"A media soledad, buscar es un trabajo de tres turnos."

Xavier Velasco


"A veces lo que importa no es de qué nos reímos sino para qué."

Xavier Velasco



"Amar es soñar con mares en mitad de un largo insomnio."

Xavier Velasco




"Aquí me tienes, pero no habrán de ser mis ojos quienes te lo confirmen."

Xavier Velasco




"Asómate a mi nostalgia y cuéntame lo que ves."

Xavier Velasco



"Basta con que aparezcan sobre el escenario y dejen escapar los primeros balbuceos para que su público, cautivo como un príncipe convertido en sapo, meta reversa en el tiempo y se deje ir hacia un panorama distinto y sin duda preferible, para entonces pensarse de nuevo libre de elegir, como en esos florecientes años en los que todo el destino parecía latir en las propias manos."

Xavier Velasco



"Buscas a los malos y ya sabes dónde hallarlos."

Xavier Velasco





"Con estas mujeres se firman pactos similares al establecido entre novelista y lector: lo de menos es la verdad de las palabras, lo auténtico, lo turbador, lo genuino es el secreto fuego que las detona."

Xavier Velasco



"Cuando estás entre monstruos necesitas de un ángel."

Xavier Velasco




"¿De verdad quieres que yo sea tu problema? ¿No te parezco demasiado gorda para problema, y aparte demasiado flaca para solución?"

Xavier Velasco



"El amor es lo más parecido a las mentiras. Justifica u opaca a la razón, por derecho o torcido que parezca, no requiere de justificaciones, se reproduce a la menor provocación y exige todo el crédito del mundo."

Xavier Velasco






"El ánimo de cambiar lo que tienes por lo que recuerdas."

Xavier Velasco







"El problema es que siempre ando queriendo cosas que no van, tengo una colección de deseos contradictorios. Y encima urgentes todos."

Xavier Velasco





"El romántico es romántico porque se enamora de quien no debe, donde no debe y, si es posible, cuando no puede."

Xavier Velasco







"El verdadero triunfo de nuestros enemigos consiste en instalarse en nuestro pensamiento. Les cedemos terreno para que allí construyan su consulado. En lugar de olvidarlos, que es la única forma de vencerlos."

Xavier Velasco





"En un mundo que tiende a uniformarse, lo único realmente in es permanecer out."

Xavier Velasco





"Envidiar: ese vicio pequeño de la gente pequeña."

Xavier Velasco





"Estarás con quien quieras y, si quieres, con nadie. Pero no esperes que la soledad te dure."

Xavier Velasco






"Hay una flaca frontera entre lo demasiado bueno y lo demasiado malo, y es fácil de cruzar para quien recién teme haber sido muy bueno."

Xavier Velasco





"La diestra acariciando a la siniestra, para contemplar juntos, en la orilla más alta de la vida, el precipicio hermoso de la muerte."

Xavier Velasco







"La película es tuya, la música también. Tú eres la estrella."

Xavier Velasco




"La ventaja de estar enamorado es que tiene uno muy poquito tiempo para atender al resto de los problemas."

Xavier Velasco





"Llorar es hacer algo, aunque ese algo no sirva más que para quitarnos la sensación insoportable de no hacer nada."

Xavier Velasco








"Los senos son como el dinero, ninguno acepta que los necesita pero ninguno deja de pensar en ellos. Un mujer con el escote en su lugar tiene todas las armas para mover el mundo."

Xavier Velasco



"¿Me imaginas manejando una camioneta vieja por la Quinta? Y qué querías que hiciera, si me encontré al dominicano bien dormido en el volante. Cómo sería la histeria que pensé en aventarlo en la banqueta y largarme solita con mis cosas. Pero también: tenía que pararle. No podía seguir haciendo esas mamadas. O sea que move your tropical ass, guajirito: a gritos y empujones lo moví hasta el asiento de junto, le quité las llaves y como pude me fui manejando. Claro que manejaba horriblemente, con trabajos había agarrado un par de coches en México, más los pocos que me dejaron manejar algunos mariditos motorizados. El caso es que me fui por la 92, di no sé cuántas vueltas y fui a salir a Central Park West. Me paré, conté el dinero y me bajó un poquito el entusiasmo: mil ochocientos, más un cheque de mil que no podía cobrar. De cualquier forma, yo quería celebrar. Por eso salgo en la postal con esa sonrisota de niña en su cumpleaños, preguntándome cuánto me va a dar Marcus por el Rolex, cuánto voy a pagar por llegar a la frontera, cómo le voy a hacer para comprar los boletos. Y hasta estoy calculando si ya con el Rolex vendido me alcanzaría para ir a conocer Disneylandia. No me va a alcanzar, claro. Voy a irme de New York y de Estados Unidos sin haber ni pisado un parque de diversiones. Ni el Astroworld, ni Coney Island, ni un carajo. Nefastófeles tenía razón: yo era una tramposita callejera. De esas que no son ni turistas ni locales. Te digo: población flotante, aunque sea sobre una cama de agua. Claro que lo de callejera no era cierto. Trabajaba en los lobbies, no en la calle. Cuando se lo reclamé, según yo muy indignada, lo único que conseguí fue que se carcajeara y me colgara un apodo espantoso. No vayas a ponerlo en la novela: El Lobby Feroz. Ahora estoy menos segura de que sonara en realidad tan mal, pero cuando me lo decía Nefastófeles se oía como pedo propio en casa ajena. ¿Creerás que todavía me pongo roja nomás de repetirlo? Y también eso vengo pensando en la camioneta: Adiós, Lobby Feroz. Son cerca de las cinco y media en el Rolex de Henry, aunque tal vez lo que tú quieres saber es si en esta postal estás viendo la cara de una asesina. Cuando ya me sentía tranquila para volver a manejar la camioneta, por ahí de las cinco, dije: Pinche Violetta, tienes que alivianarte. Estaba registrando de nuevo la cartera, y en eso que me encuentro una tarjeta de Henry. Me acuerdo que marqué su número diciendo: Diosito, por favor, que no esté muerto. Y si, tenía voz de muerto, pero igual contestó el teléfono. Le colgué, aliviadísima. Ratera de éxito y matona fracasada: era más, muchísimo más de lo que yo podía pedirle a la vida. Necesitaba llegar a México con mil dólares mínimo, pero si había escasez me quedaba el reloj. ¿Nunca has sentido la emoción de no saber ni cuánto vale lo que te robaste?
Quiero que te imagines mi cara de contenta en New York antes de que amanezca. Porque luego tendrías que dibujarme en tu cabeza con la paranoia: me van a agarrar me van a agarrar me van a agarrar me van a agarrar. ¿Cuánto iban a tardar Nefastófeles y el borracho de su amigo en llamarse y ponerse a buscarme? Aunque no me encontraran, nada más de pensar que me buscaban me ponía a temblar. Paré la camioneta, desperté a mi amiguito y le pedí que me llevara sana y salva a un aeropuerto, que no fuera La Guardia ni el JFK. Qué tal que el pinche boliviano elegante me había denunciado, o no sé, las arañas, las tarántulas: estaba que me hacía pipí del miedo. A las ocho llegamos al de Newark, y a las nueve ya habíamos mandado la tele, la VCR y otras cosas a México. A mi casa. Porque bueno, por mucho que me detestaran mis papás, tenía que empezar a aligerarles el berrinche. Yo sabía que a mí podían botarme, pero nunca a los regalitos."

Xavier Velasco
Diablo guardián





"Necesitaba un cómplice, y eso es lo que eres tú. Un aliado en mi vida. Me salvaste, me protegiste, me ayudaste, me liberaste cuando menos sabía de qué santo colgarme."

Xavier Velasco







"No hemos visto nada, le digo a mi amigo F. , cuya atención se ha desviado hacia la pista donde se comprueba que los tipos duros sí bailan, y que a menudo lo hacen con otro tipo duro por pareja."

Xavier Velasco





"No olvidemos que el amor, como las muelas, siempre duele más de noche."

Xavier Velasco


"No soy un vendedor, ni un negociante: vivo modestamente pero a plenitud. Por ello no me duele, ni me afrenta, ni me abochorna referirles el caso de un hombre que volvió de entre las sombras, que conoce el dolor y la tribulación, el miedo y la zozobra, la miseria y el extravío vital. Sí, señores, les habla un perdulario arrepentido, un cordero que en mala hora se extravió, un ser humano débil como tantos que pretendió seguir el camino más fácil y terminó rodando por el fango. Mi vida, amigos míos, era un despeñadero sin principio ni fin: los vicios, los excesos, las pasiones procaces y el diario desenfreno me arrastraban pendiente abajo hacia la nada. Sucedió así que al paso de los meses fui perdiéndolo todo: el trabajo, las amistades, el respeto, el apego, el amor de mis seres queridos. No exagero al confiarles que jamás antes vi un rostro tan envilecido como el mío. Sí, señor, sí, señora, un servidor cayó hasta lo más hondo, y ya se hallaba próximo a renegar del don de la existencia cuando llegó la luz a su camino. Yo se los digo ahora, amigos míos: ustedes nunca olvidarán la mañana de su primer encuentro con La Maja Barata.
¿Quién no quisiera un día poder trazar la línea que separa el pasado del futuro y decir: A partir de mañana seré un hombre completamente nuevo? Un mejor padre, una ejecutiva exitosa, un alumno superior, una más eficiente secretaria... Díganme, por favor, damas y caballeros, quién de ustedes no sueña con volver a empezar. En el amor, en la amistad, en lo moral, en lo profesional, díganme quién no quiere una segunda oportunidad, quién no toma la mano que ahora les ofrezco. Porque las criaturas del Señor cometemos errores, pero es por Su misericordia que podemos, en escasas pero preciosas ocasiones, enmendar el camino y enfilar por la senda del crecimiento mental, espiritual, afectivo, profesional. ¿No es verdad, joven estudiante, que usted a diario se propone ser un alumno excelente, un hijo agradecido, un novio fiel, un solidario amigo? Ustedes, señoritas, no me digan que desconocen la contrición, el desencanto, el agrio sentimiento de derrota que nos embarga cada vez que rompemos un buen propósito. No entendemos entonces que nos hemos perdido, que nuestro mismo miedo nos oculta cosas esenciales, y en tal estado anímico y espiritual no es posible cumplir satisfactoriamente con propósito alguno."

Xavier Velasco
El materialismo histérico


"Nostalgia: Esa ensoñada ineptitud para resistirse al gancho de una vida que se nos ha ido quién sabe cuándo, quién sabe cómo y quién sabe a dónde."

Xavier Velasco




"Nunca digas nunca, y mucho menos siempre."

Xavier Velasco




"Mucho queda por vivir y poco por demostrar."

Xavier Velasco



"Nos habíamos inventado el uno al otro."

Xavier Velasco




"Padece usted de especulación precoz..."

Xavier Velasco




"¿Por qué la gente cree que llorando y quejándose de lo triste que es su vida va a merecerse cualquier cosa mejor?"

Xavier Velasco






"Qué más da si la herida se me pudre, me conformo con que ya no me duela."

Xavier Velasco






"Qué risa más bonita. Yo quiero una igual."

Xavier Velasco



"Quería eso, pero esperaba más. Sufre uno por aquello que espera, más que por lo que quiere. Aceptamos que los deseos puedan ser imposibles, pero jamás las expectativas, que son como las deudas del destino."

Xavier Velasco




"Quién sabe cómo pasó, pero todo fue pasando."

Xavier Velasco




"Reina es aquella que sabe menospreciar su propia majestad, y aun así jamás deja de asumirla."

Xavier Velasco




"Saber y sentir son cosas diferentes. Cuando sientes no sabes, y cuando crees que sabes ya dejaste de sentir."

Xavier Velasco



"Seguramente la psiquiatría cuenta con herramientas para encontrar y describir el cuadro mental de un niño como que era yo a los seis años, pero uno insiste en explicar las cosas exactamente como sucedieron: se me metió el Demonio y ya."

Xavier Velasco




"Supongo que si metes toda la información en una misma bóveda, los llantos y las risas van aprendiendo a hacerse compañía."

Xavier Velasco




"¿Tanto duele que esté yo bien sin ti?"

Xavier Velasco








"Tiene los ojos del color del árbol que está detrás de ella, solo que muy brillantes. Y más cuando se ríe, que es como si encendiera las luces del mundo."

Xavier Velasco



"¿Tú crees que sea pecado comulgar varias veces en un día? Es un abuso, ya sé, pero igual lo emparejas dando más limosna."

Xavier Velasco






"Una injusticia descarada duele más que un castigo merecido."

Xavier Velasco



"Uno de esos momentos claves de la existencia: cuando el mundo nos brinda la oportunidad de demostrar que somos gente madura, y resulta que nos damos el gustazo de contradecirlo."

Xavier Velasco



"Uno sabe que ha contraído un vicio cuando empieza a tratar de justificarlo."

Xavier Velasco




"Voy a darle la fórmula para el suicidio lento: dedíquese a la cría de rencores."

Xavier Velasco






"Y sube al Cielo por los caminos prohibidos, así sólo sea para volver al Infierno con algunos besos de más sobre la piel del alma."

Xavier Velasco



"Yo no tengo esperanzas, tengo planes."

Xavier Velasco



"Y ese es mi gran problema, paso mucho más tiempo imaginando las cosas que viviéndolas."

Xavier Velasco





"Y yo sigo insistiendo en que las cosas tienen que pasar por algo."

Xavier Velasco



"Ya me había salvado del huracán, podía resistir cualquier tormenta."

Xavier Velasco