"A los ojos de un cobarde, la grulla que vuela sobre los arrozales parece un estandarte enemigo y le hace temblar de miedo."

Eiji Yoshikawa


"Aunque le importaban los sentimientos de su madre, Hiyoshi insistía. Recordaba cuánto había deseado aquella espada vieja y mellada a los seis años, y cómo había hecho llorar a su madre. Ahora ésta se resignaba a la idea de que, al crecer, su hijo se convirtiera en aquello que ella había rezado para que no fuese: un samurái."

Eiji Yoshikawa




"Cada provincia se ha replegado en sí misma, cada una refuerza su propio territorio, manteniendo a sus propios guerreros, afilando sus aceros y almacenando armas de fuego. La única manera de sobrevivir hoy es saber quién entre tantos señores de la guerra rivales está tratando de establecer un nuevo orden."

Eiji Yoshikawa


"Como prueba de que eres un samurái, estás sentado con las piernas cruzadas en la esterilla, al estilo de los guerreros, como si aún llevaras armadura."

Eiji Yoshikawa


"Con el misterioso límite entre la vida y la muerte a sus pies, un samurái no podía dejar de pensar en lo que significaba vivir como un guerrero. Todos permanecían en actitud reverente, las manos unidas en una plegaria."

Eiji Yoshikawa


"Cualquier ser humano puede no estar a la altura de sus capacidades habituales cuando actúa movido por la prisa."

Eiji Yoshikawa


"Cuando Hideyoshi, que había parecido cansado del viaje, estuvo en lo alto de la torre, su resuelta figura silueteada contra el cielo nocturno, se sentía más feliz que fatigado. Cuanto más peligrosa era la situación y más profundas sus penalidades, más dichoso se sentía. Era la felicidad resultante de remontar las adversidades y ser capaz de volverse y verlas detrás, algo que había experimentado en mayor o menor grado desde la época de su juventud. Él mismo afirmaba que la mayor felicidad de la vida era permanecer en el difícil límite entre el éxito y el fracaso."

Eiji Yoshikawa


"Digo esto consciente de que nada podrá hacerse con la fuerza de un solo individuo. No, no voy a embellecer mis palabras. He pensado que podría aprovechar esta oportunidad, y he arriesgado mi vida al venir aquí para persuadiros. Si me he equivocado, estoy resuelto a morir, pero no he venido aquí con las manos vacías."

Eiji Yoshikawa


"El hombre que jamás dudó de que podría utilizar cada revés para sus propios fines, que podría persuadir a sus enemigos para que fuesen sus amigos, que incluso era capaz de lograr que el pájaro silencioso deseara cantar una canción elegida por él mismo...Al final tuvo que ceder a una fuerza mayor y a un hombre más paciente, pero dejó un legado cuya brillantez se mantiene todavía como el recuerdo de una edad dorada."

Eiji Yoshikawa


"El pueblo verá esto como la obra de los demonios. Se alegrarán si mostráis un poco de humanidad. Pero sed demasiado severo y jamás os aceptarán..., ni siquiera aunque os motive un gran amor. Si retrocedemos a causa de la opinión popular, seremos totalmente incapaces de actuar. Los héroes de la antigüedad temían a la opinión popular y dejaron que este mal acosara a las generaciones futuras. Pero voy a mostraros cómo extirparlo de una vez por todas. Y si he de hacerlo, debe ser radicalmente."

Eiji Yoshikawa


"El verdadero valor conoce el miedo. Las personas honestas valoran la vida apasionadamente, se aferran a ella como si fuese una joya preciosa, y eligen el momento y el lugar apropiados para entregarla, para morir con dignidad."

Eiji Yoshikawa



"En el pasado, armas y armaduras solían ser abandonadas en el campo después de cada batalla, pero ahora, cuando no se percibía el final de la guerra civil y el país se hundía en la oscuridad y la inestabilidad, las armas se habían convertido en posesiones muy valiosas. Podían encontrarse en la casa de cualquier agricultor, y una espada o una lanza eran, después de los alimentos, los objetos más vendibles por dinero contante."

Eiji Yoshikawa


"En la docena de años de vida que le quedaban, Hideyoshi consolidó su dominio de la nación, acabando para siempre con el poder de los clanes de samuráis. Su mecenazgo de las artes creó una opulencia y una belleza que pasarían a la posteridad como el Renacimiento japonés."

Eiji Yoshikawa


"Es evidente que la gente valora el tiempo libre y la paz mental, pero convertirse en lo que se llama un hombre ocioso no comporta ningún beneficio real, es una vida vacía."

Eiji Yoshikawa


"Éste es el Camino del Samurái. Después de tus logros, debes resignarte a encontrar la paz en el otro mundo."

Eiji Yoshikawa


"Hideyoshi guardó silencio, pero la flor atrajo su mirada. Parecía aliviado por el cambio del tema de conversación. (...) Mientras estoy aquí sentado, percibo realmente la dificultad de vivir con el cuerpo y el pensamiento actuando claramente como un solo ser -confesó Hideyoshi-. El campo de batalla me absorbe y me vuelve brutal. En cambio aquí me siento sereno y feliz."

Eiji Yoshikawa


"Hiyoshi, hijo de una familia humilde, ha jurado no regresar a su hogar hasta haber logrado abrirse camino en la vida. Se despidió de su hermana y su madre diciéndoles que regresaría cuando se hubiera convertido en un gran hombre. Había probado un trabajo tras otro, pero no tenía deseos de hacer de aprendiz para un mercader o un artesano. Deseaba poder servir a un samurái más que a ninguna otra cosa en el mundo."

Eiji Yoshikawa


"Hideyoshi, modesto, sutil y complejo; Ieyasu, sereno, paciente y calculador. Sus filosofías divergentes han sido recordadas durante largo tiempo por los japoneses en unos versos que conocen todos los escolares: ¿Qué hacer si el pájaro no canta? Nobunaga responde: ¡Mátalo! Hideyoshi responde: "Haz que quiera cantar". Ieyasu responde: "Espera"."

Eiji Yoshikawa

"Hideyoshi, que ahora era comandante del castillo de Yokoyama, había pasado el verano en las frías montañas al norte de Omi. Dicen los soldados que, para un luchador, la inactividad es más dura que el campo de batalla. La disciplina no puede descuidarse ni un solo día."

Eiji Yoshikawa


"Hideyoshi sabía que debía trabajar constantemente para mejorarse, para superar sus defectos y aumentar su capacidad de introspección, y había decidido que sus samuráis debían hacer lo mismo."

Eiji Yoshikawa


"Hubo una época en que mi amor por ti estaba en labios de todo el mundo, y ese sentimiento no ha variado en absoluto. Eres la mujer a la que amo."

Eiji Yoshikawa


"Insultar a los demás no sirve de nada. Cada uno de vosotros debe elegir su línea de conducta..., o se rinde al enemigo o muere conmigo. Ambos bandos tienen un deber moral. Nobunaga lucha para reconstruir la nación, yo lo hago en nombre del honor de la clase samurái."

Eiji Yoshikawa


"Los amigos se rodeaban mutuamente los hombros con sus brazos y revelaban cosas de las que ni siquiera hablarían con sus propios hermanos. En tales momentos uno cree que esa persona es el mejor amigo que ha tenido jamás, pero luego ambos intervenís en el mundo real y tenéis un señor o una esposa e hijos. Al mirar atrás y examinar los sentimientos que teníais cuando estabais juntos en el cuartel, descubres que han cambiado mucho. La manera de ver el mundo, los ojos con los que miras a los demás...Has evolucionado, tu amigo no es el mismo y tú tampoco. Los amigos realmente fieles, puros y abnegados son los hombres que conocemos en medio de la adversidad."

Eiji Yoshikawa





"Los auténticos guerreros se proponen vivir una larga vida con sus esposas, hasta que sean ancianos de pelo blanco."

Eiji Yoshikawa


"Los hombres se vendaron las heridas de brazos y piernas. A juzgar por la palidez de sus rostros, era evidente que habían sufrido una gran derrota, pero eso no importaba lo más mínimo a los niños, los cuales, cuando veían sangre, se transformaban ellos mismos en héroes ensangrentados, y al ver el brillo de lanzas y picas se convencían de que el enemigo había sido aniquilado y se sentían llenos de orgullo y excitación."

Eiji Yoshikawa


"No era su parecido con un mono lo que le había llamado la atención. Le dirigió una segunda mirada larga y fija, pero no logró desconcertarle... ¡Eran los ojos del muchacho! Alguien había dicho que los ojos son el espejo del alma."

Eiji Yoshikawa



"No he tenido maestro en el sentido ordinario. Mi padre me enseñó a manejar la porra en mi infancia. Desde entonces, he seleccionado una serie de tácticas de samuráis mayores en diversas provincias. También he pasado algún tiempo viajando por el campo, aprendiendo de las montañas y los ríos, a los que también considero como maestros."

Eiji Yoshikawa


No puedo dejar de pensar que el mundo entero se mueve, lo siento así, y sé que no soy más que una mota minúscula en la inmensidad, una mota controlada por algún poder terrible que ni siquiera veo. Incluso mientras estoy sentada pensando, mi destino es cambiado poco a poco. Mis pensamientos parecen trazar círculos y más círculos.

Eiji Yoshikawa


"No sé quiénes fueron nuestros antepasados antes de la época de tu abuelo, pero estoy seguro de que algunos de ellos fueron grandes hombres, samuráis, seguramente, tal vez sabios. La sangre de tales hombres sigue fluyendo y yo te la he transmitido."

Eiji Yoshikawa


"Para un jefe militar, los servidores samuráis eran tan queridos como sus propios hijos. El vínculo entre señor y servidores, que habían jurado fidelidad absoluta, era tan fuerte como el que existía entre parientes. El día de la batalla, aquéllos serían los hombres que darían sus vidas ante sus mismos ojos. Si no les tenía cariño, o si su afecto y benevolencia no se percibían, no habría valientes soldados que muriesen por él. Así pues, en tiempo de paz a un señor le era muy fácil ser demasiado generoso...En contraste con el día de la batalla."

Eiji Yoshikawa


"(...) Pero no olvidéis que grandes logros más allá de las fuerzas humanas suelen parecer producto de la energía de unos necios."

Eiji Yoshikawa


"Se cree que la cima es el objeto de la escalada. Pero su verdadero objeto, la alegría de vivir, no está en la misma cumbre, sino en las adversidades sufridas durante la escalada. Hay valles, riscos, arroyos, precipicios y resbaladeros, y al caminar por los senderos empinados, el escalador puede pensar en no ir más allá, o incluso en que morir sería mejor que seguir adelante. Pero reanuda su lucha con las dificultades que tiene ante sí, y cuando por fin es capaz de mirar atrás y ver lo que ha superado, descubre que ha experimentado realmente la alegría de vivir en todos los caminos de la vida."

Eiji Yoshikawa


"Sí, la felicidad de tu madre es nuestra felicidad. Creo que eso es natural."

Eiji Yoshikawa


"Si uno descuidaba los preparativos militares, el término de su vida no tardaría en llegar."

Eiji Yoshikawa


"Tenía todas las comodidades del hogar, pero ahora se sentía más solitaria que en cualquier otro momento durante aquellos tres largos días en la desolada colina con sólo Takuan por compañero. Sentada en la mesa baja junto a su ventana, con la barbilla apoyada en las palmas, reflexionaba en sus sentimientos antes de llegar a una conclusión. Tenía la sensación de que aquella experiencia le había permitido ver los entresijos de su corazón. Se dijo que la soledad es como el hambre, que no está fuera sino dentro de uno mismo. Sentirse solitario es sentir que a uno le falta algo, algo vitalmente necesario."

Eiji Yoshikawa


"Un par de hombres lanzaron gritos de guerra, y los dos primos se vieron rodeados por los colmillos de una jauría de lobos, con alabardas, lanzas y espadas por todos los lados. Los gritos de los hombres y el estrépito de las armas al chocar se mezclaban con el rugido del viento, y el lugar se convirtió rápidamente en un horrible torbellino de guerra."

Eiji Yoshikawa


"Un samurái no trabaja sólo para comer, no es un esclavo de la comida. Vive para su vocación, para el deber y el servicio."

Eiji Yoshikawa


"Una guerra no se ganaba el día de la batalla. Cada provincia tenía su propio carácter, y en cada una de ellas se daban las apariencias y la realidad. Incluso una provincia que pareciera superficialmente débil podía tener una fuerza oculta."

Eiji Yoshikawa


"Una mujer tiene una sola vida que vivir y su felicidad depende del hombre con quien se case."

Eiji Yoshikawa


"Vivir sólo merece la pena cuando tenemos dificultades ante nosotros -dijo Hideyoshi-. De lo contrario no hay ningún incentivo. Y nada sería más dulce que devolver la paz a un nuevo dominio que te ha entregado Su Señoría y gobernarlo bien. Allí serás el dueño y podrás hacer lo que quieras."

Eiji Yoshikawa


"Voy a ayudarte porque tu inteligencia es valiosa. Puedes estar seguro de que quienes están resentidos contigo y tienen celos de ti te acusarían de robo con el menor pretexto. Si se perdiera un alfiler, o se pusiera fuera de su lugar una daga o una caja de píldoras, te señalarían con el dedo y dirían: "Ha sido el Mono". Sus malévolas acusaciones serían interminables. Provocas fácilmente el resentimiento de los demás, y eso es algo que tú mismo deberías comprender. (...) Lo entiendo muy bien. Lo he grabado en mi corazón."

Eiji Yoshikawa