A nuestros muertos vivos por la lucha en México

Inscrita de rojo la protesta se alza
Ante dioses del Mundo, ante sus miradas;
sobre el muro aciago, las manos sin cuerpo
proclaman “Uparsin” y teas ardientes
encienden el verbo: “Tomemos la tierra,
abramos las celdas, libres sean los hombres”
Que palabras vivas enardezcan voces
de muertos vivientes,
sobre el muro escritas en rojo candente.

¡Oh dioses del Mundo! Bocas acallaron,
haciéndolas polvo, sus armas hablaron.
Mas los muertos vivos
de pecho dormido en blanco sudario,
logran replicar al tambor batiente,
y así despertar sus lenguas inertes
y hacerlas clamar: “esa herrumbre arcaica
Hay que aniquilar”
Al leer “Resurrexit” con la voz del Muerto
Sobre el muro inscrita en un rojo ardiente.

Pórtala muy lejos, Oh flama rugiente
Alta hasta los cielos, que todos la vean.
Esclavos del mundo, es la causa nuestra
tres en una sola:
El oprobio eterno,
La lucha con nombre,
Libertad del hombre.
Braman nuestros muertos, quemantes sus voces,
grabando en el muro,
“A exorcizar la tierra”
En rojo sangre puro.

Voltairine de Cleyre


El huracán

“Somos las aves de la tormenta que se avecina” 
(August Spies)

La marea está baja, el viento sopla frente a la costa;
Desnuda se quema la blanca arena en el ardiente sol;
El mar se lamenta, pero es genial su baja voz.

Amargos tus problemas, oh pueblo,
Y la carga
¡Difícil de ser cargada!
Con cansancio crece, oh pueblo,
Todo el dolor
¡De tu perforado corazón, herido y roto!
Pero aun no es tu tiempo,
Y bajo tu gemido,
¡Desierto tus arenas!
Aun tu aliento no es cálido;
Flota sobre manos levantadas.

La marea ha vuelto;  la veleta se desvía lentamente todo el año;
Lentas nubes se están barriendo sobre la cegadora luz;
Blancas crestas se rizan sobre el mar – su voz crece profunda.

Furioso tu corazón, ¡Oh gente!
Y está sangrando
¡Fuego-inclinado con creciente odio!
Porción de tus entrelazadas manos, oh pueblo,
Para el rezo
¡No se calentó la desconsolada!
Dios no escuchó tu lamento:
Ahora se está hinchando
A un gran ahogado llanto;
Una oscura nube de viento, un gemido,
Ahora virando hacia atrás
¡Desde ese sordo cielo!

La marea fluye,  el viento ruge desde lo profundo;
Las pilas de arremolinada arena blanca con las olas de blanca espuma;
Tronando el mar pasa por encima de su pared de concha crujiente.

Fuerte es tu rabia, ¡Oh pueblo!
En su furia
¡Lanzando abajo tus tiranos!
Tu poderosa ola, oh pueblo.
Rápidamente,
Ahora ese tu odio está creciendo:
Al fin tu tiempo ha llegado;
Tu acumulada angustia,
¡Donde te desnudas!
No estarás más sin voz.
Dios sujetado y de rodillas.
Tú respondes tu propia plegaria.

Voltairine de Cleyre


Escrito -en–Rojo
A nuestro muerto viviente en la lucha de México

Escrita en rojo su protesta está,
Para que los dioses del mundo vean;
En la pared de la condena sus incorpóreas manos
Han escudado “Upharsin” y marcas de quemados
Ilumina el mensaje “¡Aprovecha las tierras!
¡Abre las prisiones y deja a los hombres  en libertad!”
Estallan en llamas las vívidas palabras de la muerte
Escritas – en – rojo.

¡Dioses del mundo! ¡Sus bocas son silentes!
Sus armas han hablado y son polvo.
Pero la envuelta vida, cuyos corazones se adormecen,
Sintieron el compás de un tambor despierto
Dentro de ellos- sonando- la lengua de los muertos
Llamado: “¡Destruye la antigua herrumbre!”
Has visto “Resurrexit”,  las palabras de los muertos,
Escritas –en–rojo.

¡Mantente en lo alto, oh rugiente llama!
Hacia el cielo en lo alto, donde todos puedan ver
¡Esclavos del mundo! Nuestra causa es la misma;
Una es la vergüenza inmemorial;
Otra la lucha, y en una palabra –
Humanidad – Peleamos para a los hombres liberar.
“¡Quita la maldición de la tierra para nosotros!” quema las palabras de los muertos
Escritas –en–rojo

Voltairine de Cleyre



"Hay varias escuelas económicas entre los anarquistas: están los anarquistas individualistas, los mutualistas, los comunistas y los socialistas. En otros tiempos estas escuelas se han peleado agriamente entre sí y han rechazado mutuamente reconocerse como anarquistas. Una idea mucho más razonable es que pueden experimentarse todas estas concepciones económicas y que no hay nada no anarquista en ninguna de ellas si no aparece un elemento de compulsión que obligue a personas que no quieran permanecer voluntariamente a una comunidad con cuyos planteamientos económicos no estén de acuerdo."

Voltairine de Cleyre



La luz sobre Waldheim

¡Luz sobre Waldheim! La tierra es gris;
Un viento amargo conduce desde el norte;
La piedra es fría, y dice con helados susurros;
“¿Qué hacéis aquí con la muerte?  ¡Salid! ¡Salid!”

Es esta tu palabra, oh madre, con severos ojos,
¿Coronando a tu muerto con la piedra de delicada caricia?
No podemos llorar sobre él estas martirizadas mentiras,
Asesinado en nuestro nombre, ¿Para qué nos amó tanto?

¿Podremos no detenernos  hasta que el día esté pleno?
No, nadie se excita en este punzante amanecer –
Nadie salvo los pobres miserables que no se quejan ante
Dios:
¿Para qué es esto, oh tu daga desenvainada?

¡Salid, salid! No te quedes a llorar por estos,
Hasta que, debilitados con tu llanto, como la nieve
¡Vosotros os derritáis, disolviéndoos en una cobarde paz!
¡Luz sobre Waldheim! ¡Hermano, dejemos este lugar!

Voltairine de Cleyre




Ut Sementem Feceris, Ita Metes
(Al zar, sobre una prisionera política que fue azotada hasta la muerte en Siberia)

Cuántas gotas deben reunir los cielos
Antes que el aguacero venga, puede que no sepamos;
 Qué tan calientes los incendios enfermos  bajo los infiernos deben brillar
Antes de que aumente la lava del volcán,
¡Nadie puede decirlo, pero todos saben la hora, es seguro!
Quién sueña la venganza sólo debe resistir
Él no puede decir cuántos golpes deben caer,
Cuántas vidas sobre la rueda se van a romper,
Cuántos cadáveres se endurecen bajo el manto mortuorio,
Cuántos mártires  fijan el sello color rojo sangre;
¡Pero cierto es, ha llegado el tiempo de la cosecha de odio!
Y cuándo débiles lamentos por un mundo indignado
Resuenen, ante un trono que retrocede cayendo,
¡Quién escuchará del destino enmudecimientos!

Voltairine de Cleyre



Vida o muerte

Un alma, a la mitad de la Puerta, dijo a la Vida:
“¿Qué me ofreces?” Y la vida contestó:
"Dolor, la lucha incesante, decepción, después de estos
Oscuridad y silencio”. El alma dijo a la Muerte:
“¿Qué me ofreces? Y la muerte contestó:
“En el comienzo, lo que la Vida te da al final.”
Volviéndose hacia la Vida: “¿Y si yo vivo y lucho?”
“Otros habrán de vivir y luchar después de ti
Contando que es más fácil donde tú has de ir.
“¿Y por sus luchas?” “Un lugar más sencillo será
Para otros, aun a la altura del dolor más agudo
De agonía conquistada” “¿Y que tengo yo
Que ver con todos estos otros? ¿Quiénes son?
“¡Tú mismo!” “Y todos los que fuiste antes”, “¡Tú mismo!”
“La oscuridad y el silencio, también, ¿Tienen fin?”
“Terminan en luz y sonido; paz termina en dolor,
La Muerte termina en mí y debes deslizarte del Yo
Para  el Yo como luz a sombra y sombra a luz otra vez
¡Escoge!” El alma suspirando contestó: “Voy a vivir”

Voltairine de Cleyre