"(...) Baso estaba en la misma montaña sin hacer nada más que zazen día y noche. Un día el maestro Nangaku preguntó a Baso: "Señor, ¿qué hace usted aquí?" "Hago zazen", respondió Baso. "¿Qué espera conseguir haciendo zazen?", preguntó Nangaku. "Sólo intento ser un Buda", le contestó Baso. Al oír esto Nangaku agarró un ladrillo y empezó a pulirlo. Baso se sorprendió y le preguntó: "¿Por qué pules ese ladrillo?" Nangaku respondió: "Estoy intentando pulir este ladrillo hasta dejarlo como un espejo." Y Baso volvió a preguntarle: "¿Cómo puedes pulir un ladrillo hasta dejarlo como un espejo?" Nangaku le respondió: "¿Cómo puedes sentarte hasta ser un Buda?"."

Zenkei Shibayama