desaparecerá con un simple guiño, porque incluso si el Estado actual fuera derribado mañana, toda "la sociedad civil" está impregnada de ella."

Régis Debray
Conversaciones con Allende



"No hay que escoger nunca entre una práctica sin cabeza y una teoría sin pies."

Régis Debray



"Se hablará de una situación de post-paisaje, cuando el malestar se haya desplegado en la naturaleza y en la representación. No será, ciertamente, que la voluntad de arte y de paisaje hayan capitulado, por el contrario, será más fuerte que nunca, a la medida de nuestras nostalgias."

Régis Debray
Vida y muerte de las imágenes