TRÁNSITOS DE PLUTÓN EN 
RELACIÓN  CON LOS PLANETAS



Allí donde Plutón en tránsito forma aspecto con un planeta, puede actuar de tres maneras diferentes sobre la esfera de la vida que ese planeta representa:

       1) Si hemos estado fuera de contacto con la esfera de la vida simbolizada por el planeta con el cual Plutón está en aspecto por tránsito, tenemos la oportunidad de volver a conectar con esa parte de nosotros mismos y de cultivarla.
       2) Si estamos ya interesados en alguna medida por la esfera de la vida representada por el planeta con que Plutón está en aspecto por tránsito, entonces éste sugiere que nos encontramos en un momento en que necesitamos refinar, profundizar o mejorar nuestra forma de expresar este principio o de relacionarnos con él.
       3) Si nos hemos sobreidentificado con el aspecto de la vida que se asocia con el planeta en aspecto con el cual está transitando Plutón, este último nos pedirá que evolucionemos de alguna otra manera en vez de quedarnos adheridos a la dirección que hasta el momento hemos seguido. Plutón nos aportará cambios por opción (nosotros decidimos cambiar) o por coerción (el mundo externo lo decide por nosotros). En cualquiera de las dos situaciones, éste es el momento de explorar otros niveles o dimensiones del principio representado por el planeta con que Plutón está en contacto.

Howard Sasportas, pág. 276-277
Los dioses del cambio



PLUTÓN-SOL



Los tránsitos de Plutón en aspecto con el Sol alteran radicalmente nuestro sentimiento básico de identidad. Nuestro antiguo yo y nuestras viejas maneras de ser ya no nos sirven en este momento. En particular, es necesario cambiar los aspectos falsos y anticuados de nuestra personalidad y desprendernos de ellos.
        Estos tránsitos nos ponen en contactó más estrecho con las cualidades representadas por nuestro signo solar. Si por la razón que fuere no hemos estado viviendo las características de nuestro signo solar, ahora nos veremos forzados a cultivar estos rasgos. Sin embargo, si ya estamos bastante en contacto con nuestro 8igno solar, un tránsito de Plutón que lo ponga en aspecto con el Sol puede pedirnos que exploremos dimensiones de este signo que todavía no hemos expresado. En otros casos, un tránsito de Plutón en aspecto con el Sol puede exagerar la expresión de las cualidades del signo solar.
        Los tránsitos de Plutón en aspecto con el Sol natal revolucionan la personalidad: la persona que siempre haya mantenido que jamás se casarla, tendría hijos ni sentaría cabeza puede encontrarse, bajo la influencia de estos tránsitos, haciendo precisamente todo eso.
        Para algunas mujeres, el tránsito de Plutón en aspecto con su Sol natal (y esto es válido también para el trígono y el sextil por tránsito) puede referirse a cambios o dificultades que están afectando a los hombres que tienen importancia en su vida.
        Un hombre que tenga a Plutón en tránsito en aspecto con su Sol tendrá que afrontar problemas relacionados con el poder, la identidad y la autoafirmación. Si todavía no ha cultivado o expresado su voluntad o su autoridad, estos tránsitos pueden ayudarle a hacerlo. Sin embargo, para un hombre acostumbrado a posiciones de poder y de control, y cuya identidad es principalmente producto de su cargo en la vida, un tránsito Plutón-Sol puede tener efectos muy diferentes. Dicho de otra manera, si un hombre ya ha llegado a la cima y demostrado su autoridad -a sí mismo y al mundo- quizá sea el momento de que cambie de orientación. Tal vez quiera orientar sus energías hacia un campo totalmente nuevo, cambiando, por ejemplo, de trabajo.
        Tanto para uno como para otro sexo, puede suceder que el foco esté puesto en la relación con el padre. Durante este tránsito pueden producirse batallas con él: luchas de poder, violencia, tendencias incestuosas ocultas, abandono del hogar y, en algunos casos, la muerte del padre. Si hemos tenido una identificación excesiva con nuestro padre, o hemos estado muy apegados a él o controlados por él, este tránsito indica la necesidad de romper ese vínculo y de liberarnos de su dominación para llegar a descubrir quiénes somos por derecho propio.
        En algunos casos, los tránsitos Plutón-Sol pueden indicar que el padre mismo pasa por un periodo de dificultades o perturbaciones: una enfermedad, una jubilación u otras diversas crisis emocionales y psicológicas.
        Una ruptura total con el padre es una de las maneras en que puede manifestarse un tránsito Sol-Plutón, pero también es posible la situación opuesta. Sea el que fuere el principio que toque, Plutón cambia nuestra relación con él. Si las dificultades con el padre se arrastran desde hace largo tiempo, un tránsito de Plutón en aspecto con el Sol natal puede alterar estas circunstancias. Tenemos la oportunidad y la probabilidad de llevar a la superficie los antiguos problemas con nuestro padre y de elaborarlos, para así mejorar nuestra relación con él.
        Plutón destruye las formas, pero también crea otras nuevas. Bajo la influencia de los tránsitos de Plutón los nacimientos son tan frecuentes como las muertes. Cuando Plutón transita en aspecto con el Sol en la carta de un hombre, éste puede llegar a ser padre, quizá por primera vez: muere en su calidad de hijo para renacer como padre.


  


Como resultado final de un tránsito Plutón-Sol se puede afirmar que se produce un viraje muy importante en la perspectiva del individuo, aunque esto no va a ser captado en toda su intensidad desde fuera, ya que corresponde más bien a un proceso interno antes que a manifestaciones externas. Si la persona trabaja esta energía lo mejor que pueda, si está verdaderamente a la busca de un nuevo sendero, siguiendo las señales que le han sido entregadas, el tránsito no tiene porqué ser doloroso. Por el contrario, cuando nos cerramos a estos indicadores y nos negamos a cambiar es cuando más probablemente vamos a vernos en medio de un conflicto o en situaciones muy desilusionantes respecto a los que considerábamos nuestros amigos y aliados. Sin embargo, el universo no dejará de ofrecernos otras oportunidades para que aprendamos estas lecciones tan evidentes en el momento en que estemos dispuestos a ello.

Betty Lundsted, págs. 178-179
Tránsitos, El Ritmo de su Vida

  


PLUTÓN-LUNA



Tanto en los hombres como en las mujeres, los tránsitos Plutón-Luna pueden reavivar una amplia gama de sentimientos que se remontan al pasado: el amor y el odio que sentíamos por nuestra madre, nuestra envidia de su poder, la rabia, la frustración, la tristeza y la depresión que nos acosaron en aquella temprana edad.
        Para los hombres, uno de estos tránsitos puede ser muy importante porque es una oportunidad de que profundicen más en su naturaleza sentimental. En estos momentos, es probable que un hombre se sienta excepcionalmente quisquilloso e hipersensible, y que sus reacciones sean excesivas. Quizá le sorprendan algunas de las emociones que descubre dentro de sí. Antes avanzaba con seguridad y confianza al encuentro de su vida, pero bajo el impacto de este tránsito se siente angustiado, melancólico, irritable, confundido y para nada seguro de sí mismo. En pocas palabras, sus sentimientos le abruman a expensas de su racionalidad, su intelecto y su sentido común. Los hombres afectados por estos tránsitos necesitan darse tiempo para aceptar sus sentimientos y para explorarlos por más que se considere que esto no es "lo que corresponde" a un hombre, y que su eficiencia habitual resulte socavada en el proceso. Si se rehuyen los problemas emocionales reaparecerán más adelante con más fuerza que nunca, asumiendo con frecuencia la forma de enfermedades físicas.
        Un hombre también puede tener la experiencia de este tránsito por mediación de una mujer que haya en su vida: la madre, la esposa, la novia o la hija puede estar pasando por momentos difíciles. O bien puede conocer a una mujer cuya naturaleza esté fuertemente coloreada por Plutón o por Escorpio, y que estará llamada a transformarlo de alguna manera. Para ambos sexos puede significar la muerte de la madre.
        La Luna es uno de los indicadores astrológicos del cuerpo físico, y cuando Plutón en tránsito forma un aspecto con la Luna natal puede producirse muchos cambios en el cuerpo. Esto es especialmente válido para las mujeres, ya que en algunos casos estos tránsitos pueden indicar problemas con los órganos femeninos: el útero o los pechos. Todo lo que tenga que ver con las funciones femeninas - menstruación, embarazo, etc. - pueden mostrar propensión a complicaciones cuando se produce un tránsito Plutón-Luna. En estos momentos se pueden ver y diagnosticar problemas que antes habían pasado inadvertidos. Si una persona ha de pasar por un tránsito Plutón-Luna en los próximos cinco años, más o menos, es recomendable que se haga examinar anualmente con el fin de detectar desde el principio cualquier posible dificultad. La mayoría de las amenazas potenciales a la salud que puede llevar consigo este tránsito se pueden tratar con éxito si se las detecta a tiempo.
        La relación de una mujer con su propia condición de tal puede cambiar con el tránsito de Plutón en aspecto con su Luna. Es probable que por primera vez quede embarazada y tenga un hijo: pasa entonces de ser hija a ser madre. Como estos tránsitos se correlacionan a veces con el aborto, se ha detener cuidado de evitar, en estos momentos, los embarazos no deseados.
        En los niños que pasan por un tránsito difícil Plutón-Luna, la vivencia se da normalmente por mediación de la madre. Puede suceder que ella esté experimentando un cambio o una perturbación importante, como resultado de lo cual el sentimiento de seguridad del niño resulta amenazado. Los niños o las personas jóvenes que pasan por estos tránsitos pueden necesitar más atención y comprensión que de lo ordinario. Para cualquiera de los dos sexos, y a cualquier edad, un tránsito de Plutón en aspecto con la Luna natal puede significar una mudanza importante o un cambio de hogar, un desarraigo y la necesidad de volver a establecerse en un ambiente nuevo.
        Los tránsitos Plutón-Luna también pueden activar algunos sentimientos positivos muy poderosos. Hay muchos casos de individuos que durante estos tránsitos tienen acceso a profundidades del sentimiento cuya existencia en si mismos jamás sospecharon. Alimentada por una fuerza y una convicción emocional renovadas, su capacidad para apreciar la vida y para amar y comprender a los demás se constituye en una vivencia más fuerte que nunca.






Generalmente quienes tienen contactos difíciles entre la Luna y Plutón mantienen sepultados sus oscuros sentimientos de desesperación, hasta que sobreviene un tránsito que desencadena la configuración natal y por consiguiente, por implicación, moviliza también los sentimientos de la infancia, Entonces se produce una erupción en que aflora el veneno que siempre ha estado allí, inmovilizado. Con frecuencia tiene lugar algún acontecimiento que actúa como catalizador de esos sentimientos, pero que no es su causa, aunque así pueda parecerlo, y la persona se encuentra abrumada por sentimientos totalmente desproporcionados con la experiencia real que los desencadenó. En los contactos Luna-Plutón son muy comunes, y muy graves los conflictos con mujeres: en la vida de una persona entra una determinada mujer que parece ponzoñosa o destructiva, o en una amiga o una compañera parece aflorar un espíritu maligno y traicionero. En los hombres es muy común que la vivencia de esos tránsitos se dé por mediación de su esposa o amante, o bien de su madre, y también es común que las mujeres los experimenten por intermedio de otras mujeres, o de la Otra mujer. Aquí, la Madre oscura ha sido proyectada, y parece manifestarse en un individuo. También son comunes los problemas con el cuerpo, que en las mujeres pueden asumir la forma de trastornos sexuales, dificultad para quedarse embarazada y abortos, ya sea espontáneos o provocados También es probable que, sin ninguna razón aparente, la persona se hunda en una tremenda depresión pero, al mismo tiempo, existe la posibilidad de llegar a entender mejor cuáles son las raíces de la depresión, para así encontrar una parte perdida de uno mismo.

Liz Greene, págs. 128-129
La Dinámica del Inconsciente







PLUTÓN-MERCURIO



Uno de los efectos más obvios de un tránsito Plutón-Mercurio es el impulso de profundizar más en la naturaleza de la realidad, tanto interna como externa. Una comprensión superficial de la vida no es lo que satisface a Plutón; más que ningún otro planeta, Plutón representa la necesidad de llegar al fondo de las cosas. Cuando transita en aspecto con nuestro Mercurio natal, nos pide que usemos la mente y el intelecto para profundizar y explorar tan cabalmente como sean posible todos los problemas que nos interesen. Por esta razón, es obvio que un tránsito Plutón-Mercurio Be preste para el estudio y el trabajo de investigación.
        Plutón insta a Mercurio a que explore mejor y aprenda más sobre todo lo que está oculto y es menos obvio en la vida, a que descubra secretos y se adentre en misterios. Plutón desgarra y reconstruye todo lo que toca, y cuando toma contacto con Mercurio, puede darse el caso de que alguien a quien conocemos o algo que hayamos leído o estudiado revolucione nuestras creencias y nuestra manera habitual de pensar y de enfocar la vida. Bajo la influencia de un tránsito Plutón-Mercurio, la forma en que percibimos la vida cambie, y por consiguiente, cambia todo nuestro mundo.
        En ocasiones, un tránsito de Plutón en aspecto con el Mercurio natal (especialmente la conjunción, la cuadratura y la oposición) se manifiestan como depresión. Durante buena parte del tiempo que duran estos tránsitos, puede suceder que nos sintamos mentalmente más pesados o más serios que de costumbre. Ideas o sentimientos de los que antes nos desprendíamos fácilmente con un encogimiento de hombros se instalan ahora en nosotros hasta el punto de obsesionarnos. No es excepcional que durante este tránsito nos obsesione la idea de la muerte. Dormidos o despiertos, nuestra conciencia puede verse invadida por sueños o por fantasías relacionados con accidentes, enfermedades y otras ideas o premoniciones que nos aterran. La mente puede encontrarse periódicamente prisionera de imágenes instintivas o primitivas: representaciones sexuales que nos abruman, poderosos impulsos agresivos, ideas de destrucción y cólera. Plutón se apodera de la mente y hace aflorar en ella imágenes y pensamientos que generalmente no hemos arreglado para mantener ocultos, o cuya existencia en nuestras propias profundidades siempre hemos negado.
        Los tránsitos de Plutón en aspecto con nuestro Mercurio natal pueden servir para revelar habilidades mentales o verbales latentes que no estamos utilizando plenamente. Quizá descubramos en nosotros dotes para las lenguas, una determinada capacidad intelectual o una facilidad para la comunicación por escrito.
        Mercurio está asociado con la rutina y las interacciones cotidianas con el medio circundante. Bajar corriendo a buscar más leche, recibir una carta o una llamada de un amigo o familiar, una conversación o charla informal con los vecinos, una escapada de fin de semana al campo, son todas actividades que caen bajo el dominio de Mercurio. Durante un tránsito Plutón-Mercurio puede suceder que algo bastante común o rutinario termine por acarrearnos más complicaciones de lo que esperábamos, o incluso que llegue a convertirse en un acontecimiento importante.
        Las tendencias negativas ocultas y los problemas no resueltos con hermanos o con otros parientes suelen aflorar a la superficie cuando Plutón transita en aspecto con el Mercurio natal. Una preocupación o situación presente puede ser el agente por cuya mediación reaparezcan resentimientos y celos infantiles. Plutón los saca a la luz, donde tienen más probabilidad de ser resueltos. Lo lamentable es que el resultado final no siempre es éste, especialmente en el caso de os tránsitos difíciles. Algunas personas son incapaces de transmutar el odio, el dolor o el resentimiento que sienten hacia un hermano, o no pueden manejar los sentimientos del hermano hacia ellas. Si tal es el caso, es probable que durante este tránsito las relaciones entre ellos se rompan. Pero además puede aludir a hermanos o familiares que se están enfrentando a un periodo vital difícil. Alguno de ellos quizá esté pasando por dificultades emocionales o financieras, o bien puede caer enfermo. En algunos casos, y especialmente si se vinculan con la casa cuatro o con la octava, estos tránsitos indican la muerte de un familiar.
        En términos generales, los tránsitos Plutón-Mercurio son momentos en que la profundización en cuestiones que tienen que ver con la muerte puede llevarnos a entenderla mejor.





PLUTÓN-VENUS



El planeta Venus se vincula con tres esferas básicas de la vida: las relaciones, la creatividad y los valores. Cuando Plutón en tránsito forma un aspecto con Venus en nuestra carta natal, las perturbaciones, las transformaciones y los cambios se darán precisamente en estos tres dominios.
        Si ya estamos casados o tenemos una relación importante, el tránsito de Plutón pondrá a prueba la fuerza o la verdad de la unión, obligándonos a considerar lo que funciona mal. Cosas que nos han molestado o inquietado en nuestra relación de pareja, pero sin movernos a actuar ni a prestarles demasiada atención, se hacen sentir ahora con una intensidad tal que es imposible dejar de reconocerlas y afrontarlas. Por regla general, si podemos afrontar y resolver con éxito el tipo de preocupaciones que moviliza Plutón cuando forma un aspecto por tránsito con Venus, hay buenas probabilidades de que, como resultado, la relación se fortalezca y se profundice.
        En algunos casos, sin embargo, un tránsito de Plutón en aspecto con el Venus natal (incluso si es un trígono o un sextil) puede remover dificultades o activar problemas que demuestren ser insuperables. Es posible que Plutón ponga de manifiesto diferencias tan profundas corno para que la unión no pueda sobrevivir, ni siquiera con las mejores intenciones. Quizás uno de los miembros de la pareja no esté dispuesto a admitir que hay problemas en la relación, o tal vez sea simplemente incapaz de cambiar su modo habitual de relacionarse.
        Un tránsito de Plutón en aspecto con el Venus natal también puede indicar que la pareja u otro ser amado está pasando por una fase muy difícil de la vida, se está enfrentando con algo que constituye un verdadero reto. Quizás esa persona enferme o sufra graves dificultades psicológicas, o tenga problemas con el trabajo. Finalmente, en algunos casos este tránsito coincide con la muerte literal de la pareja.
        Cuando Plutón transita en aspecto con nuestro Venus natal, nos pide que nos enfrentemos a emociones y sentimientos intensos por mediación del amor y de la relación; si lo que se remueve no son nuestros propios sentimientos, nos veremos convertidos en blanco del sentir del otro.
        Estemos o no comprometidos ya en una relación, estos tránsitos pueden marcar la entrada de una persona nueva en nuestra vida, alguien por quien sintamos una atracción irresistible.
        Un tránsito de Plutón en aspecto con nuestro Venus natal puede cambiar nuestro status financiero, en estos momentos se pueden producir cambios extremos y totales de fortuna. Más generalmente, un tránsito de Plutón en aspecto con el Venus natal suele indicar una alteración o cambio en el sistema de valores: lo que hasta ese momento valorábamos, atesorábamos o esperábamos conseguir ya no nos parece tan válido ni tan atractivo. Cuando Plutón transita en contacto con nuestro Venus natal, nuestros antiguos valores se marchitan y caen, y durante un tiempo podemos seguir sumidos en la confusión y la incertidumbre, sin saber con seguridad qué es lo que realmente queremos o deseamos. Puede venir luego un período de incomodidad durante el cual sabemos lo que no queremos, pero no estamos seguros e lo que queremos. Sin embargo, hacia el final del tránsito emergerán valores y deseos nuevos que vendrán a reemplazar a los antiguos.
        Probablemente el cambio más espectacular y más importante que podemos experimentar durante este periodo sea aprender a amarnos y valorarnos más. Esto se dice pronto, pero generalmente implica tener que ahondar en el comienzo de nuestra vida y ver las situaciones, las personas y los acontecimientos que contribuyeron en un primer momento a que nos formásemos una imagen negativa de nosotros mismos. Si nosotros no nos valoramos, es probable que las opciones que hagamos en nuestra vida no nos hagan muy felices. Si llegamos a amarnos y respetarnos tal como somos, naturalmente nuestras decisiones serán el reflejo y el soporte de una sana autoestima. El tipo de crisis que se asocia con los tránsitos Plutón-Venus está lejos de ser fácil de resolver; pero si en última instancia nos capacita para acrecentar nuestros sentimientos del propio valor, es indudable que no habremos librado nuestras batallas en vano.






PLUTÓN-MARTE



Cuando en su tránsito Plutón forma un aspecto con nuestro Marte natal, es hora de que aprendamos más sobre nuestros impulsos agresivos, nuestras pulsiones de poder, la naturaleza de nuestros deseos y nuestra sexualidad. Bajo la influencia de estos tránsitos podemos descubrir, quizá por primera vez, qué es lo que realmente queremos en la vida, y establecer contacto con la voluntad y la energía necesarias para llevar a la práctica estos deseos. De pronto hay objetivos que estamos decididos a alcanzar, lugares a donde estamos resueltos a ir, y ya no queremos seguir dejando que otros nos obstruyan el paso.
        Cuando Plutón en tránsito forma una conjunción, una cuadratura o una oposición con nuestro Marte natal, es probable que nos sintamos violentos, aunque casi todos haremos lo imposible por negarlo. No obstante, si intentamos suprimir estos sentimientos, aumentamos las probabilidades de provocar a los demás para que se muestren violentos con nosotros (esto es válido para cualquier tránsito difícil de Plutón en aspecto con el Marte natal, pero especialmente en el caso de la oposición). Lo que negamos en nosotros mismos tendemos a atraerlo a nuestra vida. Negar nuestros sentimientos violentos también puede dar como resultado que estas emociones se vuelvan hacia adentro, contra nosotros mismos, manifestándose en forma de deseos y comportamientos autodestructivos e incluso como enfermedades. Si tenemos el valor de enfrentarnos con nuestro enojo y nuestra rabia, disminuimos el riesgo de atraerlos desde el exterior, y evitamos los peligros que entraña el hecho de continuar incubándolos en nuestro interior. Insistamos en que reconocer nuestra violencia no significa tener que expresarla; una vez que la hemos reconocido, tenemos la oportunidad de encontrar otras maneras de canalizar esa energía o de trabajar con ella.
        Bajo la influencia de los tránsitos Plutón-Marte tenemos ocasión de sublimar o reencauzar nuestra energía marciana por diversos cauces externos, o bien de llegar a saber más de ella. Por ejemplo, podemos satisfacer nuestros impulsos agresivos y la necesidad de ejercer poder e influencia uniéndonos a causas y organizaciones que nos permitan luchar por los cambios que, en nuestro sentir, es necesario introducir en la sociedad. Algunas personas pueden incorporarse a campañas para combatir la pobreza o la enfermedad. O bien podemos poner a prueba nuestra capacidad de hacernos valer y nuestra fuerza en actividades como el body-building, los deportes de competición o los que nos permiten enfrentarnos con los elementos, como el excursionismo, el alpinismo o la navegación a vela.
        Estos tránsitos pueden afectar a nuestro impulso sexual. Hay dos reglas generales que podemos aplicar aquí: 1) las personas que han estado desconectadas de su sexualidad pueden abrir los ojos a su existencia; y 2) las personas que han canalizado abierta y libremente sus impulsos sexuales pueden encontrarse con que un tránsito Plutón-Marte inhibe o bloquea su modo de expresión habitual y, en última instancia, cambia la forma en que se relaciona sexualmente con los demás. Puede suceder que las personas hasta entonces célibes descubran la sexualidad durante estos tránsitos, pero también es válido lo contrario: si tenemos una pauta de promiscuidad o hemos estado dominados por nuestros impulsos u apetitos sexuales, un tránsito Plutón-Marte puede aportarnos experiencias que nos lleven a cambiar estas tendencias. Una etapa del proceso de cambio puede llevar consigo una pérdida temporal del impulso sexual. Y aunque podamos temer que haya desaparecido para siempre, luego descubrimos que vuelve, aunque de un modo diferente.
        Los tránsitos Plutón-Marte pueden afectar a nuestra expresión sexual, nuestras tendencias agresivas, el aspecto de nuestra naturaleza relacionado con el animus o la forma en que perseguimos nuestros objetivos. La conjunción, la cuadratura y la oposición por tránsito con nuestro Marte natal, en particular, pueden ser muy difíciles, y no todas las personas conseguirán manejar de forma positiva estas configuraciones. Pero si podemos afrontar y resolver con éxito estos tránsitos, tendremos una riquísima oportunidad de crecimiento psicológico y desarrollo de la personalidad, que nos permitirá usar nuestras fuerzas con juicio y prudencia.






PLUTÓN-JUPITER



Dado que Plutón derriba y reconstruye todo aquello que toca, cuando un tránsito lo lleva a formar un aspecto con nuestro Júpiter natal es probable que nos sintamos desilusionados o abandonados por aquello en lo que antes creíamos. Es posible que la forma en que hemos encontrado sentido a la vida o en el mundo ya no nos sirva, que se pongan de manifiesto las anomalías de nuestro sistema de creencias o que cuestionemos nuestra imagen de Dios. No sólo nos sentiremos extraviados y tristes, sino que también podemos sentirnos enojados, traicionados por nuestra fe, o culpables y merecedores de castigo por haber dejado de creer. Finalmente tras un periodo hueco, durante el cual nuestras antiguas' creencias ya no nos sirven, pero no hemos hallado todavía otras, puede ser que nos sintamos renovados y con una visión diferente de la vida y su significado.
        Ni Júpiter ni Plutón hacen las cosas a medias, y cuando estos dos planetas están vinculados por tránsito nos vamos a los extremos: nunca es bastante lo que leemos, ni lo que estudiamos, ni la intensidad con que lo hacemos. De pronto hay una urgencia, una necesidad apremiante de ahondar en las razones y los detalles de la existencia, de encontrar la verdad y de vivirla.
        Puede ser que un cambio de visión del mundo que se produce durante un tránsito Plutón-Júpiter sea profundo y perdurable. La conjunción y la cuadratura de Plutón en tránsito con nuestro Júpiter natal son los indicadores más claros de cambios importantes en nuestro sistema de creencias o del descubrimiento de una filosofía nueva que nos obsesiona. Cuando Plutón en tránsito se opone al Júpiter natal, también pueden producirse dificultades por mediación de agentes externos: otras personas cuestionan nuestros puntos de vista y se oponen a ellos, o nuestras creencias religiosas nos llevan a encontrarnos en la situación de víctimas, en tanto que generalmente el trígono y el sextil no nos afectan de manera tan espectacular: aunque se produzcan cambios, son normalmente más fáciles de encajar.
        Es posible que viajar durante los tránsitos difíciles Plutón-Júpiter signifique tener que afrontar peligros, intrigas, riesgos o incluso una situación de vida o muerte. Sin embargo, lo más probable es que en vez de manifestarse como una muerte física real, estos tránsitos se expresen como la necesidad de pasar por una muerte y un renacimiento significativos en el nivel psicológico: como resultado de un viaje que hagamos, pueden producirse cambios drásticos en nuestra ida y en nuestra manera de ver el mundo en su totalidad. Esto puede suceder devanas maneras diferentes, pero una cosa es segura, y es que mientras viajemos por otros países, atraeremos experiencias que nos afectarán en lo más hondo. Si viajamos mientras Plutón en tránsito está en aspecto con nuestro Júpiter natal, no es probable que al volver - si es que volvemos - seamos la misma persona que salió de viaje. Durante un tránsito Plutón-Júpiter también podemos dejar nuestro país natal y emigrar a otro. Esto puede suceder tanto por libre decisión como porque las circunstancias, sean políticas, sociales o económicas, nos obliguen a hacerlo.
        Júpiter representa un principio que nos estimula a mirar hacia el futuro, hacia nuestros objetivos y nuestra dirección en la vida. Sin embargo, cuando Plutón en tránsito forma algún aspecto con nuestro Júpiter natal, es probable que atravesemos un período durante el cual cuestionaremos nuestros objetivos. Lo que antes nos seducía, quizá ya no nos parezca tan deseable, o tal vez encontremos dificultades insuperables que nos obliguen a reconsiderar la dirección en que marchamos. Quizá pasemos por una etapa de no saber cuáles son nuestros objetivos, acompañada por una sensación deprimente de estar perdidos, de que antes solíamos saber a dónde íbamos, pero ahora parece que no tuviéramos futuro ni meta que nos atraiga. O si, vemos un futuro pero parece malo, oscuro, aterrador y yermo, como si algo amenazante y, malévolo - tal vez la muerte misma - estuviera esperándonos a la vuelta de la esquina. Nuestra reacción inmediata puede ser ideas de suicidio y de acabar con todo, pero el mejor consejo es esperar a que todo pase, mientras nuestro psiquismo se reorganiza. Tal vez no nos quede más opción que quedarnos un tiempo atascados en esta situación, ya que temporalmente Plutón puede mantener "sepultado" tanto a Júpiter como a nuestro sentimiento del futuro; pero con el tiempo, metas y orientaciones nuevas harán su aparición, y podremos actuar a partir de una convicción mayor y de un sentimiento más profundo de cuáles son nuestros objetivos.




PLUTÓN-SATURNO



Cuando Plutón en tránsito forma un aspecto con nuestro Saturno natal, es probable que, puestas a prueba nuestras defensas, nos veamos obligados a hacer frente a lo que más miedo tenemos de ver en nosotros mismos. Saturno erige barreras, pero Plutón las echa abajo.
        Plutón en tránsito en trígono o sextil con el Saturno natal tiende a actuar con más suavidad y menos conmociones, pero es frecuente que la conjunción la cuadratura y la oposición actúen con mucha fuerza, arrancándonos la máscara y dejando al descubierto lo que hay en nosotros de más vulnerable y sensible. En algunos casos, esto puede ser semejante a una crisis nerviosa, en que el yo queda desnudo e indefenso, y quizá se nos haga difícil funcionar de la manera habitual en la vida cotidiana. Puede ser que busquemos formas de defendernos o de escapar del dolor que sentimos, pero sólo podremos sanar realmente después de haberlo aceptado y afrontado.
        Saturno es el planeta asociado con los limites. Cuando Plutón en tránsito forma un aspecto con el Saturno natal, se pone en funcionamiento una fuerza que arremete contra las fronteras, limitaciones e inhibiciones que nosotros mismos nos hemos impuesto, y es probable que nos sintamos forzados a liberarnos de las autodefiniciones restrictivas con que nos hemos limitado la vida. Sin embargo, en muchos casos en que Plutón en tránsito está en aspecto con el Saturno natal (especialmente si se trata de una oposición o una cuadratura), no nos sentimos como si algo interior quisiera romper fronteras y efectuar cambios, sino más bien como si algo externo y sobre lo cual poco control tenemos estuviera obligándonos a cambiar. Llámesele destino o nuestro Ser más profundo que opera valiéndose de circunstancias externas, el resultado es el mismo: tenemos que enfrentarnos a alguna forma de cambio o de crisis en nuestra vida. En este momento hay quien intenta afirmarse con más fuerza que nunca para resistirse al cambio. Ya podemos clamar, desvariar y gemir ante nuestro destino, culpando a otras personas o a Dios: en última instancia, lo que estamos encarando es nuestro problema y nuestro desafío. Si somos capaces de encontrar un significado o sentido en lo que experimentamos, podemos hacer un uso constructivo de este periodo.
        Saturno se asocia con todo lo que nos limita o nos define... y lo que más obviamente nos limita y nos define es nuestro cuerpo. Casi todos definimos dónde terminamos nosotros y dónde empieza otra persona por la línea fronteriza de nuestro cuerpo. Cuando Plutón en tránsito forma un aspecto con el Saturno natal, puede darse casos en que ataque al cuerpo por vía de la enfermedad. A veces la enfermedad física es el último recurso, la única forma en que la psique puede hacernos entender que introduzcamos ciertos cambios en nuestra vida.
        Estos tránsitos indican a veces un periodo en nuestra vida en que experimentamos dificultades con figuras de autoridad, o incluso con la ley.


  


Lo que puede perder son las expresiones más extremas de sus defensas, lo que podría hacerlo sentir muy incómodo durante algún tiempo. Cuando Plutón alcance a Saturno, tal vez atraviese ciertas experiencias que pueden resultarle un poco humillantes, o que lo harán sentir vulnerable y expuesto. Esa puede ser una etapa necesaria en el proceso, dado que Plutón tiene un don especial para remover las máscaras y revelar a la verdadera persona que hay debajo. En lo que a su sentido de la muerte se refiere, los tránsitos de Plutón suelen sentirse como si uno estuviera muriendo, y la gente y las situaciones que alguna vez significaron mucho para uno mismo, pueden perder su poder de sostenerlo y actitudes y creencias que una vez parecían correctas y verdaderas pueden parecer superficiales o vencidas, caducas. Con Plutón, a menudo hay un sentimiento de deambular por un túnel oscuro, sin ninguna noción de qué hay del otro lado. Los signos de fuego y aire tienden a sufrirlo más, porque la lógica y la intuición no suministran sus usuales percepciones y respuestas. Uno se ve obligado simplemente a andar por ahí a ciegas. La depresión es una acompañamiento frecuente de los tránsitos de Plutón, y su estado de ánimo emocional puede tocar fondo durante algún tiempo. Pero es importante permanecer tranquilo en el túnel y seguir andando, sin luchar por salir. El túnel es una especie de canal de nacimiento que necesita una profunda liberación.

Liz Greene
Barreras y límites, pág. 292-293




Desde que Plutón entra en Sagitario o hace aspecto con nuestro Júpiter natal, nos vemos forzados a confrontarnos con lo que amenaza nuestra supervivencia física y psicológica en esferas como la moral, las creencias religiosas, las aspiraciones espirituales, la ley, nuestro concepto sobre lo que es correcto e incorrecto, y nuestras definición del "bien supremo". Cuando Plutón entra en Sagitario o hace aspecto por tránsito con nuestro Júpiter natal nos vemos enfrentados a una andanada de cuestiones morales que no son tan fáciles de contestar como alguna vez nos habría parecido. Detrás de estas cuestiones morales hay cuestiones espirituales más profundas: ¿En qué Dios debemos creer como colectivo y como individuos? ¿Creemos en algo, después de todo? Lenta pero inexorablemente Plutón nos revela nuestra peligrosa ceguera religiosa, nuestra candidez, nuestra creencia infantil en la "bondad" de la autoridad y la rectitud moral de los sistemas legales y espirituales que hemos creado, y nuestra sumisión desesperada a gurúes políticos y espirituales que prometen rápidas soluciones y un antídoto inmediato a la condición de ser humano. Plutón en Sagitario o en aspecto por tránsito con nuestro Júpiter natal también suscita el tema del extranjero y lo que es diferente, forzándonos a reconocer que, para algunos, la supervivencia depende de cruzar fronteras -físicas, mentales, emocionales, espirituales- para encontrar una nueva vida, mientras que para otros, la supervivencia depende de mantener las fronteras cerradas.

Re-adaptado por F.S. de un artículo de Liz Greene: Lo bueno, lo feo y lo malo


  


PLUTÓN-URANO



Tanto Plutón como Urano simbolizan fuerzas que derriban lo existente para dejar lugar a lo nuevo. Cuando un tránsito los reúne, sus efectos combinados pueden ser a la vez explosivos y revitalizadores.
        Estos períodos suelen señalar épocas en que aparecen ideas, movimientos, modas o tendencias nuevas que afectan a toda la colectividad y se adueñan del interés y de la atención de grandes grupos de personas en el mundo entero.
        Básicamente, un tránsito Plutón-Urano intensifica la natural predilección de este ultimo por el cambio, la expansión y el crecimiento. Los tránsitos Plutón-Urano señalan momentos en que estamos tan estimulados y animados que ya no podernos seguir siendo los mismos.
        El extremismo puede ser un problema con estos tránsitos, especialmente con la conjunción y la cuadratura. Es posible que nos dejemos llevar con facilidad por la necesidad de cambiar completamente de vida, y que, sin pensarlo dos veces, echemos por la borda todo lo que tanto nos hemos esforzado por establecer, o cualquier cosa que represente al pasado. En el caso de que Plutón esté en conjunción con nuestro Urano natal, la casa en que se produzca el aspecto indicará un dominio de la vida que queremos revolucionar y transformar activamente, o donde el cambio y la conmoción3 sin que sepamos bien cómo, se nos impondrán. Tanto la conjunción como la cuadratura generan comportamientos de terquedad, y una tendencia a adherirnos inflexiblemente a nuestros puntos de vista. Con un tránsito Plutón-Urano, cualquier cosa que sintamos la sentiremos con intensidad: estaremos absolutamente seguros de tener razón, y no es probable que prestemos oídos a nadie que intente decirnos algo diferente.
        El aspecto más positivo de los tránsitos Plutón-Urano es que nos dan la oportunidad de contactar con nuestros talentos y capacidades latentes y de hacer mejor uso de ellos. Descubrirnos cosas nuevas sobre nosotros mismos y sobre el mundo en que vivimos. Antes, quizá nos hayamos sentido limitados por ciertos bloqueos y aprensiones, pero ahora las barreras se desploman y nuestra expresión creadora, nuestros atributos más propios, hallan la posibilidad de fluir con mayor libertad. Estos tránsitos pueden indicar también un periodo en el que nos entusiasman tanto un nuevo campo de interés, que nos sentimos motivados para aprender todo lo posible sobre el tema; la tecnología, la informática, la astrología, la metafísica y las filosofías de la "nueva era" están generalmente asociadas con Urano, y en este momento, el interés por ellas puede verse estimulado. Sin embargo, en los tránsitos difíciles Plutón-Urano hay un componente aleatorio o azaroso: arrancamos con todo entusiasmo en una dirección, sólo para decidir más tarde que no nos conviene y echar a correr con no menos entusiasmo hacia algún otro lado.
        En general, éstos son momentos para ser flexibles, para experimentar con maneras de ser nuevas y mirar hacia el futuro mejor que hacia el pasado. El peligro está en pasarse de la raya e ir demasiado lejos y con demasiada prisa. Si somos capaces de canalizar de maneras constructivas la intensidad asociada con los tránsitos Plutón-Urano, algún día podremos llegar a evocar estos períodos como los momentos más ricos y más interesantes de nuestra vida. E incluso si llegamos a volar demasiado alto y terminamos estrellándonos contra el suelo, es probable que durante la aventura hayamos aprendido lecciones muy valiosas.



  

PLUTÓN-NEPTUNO



Cuando Plutón en tránsito forma un aspecto con nuestro Neptuno natal, se activan poderosamente las facetas de nuestra capacidad desiderativa, y podemos llegar a obsesionarnos o vernos dominados por ideales o anhelos de gran fuerza. Sin embargo, estos tránsitos es posible que denoten también un periodo en el cual nuestros sueños o ideales más queridos se destruyan o se hagan trizas.
        Cuando Plutón forma un aspecto por tránsito con el Neptuno natal (especialmente en el caso de la conjunción y de la cuadratura), se producen importantes cambios interiores. Los tránsitos Plutón-Neptuno no sólo movilizan aspiraciones espirituales. También las visiones humanitarias, sociales o políticas de un mundo mejor y más ideal se ven estimuladas bajo la influencia de estos tránsitos que, a la inversa, asimismo a veces hacen trizas nuestros sueños y cuestionan las creencias o los objetivos que nos han servido de base en la vida.
        En general, los tránsitos Plutón-Neptuno (especialmente la conjunción y la cuadratura) activarán el inconsciente y el lado sentimental de la vida. Puede aumentar la inspiración creadora, además de la empatía, la compasión y la apertura hacia los demás. Las facultades intuitivas y psíquicas pasan a primer plano, y podemos sentir un incremento en nuestra capacidad de amar y de percibir la belleza que nos rodea. Sin embargo, hay personas para quienes estos tránsitos no son tan fáciles, especialmente si el Neptuno natal presenta aspectos difíciles con los planetas personales. Puede ser muy duro pasar por un tránsito Plutón-Neptuno que active aspectos difíciles de otros planetas con Neptuno en la carta: nos sentimos propensos a la desilusión y al desengaño, o quizá nos encontremos a merced de compulsiones o de complejos inconscientes. Sin embargo, debemos recordar que, aunque dolorosas, esas ocasiones pueden ser productivas: sacan a la luz pautas psicológicas que existen en nosotros y que reclaman atención.
        Es frecuente que nos encontremos con complicaciones por mediación de cualquier planeta con el que contacte Plutón en tránsito en nuestra carta, y en el caso de Neptuno esto puede incluir el abuso del alcohol y otras drogas. El deseo de escapar de los limites y dificultades de la vida cotidiana, o de trascenderlos, puede contribuir en parte a que en estos momentos se caiga en tales abusos. Por más que quizá seamos inconscientes de ellas, durante estos tránsitos pueden estar operando en nosotros fuerzas autodestructivas.
        A veces, cuando Plutón en tránsito forma una conjunción o una cuadratura con Neptuno, podemos tener la sensación de estar perdiendo el control de nuestra vida. Las cosas que hemos dado por sentadas o con las que siempre creímos que podíamos contar nos dejan en la estacada, con una inquietante sensación de ir a la deriva. Cuando Neptuno está activado, es el momento de desprenderse, y esto nunca es fácil, y menos si estamos muy apegados a ciertas estructuras de la vida o hemos creído demasiado en ellas. Sin embargo, es probable que sea muy poco lo que podamos hacer para impedir que durante estos tránsitos se produzcan cambios, y quizá no nos quede otra opción que dejarnos llevar por la marea y confiar en que vendrán cosas nuevas a reemplazar lo que está desapareciendo. Si nos resistimos demasiado, no hacemos otra cosa que dificultarnos más la tarea.


  


PLUTÓN-PLUTÓN



Plutón agita a cualquier planeta con el que está en aspecto por tránsito. Cuando contacta consigo mismo, las fuerzas que llevamos dentro nos impulsan a un cambio y una renovación importantes de la personalidad. Nos guste o no, bajo la influencia de estos tránsitos atraeremos a nuestra vida circunstancias que nos obliguen a establecer acuerdos con elementos de nuestra naturaleza que no son fáciles de encarare La conjunción de Plutón por tránsito con su propio emplazamiento, en esta época (ya sea por retrogradación o por movimiento directo) puede indicar una precoz experiencia dramática que deja una profunda impresión psicológica, cuyas ramificaciones se podrían explorar valiéndose de la psicología analítica, la hipnoterapia o alguna forma de terapia de regresión.
        Con el sextil y el trígono de Plutón en tránsito con su emplazamiento natal es frecuente que estemos de acuerdo con los cambios que es necesario hacer, que los “sintamos” adecuados y necesarios. Durante estos tránsitos pueden aflorar partes de nosotros mismos que son quisquillosas y sensibles, y sin embargo, se trata de momentos en que, generalmente, estamos dispuestos a cooperar con la vida y a aprender de ella. Dicho de otra manera, estos dos aspectos indican períodos en los que somos más capaces de seguir la dirección y el ritmo del crecimiento y de la evolución psicológica que se nos exige. Siempre que no nos emperremos en la resistencia a pesar a nuevas fases de la vida, estos tránsitos, aun cuando incluyan lecciones difíciles de aprender o retos que se han de afrontar, pueden ser superados con relativa dignidad y gracia. Es más, es posible que indiquen una fase sumamente interesante de la vida.
        Sin embargo, el tránsito de Plutón en cuadratura con su lugar natal es uno de los más difíciles que nos toca experimentar en el transcurso de la vida. Esto es especialmente válido si en la carta natal Plutón presenta aspectos difíciles, porque la cuadratura de Plutón en tránsito con su emplazamiento natal activará igualmente estas configuraciones.
        Al contactar por tránsito con su emplazamiento natal, Plutón descubre lo que está gruñendo dentro de nosotros, revelando nuestros puntos de frustración, descontento y disconformidad con el status quo. Cuando Plutón en tránsito forma una cuadratura con su propio emplazamiento, ya no podemos seguir con la política del avestruz: es el momento más oportuno para mirar de frente qué es lo que no anda bien en nuestra vida y hacer todo lo que podamos para cambiarlo.
Las personas que durante este tránsito acuden a pedir consejo astrológico suelen hacerlo preocupados por problemas sexuales. Muchos se quejan de frustración sexual. Cuando Plutón en tránsito forma una cuadratura consigo mismo, necesitamos algo que nos apasione, algo que nos atrape y nos comprometa.
        Si esta necesidad no se satisface por mediación de un matrimonio u otra relación estable empezamos a sentirnos inquietos e irritables. Hay personas que durante este tránsito se vuelcan hacia aventuras extramatrimoniales mediante las cuales re descubren la pasión y la sexualidad. En algunos casos a esto le sigue un combate interior entre el deseo de preservar su relación de pareja y el impulso de destruirla, y la indecisión puede ser paralizante. En general, con Plutón en tránsito en cuadratura con su lugar natal sentimos que en nuestra vida hay decisiones importantes por tomar, pero por una razón u otra nos aterran o se nos hace sumamente difícil llevarlas a la práctica.
        A la inversa, hay personas que durante estos tránsitos dicen que se están “desconectando” de lo sexual o que se encuentran en una situación que les exige cambiar sus hábitos y pautas en este terreno. Cuando Plutón forma una cuadratura consigo mismo, tenemos que alterar los dominios de la vida que se relacionan con é1... y lo sexual, independientemente de cuáles sean las casas que estén en juego en la carta, es uno de los principales intereses de Plutón. Este planeta se asocia también con los sentimientos y las emociones que están profundamente sepultados en nosotros, con las heridas primarias de los comienzos de la vida, las que nos dejaron llenos de enojo y furia, de celos, envidia y dolor. En esta época podemos llegar a escandalizarnos o a sentirnos abrumados por la naturaleza y la intensidad de lo que sentimos. Quizá creí amos ser personas bondadosas y dulces, y ahora descubrimos que por debajo de todo eso hay una rabia y una avidez de venganza que no conocen límites. O si no, por mediación de las áreas de la vida que se relacionan con las casas afectadas, tropezamos con circunstancias que nos hieren o nos amenazan profundamente... situaciones que desencadenan nuestros peores miedos y nos obligan a enfrentarnos a nuestras angustias, inseguridades y complejos más profundos. Ya podemos tratar rígidamente de defendernos y de hacer lo posible por evitar que se planteen situaciones difíciles, pero lo más probable es que salgamos malparados de semejantes intentos. Aun si conseguimos protegernos y defendernos contra lo que nos duele, al hacerlo nos estamos privando de crecer, de cambiar y de transformarnos.
        La cuadratura de Plutón en tránsito con su emplazamiento natal coincide frecuentemente con importantes transiciones que nos exige la vida. Por ejemplo, en las cartas de amas de casa que con los hijos ya mayores, sienten que tienen que encontrar otras maneras de definirse y de ser útiles. En los hombres, estos tránsitos suelen marcar momentos decisivos en su carrera. Si este tránsito se produce a fines de la treintena o durante la cuarentena, podemos decidir emprender un trabajo que nos exigirá el máximo de nuestra capacidad, pero si la cuadratura (o el trígono) consigo mismo que forma Plutón por tránsito se produce durante la cincuentena o cumplidos ya los sesenta, puede manifestarse en problemas con la jubilación y con los importantes cambios de estilo de vida que ésta lleva consigo.
        Cuando Plutón en tránsito contacta con su lugar natal, es probable que tengamos que enfrentarnos de alguna manera con la muerte. En un nivel simbólico, esto puede significar que se dejan atrás fases de la vida antiguas o superadas. Sin embargo, es posible que durante la cuadratura o el trígono la muerte se presente de forma más literal como pérdida del padre, de la madre, de amigos o colegas. Esta clase de experiencias nos mueven a examinar más de cerca nuestra vida. Nos damos cuenta con mayor claridad que nunca que estamos envejeciendo y que no seguiremos indefinidamente en el mundo. Los tránsitos Plutón-Plutón nos estimulan a hacer cambios en nuestra vida para aprovechar mejor el tiempo que nos queda.
        Los aspectos que forma Plutón en tránsito con su lugar natal (especialmente la cuadratura, pero en algunos casos también el trígono y el sextil) pueden señalar períodos de enfermedad. Plutón lleva a la superficie lo que está enterrado en nosotros, y esto incluye impurezas y debilidades ocultas que pueden haber estado almacenándose en el cuerpo durante años. Esperemos que no sea demasiado tarde para cambiar o alterar los hábitos negativos que hayan contribuido a causar cualquier enfermedad que aparezca durante estos tránsitos. Mientras se cuida uno de los aspectos puramente fisiológicos de la dolencia, también es útil examinar la posibilidad de que nuestros síntomas físicos estén simbolizando problemas psicológicos más profundos. Cuando cualquier tránsito de Plutón se expresa en una enfermedad, es probable que esté en juego un factor psicológico.

        Es conveniente dar alguna forma de expresión creadora - ya sea escribiendo, dibujando, pintando o bailando - a lo que sentimos o experimentamos cuando Plutón en tránsito está en aspecto con su emplazamiento natal. Los problemas y las pruebas con que nos enfrentamos durante estos tránsitos son profundos y dolorosos, y si nos negamos a mirarlos, nos privamos del conocimiento, la sabiduría y la madurez que podemos adquirir si los encaramos. Estos tránsitos bien pueden despertar nuestros "demonios", pero también pueden activar en nosotros el deseo de ahondar más en nuestras preocupaciones filosóficas, psicológicas o metafísicas. Nuestra capacidad para sondear los tipos de leyes o de verdades que rigen la existencia se incrementa, y cualquier tránsito Plutón-Plutón es un momento excelente para estudiar no sólo cómo funciona nuestro psiquismo, sino también el cosmos.