Canción

"Cada cuerpo con su deseo
y el mar al frente.
Cada lecho con su naufragio
y los barcos al horizonte.

Estoy cantando la vieja canción
que no tiene palabras.
Cada cuerpo junto a otro cuerpo,
cada espejo temblando en la sombra
y las nubes errantes.

Estoy tocando la antigua guitarra
con que los amantes se duermen.
cada ventana en sus helechos,
cada cuerpo desnudo en su noche
y el mar al fondo, inalcanzable."

Eugenio Montejo



Dura menos un hombre que una vela

Dura menos un hombre que una vela
pero la tierra prefiere su lumbre
para seguir el paso de los astros.
Dura menos que un árbol,
que una piedra,
se anochece ante el viento más leve,
con un soplo se apaga.
Dura menos un pájaro,
que un pez fuera del agua,
casi no tiene tiempo de nacer,
da unas vueltas al sol y se borra
entre las sombras de las horas
hasta que sus huesos en el polvo
se mezclan con el viento,
y sin embargo, cuando parte
siempre deja la tierra más clara.

Eugenio Montejo



Manoa

No vi a Manoa,
no hallé sus torres en el aire,
ningún indicio de sus piedras.
Seguí el cortejo de las sombras ilusorias que dibujan sus mapas,
crucé el río de los tigres y el hervor del silencio en los pantanos,
nada vi parecido a Manoa ni a su leyenda.
Anduve absorto detrás del arco iris
que se curva hacia el sur y no se alcanza,
Manoa no estaba allí, quedaba a leguas de esos mundos,
siempre más lejos.
Yo fatigado de buscarla me detengo
qué me importa el hallazgo de sus torres?
Manoa no fue cantada como Troya, ni cayó en sitio,
ni grabó sus paredes con hexámetros,
Manoa no es un lugar sino un sentimiento,
a veces es como un rostro, un paisaje, una calle,
su sol de pronto resplandece.
Toda mujer que amamos
se vuelve Manoa sin darnos cuenta.
Manoa es la otra luz del horizonte,
quién sueña puede divisarla, va en camino,
pero quién ama ya llegó, ya vive en ella.

Eugenio Montejo