“A su vez, los profesionales de las "ciencias duras" señalan que el matrimonio es un extraño fenómeno fisicoquímico por el cual una media naranja -dulce- se convierte con el tiempo en un medio limón, ácido hasta hacer trinar los dientes. Por otra parte, el propio Mateo, desde una lectura religiosa afirmaba, en el versículo 28341 bis, que el matrimonio es un acto religioso por el cual se produce el milagro de crear un nuevo Cristo y perder una virgen. A lo cual cabe agregar que los matemáticos consideran a la sacrosanta institución matrimonial como una suma de afectos, resta de libertades, multiplicación de responsabilidades y división de bienes.”

Ángel Rodríguez Kauth




“Dicen, los que saben de esto y de cuestiones criminales, que el matrimonio es la única sentencia a cadena perpetua que no se cancela por buen comportamiento.” 

Ángel Rodríguez Kauth



“(...) La lucha en el consumo simbólico, reproduce en ese nivel, lo que son las luchas en otros ámbitos, más específicamente, los políticos y económicos. El gusto y las preferencias estéticas, no son otra cosa que el reflejo -en el campo de lo artístico- de una lucha generalmente sorda, aunque en variadas oportunidades hasta cruel, entre quienes disponen de los instrumentos de poderío y entre aquéllos que deben someterse a tales instrumentos.”

Ángel Rodríguez Kauth



"(…) La sensibilidad artística que se atribuye el sector dominante termina por producir lo que se conoce como el proceso de dominación social y cultural de las minorías poderosas que detentan los símbolos de tal poder, sobre las mayorías impotentes que se conforman y someten a tal presión bajo los efectos del síndrome 'fatalista'."

Ángel Rodríguez Kauth




“(…) Quienes pertenecen a las capas más altas de la estratificación social, adquirirán objetos artísticos simbólicos que reflejen su condición de tales, para lo cual no dudarán en comprar originales o reproducciones de alta calidad de eminentes y cotizados maestros de la plástica universal; en tanto que los miembros de los sectores más desprotegidos, utilizan como adorno -o estética- de las paredes de cartón de sus humildes viviendas, fotografías de jugadores de fútbol y, en algún caso, alguna otra que refleje una escena familiar o una lámina de algún producto comercial. A su vez, los sectores medios tienden a moverse con símbolos pictóricos o escultóricos que reflejen una posición de clase superior a la de pertenencia. En definitiva, en términos artísticos no se consume lo que se necesita, sino que lo que se necesita es lo que la condición de clase social dicta que es necesario recurrir.”

Ángel Rodríguez Kauth