Ama al cisne salvaje

"Odio mis versos, cada línea, cada palabra.
Oh pálidos y frágiles lápices intentando siempre
la curvatura de una hoja de hierba o la garganta de un pájaro
que se suspende en la rama, erizado contra un blanco cielo.
Oh quebrados y crepusculares espejos siempre por atrapar
un color, un raudo destello del esplendor de las cosas.
Cazador desafortunado, oh balas de cera,
la belleza del león, las alas del cisne salvaje, la tormenta de las alas."
-Este cisne salvaje del mundo no es presa de cazadores.
Mejores balas que las tuyas errarían al blanco pecho,
mejores espejos que los tuyos se quebrarían en la flama.
¿Acaso importa que te odies a ti mismo? Cuanto menos
ama tus ojos que pueden ver, tu mente que puede
oír la música, el trueno de las alas. Ama al cisne salvaje.

Robinson Jeffers


"Ama tus ojos que pueden ver, tu mente que puede oír la música, el trueno de las alas, ama al cisne salvaje."

Robinson Jeffers



"Aunque alguien de muy lejos al final del tiempo haya de encontrar mi presencia en un poema, no le importará a mi fantasma otra cosa que estar aquí, una larga sombra crepuscular en las vetas del granito, y un espíritu para la piedra cuando ya la carne haya sido olvidada."

Robinson Jeffers

Carmel Point

¡La extraordinaria paciencia de las cosas!
Este hermoso lugar desfigurado por un brote de casas
 suburbanas -qué hermoso cuando por primera vez lo
 contemplamos,
campos sin fin de amapolas y de altramuces cercados con
 limpios acantilados;
ninguna intrusión, sino dos o tres caballos pastando
o una pocas vacas lecheras restregándose los flancos en las
 sobresalientes rocas-,
ahora, ha llegado el corruptor, ¿acaso le importa?
Ni remotamente. Tiene todo el tiempo. Sabe que la gente es
 una marea
que se desborda y luego refluye
y disuelve todas sus obras. Mientras la imagen de prístina
 belleza
vive en el grano mismo del granito,
segura como el mar inacabable que trepa por nuestro
 acantilado. Con respecto a nosotros:
debemos descentrar nuestra mente de nosotros mismos;
debemos deshumanizar nuestros puntos de vista un poco, y
 volvernos confiados
como la roca y el océano de que estamos hechos.

Robinson Jeffers



"Decidí no decir mentiras en verso. No fingir cualquier emoción que no sentía."

Robinson Jeffers



"Él cree que nada es real excepto mientras lo hacemos. Yo, que soy más humilde, he hallado en mi sangre engendrada al Oeste del Cáucaso un misticismo más arduo."

Robinson Jeffers


El ojo

El Atlántico es un foso turbulento; y el Mediterráneo,
El estanque azul en el antiguo jardín,
Durante más de cinco mil años ha bebido el sacrificio
De naves y sangre, y brilla al sol; pero he aquí el Pacífico:
Nuestros barcos, aviones y guerras carecen de importancia.
Ni nuestra actual contienda de sangre con los valientes enanos,
Ni ninguna futura querella guerrera entre hombres del oeste
Y del este, ni las sangrientas migraciones, la codicia del poder
Y el choque de creencias
Son siquiera una mota de polvo en el gran plato de la balanza.

Aquí, desde esta orilla montañosa, promontorio más allá del borrocaso
Promontorio sumergiéndose como delfines a través de la neblina azul
En el pálido mar, mira hacia la colina de agua del oeste: es la mitad del planeta;
Esta cúpula, este medio globo, este combado
Globo del ojo del agua, arqueado hacia el Asia,
Australia y la blanca Antártida: aquellos son los párpados que nunca se cierran; éste es el vigilante, insomne
Ojo de la tierra; y lo que observa no son nuestras guerras.

Robinson Jeffers



"En cuanto a nosotros: debemos descentrar nuestras mentes de nosotros mismos; debemos inhumanizar un poco nuestra mirada, y tener la confianza de la roca y el océano de los que fuimos hechos."

Robinson Jeffers


La belleza de las cosas

Sentir y hablar de la asombrosa belleza de las cosas - tierra, piedra y agua,
bestia, hombre y mujer, sol, luna y estrellas -
la belleza inyectada en sangre de la naturaleza humana, sus pensamientos, su
   frenesí y sus pasiones
siendo la naturaleza humana su realidad preminente
-por el sueño incompleto del hombre; el hombre, puedes decir, es naturaleza soñando,
   pero la roca,
el agua y el cielo son constantes - sentir
con grandeza, y entender con grandeza y expresar con grandeza la belleza natural
es el único asunto de la poesía.
El resto es distracción: esos sentimientos sagrados o nobles, las intrincadas ideas.
el amor, la lascivia, el anhelo: razones, pero no la razón.

Robinson Jeffers


"La belleza de las cosas nació antes que los ojos y se basta a sí misma; la desgarradora belleza permanecerá incluso cuando no haya un corazón que se desgarre por ella."

Robinson Jeffers


"La corrupción no es obligatoria."

Robinson Jeffers



"¡La extraordinaria paciencia de las cosas! Este bello lugar desfigurado por un brote de casas suburbanas."

Robinson Jeffers


Los excesos de Dios

¿No es por su gran derroche que conocemos
a nuestro Dios? Pues ser igual a la necesidad
es natural, animal, mineral: pero arrojar
arcoíris sobre la lluvia
y belleza por encima de la luna, y secretos arcoíris
en las cúpulas de las conchas de las profundidades
y hacer el necesario abrazo de la procreación
hermoso también como el fuego;
ni siquiera los hierbajos se multiplican sin florecer
ni los pájaros sin música:
aquí está la gran cualidad humana en el corazón de las cosas,
la extravagante benevolencia, la fuente
que la humanidad puede entender, y con la que acorde correría
si el poder y el deseo fueran pares.

Robinson Jeffers


"Manténgase alejado de los incautos que hablan de democracia y los perros que hablan de revolución."

Robinson Jeffers



"Me sonríes tristemente, recuerda que se desvanece la flor para hacer la fruta, la fruta se pudre para hacer la tierra..."

Robinson Jeffers



"Mística de la piedra, cuyo fracaso no puede echar abajo ningún acaecer de digna forjadura."

Robinson Jeffers





"No hay nada como la astronomía a la hora de hacer que el hombre se deje de tonterías. Sus estúpidos sueños y sus pavoneos de gallito: Dejadle que cuente las estrellas."

Robinson Jeffers


Pinos de la montaña

En desdeñosa soledad vertical se yerguen,
sin considerarse emparentados de alguna forma
ni en el cielo ni en la tierra. Sus nudosas raíces se aferran
como los agotados dedos de una mano en garras
a  la roca lúgubre. Una  silenciosa banda espectral
observa el viejo cielo, pero no comparte
nada. Sólo, cuando el ala de algún águila solitaria
se agita al pasar por sobre su tierra gris y desolada,
o cuando el viento resuella en un áspero  valle,
inclinándolos como si estuvieran en edad avanzada,
o cuando, entre las nubes que se deslizan sin opacar
su luz constante, la luna brilla plateada, entonces
ellos encuentran un alma, y su lamento tenue es forjado
en un canto triste y hermoso.

Robinson Jeffers



"Preferiría, con excepción de las sanciones, matar a un hombre que a un halcón."

Robinson Jeffers




"¿Qué ha dicho el profeta? "He creado el bien: y he creado el mal: Yo soy el Señor"."

Robinson Jeffers



"Sin más función que servir y apoyar a la civilización, la enemiga del hombre, con razón viven tan dementes, deseando con sus lenguas el progreso; con sus ojos el placer; con sus corazones la muerte."

Robinson Jeffers



"Solo las personas atormentadas buscan la verdad. El hombre es un animal al igual que los demás animales, quiere alimento, éxito y mujeres, no la verdad. Solo si miente torturado por algún conflicto interior ha perdido la felicidad: luego odiará su enjaulada vida y buscará más allá..."

Robinson Jeffers


"Un autocontrol demasiado grande es peligroso, atrae a los duros acontecimientos como las alturas atraen al rayo."

Robinson Jeffers