“Como una pesadilla he atravesado el túnel.
Ya estoy a la salida…”


José Infante


“Cuando la muerte arrecia,
el vendaval del olvido

siempre regresa.”


José Infante




“Dicen que en el Sur
pudiera estar la esperanza…”


José Infante




“¿Dónde se ocultan las lágrimas,
la sangre, las amargas renuncias…”


José Infante


“¿El silencio es el de Dios
o el de su olvido?…”


José Infante



"…¿En donde está la perfección cuando
la muerte llega? ¿Dónde su galardón?
¿Dónde su mano?…"


José Infante





“¿Es el tiempo quien marchitó estas rosas amarillas,
o son las amarillas rosas un símbolo del tiempo

que nos abandona?…”


José Infante


La edad mancha


"Apreciaste un día aquellos versos
del poeta admirado, sobre el viejo que mancha

si toca el cuerpo joven. Admiraste

la entereza de quien, distante y dolorido,
contempla pasar la edad con dignidad y orgullo.

Pero ahora que los años hacen realidad en ti
ese momento, humillado e impotente

ante la juventud inalcanzable, te encuentras

desarmado. ¿Qué desastre es mayor,
la edad que deshecha o esa frontera
de miedo y soledad que se te impone?

Es difícil mantener el orgullo preciso
y no caer fulminado una vez más por la belleza.

Dejar a un lado este siniestro sueño

que es la realidad y pensar en un Edén lejano
en el que ni los años existan, ni exista
más que el impulso del amor entre los hombres."

José Infante




La ausencia


"Ellos están ahí. Pueblan
mis días, llenan mis noches

con sus cuerpos lejanos.

No necesito llamarles por sus nombres.
Están ahí. Los siento, como fueron,
hermosos, jóvenes, deseados,
infieles al juramento sagrado
del amor.

Ellos forman la ausencia
que envuelve las paredes,

que recubre mi alma,

que se expande como el magma
sin tregua de mis días.

Ellos fueron mi vida. Fueron
la vida y ahora vuelven

cuando la vida se aleja

de mis manos.
No confundo
sus ojos, ni sus voces.

No confundo sus manos, sus caricias,

ni el olor de sus cuerpos.
Pero cuando llega la noche
sólo un fantasma acude:

es la ausencia del amor

que utilizó sus cuerpos y sus nombres
para engañarme con la felicidad."


José Infante




Los esclavos

"Ellos no saben nunca dónde mirar ni qué.
Se acostumbran. Les dicen…
Este camino es ancho…
Y van. Sin preguntar. Por donde pasa el amo
de látigos y horas.


(No saben que ese difícil y estrecho, es el camino
de la libertad.)
La libertad…
Ellos la desconocen. Viven solos y a oscuras.
Con las manos cogidas hasta el pie. Y en los
ojos vendas de cigarrillos que no les dejan ver…
(Han oído tantas veces que la libertad
puede resultar peligrosa.)

No llegan nunca a levantar la mano.
Bajan las cabezas. Y resignadamente
(no digo con humillación)
avanzan en sus vidas que otros
les han comprado.
Cuando mueren o saltan lo hacen en silencio.
(Los amos cuidan de que sus sepulcros
permanezcan anónimos.)"


José Infante





“…Luces y sombras,
llanto, llanto, llanto.

Las lágrimas del viento que serán nuestras lágrimas…”


José Infante




“Miras lo incierto y ya lo habías escrito.
Todo estaba en tus ojos…”


José Infante



Mis ojos


"Me da miedo escribir
de lo que ya no veo.
Todo se desdibuja, los límites
se pierden. El mundo

parece que se afosca

y una niebla envolvente
se cierne en torno a mis ojos.

¿Es sólo el tiempo difuminado
el borde de las cosas, o es la realidad

que se pierde en sus contornos? ¿Es tal vez

la ceguera que ronda en mis pupilas?
Me da miedo repetir lo que presiento,
lo que adivino en ese velo oscuro

que me cerca y me hiere.

Me da miedo la noche, porque llega deprisa. Y temo ya no ver
mas que un sendero, el que ciego
conduce a la ceniza."


José Infante




“No retorna la belleza jamás cuando ha sido memoria
y la señal de su destino…”


José Infante


“No todo fue negrura, oscuridad y olvido.
La luz también ocupaba su sitio…”


José Infante





“… ¿Nos esperan allí
las personas que quisimos?…”


José Infante




“…Siempre la música, como la voz de Dios,
que sólo a veces llega.”


José Infante




“¿Son sombras o recuerdos?
¿Son momentos fugaces o la forma

que tiene el tiempo de salvarse?…”


José Infante




“…Tan pronto la flor del azahar
y cómo duele!…”


José Infante