"A medida que la necesidad resulta socialmente soñada, el sueño se hace necesario. El espectáculo es la pesadilla de la sociedad moderna encadenada que, en última instancia, no expresa sino su deseo de dormir. El espectáculo es el guardián de este sueño."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo


"Ahora se finge una voluntad de conservar, como un lujo nada costoso, un delito puramente político que sin duda nadie tendrá ya ocasión de cometer, puesto que el tema ya no interesa a nadie, exceptuando a los propios profesionales de la política, cuyos delitos no se persiguen casi nunca ni tampoco se llaman ya delitos políticos. Todos los delitos y todos los crímenes son, efectivamente, sociales. Pero de todos los crímenes sociales ninguno debe considerarse peor que la impertinente pretensión de querer todavía cambiar algo en esta sociedad, que cree que hasta ahora ha sido demasiado paciente y demasiado buena, pero que no quiere que se la siga criticando."

Guy Ernest Debord




"El espectáculo ha deportado a la vida real detrás de la pantalla. He tratado de "expropiar a los expropiadores". Mujer pasional (Johnny Guitar) evoca memorias reales de amor, Mujeres en Shangai (Shanghai Gesture) otras atmósferas audaces, Por quién doblan las campanas (For Whom the Bell Tolls) la revolución derrotada. La secuencia de Rio Grande intenta evocar acción histórica y reflexión en general. Raíces en el fango (Mr. Arkadin) es incorporada primeramente para evocar a Polonia, pero luego insinúa vida auténtica, vida como debería ser. Los films rusos de alguna manera también evocan a la revolución. Los films norteamericanos sobre la Guerra Civil y Custer tiene como intención evocar todas las luchas de clases del siglo diecinueve, e incluso su futuro potencial. La situación cambia en In girum debido a varias diferencias importantes: filmé una parte de las imágenes por mi cuenta; escribí el texto especificamente para esta película; y el tema del film no es el espectáculo sino la vida real. Las películas que interrumpen el discurso lo hacen principalmente para respaldarlo positivamente, incluso si hay un elemento irónico (Lacenaire, el diablo, el fragmento de Cocteau, o la última batalla de Custer). ¡La carga de la brigada ligera (The Charge of the Light Brigade) tiene como intención "representar" cruda y elogiosamente doce años de acciones de la Internacional Situacionista! Con respecto al uso de la música, aun cuando está desviada como todo lo demás, será sentida por todas las personas en el sentido normal; nunca está distanciada y siempre tiene un objetivo positivo, "lírico"."

Guy Debord
Nota manuscrita


"En la primavera de 1991, una revista que lleva el glorioso título de Maintenant, le communisme se propuso abordar por fin la necesaria «crítica de la I. S.»: «La I.S. ha difundido suficientes ilusiones y mitos a su alrededor para presentarse como el punto de referencia obligado de la teoría crítica. No se trata de superarla en el sentido en que lo entendía, en pleno pastiche hegeliano, el artículo inicial del número 12 (“Ahora estamos seguros del resultado satisfactorio de nuestras actividades: la I. S. será superada”). Si bien la I. S. sigue siendo un movimiento importante en muchos aspectos (crítica del espectáculo, de la noción de rol, del urbanismo, etc.), de comunista no tiene nada. [...] Así pues, pese a que los obreros no se convirtieron en dialécticos, los sucesos de Mayo del 68 fueron la ocasión histórica de la I. S., que esta supo coger al vuelo. [...] La denuncia de la sociedad mercantil nunca ha sido un monopolio de la I. S.». ¿No será que han sobreestimado un poco más de la cuenta a esa turbadora I. S.?
[...]
Admito que en mi estética negativa siempre ha habido algo que se complacía en llegar hasta la aniquilación. ¿Acaso no era algo muy representativo del
arte moderno? Cuando se «anuncia el fin del cine» desde hace tanto tiempo, ¿no hay cierta coherencia en hacer desaparecer las películas? Sin duda hay que ver en ello una modalidad de éxito de naturaleza poco habitual. Creo que nunca habría impresionado a nadie de no ser por esa sinceridad tranquila y segura de sí misma."

Guy Debord
Esa mala fama


“Cuando el mundo real se transforma en imágenes, éstas se convierten en seres reales y en eficaces motivaciones de un comportamiento hipnótico.”


Guy Ernest Debord



“Cuando los pobres amos de la sociedad cuyo penoso resultado estamos presenciando —resultado mucho peor que cualquier condena que antaño pudiera fulminar a los más radicales utopistas— se ven ahora forzados a admitir que nuestro entorno se ha hecho social y que la gestión de todo deviene un asunto directamente político, hasta la hierba de los campos y la posibilidad de beber, de dormir sin demasiados somníferos o de lavarse sin sufrir demasiadas alergias; en un momento como éste se está viendo a las claras que también la vieja política tiene que confesar que está completamente acabada. Está acabada en la forma suprema de su voluntarismo: el poder burocrático totalitario de los regímenes llamados socialistas, porque los burócratas que ostentan el poder no se han mostrado capaces ni siquiera de gestionar el estadio anterior de la economía capitalista. Si contaminan mucho menos (Estados Unidos produce él solo el 50% de la contaminación mundial) es porque son mucho más pobres.”

Guy Ernest Debord



"El aburrimiento es siempre contra-revolucionario. Siempre."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo



“El arte de la conversación está muerto, y pronto lo estarán casi todos los que saben hablar.”

Guy Ernest Debord


"El azar juega en la deriva un papel tanto más importante cuanto menos asentada esté todavía la observación psicogeográfica. Pero la acción del azar es conservadora por naturaleza y tiende en un nuevo marco, a reducir todo a la alternancia de una serie limitada de variantes y a la costumbre. Al no ser el progreso más que la ruptura de alguno de los campos en los que actúa el azar mediante la creación de nuevas condiciones más favorables a nuestros designios, se puede decir que los azares de la deriva son esencialmente diferentes de los del paseo, pero que se corre el riesgo de que los primeros atractivos psicogegráficos que se descubren fijen al sujeto o al grupo que deriva alrededor de nuevos ejes recurrentes a los que todo les hace volver una y otra vez. Un exceso de confianza con respecto al azar y a su empleo ideológico, siempre reaccionario, condenó a un triste fracaso al famoso deambular sin rumbo intentado en 1923 por cuatro surrealistas que partieron de una ciudad elegida al azar: es evidente que vagar en campo raso es deprimente y que las interrupciones del azar son allí mas pobres que nunca."

Guy Debord
Teoría de la deriva


“El bienestar nunca estará lo bastante bien para dejar satisfechos a quienes buscan lo que no está en el mercado, lo que el mercado precisamente elimina.” 


Guy Ernest Debord



“El desarrollo de la producción ha demostrado cabalmente, a estas alturas, su verdadera naturaleza como realización de la economía política: el desarrollo de la miseria, que ha invadido y arruinado el medio mismo de la vida. La sociedad en la que los trabajadores se matan trabajando y sólo pueden contemplar el resultado, ahora los hace ver —y respirar— con toda franqueza el resultado general del trabajo alienado en tanto que resultado mortal. En la sociedad de la economía superdesarrollada, todo ha entrado a formar parte de la esfera de los bienes económicos, incluso el agua de las fuentes y el aire de las ciudades; lo que es decir que todo se ha convertido en el mal económico, la «negación total del hombre» que está llegando ahora a su perfecta conclusión material. El conflicto entre las fuerzas productivas modernas y las relaciones de producción, burguesas o burocráticas, de la sociedad capitalista, ha entrado en su última fase. La producción de la no-vida ha seguido cada vez con mayor rapidez su proceso lineal y acumulativo; ahora ha traspasado un último umbral de su progreso, produce directamente la muerte.”

Guy Ernest Debord




"El dominio de la historia era lo memorable, la totalidad de los acontecimientos cuyas consecuencias se harían sentir durante largo tiempo. Era también, de modo indisociable, el conocimiento que había de durar y que ayudaría a comprender, al menos en parte, lo nuevo que iba a suceder: 'Una adquisición para siempre', dice Tucídides. De ahí que la historia fuera la medida de la verdadera novedad; y quien vende la novedad tiene todo el interés del mundo en hacer desaparecer el medio de medirla. Cuando lo importante se hace reconocer socialmente como lo que es instantáneo y lo seguirá siendo al instante siguiente, que es otro y el mismo, y que reemplazará cada vez a otra importancia instantánea, entonces cabe decir también que el medio utilizado garantiza una especie de eternidad a esa insignificancia que grita tanto."



Guy Ernest Debord




“El espectáculo es el autorretrato del poder en la época de su gestión totalitaria de las condiciones de existencia.”


Guy Ernest Debord




“El espectáculo es el capital en un grado tal de acumulación que se transforma en imagen.” 


Guy Ernest Debord




“El espectáculo es una droga para esclavos.” 


Guy Ernest Debord




“El espectáculo no es una colección de imágenes, es una relación entre las personas mediatizada por las imágenes.”

Guy Ernest Debord


"El fin de la historia ofrece un plácido reposo a todo poder presente. Le garantiza sin falta el éxito del conjunto de sus empresas, o cuando menos el ruido del éxito." 


Guy Ernest Debord



“El viejo océano es, en sí mismo, indiferente a la contaminación; pero no así la historia. La historia no se puede salvar más que por la abolición del trabajo-mercancía. Y nunca antes la conciencia histórica había tenido tan urgente necesidad de dominar su mundo, porque el enemigo que está a las puertas ya no es la ilusión sino su muerte.” 

Guy Ernest Debord



"El gobierno del espectáculo, que ostenta actualmente todos los medios de falsificar el conjunto tanto de la producción como de la percepción, es dueño absoluto de los recuerdos, así como es dueño incontrolado de los proyectos que forjan el porvenir más lejano. Reina solo en todas partes; ejecuta sus juicios sumarios. (...) Vemos desencadenarse repentinamente y con alegría carnavalesca una parodia del fin de la división del trabajo, que halla tanto mejor acogida en cuanto que coincide con el movimiento general de desaparición de toda competencia verdadera. Un financiero se pone a cantar, un abogado se mete a informante de la policía, un panadero expone sus preferencias literarias, un actor se mete a gobernar, un cocinero se lanza a filosofar sobre los momentos de cocción como hitos de la historia universal. Cada cual puede salir en el espectáculo para entregarse en público - a veces por haberse dedicado a ella en secreto - a una actividad enteramente distinta de la especialidad por la cual se había dado a conocer inicialmente. Allí donde la posesión de un 'status mediático' ha adquirido una importancia infinitamente mayor que aquello que uno haya sido capaz de hacer realmente, es normal que tal status sea fácilmente transferible y que otorgue el derecho a brillar de igual modo en otro sitio cualquiera. Las más de las veces, esas partículas mediáticas aceleradas persiguen simplemente su carrera dentro de lo admirable que el reglamento garantiza. Pero también sucede que la transición mediática sirve de tapadera a múltiples empresas oficialmente independientes, pero en realidad secretamente vinculadas por diferentes redes ad hoc. De manera que a veces la división social del trabajo, así como la solidaridad por lo general previsible de su empleo, reaparecen bajo formas enteramente novedosas: hoy en día se puede, por ejemplo, publicar una novela para preparar un asesinato. Esos ejemplos pintorescos significan también que uno no puede ya fiarse de nadie en razón de su oficio." 


Guy Ernest Debord



“El optimismo científico del siglo XIX se ha desmoronado en tres puntos esenciales. En primer lugar, la pretensión de garantizar la revolución como solución feliz de los conflictos existentes (la ilusión hegeliano-izquierdista y marxista; la menos compartida por la intelectualidad burguesa, pero la más rica y, después de todo, la menos ilusoria); segundo, la visión coherente del universo y aun simplemente de la materia; y tercero, el sentimiento eufórico y lineal del desarrollo de las fuerzas productivas. Si llegamos a dominar el primer punto, habremos resuelto el tercero; más adelante sabremos hacer del segundo nuestro asunto y nuestro juego. No hay que curar los síntomas, sino la enfermedad misma. Hoy en día el miedo está en todas partes, y no vamos a salir de él más que confiándonos a nuestras propias fuerzas, a nuestra capacidad de destruir toda alienación existente y toda imagen del poder que se nos haya escapado. Sometiéndolo todo, exceptuando a nosotros mismos, al solo poder de los consejos de trabajadores que posean y reconstruyan en cada instante la totalidad del mundo; es decir, a la verdadera racionalidad, a una legitimidad nueva.”

Guy Ernest Debord

"El tiempo cíclico domina ya en la experiencia de los pueblos nómadas, porque se reencuentran ante las mismas condiciones en cada momento de su travesía: Hegel señala que “la errancia de los nómadas es solamente formal, puesto que se limita a espacios uniformes”." 

Guy Debord
La sociedad del espectáculo



"El tiempo es la alienación necesaria, como mostraba Hegel, el medio donde el sujeto se realiza perdiéndose, se transforma en otro para llegar a ser la verdad de sí mismo. Pero su contrario es justamente la alienación dominante, que es sufrida por el productor de un presente ajeno. En esta alienación espacial la sociedad que separa de raíz el sujeto de la actividad que le sustrae le separa en primer lugar de su propio tiempo."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo



“El tiempo general del no-desarrollo humano existe también bajo el aspecto complementario de un tiempo consumible que vuelve hacia la vida cotidiana de la sociedad, a partir de esta producción determinada, como un tiempo seudo-cíclico. El tiempo seudo-cíclico no es de hecho más que el disfraz consumible del tiempo-mercancía de la producción. Contiene sus rasgos esenciales de unidades homogéneas intercambiables y de supresión de la dimensión cualitativa. Pero siendo el subproducto de este tiempo destinado al retraso la vida cotidiana concreta -y al mantenimiento de este retraso- debe cargarse de seudo-valorizaciones y aparecer en una sucesión de momentos falsamente individualizados.”


Guy Ernest Debord




“El urbanismo es esta toma de posesión del medio ambiente natural y humano por el capitalismo que, desarrollándose lógicamente como dominación absoluta, puede y debe ahora rehacer la totalidad del espacio como su propio decorado.”

Guy Ernest Debord



"En Arte ya no es necesario hacer una cuenta del pasado de sensaciones. Puede convertirse en la organización directa de sensaciones más evolucionadas. Se trata de una cuestión de producir nosotros mismos, no las cosas que nos esclavizan."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo



"En todas partes donde reina el espectáculo, las únicas fuerzas organizadas son las que quieren el espectáculo. Ninguna de ellas puede ser ya, por tanto, enemiga de lo que existe ni transgredir la omertà que afecta a todo. Se ha acabado con aquella inquietante concepción, que había prevalecido durante más de doscientos años, según la cual una sociedad podía ser criticable y transformable, reformada o revolucionaria. Y eso no se ha conseguido gracias a la aparición de nuevos argumentos, sino simplemente porque los argumentos se han vuelto inútiles. Por tal resultado se medirá, más que la felicidad general, la fuerza formidable de las redes de la tiranía."


Guy Ernest Debord



"En una sociedad donde ya nadie puede ser reconocido por los demás, cada individuo queda incapacitado para reconocer su propia realidad. La ideología está en su medio: la separación ha erigido su mundo."

Guy Ernest Debord




“Esa obligación de la mercancía -y, por ende, del espectáculo que informa el mundo de la mercancía- de ser a la vez universal y jerárquica conduce a la jerarquización universal. Pero como esa jerarquización debe permanecer inconfesa, se traduce en valoraciones jerárquicas inconfesables por irracionales, en un mundo de la racionalización sin razón. (...) Los negros no tienen nada suyo que asegurar; tienen que destruir todas las formas de seguridad y de seguros privados hasta ahora conocidas. Ellos aparecen como lo que realmente son: los enemigos irreconciliables, no ciertamente de la gran mayoría de los americanos, sino del modo de vida alienado de toda la sociedad moderna: el país industrialmente más avanzado no hace sino mostrarnos el camino que se seguirá en todas partes si no se echa abajo el sistema.”


Guy Ernest Debord



"Esta democracia tan perfecta fabrica ella misma su inconcebible enemigo, el terrorismo. En efecto, prefiere que se la juzgue por sus enemigos más que por sus resultados. La historia del terrorismo la escribe el Estado; por tanto, es educativa. Las poblaciones espectadoras no pueden, por cierto, saberlo todo acerca del terrorismo, pero siempre pueden saber lo bastante como para dejarse persuadir de que, en comparación con ese terrorismo, todo lo demás les habrá de parecer más bien aceptable o, en todo caso, más racional y más democrático."


Guy Ernest Debord




"Está permitido cambiar de cabo a rabo el pasado de alguien, modificarlo, recreado al estilo de los procesos de Moscú, sin que ni siquiera haga falta cargar con el peso de un proceso. Se puede matar a menor coste. Los falsos testigos, torpes tal vez - pero ¿qué capacidad de percibir tal torpeza podría quedarles a los espectadores que serán testigos de las proezas de esos testigos falsos? -, y los documentos falsos, estupendos siempre, no les pueden faltar a quienes gobiernan lo espectacular integrado ni a sus amigos. Por consiguiente, no se puede ya creer nada acerca de nadie, excepto lo que uno haya comprobado directamente por sí mismo. Pero en realidad muchas veces ni hace falta levantar acusaciones falsas contra alguien. Desde que ellos controlan el mecanismo que rige la única verificación social que goza de un reconocimiento pleno y universal, ellos dicen lo que quieren. El movimiento de la demostración espectacular se confirma por el sencillo expediente de girar sobre sí mismo: volviendo y repitiéndose, afirmando una y otra vez lo mismo en el único terreno en donde reside hoy lo que puede afirmarse públicamente y ser creído, puesto que eso es lo único de lo cual todo el mundo será testigo. La autoridad espectacular puede asimismo negar lo que sea, una vez, tres veces, y decir que no hablará más de ello, y hablar de otra cosa, a sabiendas de que no ha de temer ya ninguna respuesta en su propio terreno, ni en otro tampoco." 


Guy Ernest Debord

“(...) Ganapanes que se creen gente de propiedad, ignorantes que se creen letrados y muertos que creen que votan (...) se los trata mitad como esclavos de campo de concentración, mitad como niños estúpidos (...) por primera vez en la historia los pobres creen que forman parte de una élite económica, a pesar de toda la evidencia en contra."


Guy Ernest Debord



"Hay un número cada vez mayor de hombres formados para actuar en secreto, instruidos y adiestrados solo para este fin. Se trata de unidades especiales de hombres provistos de archivos reservados, es decir, de observaciones y análisis secretos. Otros disponen de diversas técnicas de explotación y manipulación de esos asuntos secretos."

Guy Debord
Comentarios sobre la sociedad del espectáculo


"Improvisar ideas. El significado de las palabras participa en la improvisación. El plagio es necesario. Que implica el progreso. Abarca una frase del autor, hace uso de sus expresiones, borra una idea falsa, y lo sustituye por la idea de derecho."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo



"Jamás hubo censura más perfecta. Jamás la opinión de aquellos a quienes en algunos países se les hace creer todavía que siguen siendo ciudadanos libres ha estado menos autorizada a darse a conocer cuando se trata de decisiones que afectan a su vida real. Jamás estuvo permitido mentirles con tan perfecta impunidad. Se cree que el espectador lo ignora todo y no merece nada. Quien siempre mira para saber cómo continúa, no actuará jamás: así debe ser el espectador."

Guy Ernest Debord


"La clase dominante, compuesta por especialistas de la posesión de las cosas que son ellos mismos, por esa razón, una posesión de cosas, debe unir su suerte al mantenimiento de esta historia reificada, a la permanencia de una nueva inmovilidad en la historia. Con el desarrollo del capitalismo el tiempo irreversible se ha unificado mundialmente. El tiempo irreversible unificado es el del mercado mundial, y corolariamente el del espectáculo mundial."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo



"

"La época que posee todos los medios técnicos para alterar totalmente las condiciones de vida sobre la Tierra es también la época que, en virtud del mismo desarrollo técnico y científico separado, dispone de todos los medios de control y previsión matemáticamente indudable para medir por adelantado adónde lleva –y hacia qué fecha– el crecimiento automático de las fuerzas productivas alienadas de la sociedad de clases: es decir, para medir el rápido deterioro de las condiciones mismas de la superviviencia, en el sentido más general y más trivial de la palabra."


Guy Ernest Debord



“La función última, declarada y esencial de la economía desarrollada actual, en todo el mundo en que impera el trabajo-mercancía que asegura todo el poder a sus patronos, es la producción de empleo. Bien lejos estamos, pues, de las ideas «progresistas» del siglo pasado, acerca de la posible reducción del trabajo humano gracias a la multiplicación científica y técnica de la productividad que, según se creía, iba a asegurar con cada vez mayor facilidad la satisfacción de las necesidades hasta entonces reconocidas como reales por todo el mundo, y eso sin ninguna alteración fundamental de la calidad de los bienes disponibles. Ahora, en cambio, se trata de «crear puestos de trabajo» hasta en el campo huérfano de campesinos, es decir, de usar el trabajo humano en cuanto trabajo alienado, en cuanto trabajo asalariado: para eso se hace todo lo demás; y en consecuencia se están amenazando estúpidamente las bases, (...) de la vida de la especie.” 

Guy Ernest Debord



“La gestión llamada democrática del capitalismo, sea en el país que sea, no ofrece más que sus elecciones-dimisiones que, como se ha visto siempre, no han cambiado nunca nada en el conjunto —y muy poca cosa en los detalles— de una sociedad de clases que se imaginaba que iba a durar indefinidamente. Tampoco van a cambiar mucho más cuando esa misma gestión pierde la cabeza y finge esperar de su electorado alienado e idiotizado algunas vagas directrices para resolver ciertos problemas secundarios aunque urgentes (…).” 

Guy Ernest Debord



”La historia ha existido siempre, pero no siempre bajo su forma histórica. La temporalización del hombre, tal como se efectúa por la mediación de una sociedad, equivale a una humanización del tiempo. El movimiento inconsciente del tiempo se manifiesta y deviene verdadero en la conciencia histórica.”


Guy Ernest Debord




“La sedicente lucha contra la contaminación, en su vertiente estatal y reglamentaria, va a crear ante todo nuevas especializaciones, servicios ministeriales, puestos de trabajo y ascensos burocráticos.”


Guy Ernest Debord



“La sociedad de la abundancia halla su respuesta natural en el saqueo.”


Guy Ernest Debord




"La sociedad modernizada hasta llegar al estadio de lo espectacular integrado se caracteriza por el efecto combinado de cinco rasgos principales: la innovación tecnológica incesante; la fusión de la economía y el Estado; el secreto generalizado; la falsedad sin res- puesta; un presente perpetuo. El movimiento de innovación tecnológica viene de lejos y es constitutivo de la sociedad capitalista, a veces llamada industrial o posindustrial. Pero desde que inició su aceleración más reciente (inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial), viene reforzando la autoridad espectacular con mucha mayor eficacia, ya que de resultas de tanta innovación cada uno descubre que se halla enteramente entregado al conjunto de los especialistas, a sus cálculos y a sus juicios, satisfechos siempre, acerca de esos cálculos. La fusión de la economía y el Estado es la tendencia más manifiesta de este siglo; por lo menos se ha convertido en motor de su desarrollo económico más reciente. La alianza defensiva y ofensiva entre las dos potencias, la economía y el Estado, les ha asegurado los más pingües beneficios comunes en todos los ámbitos: cabe decir que una de ellas posee a la otra; es absurdo oponerlas o distinguir sus razones y sus sinrazones. Esa unión se ha mostrado asimismo muy favorable al desarrollo de la dominación espectacular, que desde su formación no había sido otra cosa que precisamente eso. Los tres últimos rasgos son los efectos directos de esa dominación en su estadio integrado. El secreto generalizado está detrás del espectáculo, como complemento decisivo de lo que muestra y, si vamos al fondo de las cosas, como su operación más importante. El solo hecho de no tener respuesta ha dado a la falsedad una cualidad enteramente nueva. En el mismo acto, lo verdadero ha dejado de existir en casi todas partes o, en el mejor de los casos, se ha visto reducido a la condición de una hipótesis que no puede demostrarse jamás. La falsedad sin respuesta ha logrado hacer desaparecer la opinión pública, que primero se vio incapaz de hacerse oír y luego, muy pronto, incluso de formarse siquiera. Lo cual trae obviamente consigo importantes consecuencias para la política, las ciencias aplicadas, la justicia y el conocimiento del arte. La construcción de un presente en el cual la moda misma, desde la ropa hasta los cantantes, se ha inmovilizado, un presente que quiere olvidar el pasado y que ya no da la impresión de creer en un porvenir, se obtiene mediante el incesante tránsito circular de la información, que vuelve a cada instante sobre una lista muy sucinta de las mismas sandeces que se anuncian apasionadamente como noticias importantes; mientras que sólo raras veces se transmiten, como a tirones, las noticias verdaderamente importantes, relativas a lo que cambia efectivamente. Éstas se refieren siempre a la condena que este mundo parece haber dictado contra su propia existencia, las etapas de su autodestrucción programada."


Guy Ernest Debord




“La sociedad moderna ha invadido espectacularmente la superficie de todos los continentes. Igual que presenta los seudobienes que han de codiciarse, ofrece a los revolucionarios locales falsos modelos de revolución.”


Guy Ernest Debord



"La sociedad se ha proclamado oficialmente espectacular. Ser conocido al margen de las relaciones espectaculares, eso equivale ya a ser conocido como enemigo de la sociedad."


Guy Ernest Debord




“La supervivencia misma de la burocracia es la causa suprema ante la cual las diversas opciones políticas, como meros medios que son, deben pasar a segundo plano.”


Guy Ernest Debord



“La supuesta «lucha contra la contaminación», en su vertiente estatal y reglamentaria, va a crear ante todo nuevas especializaciones, servicios ministeriales, puestos de trabajo y ascensos burocráticos. Su eficacia será exactamente la que a tales medios corresponde. No puede convertirse en voluntad real sino transformando el sistema productivo actual en sus raíces mismas, ni puede llevarse a cabo con firmeza sino en el instante en que todas las decisiones, tomadas democráticamente y con pleno conocimiento de causa por los productores, sean en todo momento controladas y ejecutadas por los productores mismos (los buques petroleros, por ejemplo, seguirán infaliblemente vertiendo el petróleo en los mares hasta que no manden en ellos unos verdaderos soviets de marineros). Para decidir y ejecutar todo eso, hace falta que los productores se hagan adultos: hace falta que se hagan con el poder entre todos.” 

Guy Ernest Debord


"Las citas son útiles en los períodos de ignorancia o creencias oscurantistas."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo


“Las oposiciones dentro del espectáculo esconden la unidad de la miseria. Las distintas formas de la misma alienación se erigen sobre la ocultación de las contradicción reales.”


Guy Ernest Debord



“Lo que es nuevo, es que la economía haya venido a hacer abiertamente la guerra a los humanos; no solamente a las posibilidades de su vida, sino a las de su supervivencia.”

Guy Ernest Debord



“Los dueños de la sociedad se ven ahora obligados a hablar de la contaminación, tanto para combatirla (pues ellos viven, a fin de cuentas, en el mismo planeta que nosotros: he aquí el único sentido en que se puede admitir que el desarrollo del capitalismo ha realizado efectivamente una cierta fusión de las clases) como para disimularla: pues la simple verdad de las «nocividades» y de los riesgos actuales es suficiente para constituir un inmenso factor de revuelta, una exigencia materialista de los explotados, tan vital como fue en el siglo XIX la lucha de los proletarios por poder comer. Tras el fracaso fundamental de todos los reformismos del pasado —que aspiraban todos a la solución definitiva del problema de las clases—, se está esbozando un nuevo reformismo, que obedece a las mismas necesidades que los anteriores: engrasar la maquinaria y abrir nuevas posibilidades de ganancia a las empresas punteras. El sector más moderno de la industria se lanza sobre los diversos paliativos de la contaminación como sobre un nuevo mercado, tanto más rentable por el hecho de que podrá usar y manejar gran parte del capital monopolizado por el Estado. Pero si ese nuevo reformismo tiene de antemano la garantía de su fracaso, por exactamente las mismas razones que los reformismos del pasado, lo separa de éstos la diferencia radical de que ya no tiene tiempo por delante.”

Guy Ernest Debord


"Los jóvenes de todo el mundo han sido autorizados a elegir entre el amor y una unidad recogida de basuras. En todo el mundo han elegido la unidad recogida de basuras."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo


"Los verdaderos hombres viven fuera, en grupos, en bandas organizadas. Para imponerse en un mundo masculino hay que convertirse en el jefe de una banda."

Guy Debord



“Mientras los imbéciles pasadistas siguen disertando todavía sobre (y contra) una crítica estética de todo eso, creyéndose lúcidos y modernos porque fingen adaptarse a su siglo, declarando que (...) las autopistas poseen una belleza peculiar, preferible a la incomodidad de los «pintorescos» barrios antiguos, u observando seriamente que el conjunto de la población come mejor que antes, por más que digan los nostálgicos de la buena cocina, el problema del deterioro de la totalidad del medio natural y humano ha dejado ya completamente de presentarse en el plano de la supuesta calidad antigua, estética o no, para convertirse radicalmente en el problema mismo de la posibilidad material de la existencia del mundo embarcado en tal movimiento. De hecho, la imposibilidad ha quedado ya perfectamente demostrada por todo el conocimiento científico separado, que ya no discute sino el plazo que queda y los paliativos que, de aplicarse con firmeza, podrían alargarlo un poco. Una ciencia semejante no puede hacer otra cosa que acompañar en su camino hacia la destrucción al mundo que la ha producido y a cuyo servicio está; pero ella se ve obligada a recorrer ese camino con los ojos abiertos: con lo que muestra en grado caricaturesco la inutilidad del conocimiento sin empleo.”

Guy Ernest Debord




"Nadie puede ya criticar la mercancía: ni en cuanto sistema general, ni tan sólo como baratija determinada que a los jefes de empresa les haya convenido lanzar al mercado en ese momento."


Guy Ernest Debord



"No es de extrañar que los niños empiecen con entusiasmo sus estudios a una edad temprana con el absoluto conocimiento de la informática, mientras que son incapaces de leer, para leer las demandas que las resoluciones judiciales de cada línea .... La conversación está casi muerta, y pronto también lo serán los que sabían cómo hacer uso de la palabra."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo


"No hay nada más natural que el considerar todo como a partir de uno mismo, elegido como el centro del mundo, uno se encuentra por lo tanto, capaz de condenar el mundo sin siquiera querer oír su cháchara engañosa."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo



“(...) Para el pensamiento burgués sólo lo cuantitativo es, metodológicamente, lo serio, lo medible, lo efectivo; lo cualitativo no es más que el incierto decorado subjetivo o artístico de lo verdaderamente real tasado en su verdadero peso. Para el pensamiento dialéctico, por el contrario, y, por tanto, para la historia y para el proletariado, lo cualitativo es la dimensión más decisiva del desarrollo real. He aquí lo que el capitalismo y nosotros hemos acabado por demostrar.”

Guy Ernest Debord



“¿Qué es un policía? Es el servidor activo de la mercancía.”

Guy Ernest Debord





"Quienes quieren superar el viejo orden establecido en todos sus aspectos no pueden ligarse al desorden presente, ni siquiera en la esfera de la cultura. Deben luchar sin demora, también en el campo cultural, por la aparición concreta del orden móvil del futuro. Esta posibilidad, presente ya entre nosotros, desacredita toda expresión dentro de las formas culturales conocidas. Todas las formas de seudo-comunicación deben llevarse hasta su completa destrucción, para llegar un día a la comunicación real y directa (al uso, en nuestra hipótesis, de medios culturales superiores: la situación construida). La victoria será para quienes sepan crear el desorden sin amarlo.”


Guy Ernest Debord



“Se está midiendo y extrapolando con excelente precisión el rápido aumento de la contaminación química de la atmósfera respirable, del agua de los ríos, los lagos y los océanos; el aumento irreversible de la radiactividad acumulada por el desarrollo pacífico de la energía nuclear; de los efectos del ruido; de la invasión del espacio por productos de materias plásticas que aspiran a una eternidad de vertedero universal; de la natalidad demencial; de la falsificación insensata de los alimentos; de la lepra urbanística que viene ocupando cada vez más el lugar de lo que fueron la ciudad y el campo, así como de las enfermedades mentales —incluidos los temores neuróticos y las alucinaciones, que no tardarán en multiplicarse a propósito de la contaminación misma, cuya imagen alarmante se exhibe en todas partes— y del suicidio, cuyas tasas de expansión coinciden ya exactamente con la de la urbanización de semejante ambiente (por no hablar de los efectos de la guerra nuclear o bacteriológica, para la cual ya están ahí los medios, cual espada de Damocles, aunque sigue siendo evidentemente evitables).”

Guy Ernest Debord



“(...) Si el alcance y aun la realidad de los «terrores del año mil» son todavía materia de controversia entre los historiadores, el terror del año dos mil es tan patente como bien fundado; a partir de ahora, es una certeza científica. Y, sin embargo, lo que está pasando no es en el fondo nada nuevo: sólo es el fin forzado del antiguo proceso. Una sociedad cada vez más enferma, pero cada vez más poderosa, ha recreado en todas partes el mundo concretamente como entorno y decorado de su enfermedad, como planeta enfermo. Una sociedad que no ha llegado aún a hacerse homogénea y que no se determina por sí misma, sino que está determinada cada vez más por una parte de si misma que se sitúa por encima y al margen de ella, ha desarrollado un movimiento de dominación de la naturaleza que no se ha dominado a si mismo. El capitalismo ha aportado finalmente, por su propio movimiento, la prueba de que ya no puede seguir desarrollando las fuerzas productivas; y no cuantitativamente, como muchos habían creído comprender, sino cualitativamente.”

Guy Ernest Debord



“Tanta pobreza material y mental, sostenida por tanto terrorismo, condena a las burocracias que ostentan el poder. Lo que condena al poder burgués más modernizado es el resultado insoportable de tanta riqueza efectivamente envenenada.” 

Guy Ernest Debord


"Toda la vida en las sociedades donde rigen las condiciones modernas de producción se manifiesta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo lo que antes se vivía directamente, se aleja ahora en una representación."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo




"Todos los expertos pertenecen a los media y al Estado: por eso se los reconoce como expertos. Todo experto sirve a un dueño, puesto que cada una de las antiguas posibilidades de independencia ha quedado reducida a casi nada por las condiciones de organización de la sociedad presente. El experto que mejor sirve es, desde luego, el experto que miente. Quienes necesitan al experto son, por motivos distintos, el falsificador y el ignorante. Allí donde el individuo no reconoce ya nada por sí mismo, el experto lo tranquilizará terminantemente. Antes era normal que hubiera expertos en arte etrusco; y eran siempre competentes, ya que el arte etrusco no está en el mercado. Pero una época que encuentra rentable, por ejemplo, falsificar químicamente diversos vinos célebres, no logrará venderlos sino a condición de haber formado a unos expertos en vino que enseñen a las almas de cántaro a cobrarles afición a los nuevos aromas, que son más fáciles de reconocer. Cervantes observa que 'debajo de mala capa suele haber buen bebedor'. Quien entiende de vinos ignora a menudo las reglas de la industria nuclear; pero la dominación espectacular cree que si algún experto ha conseguido tomarle el pelo a un buen catador de vinos en materia de industria nuclear, otro experto conseguirá fácilmente hacer lo mismo en materia de vinos. También es sabido, por ejemplo, que el experto en meteorología televisiva que anuncia las temperaturas o las lluvias previstas para las siguientes cuarenta y ocho horas debe hablar con mucha cautela, debido a la obligación de mantener los equilibrios económicos, turísticos y regionales, con tanta gente circulando tan a menudo por tantas carreteras, entre lugares igualmente desolados; de modo que se ve obligado a brillar más bien como animador."


Guy Ernest Debord



“Todos los observadores especializados han señalado siempre —aunque sin tomarse la molestia de explicarlo— el hecho de que el elector no cambia casi nunca de «opinión»: pues para eso justamente es elector, esto es, aquel que asume, por un breve instante, el papel abstracto que está destinado precisamente a impedirle que sea por sí mismo y que cambie (el mecanismo ha sido desmontado mil veces, tanto por el análisis político desmitificado como por las explicaciones del psicoanálisis revolucionario). El elector tampoco cambia cuando el mundo a su alrededor está cambiando cada vez más precipitadamente; y, en cuanto elector, no cambiará ni en vísperas del fin del mundo. Todo sistema representativo es esencialmente conservador, aunque las condiciones de existencia de la sociedad capitalista no han podido conservarse nunca: se modifican sin interrupción y cada vez más deprisa, aunque la decisión —que viene a ser siempre, a fin de cuentas, la decisión de dejar hacer al proceso mismo de la producción mercantil— se deja enteramente en manos de los especialistas publicitarios, ya sea que se presenten a la carrera solos o en competición con quienes quieren hacer lo mismo y además lo declaran abiertamente.”

Guy Ernest Debord


"Turismo, la circulación humana considerada como consumo... fundamentalmente no es más que la zona de ocio para ir a ver lo que se ha convertido en banal."

Guy Debord
La sociedad del espectáculo


"Un aspecto de la desaparición de todo conocimiento histórico objetivo se manifiesta en el hecho de que cualquier reputación personal se ha vuelto maleable y rectificable a discreción por quienes controlan toda la información: la que se recibe y aquella otra, muy distinta, que se difunde; ellos tienen, pues, licencia ilimitada para falsificar. Y es que una evidencia histórica de la que en el espectáculo no se quiere saber nada ya no es evidencia. Allí donde nadie posee ya más renombre que el que se le ha otorgado como un favor por la benevolencia de una corte espectacular, cualquiera puede caer en desgracia en cualquier instante."


Guy Ernest Debord



"Un efecto inevitable de las formas de organización clandestinas de tipo militar es que basta con infiltrar a poca gente en ciertos puntos de la red para hacer actuar - y caer - a muchos. En esas cuestiones de valoración de las luchas armadas, la crítica debe analizar de vez en cuando alguna de esas operaciones en particular, sin dejarse distraer por la semejanza general que acaso revistan todas ellas. Por lo demás, por probabilidad lógica habría que contar con que los servicios de protección del Estado piensen en aprovechar todas las ventajas que encuentran en el terreno del espectáculo, que justamente para eso se ha venido organizando desde hace tiempo; lo asombroso, lo que suena a falso es, por el contrario, que les cueste tanto darse cuenta de eso."


Guy Ernest Debord