"A mí no me gusta la literatura solemne, detesto la solemnidad y la pomposidad en el arte. A mí me gusta que lo que escribo tenga muchas luces y mucha chispa, que sea festivo. El arte es, ante todo, un enigma, pero no un enigma doloroso necesariamente, puede ser un enigma absolutamente gozoso."

Daniel Sada Villarreal


"Al decirte que estoy enamorada de ti, lo que en realidad quiero confesarte es que ya no me gusta esta vida de burdel. Quiero que me lleves contigo."

Daniel Sada Villarreal


"Amor eterno que se recuece. Adherencia y despeje. Cierto era que Renata lo empujaba a una definición sentimental que sin duda valía la pena. Asentamiento. Creencia. Lo puto, pues, bien visto y por el rumbo correcto."

Daniel Sada Villarreal



"Antes de empezar todo esto hay que decir que en Sombrerete sólo había una casa de huéspedes con tres habitaciones pequeñas destinadas a vidas pequeñas. Pequeñas porque allí llegaban –póngase por caso– practicantes de medicina, o agricultores faltos venidos de lugares circunvecinos, o comerciantes que necesitaban ahorrar en cuanto a hospedaje... y tal baratura... Sí, gente que duraba alojada cuando mucho unas dos semanas, lo que era excepcional, pero ocurría y: ¡claro!: funcionaba como hotel aquel negocito, pero no podía afirmarse que fuese algo así, ni para cuándo, tampoco se lo podía calificar de «posada» ni de «parador» ni de «albergue» ni de algo que se le pareciera buenamente. Es más, no tenía ni un letrero sobresaliente que anunciara la renta de cuartos. Entonces: pura adivinanza consabida, puras señas y a ver... aproximaciones... La casa era, por lo tanto, una peculiaridad mona, reducida pero grata, debido a que estaba llena de luz, ya que cada uno de los aposentos, incluida una apretadísima sala-comedor, tenía, por lo menos, dos ventanas de gran tamaño. A todo lo anterior hay que añadir que a la casa la rodeaba un jardín que, de tan discreto, parecía una repunta de flores. Algo como una aureola molsa. No había árboles en redor, ni bardas altas: o sea: los rayos del sol entraban con fe: sólo por un lado, porque por los otros: las capas de brillo: lo minorativo: los tonos cambiantes, bueno, de una vez hay que decir que la luz tenía una serie de comportamientos cuya definición aquí no hace falta, ya que por lo pronto lo que importa es la circunstancia de la llegada de Ponciano Palma a tal entorno medio céntrico: una casa con seis balcones simbólicos, recomendada por Tulio: ¡Vaya a ese lugar!, verá que allí le darán desayunos bien sabrosos, y: ni qué decir del precio del hospedaje: por día: una bicoca, pero por un mes: ¡oh momio!: hay que considerar los porcentajes del descuento mensual: la gran suma y la gran resta, ya la cifra final cual una pequeñez increíble: ¡de veras!: la dicha por la dueña Elvira Del Valle, una doña muy nalgona y de voz suave... Pues el trato: de rebato... Estreno: nueva vida: ¿más lineal?, ¿más de ocultis?... Lo que ahora cabe decir es que Ponciano ya percibía un salario lo suficientemente digno como para darse ese lujo de soledad cotidiana bien habida. Toda una iluminación que a poco habría de conocer con empacho, el andamiaje de una felicidad que existe sólo por contraste."

Daniel Sada
A la vista



"Creo que el cuento, a diferencia de la novela, la poesía y el ensayo, es el género más anquilosado, porque no ha tenido grandes renovaciones. La novela ha sido un territorio perpetuo de experimentación."

Daniel Sada Villarreal




"El misterio de vivir no necesariamente tiene que ser doloroso, la literatura tiene que ser una fiesta."

Daniel Sada Villarreal


"Hay una invención del norte, pero al mismo tiempo hay una poética, porque recojo la oralidad, la amplia gama de sonidos y léxicos que hay en el norte y en general en el país: he estado en varios países de habla española y nunca he visto que uno tenga la variedad de léxicos que tiene México, ya sea en el norte o en el sur."

Daniel Sada Villarreal




"La felicidad es siempre aleatoria..."

Daniel Sada Villarreal


"La importancia del amor para siempre. La permanencia del gozo. A partir de la comprensión. El significado de la vida que se comparte."

Daniel Sada Villarreal




"La próxima vez que te vea será en la iglesia. Se acabó para siempre el amor recatado que ni a ti ni a mí nos agrada. Adiós. Al amor de banca y al amor de sala. Adiós al pudor inmaculado. Ahora viviremos el amor a tambor batiente con muchas formas de besos y muchas formas dé agarre."

Daniel Sada Villarreal



"La tradición más antigua está en la oralidad y no en la escritura. El lenguaje tiene que ser musical, para que las historias te lleven tienen que ser musicales."

Daniel Sada Villarreal





"Lo visual es muy importante en la escritura, porque para que la gente se acuerde tiene que verlo o verlo a través de su imaginación, pero si no puede verlo claramente es muy difícil que lo pueda aprender."

Daniel Sada Villarreal


"Me gusta mucho el sonido de las palabras: oírlas, percibirlas, volverlas a nombrar, repetírmelas hasta que me las aprendo y capto su sonido. Podría decir que la música del idioma es lo que me atrae más, en este caso es a partir de la misma escritura, no son accidentes externos, que desde luego pueden influir, pero no fundamentalmente."

Daniel Sada Villarreal



"Ninguna emotividad madura si se es humilde en el amor, humilde siendo gigante y en presencia de una mujer bellísima, casi hecha a mano, pero de corta estatura; humilde a propósito o cobarde por restringirse a un léxico que proyectara, puro azúcar, azúcar y cuidados extremos hasta en el tono de voz."

Daniel Sada Villarreal



"Que la soledad sea amago de un terror perpetuo. Que avance para emborrascarse. Que se infle para que a sí misma se espante. Sea lo que fuere, la soledad no es deseable."

Daniel Sada Villarreal


"Si bien uno tiene que sincerarse demasiado en la literatura y escribir lo que está dentro de sus vivencias, de lo que padece y lo que goza, pienso que me han ajustado al norte por comodidad: para mí sólo se trata de una invención, porque no soy un escritor enteramente realista; hay una recreación en las atmósferas, pero no una precisión por captar el espíritu."

Daniel Sada Villarreal