LA RUEDA DE LA EXPERIENCIA INDIVIDUAL
(ALEXANDER RUPERTI)


Para establecer de manera muy general la introversión o la extroversión en un tema, se puede observar el predominio de los planetas, bien sea por encima o por debajo del Horizonte.
        La aproximación subjetiva de la conciencia, la vía introvertida, se ve en el Ascendente y se desarrolla a través de las seis Casas bajo el Horizonte.
        La aproximación objetiva de la conciencia, centrada sobre el objeto, la vía extravertida, se ve en el Descendente y se desarrolla a través de las seis Casas encima del Horizonte.
        Como consecuencia en el caso en que las Casas bajo el Horizonte, estén particularmente cargadas de planetas, hay un énfasis sobre el desarrollo de la percepción individual, sobre todo lo que está condicionado por el yo y su carácter propio. Por el contrario cuando las Casas encima del Horizonte contienen a la mayoría de los planetas, el interés principal es el desarrollo de la percepción objetiva, de la conciencia social, de todas las cosas que están condicionadas por el no-yo: al mundo de las sensaciones y de las relaciones interpersonales. Comprendemos pues que el Horizonte es el símbolo de toda especie de diferenciación. Él establece la diferencia entre lo que es visible e invisible, entre lo que está encima y debajo, entre el cielo y el suelo de la tierra, entre la vida Objetiva y la vida subjetiva.


Eje del Horizonte

Debemos siempre guardar en el espíritu la reciprocidad de Ascendente y del Descendente considerados los dos polos del eje horizontal del tema. No podemos jamás separar lo que somos individualmente, de la manera en que vemos a los demás y al mundo exterior. Cada polo del eje horizontal debe ser visto como una forma de compensación psicológica por los valores revelados en el otro polo. El individuo no existe en el vacío; se ve constantemente modificado por sus relaciones con el no-yo. Unas veces el yo es el polo positivo, y otras veces éste, será el no-yo. Los cambios constantes, en los cuales el yo es tanto activo, como pasivo, son las fuerzas motrices necesarias al desarrollo de la conciencia.


Eje del Meridiano

El Cénit es el polo del empleo consciente u objetivo del poder, el Nadir es el polo del empleo inconsciente o subjetivo del poder; y cuando digo "empleo", quiero decir también abuso o defecto de empleo de poder a su disposición, a causa del miedo. El sincronismo entre estas dos clases de poder en un tema determina en todo momento el nivel espiritual de una personalidad. Sin embargo es preciso no olvidar que la participación de un hombre o de una mujer a la obra del mundo está siempre condicionada, en primer lugar, por la atmósfera de su infancia, sus miedos y sus complejos y por su capacidad de llegar a una auténtica madurez psicológica. Por esto la aptitud de alcanzar una posición de prestigio y de poder social está profundamente unida a la clase de relación que se haya tenido con sus padres. Esta relación es la fuente del poder orgánico personal la fuente de lo que se puede dar más tarde a la sociedad.
        Por lo tanto, si nos encontramos, en un tema, que los planetas gravitan alrededor de los polos del Meridiano (sobre todo en las Casas 9-10 y 3-4) más que alrededor de los polos del Horizonte debemos suponer que la persona deberá interesarse sobre todo en la obtención del poder. Si la mayoría de los planetas se encuentran cerca del Nadir, deberá buscar el poder personal, fundaciones personales sólidas. Si los planetas se encuentran más cerca del Cénit deberá buscar el poder social, un fuerte deseo de interpretar un papel público, cualquiera que sean los obstáculos y a pesar de las barreras o las oposiciones que pueda encontrar en esta búsqueda.




Cuadraturas del tema y funciones jungianas

Una mayoría definida de planetas en uno de los cuadrantes del tema, sugiere un énfasis sobre la función jungiana, correspondiente al Angulo, que se encuentra en el origen:


Un énfasis en el cuadrante Sur-Este hace resaltar la función PENSAMIENTO. La persona vive objetivamente y, como está relativamente libre de dudas subjetivas, puede controlar más fácilmente las circunstancias de su vida.

Una mayoría de planetas en el cuadrante Norte-Este acentúa la función INTUICION, función inconsciente e irracional. La persona vive pues subjetivamente no obstante manteniendo un cierto control de las circunstancias. Pero, como ella vive sobre todo en ella misma y concentra su atención sobre el plano subjetivo, puede frecuentemente, dudar de ella misma y de sus posibilidades.

Una mayoría de planetas en el cuadrante Sur-Oeste revela una vida objetiva y un acento sobre la función SENSACION La Sensación es también una función irracional, por lo tanto no sometida a las leyes de la razón; pero por contraste con la Intuición, la Sensación es una percepción consciente, ya sea concreta o estética. La persona vive pues objetivamente pero no controla las circunstancias de su vida. Está dominada por su destino Objetivo y por sus relaciones humanas; tendrá pues ocasiones de vivir su vida bajo su verdadera perspectiva.

Una mayoría en el cuadrante Norte-Oeste pone de nuevo el énfasis en la vida personal subjetiva y en la tendencia a estar obligado a aceptar las cosas tal como la vida las presenta. Psicológicamente, la función SENTIMIENTO predomina: función racional, como el Pensamiento, pero enteramente subjetiva, que consiste en emitir apreciaciones, juicios de valor sobre las cosas, las personas, etc., bien sea con el objeto de aceptarlas o rechazarlas.
Una falta de énfasis en un tema tan sólo es eso: una falta de énfasis. La falta de planetas en un hemisferio o en un cuadrante es tan significativa como la presencia de todos en otro hemisferio o en uno de los otros cuadrantes. Hay una forma posible de acentuación negativa, útil al astrólogo para su interpretación. Sin embargo, la diferencia entre un acento positivo por la presencia de planetas y un acento negativo por la ausencia de planetas, no es más que un cambio de énfasis. Cuando todos los planetas o una gran mayoría se encuentran al Este del Meridiano, la persona está llamada a utilizar su capacidad de tomar decisiones si ella quiere triunfar en la vida. Si todos los planetas, o la mayoría de ellos, se encuentran al Sur o sea encima del Horizonte, la persona debe hacer el esfuerzo de desarrollar conscientemente una actitud positiva y de encontrar voluntariamente una atención en los medios de llegar a ser socialmente poderosa y eficaz. El tema no dice, si la persona hará este esfuerzo: ¡tan pocas personas concentran su atención sobre lo que esto tiene de particular!




"—Los caminos de Ab-bā, el Altísimo, son circulares…"

J. J. Benítez

Caballo de Troya 7, Nahum, página 485



SOBRE LAS CASAS



El movimiento de la Tierra en torno a sí misma determina el movimiento aparente de los sectores zodiacales en un viaje de veinticuatro horas. Aproximadamente cada dos horas, un nuevo sector zodiacal surge por el este y el sector opuesto se oculta en el oeste. A lo largo del día, el esquema zodiacal y los planetas que lo ocupan van cambiando de posición en relación a la línea del horizonte, y van atravesando distintos sectores que reciben el nombre de casas.



Cualquier emplazamiento en cualquier casa nos da indicios de la senda que es más natural para nosotros en ese aspecto de la vida.

Howard Sasportas
Las Doce Casas

El carácter cíclico de toda experiencia es el concepto que falta en la comprensión habitual de las Casas astrológicas. ¡Hay que saber que nada nace de nada! Hay siempre un ciclo de manifestación anterior que condiciona un nuevo ciclo. Y debe haber siempre también un nuevo ciclo durante todo el tiempo que el universo manifestado exista.

 Alexander Ruperti, pág. 199
La rueda de la experiencia individual



Una casa es un ámbito neutral de la vida, que "amueblamos" de acuerdo con la naturaleza de nuestra propia existencia.

 Liz Greene
Neptuno



Aunque no se suele tener en cuenta, las casas IV y X cuando se estudian problemas de naturaleza sexual, son de gran importancia indirecta en lo que se refiere a los roles masculino y femenino.

Liz Greene, pág 64
Saturno



Los Signos que se encuentran en las cúspides de las Casas indican qué cualidades humanas deben ponerse en práctica en el terreno de las experiencias individuales indicadas por las Casas.

Alexander Ruperti, pág. 17
La Rueda de la Experiencia Individual



La zona de las cúspides es en principio, un umbral, un lugar de transición donde se avanza sobre la base de un impulso o de una revelación nueva. Cada cúspide representa una nueva partida, la entrada en un nuevo campo de experiencia, y es la tarea del astrólogo advertir a su consultante cada vez que la cúspide de una Casa o el principio de un Signo es acentuado, por progresión o tránsito.


Alexander Ruperti, pág. 50
La Rueda de la Experiencia Individual



Un planeta situado al final de una Casa lega a la Casa siguiente alguna cosa que va a condicionar, subconscientemente al menos, las iniciativas tomadas en esta Casa.

Alexander Ruperti, pág. 51
La Rueda de la Experiencia Individual



... Los planetas que están en una casa no indican necesariamente que el individuo tendrá experiencias destacadas o producirá grandes cosas en función de lo que la casa representa. Un planeta en una casa indica que la función significada por este planeta debería usarse muy beneficiosamente al tratar las experiencias a las que la casa se refiere; debería usárselo porque en ese campo de la experiencia surgirán problemas que podrán resolverse mejor de ese modo. Sin embargo, la casa bien puede estar vacía donde no hay grandes problemas en ese campo porque la persona es espontáneamente capaz de manejar lo que allí encuentra. Uno deberá buscar otra clase de indicación del signo zodiacal en la cúspide de la casa o en su regente. La presencia de los nodos de la Luna puede ser significativa y, como siempre, ha de considerarse todo el mapa, pues a veces lo que parece ser un rasgo destacado de una persona es en realidad el resultado secundario de algún rasgo o facultad más básicos.

Dane Rudhyar, pág. 126
Las Casas Astrol6glcas


Una casa vacía no significa falta de actividad sino ausencia de problemas graves en ella. Hay más libertad de acción en las casas en las que no hay planetas. Los problemas más vitales de la vida son las cazas en las que están situados los planetas.

Isabel M. Hickey, pág. 72
Astrología Espiritual

El carácter cíclico de toda experiencia es el concepto que falta en la comprensión habitual de las Casas Astrológicas. ¡Hay que saber que nada nace de nada! hay siempre un ciclo de manifestación anterior que condiciona un nuevo ciclo. Y debe haber siempre también un nuevo ciclo durante todo el tiempo que el universo manifestado exista.


Alexander Ruperti, pág. 199
La Rueda de la Experiencia Individual



Cuando un signo está interceptado, no está directamente conectado con la cúspide de ninguna casa, y por consiguiente no tiene una canalización directa hacia el mundo exterior. Cada casa rige una esfera determinada de la vida, y tiene un regente planetario que es su canal. Pero un signo interceptado en una casa es como un inquilino que tiene que responder ante el propietario, es decir, el planeta que rige al signo que está en la cúspide.

Liz Greene, pág. 240
Los Luminares



Los planetas emplazados en cualquiera de las casas angulares tienden a expresarse por medio de los sucesos y las personas.

Liz Greene



Debemos considerar las casas como instrumentos para explorar la realidad, tanto inferior como exterior, y no como cajas rígidas en las que debe "encajar" todo. Además, ¿no es verdad que en la vida, la mayor parte de las experiencias y de las actividades abarcan más de una sola casa y hay en ellas resonancias de tres o cuatro campos de la experiencia?

Stephen Arroyo, pág. 177
Júpiter


Las casas no son personas, sino que nosotros las personalizamos para que lo sean. Por ejemplo, no es correcto decir que la décima casa es el padre y la cuarta es la madre y la quinta es el o la amante y la séptima es la esposa o el marido. Estamos personalizando algo que es esencialmente el escenario de unos acontecimientos en el cual expresamos diferentes cosas. Pero por supuesto, dado que siempre estamos proyectando, es natural que proyectemos también estos escenarios sobre la persona adecuada para actuare en ellos. ¿Veis a qué me refiero? Si, por ejemplo, el escenario es la sala del trono, es natural que lo que busquemos en él sea un rey o una reina.

Richard Idemon, pág. 236-237
El Hilo Mágico


Cuando un planeta está ubicado en una Casa, es como encontrarse con un dios. Funciona un patrón arquetípico, una especie de torbellino de energía en el que quedamos atrapados de inmediato. En el momento en que entramos en los asuntos de esa Casa, todos los temas involucrados se ven afectados por el planeta. Un signo en la cúspide no tiene este tipo de poder.

Liz Greene
Urano en la carta natal, pág. 71-71


Si hay un planeta dentro del orbe de conjunción de un ángulo, en cualquier lado del ángulo, el individuo debe encontrar un modo de dar forma al planeta. En caso de que no, el planeta se encarnará a sí mismo, y nosotros entonces nos sentiremos a merced de fuerzas poderosas en el mundo externo que creemos forman nuestro destino sin nuestro consentimiento. Cuando hay un planeta angular en la carta de nacimiento, el Sol puede mostrarnos como anclarlo. El Sol indica nuestro sentido de objetivo único, nuestro lugar especial en la vida donde energías arquetípicas pueden ser comunicadas o expresadas de modos creativos.

Liz Greene
Significado astrológico del Sol

En la Casa II, lo que es nuestro no nos puede ser arrebatado. Forjamos nuestro patrimonio, lo acrecentamos, lo poseemos en todo momento. En la casa VIII estamos a merced de algo más grande que nosotros, que no puede ser adquirido, ni aumentado ni poseído a través de nuestro es- fuerzo personal y consciente. En la casa VIII lo que presumimos que es nuestro puede sernos arrebatado. Podemos vernos forzados a entregar aquello que creemos que nos pertenece; e incluso puede ser destruido por aquello que es mayor que nosotros. En la II tenemos poder a través del desarrollo de nuestros recursos internos. En la VIII descubrimos que no tenemos poder alguno. La dimensión inconsciente de la vida es totalmente ajena a las necesidades del ego. Es el Otro en el sentido más profundo del término. A veces decimos: «Vaya, me ha traicionado el inconsciente». Pero no es mi inconsciente, sino el inconsciente. Éste apuntala la vida consciente; y cada vez que el inconsciente entra en contacto con ésta, nos vemos obligados a cambiar. Estamos abiertos en canal y se nos obliga a reconocer la existencia de un territorio invisible que tiene vida propia. La casa VIII no representa a «los otros» físicamente. Es la realidad de la psique: la de los complejos familiares, compulsiones, patrones ocultos, misterios… En suma, todo que emerge de las profundidades que no sabíamos que nos pertenecía aunque en realidad no sea enteramente nuestro. Cuando nos enfrentamos a este reino, nos vemos sometidos a un proceso de desplome. El ego debe reconocer que ya no tiene el poder. La casa VIII está relacionada con el poder, pero no con el poder personal. Uno no controla el espectáculo. La casa VIII se revela a través de las crisis: experiencias cercanas a la muerte, la muerte de los demás, separaciones muy dolorosas, la aparición de enfermedades, pérdidas y súbitas vueltas de la Rueda de la Fortuna, locura, fantasmas nocturnos, compulsiones sexuales… Es un conjunto de cosas que no podemos controlar y que revelan dimensiones más profundas y misteriosas de la vida.

Liz Greene

El carro de Apolo, El significado del Sol astrológico, página 114