Ayer noche, desde la rama de ciprés, el ruiseñor cantaba,
En antiguos tonos persas, la lección de las estaciones espirituales.

Hafez o Hafiz o Hafez Shirazí

"Como Hafiz en el laberinto circular del amor,
 mis pies, al fin, han encontrado su dirección.
 No preguntes dónde."

Hafez-e Shirazí
fue originalmente Mohammed Shamsuddin


Con frecuencia, un verso precioso
alivia un corazón apesadumbrado.

Hafis-e Shirazí, o simplemente Hafis, nacido como Mohammed Shams od-Din, su sobrenombre literario de Hafez


"Cuando Tamerlán invadió Shiraz mandó llamar a Hafez y le preguntó: «¿Eres tú el que por un lunar en el labio de un turco darías mis mejores ciudades, Samarkanda y Bujara?» El poeta replicó: «Sí». «¡Cómo!», exclamó el mongol irritado, «he conquistado medio mundo, saqueado ciudades, devastado reinos, construido magníficas ciudades para guardar mis trofeos, y ¡todo esto no es nada para un pequeño persa como tú! ¿Por el lunar de un turco darías mis dos ciudades más bellas?» «Señor», repuso Hafez, «debido a esta generosidad, me hallo hoy ante vos como un pobre mendigo.» Tamerlán sonrió y ofreció a Hafez la vestidura de poeta laureado."

Hafez Shirazí


De nuevo los tiempos están fuera del alcance; y de nuevo
por el vino y la lánguida mirada del amado desfallezco.

Hafez Shirazí



El canto de Venus

Ve, céfiro, y di a aquella esbelta gacela
que a la montaña y al desierto nos ha guiado.

¡Larga sea tu vida, vendedor de dulces!
¿Por qué olvidaste aquel loro golmago?

¿Debido a tu belleza altiva, oh rosa,
no preguntaste por el ruiseñor enamorado?

Con humor ufano, a los gnósticos se atrae,
al ave sabia, ni con trampa ni con grano.

Cuando te sientes a beber con el que amas,
recuerda a los que intentan brindar con él en vano.

¿Por qué en su cumbre, los de cara de luna
 y negros ojos parecen ignorarnos?

Tu rostro hermoso carece de defectos,
mas de lunar de amor y de fidelidad no veo trazo.

Dice Hafez: en el cielo no es de maravillar
que el canto de Venus a Jesús haga bailar. 

Hafez-e Shirazí



El mar de la aniquilación

 ¿Qué sale del taller de la existencia toda? Poca cosa.
Acerca el vino, que los bienes del mundo son poca cosa.

Unos cinco días tendrás de plazo en esta etapa.
Con gozo tranquilízate, que el tiempo es poca cosa.

Alma y corazón por el honor existen de hablar con el Amado.
El propósito es éste, o alma y corazón son poca cosa.

No aspires a la sombra del árbol Tuba ni del Loto,
ágil ciprés, presta atención, verás que es poca cosa.

La fortuna es aquella que sin exceso de dolor se alcanza.
Con esfuerzo y trabajo, el jardín del Edén es poca cosa.

A la orilla del mar de la aniquilación estamos, oh copera,
apura ya, que del labio a la boca es poca cosa.

Sé cauto, asceta, no te fíes del juego del orgullo:
la senda del cenobio a la taberna de los magos es poca cosa.

Quemado, dolido y débil, mi sufrimiento, al parecer,
no requiere palabras ni explicaciones tantas, que es poca cosa.

El nombre de Hafez es cifra de la buena fama,
mas, para el rend, la cifra entre ganancia y pérdida es poca cosa. 

Hafez-e Shirazí

El secreto culto

¡Huye de mí el corazón! ¡Dueños de los corazones, os conjuro!
¡Qué sufrimiento: se hará visible el secreto oculto!

Navegantes somos, ¡oh, viento favorable
haz que veamos de nuevo el rostro conocido!, ¡levántate!

En la rueda giratoria sólo hay diez días de fábula y hechizo,
con bondades para los amigos, apúralos, amigo.

¡Oh señor de la grandeza, de tu salud haz donativo
y recuerda algún día a este derviche mísero!

La paz entre los dos mundos, en dos palabras se ha resumido:
con los amigos ser caballeroso, contemporizar con los enemigos.

¡Mira!, el espejo de Alejandro es la copa de vino
que pone a tu alcance el territorio de Darío.

No te rebeles, que, debido a sus celos tal vela arde el Amado,
aquel en cuya palma se torna cera el basalto.

En el círculo de la flor divina, anoche, el ruiseñor canto bien.
Los que estáis ebrios, despaertáos, saciad el ansia con vino del amanecer.

Aquel sabor amargo que el sufí nombró madre de las maldades,
para nosotros, más que el beso de doncella, es dulce y agradable.

Entrégate al placer y a la ebriedad en tiempos de pobreza,
que al mendigo comvierté en Coré7 esta alquimia de existencia.

Esas bellezas de lengua persa fuentes son de la vida.
Oh escanciadora, a los persas ancianos, dales albricias.

Donde reinan los de buena fama, pasar no nos dejaron.
Si no te gusta, modifica el sino predestinado.

No por su voluntad vistió Hafez un manto manchado de vino.
¡Oh maestro sin mácula, en esto sé benigno! 

Hafez-e Shirazí



“Esto dijo al alba el ave a la rosa recién despertada:
– Sé amable, pues muchas como tú florecen en esta explanada…”

Hafez-e Shirazí
fue originalmente Mohammed Shamsuddin 


Hay una tierra

Vuelve al jardín la fortuna de tiempos de juventud,
el ruiseñor de dulce voz recibe de la rosa la buena nueva.

Oh céfiro, por mí saluda a las plantas de olor, al ciprés
y la rosa, si llegas a las púberes hierbas de la pradera.

Si entonces aparece el joven mago, vendedor de vino,
trocaré mis pestañas en escoba del umbral de la taberna.

¡Oh, tú, que de ámbar puro en tu cara de luna pintas un mazo,
no siembres de inquietud mi desorientación y pena!

Temo que aquellos que se ríen de los que beben posos
pierdan la fe en la labor de las tabernas.

Sé compañero de los hombres de Dios, que en el arca de Noé
hay una tierra que un diluvio ni una gota de agua considera.

Sal de la casa giratoria y pan no pidas,
que esta tacaña mata al final al que invitado era.

No sabrás ni un detalle de los misterios de la existencia,
mientras no estés desorientado en el círculo de la existencia.

¿Es necesario llevar hasta el cielo el palacio?
Para todos, el lecho es al final un puñado de tierra.

Oh luna de Canán, el trono de Egipto ya posees,
hora es de despedirse de la cárcel y salir de ella.

No sé qué intenciones escondes en la punta del bucle
que tu pelo agitado a almizcle perfumea.

Oh Hafez, bebe vino, sé alegre, entrégate a la bohemia,
mas el Corán en trampa de hipócritas no conviertas. 

Hafez-e Shirazí



"... la celda de la tristeza se convertirá un día en un jardín cercado lleno de rosas."

Hafez de Shiraz
fue originalmente Mohammed Shamsuddin 


La clave del tiempo

Si aquel turco de Shiraz mi corazón deleitara,
por su lunar hindú le daría Bujara y Samarcanda.

Sírveme vino, escanciadora, que en el paraíso no hallarás
las riberas del Roknabad ni el jardín de Mosalá.

Estos gitanos alegres, dulces agitadores de la ciudad,
como los turcos los banquetes, saquearon mi corazón de paz.

Para nuestro pulcro amado no es un amor tan imperfecto:
agua, color, lunar, retoques, ¿para qué los quiere el rostro bello?

Yo, por la hermosura creciente de José, sabía
que amor del velo de inocencia a Zulaika privaría.

Insúltame y maldíceme a placer, que por ti rezo.
¿Merece respuesta amarga el labio granate y bello?

Deja la clave del tiempo, e indaga y habla de vino y juglaría:
nadie, merced a la ciencia, desveló ni desvelará este enigma.

Escucha, alma mía, esta advertencia: más que por el alma,
los jóvenes dichosos por el consejo del sabio anciano claman.

Puliste la perla del poema, Hafez, alegre ven y canta,
que el firmamento, en tus versos, el sartal de las Pléyades desgrana. 

Hafez-e Shirazí


"La luna es de lo más feliz cuando está llena."

Hafez


Mi desmedida ambición 

Decirte cómo está el corazón es mi deseo.
Recibir noticias del corazón es mi deseo. 

Mira mi desmedida ambición: descubierta la historia,
ocultarla a mis rivales es mi deseo. 

En la noche de Gadr, tan noble y tan amada,
dormir contigo hasta el alba es mi deseo. 

¡Oh, qué perla tan fina!,
en la noche oscura, pulirla es mi deseo. 

Eh, viento de Saba, esta noche ayúdame,
que al alba llenarme de asombro es mi deseo. 

Borrar con las pestañas el polvo del camino,
por mi honor, es mi deseo. 

A pesar de tanta estulticia, como Hafez
entonar versos de ebriedad, es mi deseo.

Hafez Shirazí


No preguntes

"¡Oh, amor, cómo he sentido tu sufrimiento!
No me preguntes cómo.
¡Oh ausencia, cómo bebí tu veneno!
No me preguntes cómo.

Buscando, por el mundo he vagado,
Y, ¿por quién, al fin, he optado?
No preguntes quién.

Para: ver de su umbral el polvo
¡Cómo lloraba mi anhelante ojo!
No preguntes cómo.

¿Por qué, amigos, mordéis los labios disgustados?
¿Sabéis qué labios de rubí he alcanzado?
No preguntéis cuándo.

Anoche, en estos mismos oídos
Tales palabras su boca ha vertido.
No preguntéis cuáles.

Como Hafiz en el laberinto circular del amor,
Mis pies, al fin, han encontrado su dirección.
No preguntes dónde."

Hafez de Shiraz
fue originalmente Mohammed Shamsuddin 
De "El despertar del amor"
Editorial Sufi 2ª Edición 2003
Versión de Carmen Liaño




No te aflijas


"No te aflijas: la belleza volverá a regocijarte con su gracia;
la celda de la tristeza se convertirá un día

en un jardín cercado lleno de rosas.
No te aflijas, corazón doliente: tu mal, en bien se trocará;
no te detengas en lo que te perturba:
ese espíritu trastornado conocerá de nuevo la paz.
No te aflijas: una vez más la vida reinará en el jardín en que suspiras
y verás muy pronto, ¡oh, canto de la noche!,
una cortina de rosas sobre tu frente.
No te aflijas si no comprendes el misterio de la vida.
¡Tanta alegría se oculta tras del velo!
No te aflijas si, por algunos instantes, las esferas estrelladas
no giran según tus deseos, pues la rueda del tiempo
no siempre da vueltas en el mismo sentido.
No te aflijas si, por amor del santuario, penetras en el desierto
y las espinas te hieren.
No te aflijas, alma mía, si el torrente de los días
convierte en ruinas tu morada mortal, pues tienes el amor
para salvarte de ese diluvio.
No te aflijas si el viaje es amargo y la meta invisible.
No hay camino que no conduzca a una meta.
No te aflijas, Hafiz, en el rincón humilde en que te crees pobre
y en el abandono de las noches oscuras,
pues te quedan aún tu canción y tu amor."

Hafez de Shiraz
fue originalmente Mohammed Shamsuddin 



"No te sorprendas de las vueltas y giros de la fortuna: esa rueda ha hilado mil hilos antes."

Hafez


¿Qué se hizo?
 

No hallo en nadie apoyo alguno, ¿qué fue de los amigos?
¿Cuándo acabó la amistad?, de los amigos, ¿qué se hizo? 

Se enturbió el agua de vida, ¿dónde está Jezr de pie bendito?
La rosa se ha desangrado, del viento de primavera, ¿qué se hizo? 

Más de mil rosas florecieron y no se ha oído un solo trino.
¿Qué fue de los ruiseñores?, de los pájaros, ¿qué se hizo? 

Venus no toca su instrumento, ¿es que el laúd en fuego ha ardido?
Nadie desea embriagarse. De aquellos ebrios, ¿qué se hizo? 

De la mina de los caballeros, hace mucho ni un granate ha salido.
¿Adonde fue la irradiación del sol?, del intento del viento y de la lluvia, ¿qué se hizo?

Del derecho de amistad no habla nadie, ¿qué se hizo del amigo?
¿Qué fue de los que respetan el derecho?, ¿qué fue de los amigos? 

Tierra de enamorados ésta fue, y fue ciudad de los amigos.
¿Cuándo acabó el amor?, de los reyes de amor, ¿qué se hizo? 

La bola de la virtud y el éxito han lanzado al centro mismo.
Al campo nadie sale, de los jinetes, ¿qué se hizo? 

Calla, Hafez, nadie conoce los misterios divinos.
¿A quién preguntas?, del giro de los tiempos, ¿qué se hizo?

Hafez Shirazí



¡Que siga la copa!

¡Oh escanciadora, haz que la copa siga la rueda y llegue a mis manos!
que el amor pareció primero fácil, después se presentó lleno de obstáculos.

El perfume que el viento de Saba liberar quiere de aquel bucle,
la onda almizclada de su lazo, ¡qué hervor en el corazón infunde!

 La noche oscura y el miedo de la ola y el remolino pavoroso...
¿Cómo saben los ligeros de carga de la costa nuestra suerte y modo?

Do mora el Alma1 de las almas, no es seguro para mí el recreo,
en tanto, sin cesar, la campanilla clama: preparad las literas del camello.

Si el mago anciano lo aconseja, la alfombra de oración tiñe con vino,
que el que sigue la vía no ignora las costumbres de las etapas ni el camino.

Por egoísmo, toda mi obra alcanzó mala fama en el extremo último.
¿Cuándo el secreto que convoca tertulias, puede quedar oculto?

Si una presencia ansias, Hafez, no ausentes tu persona:
cuando la vista alcances del que anhelas, el mundo deja y abandona. 

Hafez de Shiraz



Recuerdos

"Qué cosa más amable para el corazón que el recuerdo de palabras de amor? 
Bajo el domo redondo de este cuarto aun creo oír sus ecos, pero el vino de rubíes 
que he bebido no es sino un agua amarga.
Absuelve a mi corazón, que desde siempre y para siempre está embriagado de tu belleza.
El narciso se muere envidiando tus ojos. No ha sabido encontrar la magia de tu mirada 
y sus pétalos están mustios. 
El pintor quedó tan maravillado de tu belleza, que en todas partes, en puertas y paredes, 
dejó su recuerdo. 
El corazón de Hafiz vino un día a jugar con tus trenzas. Mas cuando quiso irse sintió 
que estaba en ellas ya para siempre preso."

Hafez de Shiraz
fue originalmente Mohammed Shamsuddin 
De "Los Gazales de Hafiz"
Colección Visor de Poesía 1981
Versión de Enrique Fernández Latour


"Soy el agujero de la flauta por la cual se desliza el aliento de Cristo. Oíd su música."

Hafez de Shiraz