SATURNO


 La posición de Saturno por Casa y signo simboliza la sensación de inadecuación o de vacío que puede afectar a otros aspectos de la personalidad, reflejados a su vez en los aspectos de Saturno con otros planetas. Si lo estudiamos con profundidad, Saturno ofrece una imagen detallada de lo que la persona no desea ver en sí misma. Este es el punto en el que luchará contra la intensa sensación de inadecuación y frustración, con una necesidad igualmente intensa de dominar y controlar algo que está tocando esa zona tan secreta y dolorosa, igual a una ostra que esconde el irritante grano de arena bajo las capas de nácar de la perla. La intensidad sólo desaparece cuando la sombra se hace consciente y en ese momento el conflicto se convierte en una elección deliberada basada en un código ético o moral. Antes de dicha confrontación, la elección es impulsiva y basada en el miedo.

Liz Greene, pág. 184
Saturno



"(A Saturno) los griegos le llaman Crono, que quiere decir "tiempo", y el significado del nombre fue mostrado en la imagen de este dios: lo retrataron siempre como hombre viejo, mal vestido, sin nada en la cabeza y con una hoz en la mano; en la otra llevaba algo envuelto en un paño, y parecía metérselo en la boca como si quisiera devorarlo. Cuatro niños pequeños aparecían junto a él. Estos atributos son interpretados de la siguiente manera: el Tiempo es viejo y mal vestido porque, o siempre existió, o comenzó a existir a la vez que el mundo, cuando, separándose de Caos, se distinguieron los elementos y dio principio la generación de las cosas; fue entonces cuando comenzó a girar el cielo, y este movimiento fue utilizado por los hombres para medir el tiempo. De ahí que, en sus fábulas, los griegos dijesen que Saturno fue hijo de Urano, que significa "cielo".

Vicenzo Catari







SATURNO EN LA PRIMERA



Y los dolores eran incomunicables, el aislamiento completo. La conciencia de que uno existía era la conciencia de que uno estaba siempre solo.

Aldous Huxley pág 382
La Isla



Los que tienen a Saturno en la casa Uno se muestran renuentes ante el contacto con la vida como tal. Se aventuran cautelosamente, esperando lo peor, y les preocupa invariablemente la idea de que no tendrán éxito. Si Saturno está cerca del ascendente, el nacimiento ha sido dificultoso tanto para el nativo como para la madre, como si la persona se hubiera resistido efectivamente a la encarnación. En este caso, es probable que todas las fases nuevas de la vida sean encaradas con el mismo grado de trauma, temerosa expectativa y cautela. Y sin embargo, si se fijan objetivos sensatos y realistas, son personas que generalmente consiguen alcanzar lo que quieren en la vida.
        Es probable que Saturno en la Primera casa experimente incluso el cuerpo físico como algo torpe, burdo e incómodo, o también que sienta que su personalidad es inadecuada y carece de condiciones sociales. Dada su dificultad para sentirse cómodos y relajados, estos nativos pueden presentarse con actitudes de austeridad o retraimiento.
        Por lo general, son personas que tienen (o que pueden cultivar) un buen sentido de la responsabilidad y están dispuestas a trabajar duro en la vida. Es posible que sean ambiciosos y que exhiban una determinación férrea de salir adelante.
        Es muy frecuente que hayan experimentado dificultades o restricciones en sus primeros años de vida. Quizás hayan sentido que su entorno era inseguro, o que no tenían apoyo en sus intentos de libre expresión y de creatividad personal, como si los aplastasen cada vez que intentaban salirse de lo establecido. Otros quizá se hayan visto cargados de preocupaciones y responsabilidades que no correspondían a su poca edad. Pero más adelante, estos nativos pueden, generalmente, compensar la carencia de alegría y de espontaneidad que no tuvieron de niños.
        Físicamente, quienes tienen a Saturno en ascenso tienden a ser delgados, y es frecuente que su cara tenga una estructura facial característica.
        Saturno en la casa Uno se encuentra como en caída por casa, ya que ésta corresponde a Aries, por lo tanto el nativo debe aprender a amar y a colaborar con otros para poder lograr su felicidad y realización personal. También estando afligido en esta casa puede indicar un impedimento físico.




Quien tiene a Saturno en la primera Casa necesita cultivar la confianza en sí mismo y un sentido de lo que él vale como individuo. En realidad, tiene miedo de que lo venza la vida o le derroten los demás.

F. S.


  

SATURNO EN LA SEGUNDA



Compra solamente lo que es necesario; lo que no necesitas es caro aunque sólo cueste un céntimo.

SENECA



El emplazamiento de Saturno en la carta indica dónde están las expectativas de dificultades, limitaciones y pruebas difíciles. En la casa Dos, la inseguridad y los sentimientos de inadecuación se dan en la esfera del dinero, las posesiones1 los valores y los recursos. Como creen que su sentimiento de valor o de seguridad no puede venirles de otros, las gentes con este emplazamiento sienten una imperiosa necesidad de triunfar solos.
        Aunque las dificultades financieras no constituyen una situación muy agradable, en ocasiones sirven de impulso para obligar a la gente a que cultive sus habilidades y su potencial mejor que si no tuvieran ningún problema con el dinero. También hay casos en que alguien que tiene a Saturno en la casa Dos acumula una cantidad enorme de dinero y de posesiones, sin por eso dejar de sentirse angustiado y amenazado con su seguridad. Por esta razón, esa posición de Saturno podría indicar "el avaro", el que necesita guardar y conservar todo a buen recaudo por temor de que se lo arrebaten.
        En un nivel más profundo, es frecuente que los que tienen este emplazamiento no estén seguros de su propio valor innato, o que les falte confianza en su capacidad de enfrentarse de manera afectiva con el mundo material.
        Los recursos internos de Saturno en esta casa se definen por un planeamiento cauteloso, por el tacto, la perseverancia y la paciencia. Allí donde está Saturno en la carta es donde tenemos el potencial necesario para convertir las dificultades en ventajas. Al enfrentar los retos del mundo material, y descubrir así su propia valía, los nativos con Saturno en la Segunda casa sienten el acicate que los impulsa a mayores logros y a una apreciación más profunda de la vida en general.





SATURNO EN LA TERCERA




Uno de los principales problemas para quienes tienen a Saturno en esta casa es expresarse de manera que la gente pueda entenderlos. Es posible que hayan sentido su entorno inicial como adverso o peligroso para su seguridad, y poco conducente, por ende, a intercambios fáciles y abiertos con otras personas. Como resultado, puede ser que vayan por el mundo creyendo que nadie entiende que están hablando, o guardándose lo que sienten y lo que piensan por temor de ser mal interpretados, o de que eso pueda ser usado en contra de ellos. Es probable que parezcan tímidos, altivos, arrogantes o estúpidos, cuando en realidad lo que pasa es que les cuesta comunicarse.
        Saturno en este emplazamiento limita la libre expresión de la persona en el movimiento. Esto puede generarse en experiencias de la niñez, en un medio que no parecía lo bastante seguro, o que no permitía ese tipo de flexibilidad. Son nativos que en ocasiones han sufrido un paralizante sentimiento de restricción o de soledad mientras crecían.
        Hay muchos ejemplos de Saturno en esta casa en los que la falta de hermanos y hermanas dio lugar a sentimientos de privación y aislamiento durante la niñez. Al mismo tiempo, algunas personas que tienen este emplazamiento cuentan que han vivido a sus hermanos como cargas y restricciones.
        Por las razones que acabamos de enumerar, suele suceder que quien tiene a Saturno en este emplazamiento tropiece con dificultades al comienzo de su educación y, en general, con la adaptación escolar. También pueden haberse encontrado con demoras, obstáculos y problemas varios en viajes, ya sean cortos o largos. El sentido de Saturno en la casa Tres no es que el nativo esté condenado a pasarse la vida cojeando miserablemente con sus muletas y perdiendo trenes, sino que este emplazamiento es más bien una invitación a cultivar la potencialidad de una mente profunda y sólida, a refinar su capacidad de comunicarse con mayor claridad y a descubrir los placeres que proporciona el aprendizaje.
        Saturno afligido en la Tercera casa indica una tendencia al desaliento y a la depresión, pero aun así, seguirá siendo realista.

  


Tanto Capricornio como Saturno en la Casa III pueden provocar cierta lentitud o demora en la mente racional.

Jorge César Parodi
Astrología y psicología transpersonal

  




SATURNO EN LA CUARTA



Es probable que un niño que tenga a Saturno en esta casa no haya vivenciado el ambiente de sus primeros años como un verdadero apoyo, y que la atmósfera doméstica le haya parecido fría, nada cariñosa o en algún sentido limitador. Es probable que los niños que tienen este emplazamiento sientan que no se los quiere o que la vida no está de parte de ellos. En pecas palabras, para los niños que tienen este emplazamiento no es fácil hallar en fuentes externas una sensación de seguridad y de bienestar. Tendrán, en cambio, que descubrir dentro de sí su propia fuerza, su solidez, sus puntos de apoyo y lo que los hace queribles.
        En general, hay problemas con el padre, que a veces simplemente no está. En otros casos, está físicamente, pero psicológicamente ausente. El niño puede sentirlo como un personaje frío, convencional, critico, materialista y rígido, o como una carga y una responsabilidad por causa de la mala salud, problemas personales u otras cosas. En un sentido más positivo, un buen emplazamiento de Saturno en la Cuarta casa puede señalar un padre que es un modelo de cualidades tales como la fuerza1 la hondura, la paciencia y una sensata adaptación a los riesgos y a los motivos de gozo del mundo material.
        Los nativos que tienen a Saturno en la casa Cuatro están en una situación difícil. Con frecuencia se sienten profundamente incapaces y desconfían de las otras personas, y sin embargo anhelan que en su vida haya algo permanente y estable. Algunos quizá compensen su sentimiento de inseguridad mediante la adquisición de tierras o propiedades. En un nivel más mundano, Saturno en esta casa sugiere deberes y responsabilidades en el ámbito doméstico, y problemas para consolidar un hogar.
        Las personas que tienen este emplazamiento pueden necesitar largo tiempo para establecer su fuerza interior y su identidad, pero una vez hallados, éstas tienden a ser sólidas y perdurables.







SATURNO EN LA QUINTA



Quienes tienen a Saturno en la casa Cinco quieren desesperadamente que los amen por lo que tienen de especiales y originales, y sin embargo, sienten que es precisamente el hecho de que son diferentes lo que mantendrá alejados a los otros. Si no se ejerce disciplina, los sentimientos amorosos producirán más dolor que placer. Puede haber un bloqueo psicológico en la parte afectiva y aún en lo sexual, pudiendo llegar a producir frigidez o impotencia.
        Con frecuencia carecen de hobbies y otros pasatiempos que les sirvan para agregar a la vida ese toque extra de placer mediante el cual su personalidad quedaría más claramente definida. De modo similar, se sienten inseguros en los asuntos del corazón: el romance condimenta la vida y hace que nos sintamos importantes y especiales, pero los que tienen a Saturno en este emplazamiento no tienen suficiente seguridad en sí mismos como para disfrutar plenamente de la parte del pastel que les toca. Temerosos del rechazo, se muestran demasiado cautelosos, y el miedo de parecer tontos les impide relajarse en estas situaciones. Para Saturno en la casa Cinco, divertirse es un trabajo muy duro.
        Estos nativos también temen que todo lo que de ellos nazca sea inaceptable. De aquí que con frecuencia este emplazamiento vaya asociado con cierta renuncia a tener hijos, o con problemas con ellos, si se los tiene. Las pruebas y restricciones que siempre impone la crianza de los hijos se les harán especialmente pesados a quienes tienen este emplazamiento, de manera que tal vez sea prudente que planifiquen cuidadosamente cuándo empezar una familia. Es posible que estos nativos aprendan tanto de sus hijos como éstos pueden aprender de ellos.
        Aquellos que tienen carreras en la organización o administración de las artes, o en profesiones que se relacionan con la niñez o la juventud suelen tener a Saturno en la Quinta casa.





Saturno en casa V suele tratar de hacer cosas para los seres queridos, en lugar de arriesgarse a un posible dolor y humillación al demostrar sus emociones abiertamente. Tal vez haya también una gran renuncia a parecer "especial" o "diferente" de alguna manera, porque esto puede significar la exclusión del grupo.

Liz Greene
Barreras y límites, pág. 271



Cuando está en Casa V, Saturno tiende a sentir que no es digno de amor.

Liz Greene
Barreras y límites, pág. 275




Saturno en la Casa V suele decirse, sobre todo si tiene algún aspecto inarmónico con Marte: "En realidad, no soy muy interesante como individuo y no tengo mucho que ofrecer. Es sumamente egoísta pretender crear el universo uno mismo. Pero, si contribuyo con algo al grupo, y me ven como una "buena" persona, así me aceptarán y amarán y valorarán".

F.S.


Con Saturno en Géminis en la Quinta casa o en aspecto con Mercurio, las ideas son serias. Aquí Saturno no se encuentra cómodo con la sátira, a menos que sea irónica o mordaz.


Liz Greene

El carro de Apolo, El significado del Sol astrológico, página 240



  




SATURNO EN LA SEXTA



Esta posición normalmente confiere capacidad para la organización y la administración, como también para prestar minuciosa atención a los detalles. Al mismo tiempo, una necesidad compulsiva de imponer a su entorno orden puede traicionar algunos miedos más profundos, además de una desconfianza de la vida que es menester reconocer y examinar.
        Con este emplazamiento, la vivencia de las rutinas y exigencias de la vida cotidiana suele ser la de algo opresivo y excepcionalmente arduo. Son personas que necesitan de la rutina y del ritual y, sin embargo, existe el peligro de que se sientan atrapados y frustrados por las estructuras que ellos mismos crean.
        A estos nativos se les plantean problemas de salud y respecto del adecuado funcionamiento del cuerpo. Con Saturno en la casa Seis, se han de considerar los síntomas de mala salud como símbolos o mensajes que se imponen a la conciencia, y que son un ofrecimiento de despertar y cambio. Hay determinados problemas de salud que pueden manifestarse en las áreas saturninas como la piel, los huesos, las rodillas y las articulaciones. Entre los profesionales de la salud, algunos han observado que las personas que quieren hacer algo pero que continuamente se refrenan (Saturno) tienden a ser las más propensas a la artritis y al reumatismo. Los que tienen a Saturno en esta casa no sólo pueden actuar sobre su propia salud de maneras tan directas como el ejercicio y la dieta, sino también examinando y moderando actitudes psicológicas manifiestamente rígidas o temerosas.
        Si Saturno está mal aspectado, pueden crearse problemas en el ámbito del trabajo. Es probable que el nativo se muestre excesivamente crítico con sus colaboradores, o que tema parecer inaceptable o incapaz a los ojos de éstos o de sus jefes.
        Por más trivial que pueda parecer, su relación con los animales domésticos y otros animales pequeños puede llegar a ser importante para quienes tienen este emplazamiento.







SATURNO EN LA SÉPTIMA


Dulce es el amor alcanzado con dificultades.

NATHANIEL FIELD



Las relaciones no son cosa fácil para quienes tienen a Saturno en esta casa, y sin embargo es precisamente éste ámbito donde tendrán que enfrentarse con la necesidad de crecer y auto examinarse. Allí donde se encuentre Saturno está el miedo. Es muy frecuente que estas personas obstaculicen las relaciones porque las asusta la probabilidad de un contacto emocional demasiado profundo. Quizá tengan miedo del compromiso que exige una relación, y les aterre la idea de una dependencia excesiva de otra persona. Hay que investigar si, tras haberse abierto afectivamente a uno de los padres, se sintieron heridos, rechazados y mal comprendidos. En este caso, es probable que sigan teniendo miedo de ser indignos de amor e inaceptables para los demás.
        Existen muchos ejemplos de personas con Saturno en la casa Siete que se quejan de que su pareja les limita y restringe demasiado: si no fuera por su cónyuge, podrían hacer muchas más cosas. En ocasiones, esto es verdad porque, inconscientemente o no, han elegido como compañero o compañera a alguien ostensiblemente tiránico.
        Quizá Saturno en la casa Siete ande en busca de una pareja segura, y en ocasiones lo menos arriesgado será aquel que no genera una pasión enorme. O, a modo de política de autoprotección, es probable que escojan deliberadamente compañeros a los que, en ciertos aspectos, consideran inadecuados o incompletos.
        Saturno en esta casa se manifiesta también en la búsqueda de una pareja que proporcione seguridad y estabilidad a estos nativos. Por estas razones, es un emplazamiento que con frecuencia se da asociado con el casamiento con alguien mayor que el nativo1 que puede ser una figura materna o paterna. Es una solución que puede funcionar, pero al precio de mantenerlos en una situación de pequeñez y dependencia.
        Saturno en la casa Siete puede condicionar un casamiento tardío, o hacer que el nativo no encuentre una realización más completa en una unión mientras no sea algo mayor.
En un terreno más mundano, los procesos judiciales pueden ser largos y complicados, y quizá sea aconsejable que se intente pactar antes de llegar a los tribunales.







SATURNO EN LA OCTAVA




Si se encuentra en esta casa, Saturno genera aprensiones y dificultades en el dominio de la intimidad, el compartir y los bienes comunes. Son nativos que pueden sentirse inseguros de lo que pueden dar, o que experimentan cierta dificultad en recibir lo que otros les ofrecen. En términos más generales, existe el temor de dejarse llevar, de mezclarse y fundirse con otra persona. Dejarse ir en una relación implica la posibilidad de ser invadido por sentimientos que estas personas han intentado mantener rígidamente controlados, como la rabia, los celos, la envidia y otras pasiones de naturaleza primitiva e instintiva. Son personas desesperadamente ávidas de una unión íntima, y que sin embargo la evitan por temor de verse abrumadas por tales erupciones. Más adelante es probable que tengan dificultades para relajarse y mostrarse abiertos y confiados con el otro, y todo esto puede dar origen a problemas de orden sexual.
        Dejando de lado las posibles desventajas sexuales, existen conflictos en lo que se refiere a coordinar recursos y hacer reajustes personales en las relaciones. Es probable que las creencias o los valores de la pareja difieran de los del propio nativo y los contradigan, o bien que la persona elija un compañero o compañera que, en algún sentido, sea una carga. Puede haber dificultades con herencias, impuestos y contratos comerciales, y la posibilidad de que un trámite de divorcio se eternice. Algunos de estos nativos organizarán su carrera en torno al manejo del dinero de otros; banqueros, consultores de inversiones, agentes de bolsa y contables pueden tener a Saturno en esta posición.
        Generalmente, y aunque eso sea lo que necesitan para madurar y profundizar más, son gente que vacila en indagar por debajo de la superficie de la vida. Es evidente que quien intenta mantener un rígido control sobre sí mismo pueda asustarse mucho ante la perspectiva de la muerte física y de lo que acecha en el más allá.





SATURNO EN LA NOVENA




Los que tienen este emplazamiento se encuentran con Saturno - serio, metódico, conservador y aprensivo - en la esfera de la religión, filosofía, la educación superior y los viajes. Generalmente, sienten interés por la religión y la filosofía, y experimentan la necesidad de encontrar respuestas definidas para las cuestiones básicas referentes al significado y la configuración de la existencia. Con Saturno en esta casa el sentimiento de lo divino está teñido por los atributos del viejo tirano: Dios es un justiciero, hosco y siempre dispuesto a castigar a los nativos por el mínimo error. Con frecuencia son personas educadas bajo el yugo de formas de religión convencionales u ortodoxas, y dotadas de un "superyó espiritual" muy fuerte y restrictivo. Su filosofía suele ser práctica y utilitaria.
        Hay algunas personas que, con Saturno en esta casa, tienen tanto temor de todo lo que huela a universalidad o a principios más amplios que se oculta tras una máscara escéptica o cínica. Sólo creerán en aquello que se puede ver, probar y demostrar. Otros quizás empeñados como están en concretar y especificar las verdades supremas, y en "adueñarse" de ellas- emprenderán serios estudios de la filosofía, teología o metafísica.
        En un nivel terrenal, Saturno en la casa Nueve ha de encontrar algunas dificultades o sentirse incómodo con una gran cantidad de viajes. Es probable que algunos de estos nativos tengan necesidad de residir en el extranjero o deban viajar en relación con su trabajo, pero su idea de lo que es divertido no se centre comúnmente en viajar por el mundo viendo qué es lo que sucede. Les resulta mucho más tranquilizador tener el futuro planeado.
        Si Saturno está afligido en la Novena casa pueden existir peligros en los viajes. Indica actitudes autoritarias hacia la religión o la moralidad; también estrechez de miras.







SATURNO EN LA DÉCIMA


Nada que pueda conseguirse sin pena y sin trabajo es verdaderamente valioso.

JOSEPH ADDISON


Muchas personas cuidan su reputación y no cuidan de su conciencia.

PUBLIO SIRO



Lo reconozcan o no, estas personas son extremadamente sensibles a la forma en que las ven los demás. Saturno en la casa Décima - como el propio ego personal - quiere que se lo reconozca como fuerte, sólido y perdurable. El éxito se juzga normalmente en función de valores y roles tradicionales: el status que confiere la carrera, el tipo de casa que se tiene, la respetabilidad del matrimonio, etc. Existe la necesidad de alcanzar una buena situación y el adecuado reconocimiento mediante alguna clase de trabajo que sea socialmente aceptable. Es probable que estas personas tiendan a juzgar y a condenar a quienes se aventuran a vivir fuera de lo convalidado por la sociedad.
        Es posible que tenga que trabajar duro para alcanzar el respeto y el status que desea. Si el planeta está bien aspectado, el nativo puede realizar los objetivos de su carrera gracias a la dedicación y a un escalamiento lógico y llevado a cabo progresivamente. No obstante, si el emplazamiento de Saturno es difícil, puede tropezar en el camino con muchas demoras y obstáculos. Hay quienes pueden sentir que cualquier medio se justifica para sus fines, y por eso aceptarán compromisos o se avendrán a usar a otros en beneficio propio: quizá lleguen a cierta altura, para luego sentir que sus esfuerzos por seguir adelante se ven bloqueados y frustrados. Otros quizás asciendan con bastante rapidez, hagan mal uso de su poder y se desmoronen luego tan rápidamente como habían subido. En la casa de Júpiter generalmente, caemos de pie, pero en los dominios de Saturno es probable que, si no tenemos cuidado, nos veamos obligados a hacerlo de rodillas.
        Algunas personas que tienen a Saturno en esta casa pueden rebelarse efectivamente contra su hipersensibilidad ante los códigos y los valores de la sociedad, intentado infringir las reglas.
        Con Saturno en esta casa, la vivencia que se tiene de la madre suele ser la de una estricta fuerza socializadora, la de la legisladora que dictamina qué es lo aceptable y lo adecuado. La madre puede ser vivida como crítica, fría, exigente y nada cariñosa. Lo que el niño hace nunca está suficientemente bien. De lo contrario, la madre puede aparecérsele como una carga y una responsabilidad, alguien de quien el hijo tiene que cuidar, en vez de ser las cosas como habitualmente son. Puede darse una nota más esperanzada, y entonces la madre serviría como modelo de cualidades saturninas positivas, constituyéndose en ejemplo de paciencia, disciplina, perdurabilidad, pragmatismo y determinación
        Quienes tienen en esta casa a este planeta suelen ser excelentes como organizadores y administrativos, ejecutivos, científicos, constructores y maestros.







SATURNO EN LA UNDÉCIMA



Por más que quienes tienen a Saturno en esta casa puedan sentir una apremiante necesidad de unirse con otros y de ser parte de un grupo o un circulo de amigos, es frecuente que en tales situaciones se sientan incómodos o amenazados.
        Generalmente, la gente que tiene a Saturno en la casa Once tiene que esforzarse mucho para cultivar las cualidades que le ganan a una persona el calificativo de "buen amigo". Algunos pueden ser demasiado rígidos y formales con los amigos, como si tuvieran miedo de equivocarse, o bien de que el otro pueda aprovecharse de ellos. En ocasiones, llegan a sentir a los amigos como una carga, una limitación o una responsabilidad. Hay veces que escogen relacionarse con personas mayores o más maduras, que hayan tenido más experiencias en este campo y puedan servirles de modelos o de maestros en cuanto a la forma de comportarse. Cuando se encuentra en esta casa, Saturno puede padecer también un sentimiento de soledad y aislamiento por falta de compañeros. Sin embargo, si enfrenta y examina las dificultades, este emplazamiento tiene la capacidad de establecer amistades leales y perdurables.
        Experiencias similares pueden darse en grupos, organizaciones o clubes. Por más que no siempre se sientan cómodos en situaciones de grupo, es en ellas, precisamente, donde los que tienen a Saturno en la Undécima casa pueden aprender más sobre sí mismos y sobre los otros. Podría tocarles pertenecer a un grupo que de alguna manera limite o restrinja su libertad, o quizás asumir pesados deberes y responsabilidades administrativas en el seno de un club o de una organización.
        Un nativo con Saturno mal aspectado en la Undécima casa, necesita tomar lecciones sobre la forma de trabajar con otras personas.


  

La undécima casa es nuestra experiencia de pertenencia a la familia humana como tal, y Saturno en ella puede referirse a alguien que es muy “individualista”, que de alguna manera se siente dolorosamente diferente.

Liz Greene


  






SATURNO EN LA DUODÉCIMA



La madurez y la eventual superación del aislamiento sólo son posibles cuando uno, para empezar, acepta con valentía su soledad. 

ROLLO MAY




Quienes tienen a Saturno en la casa Doce temen a lo que está al acecho, por debajo del nivel superficial de la conciencia. Tienen miedo de que, si relajan el control que ejercen sobre si mismos, puedan verse devorados por emociones abrumadoras.
        En ciertos casos, estas personas padecen una especie de culpa o de desesperación: Algo en su interior les dice que no son todo lo que podrían ser. O se encuentran acosados por la paranoia, el sentimiento de que afuera hay algo o alguien empeñado en destruirlas. Los textos tradicionales interpretan a Saturno en la casa Doce como "ruina debida a enemigos secretos"; pero lo más frecuente es que el enemigo sea algún aspecto de su propio inconsciente, enfadado con el nativo por haberse visto relegado a un lado.
        Profundos temores psicológicos, muy difíciles de rastrear, pueden contribuir a un profundo sentimiento de inseguridad en si mismos y de falta de confianza. Valdría la pena que quien tiene a Saturno en la casa Doce investigaran cómo pudo haber sido su periodo de gestación. Quizá la madre no estaba segura de que debiera tener un niño en aquel momento, o tal vez haya estado preocupada por cuestiones de dinero o por cómo eran las relaciones con el padre.
        Es probable que estos nativos sientan que tienen una deuda con la sociedad, y que la forma de cancelarla es el servicio. En ocasiones trabajan en hospitales, prisiones, obras de caridad u organismos gubernamentales que se ocupan de diversas maneras de las personas con problemas y de los necesitados. Otros que tienen a Saturno en este emplazamiento pueden vivir su omnipresente sensación de inaceptabilidad entre rejas, o confinados en algún pabellón de un hospital.
        A algunos que tienen a Saturno en esta casa les aterroriza la intimidad. Esto podría provenir del temor de ser devorados, o de que les espanta la pérdida de su identidad en cuanto individuos independientes.
        Las cualidades saturninas positivas, tales como el reconocimiento de sus limites naturales, la aceptación del deber y de la responsabilidad, y el puro y simple sentido común pueden ayudar al nativo a superar situaciones difíciles. Sin embargo, un sentimiento excesivo de apartamiento del resto de la vida, un enfoque de las cosas manifiestamente materialista o una negativa a examinar los problemas psicológicos podrían ser causa de dolor y sufrimiento. En ocasiones hay un retraimiento voluntario de la actividad1 o una necesidad compulsiva de intimidad y aislamiento para recoger y reunir los fragmentos del sí mismo que se han hecho añicos por obra de un difícil encontronazo con la vida. Otras veces, estas personas pueden verse movidas a buscar el apoyo o el auxilio de instituciones, o volverse hacia “algo superior” en busca de socorro.
        Si Saturno está afligido en la casa Doce puede haber enfermedades mentales o enfermedades crónicas que obliguen al nativo a una larga reclusión.









SATURNO EN LA CASA DOCE


La soledad es como una mano oscura que a la vez nos hiela y nos oprime el corazón.

FEDERICO GARCIA LORCA




Es notable la frecuencia con que nos encontramos a Saturno en la casa doce o en aspecto con su regente en las cartas de los niños cuyo padre estuvo ausente, o al menos raras veces presente, durante sus primeros años. Por lo tanto, el resultado de tener a Saturno en este emplazamiento se parece mucho a lo que pasa con el Sol en la casa doce, aunque de hecho hay diferencias. He aquí algunos ejemplos. Hay casos en los que uno de los padres parece no tener iniciativa, debido quizás a una falta de firmeza, y depende mucho del otro, o bien se hace el fuerte para disimular su debilidad y no tener que hacerle frente. El bebé capta el problema mediante su cordón umbilical psíquico. En otros casos, ambos padres tienen un problema: uno de ellos se apoya en el otro y le roba fuerzas, mientras que el oro adopta el papel del buen compañero, lo que en realidad no es más que una manera de encubrir una sensación de incapacidad. En la práctica, no importa nada que sea el padre o la madre: ambos tienen que ver con Saturno en la casa doce.
        La diferencia con el Sol en la doce es que éste interviene mucho más en los problemas de identidad, ya que confiere el sentimiento de ser uno mismo mientras que Saturno en la doce o en aspecto con su regente tiene más que ver con la firmeza interior, con el descubrimiento de cierto grado de estabilidad en la vida y en la forma que uno da a su propia vida, y con la estructura dentro de la cual uno es libre de ser quien es.
        Al igual que con el Sol en la doce, al tener aquí a Saturno nos encontramos con padres que han tenido problemas con sus propios padres o que por lo menos intentaron adaptarse a ellos, y esto afecta al niño. También un sentimiento de soledad reprimido o mantenido a raya en uno de los padres (o un sentimiento de inferioridad igualmente reprimido) puede acompañar a un Saturno en la casa doce o en aspecto con su regente.
        En ocasiones, Saturno en la casa doce o en aspecto con su regente se expresa en las características heredadas. Un niño cuyos padres habían tenido problemas de espalda desde temprana edad, tenía la columna muy encorvada. Otro ejemplo es el de un niño con los pies deformados, un problema familiar que se remontaba hasta uno de los abuelos. Con más frecuencia, aunque no haya constatado problemas físicos, algunas personas con Saturno en la casa doce o en aspecto con su rente sufren de frío en los pies y/o de dolores de espalda. De hecho, parece que hubiera alguna relación entre esta posición de Saturno y los problemas de pies o de espalda.
        Además, cuando Saturno está en contacto con la casa doce se produce una gran cantidad de situaciones problemáticas, aunque puede haber excepciones.
        No es del todo imposible que, durante los muchos años en que todos los niños estuvieron pasando por su fase mítica, los padres hayan estado enfrentándose a un problema persistente. Quizá se trataba de algo que habían heredado de sus propios padres y que no veían corno un problema porque lo tenían inconscientemente integrado en su carácter. Así pues, aunque con este emplazamiento de Saturno a menudo se den situaciones bastante difíciles, esto no es una norma rigurosa.


KAREN HAMAKER-ZONDAG, Págs. 78-79-80
La Casa Doce