“Todos tenemos en la vida
una montaña que vencer.
Por eso, no quiero oír tus miserias,
ni quiero oírte suspirar,
ni escuchar tus lamentos,
tampoco verte llorar.

Y no me hables del ayer
que pertenece al pasado y no volverá.
Y no me pidas que te ofrezca mi hombro
para apoyar tu cabeza,
porque esa no es la forma de ayudarte.
Sólo te digo...
¡A tu montaña debes vencer!
¡A tu montaña te ayudaré a llegar!

¡Hombre! debes aprender
a no apoyarte en las gentes;
las tragedias, como las grandes alegrías,
deben de ser el crisol
donde se funde la entereza.

Debes de mirar siempre adelante.
Y si aún sigues desorientado
te vuelvo a decir...
¡A tu montaña debes vencer!
¡A tu montaña te ayudaré a llegar!

Toma mi mano y afirma tus pies en la tierra.
La vida es un largo camino polvoriento
por el que todos debemos transitar.
Si aún te queda alguna duda,
lo diré una vez más:
No quiero oír tus miserias,
sólo quiero ayudarte
y para eso...
¡A tu montaña debes vencer!
¡A tu montaña te ayudaré a llegar!

¡¡¡Muéstrame tu montaña!!!
¡¡¡Enfréntate a la realidad!!!
y cuando llegues a la cumbre
habrás encontrado la felicidad.”

Roger Whifaker