"¡A cada momento necesito recordarme a mí mismo que he de respirar, que ha de seguir palpitándome el corazón...!"

Emily Brontë


A la Imaginación


"Cuando agotados de la extensa jornada,
Y del terrenal cambio del dolor por el dolor,
Perdida, dispuesta a la desesperación,
Tu cálida voz me convoca de nuevo;
Mi sincero amigo, nunca estoy sola
Si tu presencia y ese tono me acompañan.

Sin esperanzas descansa el mundo sin tí,
El mundo sin este doble de mí;
Tu mundo de astucias, odios y duda,
De frías sospechas sin lugar,
Donde tú, yo y la Libertad
Disfrutan una soberanía muda.

Lo que importa es que todo alrededor,
Peligro, angustia y oscuridad,
No rompen las cadenas de nuestra soledad
Donde habita el cielo en su esplendor,
Alimentado por diez mil rayos eternos
De soles que no han conocido el invierno.

La Razón sin dudas habrá de objetar
Por la triste realidad de la naturaleza,
Explicando que el sufrimiento del corazón es vano,
Y que sus preciados sueños deben perecer;
La Verdad con rudeza busca asolar
Las flores de la fantasía que tímidas asoman.

Pero tú siempre serás el que trae
Las cerradas visiones que retornan,
El aliento de nuevas glorias caídas en primavera,
Llamando a la vida de la muerte,
Susurrando con la divina voz
De un mundo real y brillante como tú.

No confío en la dicha de tu fantasma,
Pero en las horas quietas de la noche,
Con un incesante agradecimiento
Te doy la bienvenida, bendito aliento,
Fiel asistente de los humanos deseos,
La más brillante esperanza

Allí donde la esperanza muere."

Emily Brontë


"Ahora me demuestras lo cruel y falsa que has sido conmigo. ¿Por qué me desdeñaste? ¿Por qué hiciste traición a tu propia alma? No sé decirte ni una palabra de consuelo, no te la mereces...Bésame y llora todo lo que quieras, arráncame besos y lágrimas, que ellas te abrasarán y serán tu condenación. Tú misma te has matado. Si me querías, ¿Con qué derecho me abandonaste? ¡Y por un mezquino capricho que sentiste hacia Linton! Ni la miseria, ni la bajeza, ni aun la muerte nos hubieran separado, y tú, sin embargo, nos separaste por tu propia voluntad. No soy yo quien ha desgarrado tu corazón. Te lo has desgarrado tú, y al desgarrártelo has desgarrado el mío...Y si yo soy más fuerte, ¡Peor para mí! ¿Para qué quiero vivir cuando tú...? ¡Oh, Dios, quisiera estar contigo en la tumba!" 

Emily Brontë


"¡Creo verla en las más vulgares facciones de cada hombre y cada mujer, y hasta en mi propio rostro! El mundo es para mi una horrenda colección de recuerdos diciéndome que ella vivió y que la he perdido." 

Emily Brontë


"El mundo es una odiosa colección de recuerdos que claman que ella existió y yo la perdí."


Emily Brontë
Cumbres Borrascosas




"El pensar en él llena toda mi vida. Si el mundo desapareciera y él se salvara, yo seguiría viviendo, pero si desapareciera él y lo demás continuara igual, yo no podría vivir."

Emily Brontë


"El procura excitar mi odio por todos los medios. Su modo de obrar me produce a veces una estupefacción que me hace olvidar el terror que siento. Y eso que un tigre o una serpiente no me atemorizarian mas que él." 

Emily Brontë


"El tirano oprime a sus esclavos, y éstos, en lugar de volverse contra él, se vengan en los que están debajo." 

Emily Brontë


"En ocasiones he soñado cosas que no he olvidado nunca y que han cambiado mi modo de pensar. Han pasado por mi alma y le han dado un color nuevo, como cuando al agua se le agrega vino." 

Emily Brontë


"(...) Era un ángel entonces. Verdaderamente, era imposible no desear proporcionarle todas las alegrías que fuera posible." 

Emily Brontë



"Estás perdido -pensé-. Te precipitas tú mismo hacia tu destino..."

Emily Brontë



"Esto se parece al paraíso que tú anhelabas -dijo la joven, esforzándose en bromear. ¿No te acuerdas de que convinimos en pasar dos días, uno como a ti te gustaba y otro como me agradaba a mí? Lo de hoy es tu ideal, aparte de que hay nubes, pero eso resulta aún más bonito que el sol...Si la semana que viene te encuentras bien, iremos a caballo al parque de la «Granja» y pondremos en práctica mi concepto del paraíso." 

Emily Brontë





"(...) La bestia ya se había convertido en carroña. Estaba muerto, rígido y helado, y no se podía hacer nada por él."

Emily Brontë



"La traición y la violencia es exponerse a emplear un arma de dos filos con la que puede herirse el mismo que las maneja." 

Emily Brontë




"(...) Lo que pasa es que he perdido el gusto de destruirles, y me siento con muy pocas ganas de destruir."

Emily Brontë


"Mi existencia se resumiría en dos frases: condenación y muerte."

Emily Brontë



Muerte

"¡Muerte! Que golpeó cuando más confiaba
En mi fe certera para ser otra vez golpeada;
El insensible Tiempo ha marchitado la rama,
Arrancando la dulce raíz de Eternidad.

Las hojas, sobre el espacio de las Horas
Crecen brillantes y lozanas,
Bañadas por las gotas plateadas,
Llenas de sangre verde;
Bajo un refugio tardío se reunieron las aves,
Espantando a las abejas de sus reinos florales.

La Pena ha pasado, arrastrando la flor dorada,
La Culpa se desnuda de su vestido de orgullo,
Pero dentro de esta amabilidad simulada,
La Vida fluyó en un silencioso murmullo.

Poco he llorado por la alegría perdida,
Por la muda canción y los nidos vacíos,
La Esperanza estaba allí, y reí de la Tristeza,
Susurrando: ¡El invierno pronto será vencido!

¡Y Contemplad! Creciendo por diez su bendición,
La Primavera dotó de belleza a la agonizante estación;
El Viento, la Lluvia, y el fervoroso calor nos besaron
Regalando gloria en aquel segundo Mayo.

Alto se elevó: las alas del dolor no podrían barrerlo,
Su brillo distante forzó la fuga del temor;
En su esencia, tenía el poder del Amor,
Alejándome de todo mal, de toda plaga, excepto de ti.

Muerte cruel! Las jóvenes hojas caen y languidecen,
El crepúsculo de aire gentil tal vez resista;
Pero el sol matutino se burla de mi angustia.
El Tiempo, para mí, ya nunca debe florecer.

Derribadlo, para que otras ramas puedan brotar,
Donde los jóvenes árboles solían reposar,
Así, al menos, sus carcomidos cadáveres nutrirán

Aquel seno de donde surgieron: La Eternidad."

Emily Brontë



"No sé qué composición tendrán nuestras almas, pero sea de lo que sea, la suya es igual a la mía, y en cambio la de Eduardo es tan diferente como el rayo lo es de la luz de la luna, o la nieve de la llama."

Emily Brontë


"¡Perdonarte cuando veo esos ojos y toco esas manos enflaquecidas! Bésame, pero no me mires. Sí; te perdono. ¡Amo a quien me mata! Pero ¿Cómo puedo perdonar a quien te mata a ti?" 

Emily Brontë




"Perdone que la moleste. Una mujer con una cara como la de usted tiene necesariamente que ser buena."

Emily Brontë


"¡Que te he tratado horriblemente y vas a vengarte! ¿Cómo vas a vengarte, torpe ingrato? ¿Cuándo te he tratado horriblemente yo?" 

Emily Brontë



Recuerdo

"Frío en la tierra, y la nieve apilada sobre ti,
Lejos, muy lejos, el frío en la tumba triste.
¿Me he olvidado de amarte, mi único amor,
Cortada al fin por la implacable ruptura del Tiempo?

Ahora, en soledad, ¿mis pensamientos ya no flotan
Sobre los montes, en esa orilla del norte,
Descansando sus alas en las hojas de helecho
Que cubren tu noble corazón eternamente?

Frío en la tierra, y quince diciembres salvajes
Desde los cerros marrones se han derretido en primavera;
¡Fiel, de hecho, es el espíritu que recuerda
Después de esos años de cambio y sufrimiento! 

Dulce amor de la juventud, perdonad, si me olvido de ti,
Mientras la marea del mundo me arrastra hacia adelante;
Otros deseos y esperanzas me atormentan,
¡Las esperanzas que oscurecen, pero no pueden borrarte! 

Ninguna luz tardía ha iluminado mi cielo,
Ninguna mañana ha vuelto a resplandecer para mí;
Toda mi felicidad vino de tu vida,
Toda mi felicidad yace en la tumba contigo.

Pero cuando los días de sueños dorados perecieron,
E incluso la desesperación fue impotente para destruir,
Aprendí como la existencia podía ser apreciada,
Fortalecida, alimentada sin la ayuda del placer.

Entonces probé las lágrimas de una pasión inútil;
Destetada mi joven alma de tu anhelo póstumo;
Severamente negó su ardiente deseo de acelerar
El descenso hacia esa tumba que será mía.

Y, aún así, no me atrevo a dejarlo languidecer,
No me atrevo a caer en el dolor entusiasta de la memoria;
Una vez bebida profundamente la divina angustia,

¿Cómo podría anhelar el mundo vacío otra vez?"

Emily Brontë



"Sea cual sea el material del cual están hechas nuestras almas, la tuya y la mía son la misma."


Emily Brontë


"Si pudiera, yo trabajaría siempre en el silencio y la oscuridad, y dejaría que mis esfuerzos se conocieran por sus resultados."


Emily Brontë



"Te amor y tú también me amas. Ni los cielos ni el infierno nos hubieran podido separar, y lo hiciste tú... ¿por qué?"

Emily Brontë
Cumbres Borrascosas



"Te consta que mientes al decir que yo te he matado, y te consta también que tanto podré olvidarte como olvidar mi propia existencia." 

Emily Brontë




"Vamos. Un paseíto a caballo en una mañana tan hermosa es preferible a dormir una hora más."

Emily Brontë


Ven, camina conmigo

"Ven, camina conmigo,
sólo tú has bendecido alma inmortal.
Solíamos amar la noche invernal,
Vagar por la nieve sin testigos.
¿Volveremos a esos viejos placeres?
Las nubes oscuras se precipitan
ensombreciendo las montañas
igual que hace muchos años,
hasta morir sobre el salvaje horizonte
en gigantescos bloques apilados;
mientras la luz de la luna se apresura
como una sonrisa furtiva, nocturna.

Ven, camina conmigo;
no hace mucho existíamos
pero la Muerte ha robado nuestra compañía
-Como el amanecer se roba el rocío-.
Una a una llevó las gotas al vacío
hasta que sólo quedaron dos;
pero aún destellan mis sentimientos
pues en ti permanecen fijos.

No reclames mi presencia,
¿puede el amor humano ser tan verdadero?
¿puede la flor de la amistad morir primero
y revivir luego de muchos años?
No, aunque con lágrimas sean bañados,
Los túmulos cubren su tallo,
La savia vital se ha desvanecido
y el verde ya no volverá.
Más seguro que el horror final,
inevitable como las estancias subterráneas
donde habitan los muertos y sus razones,
El tiempo, implacable, separa todos los corazones."

Emily Brontë



"(...) Yo creo que los muertos reposan en sus tumbas, pero, sin embargo, no se debe hablar de ellos con esa frivolidad." 

Emily Brontë