"6. Y Satanás se instaló en el firmamento, e imperó en el ángel del aire, y en el ángel del agua. Y éstos levantaron la tierra, la cual apareció arriba, y el ángel que dominaba sobre las aguas recibió una corona. Y con la mitad de ella hizo la luz de la luna, y la luz de las estrellas, y con las piedras hizo todas las milicias de las estrellas. 7. Y tomó en seguida a los ángeles por ministros suyos, según el orden establecido en la mansión del Altísimo, y creó el trueno, la lluvia, el granizo y la nieve. 8. Y envió a la tierra a los ángeles, sus ministros. Y mandó a la tierra que produjese todos los volátiles, y todos los reptiles, y los árboles, y las hierbas. Y mandó al mar que produjese los peces y los pájaros del cielo. 9. Y, reflexionando entre sí, quiso hacer al hombre a su imagen, y ordenó al ángel del tercer cielo que entrase en un cuerpo de barro. 10. Y, tomando una porción de este cuerpo, hizo otro cuerpo en forma de mujer, y ordenó al ángel del segundo cielo que entrase en el cuerpo de la mujer. 11. Y los ángeles lloraban, al verse revestidos de una forma mortal y diferente de la que siempre les había correspondido. 12. Más él los mandó a ejecutar la obra carnal en sus cuerpos de barro, sin que ellos comprendiesen que cometían un pecado. 13. Y el autor del mal pensó en formar el Paraíso, e introdujo en él al primer hombre. 14. Y plantó un árbol en medio del Paraíso, y ocultó así su pensamiento, para que los hombres no conociesen su engaño. 15. Y se aproximó a ellos, y les dijo: Comed de todo fruto que esté en el Paraíso, más no comáis del fruto del arbolo del bien y del mal."

Evangelio cátaro del Pseudo Juan. 2:6-15
Tomado del libro de David Cangá, Desenmascarando a Yahvé




"7. Y él (Jesús) me contestó: El diablo, que ha caído de la gloria del Padre, y que ha querido levantar y realzar su propia gloria, envió a sus ángeles, irradiantes de fuego, a los hombres, desde Adán hasta Enoch, su ministro. 8. Y elevó a Enoch por encima del firmamento, y le mostró su divinidad, y le dio pluma y tinta, para que escribiese sesenta y siete libros, y le ordenó que los trajese a la tierra, y los diese en legado a sus hijos. 9. Y Enoch obedeció a Satanás punto por punto y, llegado a la tierra, comenzó a instruir a sus hijos en la manera como debían hacerse los sacrificios, y a enseñarles misterios injustos, y ocultaba así a los hombres el reino de los cielos." 

(Evangelio cátaro del Pseudo Juan. Capítulo 3:7-9)
Tomado del libro de David Cangá, Desenmascarando a Yahvé