A Dios 

Me dirijo a Ti porque eres el consultor de todos los problemas, el inspirador de todos los planes y el conductor de todos los caminos.

Me dirijo a Ti a ver si puedes darme la seguridad de que soy lo que Tú quieres y como Tú quieres.  Tengo la sensación de que me demoro en el camino que me has trazado, que vivo en desperdicio de actividades y de talentos, que dejo de mano lo que para mí resulta imposible, pero que Tú podrías resolver si sólo lo dejara a Tú cuidado.

Me dirijo a Ti porque eres mi padre y, cuando tengo la  impresión de fallarte, algo en mi interior se desnivela y se desequilibra, algo me dice que vivo cansada, de prisa, de golpe en golpe, de experiencia en experiencia… cuando la vida debe ser un aprendizaje continuo y reposado, un enriquecimiento armonioso de todo nuestro ser.

Me dirijo a Ti, Señor, para que no me dejes caer en la presunción de hacer preguntas. Que respuestas entendible podrías darle a mi  pequeñez, si tu sabiduría supera todas las inteligencias y Tú mente abarca todas las mentes?

Señor, Tú sabes que somos contradictorios y confusos, que vivimos presionados y llenos de vacíos, que no sabemos manejar esa soledad que a veces no es sosiego, sino miedo.  Tú sabes que a veces un granito de Dios basta para hacer del alma luz y de a vida un portento. Pero a veces todo el sol no basta para dar claridad a nuestro camino.  A veces los árboles no dejan ver el bosque y las espinas no dejan ver las roas.  A veces hay que meterse en los recodos del corazón para encontrarte y para ver lo que somos... porque saber lo que somos es el mayor descubrimiento que podemos realizar por dentro.

Recuerda las veces que hemos sentido que el mundo se nos viene encima, y las veces que somos nosotros los que nos creemos dueños del mundo.  Unas veces cantamos con esos versos del alma que haces Tú y esa tonada que ponemos nosotros, y otras veces hay un árido silencio que no deja percibir ni una sola nota.

Señor, que mis oraciones sean como las alas de mi fe.  Que guarde mi inspiración como en un estuche de estrellas y de cielo.  Que conciba el dolor como la fuente de la salvación y la redención.  Cuando en tus designios sea necesario partirme el corazón, hazlo en forma de ala, para echarlo a volar en el espacio que este mas cerca de tu corazón, que es el único refugio.

Ayúdame, porque los golpes a veces derrumban y a veces fortalecen.  Ayúdame, porque el espíritu es a veces indomable y a veces frágil.  Ponte delante de mí, para que vaya detrás de tus pasos.

Hoy me dirijo a Ti porque eres el padre de la criatura que más te necesita y que con mayor amor te busca.

Hoy que tengo abiertas todas rendijas, mándame tu luz, porque entonces la mechita de mi lámpara nunca se apagará.


         Me despido, Señor mandándote lo poquito que soy, pero lo mucho que quisiera ser.



Zenaida Bacardí De Argamasilla
Cartas para una vida


A los que escogieron el amor

¿Escogiste el amor? 

Pues ahí tienes todas las semillas de la vida.  Ahí tienes la siembra de la fe, del dolor, de las lágrimas y de los milagros. 

El momento más luminoso es encontrarlo, el más decisivo es arraigarlo y el de mayor rendimiento, cultivarlo y saber vivirlo todos los días. 

Recuerda que buscar amor no es amarse, y vivirlo a medias es como no haberlo conocido.  Hay que darse por entero. 

¡Cuántas vetas ocultas llevabas sin saberlo!  ¡Cuánto que aprender tu corazón, que volar tu pensamiento, que decir tus palabras y que iluminar tu alma! 

¡Cuántas vetas ignoradas y cuántos manantiales cerrados estallan de pronto inundándote la vida! 

No concibas el amor tan perfecto que te resulte irrealizable… ni tan imperfecto, que te resulte vulgar. 

No cierres la llave a la sinceridad y la confidencia, porque detrás de esa puerta se mudarán el silencio y la incomunicación, y poco a poco te irán despojando de todo lo que tienes. 

Las cosas del amor no son de fuerza, sino de entendimiento; no se imponen, hay que dejar que broten solas.  No lo derroches, pero tampoco lo restrinjas.  No lo reclames, ni lo fuerces, ni lo exijas:  gánatelo, merécetelo y dale cuerpo haciéndolo renacer muchas veces. 

Es mejor la confianza que el encubrimiento, ceder que mentir, comprender que empecinarse, probar que rechazar, convencer que obligar. 

Piensa antes de obrar.  No juzgues con precipitación.  No te exaltes, no te apasiones.  Busca el justo medio, el equilibrio, el aplomo. 

El respeto es esencial:  si fallas, el amor se resquebraja y perece.  Es como haberle dado el golpe de muerte. 

El amor es lo único que alivia el dolor.  Es como un aceite suavizante para lo áspero, lo reseco, lo duro que encierra la vida. 

Cuando se ama, el corazón no es rígido, es ondulante… como si lo movieran la brisa y la condescendencia.  El rencor es tan corto que va derecho por el camino del perdón.  La cicatrización es tan rápida, tan imperceptible, que casi no da tiempo a las disculpas y las explicaciones.  Con esta cadena de perdones se hace el amor. 

Y con ese amor se hace la vida.

Zenaida Bacardí De Argamasilla
Cartas para una vida



"Mujer, de nada te serviría ser una profesional exitosa, una ejecutiva triunfadora y una mujer destacada, si no logras ser mejor señora de tu casa, mejor compañera de tu marido ¡y mejor madre de tus hijos!"

Zenaida Bacardí De Argamasilla



No dejes de sonreír... Porque es muy poco el tiempo que te dan para la "alegría."

Zenaida Bacardí De Argamasilla



"No hagas de tu sueño algo perdido: nunca sabrás lo que vale hasta que lo veas dando frutos en la realidad."

Zenaida Bacardí De Argamasilla


"No le temas a un nuevo renacer: la vida es ancha como el mar. Acéptala con sus mareas, su espuma, sus algas y su luz."



Zenaida Bacardí De Argamasilla



"No midas por años, sino por el arte y la forma que has adoptado para vivirlo."



Zenaida Bacardí De Argamasilla



"No pierdas la felicidad.  No te cierres el mundo, porque Dios siempre deja una luz para alumbrarse y un huequito para reconstruirse."


Zenaida Bacardí de Argamasilla


No preguntes

"Al triste, no le preguntes la historia de su desgracia…

Sino dile que en ti, tiene un amigo.

Al que llora, no le escudriñes el origen de su llanto…
Sino dile que tu tienes un hombro,
un pañuelo, una sonrisa.

Al que anda tambaleante por la vida
no le analices por qué no ha llegado
nunca a ninguna parte…
Mejor dile que tu tienes una luz,….
y un bastón por si llegara a necesitarlos.

Al que anda sin templo, y sin oración
no le preguntes por qué es un descreído…
Mejor enséñale a Dios,
y mételo en el secreto de tu plegaria.

A esos que hacen un caos de su vida
no les preguntes que causa su confusión…
Mejor enséñales el rastro sosegado de la fé,
y el fluir constante de la serenidad.

Al que anda dolido y agotado con su cruz,
no le preguntes por qué le pesa tanto…
Mejor ponlo en posición de que Dios se irradie sobre él…
Y ya poco a poco irá llegando la luz.

Al que se resiste a seguir, y se siente vencido,
……
Mejor dale la mano, y dile:”¡Voy contigo!”

No le preguntes a cada uno su necesidad…

Mejor demuéstrales que siempre hay un sueño…"


Zenaida Bacardí De Argamasilla



"Perdona todas las viejas heridas y cicatriza con resinas de amor."

Zenaida Bacardí De Argamasilla