"¿A qué vale la pena dedicarse totalmente? En realidad, no hay nada más aparte del amor; pero es muy difícil administrarlo."

Gao Xingjian


"A veces, para mantener tus principios no te queda otra opción que huir."

Gao Xingjian


"Abuelo, ¿Tuviste miedo cuando te encontraste con el tigre? No me dan miedo los tigres sino los hombres malos. Abuelo, ¿Te has encontrado con hombres malos? Hay más hombres malos que tigres pero no puedes cazarlos con la escopeta."

Gao Xingjian


"Ando siempre en busca del sentido, pero, a la postre, ¿Qué es el sentido?"

Gao Xingjian


"Como la locura es innata en el hombre, es posible tener algún brote en cualquier momento."

Gao Xingjian


"El cielo sombrío, el suelo cubierto de nieve más brillante aún por contraste con ese cielo sombrío, ya no hay mirlos, ya no hay gorriones, la nieve ha absorbido toda idea y todo sentido."

Gao Xingjian


"El emperador que hay en ti solo puede dominar a una persona: a ti mismo."

Gao Xingjian


"El hombre es un ser difícil que se crea sus propios tormentos."

Gao Xingjian


"El hombre educado nunca discute con mujeres."

Gao Xingjian


"El hombre, si es inteligente, por supuesto, es capaz de inventarlo todo, desde las calumnias hasta los bebés probeta, pero al mismo tiempo extermina a diario dos o tres especies en el mundo. Este es el gran autoengaño de los hombres."

Gao Xingjian


"El hombre tiene necesidad de engañarse a sí mismo."

Gao Xingjian


"El lenguaje es un milagro que permite que los hombres se comuniquen. Sin embargo, a veces no lo consiguen."

Gao Xingjian


"El sufrimiento cuando pasa, puede convertirse en belleza."

Gao Xingjian



"El yo en el mundo es insignificante, pero a la vez infinitamente rico y de él procede, en último análisis, la percepción humana del universo inmensurable. La literatura moderna volvió al sujeto del conocimiento y comenzó a proyectar el mundo a través del espejo del yo. La verdad de la literatura se convirtió en la verdad de esta percepción: del mundo situado más allá de esta percepción sólo cabía decir que se hallaba fuera del alcance de la literatura. La literatura moderna reafirmó al sujeto de la percepción, y con él reemplazó a un narrador omnisciente y omnipotente que por regla general era el propio autor; y la exploración del yo, al prescindir de condicionantes morales nunca antes cuestionados, desembocó en la escisión de la personalidad. Si tuviéramos que resumir en dos palabras la historia de la literatura occidental del siglo XX, yo diría que logró suplantar con la modernidad valores tradicionales que se hallaban en franca decadencia. Del descubrimiento del yo a finales del siglo pasado pasó al cuestionamiento del yo. Y ahora volvemos a estar a finales de siglo.
El mal no sólo proviene de los otros, pues el yo no deja de ser un infierno, y ello agudiza su cuestionamiento. Si tuviera que hacer una síntesis de una de mis obras teatrales recientes, El noctámbulo, diría que trata de la imposibilidad de derrocar al mal. Es una obra que carece de toda referencia al mundo chino, y si en ella hay algo que la distinga de las obras occidentales, es quizás la actitud quietista que late en su fondo, la misma actitud que yo siempre adopto frente a la sociedad y frente a mí mismo. Una actitud que, enraizada en la tradición cultural china, difiere de la común de los escritores occidentales, basada en el análisis psicológico y en la propia experiencia, y no es tan negativa como la encarnada en el wuwei de la filosofía de Laozi y Zhuangzi o en la pasividad supramundana del budismo. No soy taoísta ni budista; aún quiero hacer cosas, y para ello adopto sencillamente una actitud escrutadora y analítica: la «teoría de la triplicidad» del sujeto que aplico al lenguaje narrativo de la novela y a la interpretación dramática también se basa en esta actitud.
¿Puede, un intelectual chino que viva en Occidente, preservar su independencia mental como individuo sin adherirse a ningún «ismo» ni aferrarse, como único consuelo, a la tradición cultural china?
No tengo más que dudas; dudo de todo, incluso de todos los valores, de todos los conceptos. De lo único que no dudo es de la vida, porque yo mismo soy una existencia palpable. La vida tiene un sentido que trasciende la ética, y si yo aún poseo algún valor, es sólo el de esta existencia. Me resulta intolerable el suicidio o el homicidio espiritual, sucumbir a ellos sin aguardar a la muerte natural.
He hecho de la creación literaria un modo de salvación o, mejor dicho, es mi modo de vivir. Escribo para mí mismo; no pretendo contentar a los demás ni transformar el mundo o al prójimo, pues ni siquiera puedo transformarme a mí mismo. Lo importante es que hablo, que escribo, y nada más.
La literatura ha demostrado de manera patente que puede trascender la ideología: lo mismo hizo ya en su día, de la mano de Baudelaire y Dostoievski, con los juicios morales. De lo único que no puede librarse es de su sumisión a un criterio estético: el carácter trágico, cómico, lírico, absurdo, burlesco o humorístico de una obra lo otorga siempre el escritor. Algunos autores modernos y contemporáneos han eliminado todo juicio moral de sus obras, pero no pueden sustraerse al criterio estético subjetivo, a un criterio que representa la última parcela de autoridad del escritor y explica por qué aún existe la literatura. Como escritor intento situarme entre Oriente y Occidente, y como individuo, vivir al borde de la sociedad. En una época en que, como dice Liu Xiaofeng, «el cuerpo se burla del espíritu», me parece una buena opción; pero no sé si podré seguir disfrutando de ella. "

Gao Xingjian
En torno a la literatura



"La libertad no soporta ni la santidad ni el poder dictatorial."

Gao Xingjian


"La verdad no existe más que en la experiencia e incluso sólo en la experiencia personal, y aun en este caso, una vez que ha sido contada, se convierte en historia."

Gao Xingjian


"La verdadera preocupación nacía de que no sabía lo que andaba buscando. ¡Demasiada reflexión, lógica, sentido! La vida misma no obedece a ninguna lógica, ¿Por qué querer inferir su significado a fuerza de lógica? Y luego, ¿Qué es la lógica? Yo creo que debería apartarme de la reflexión, pues ésta es la raíz de mi mal."

Gao Xingjian


"La vida es frágil, pero se debate con fuerza, una obstinación instintiva."

Gao Xingjian


"Las masas eran como una jauría de perros que se precipitan para morder obedeciendo al látigo de su amo, tomando como única precaución no recibir ningún latigazo. Ya había entendido con claridad la naturaleza de esa cosa infalible que son las masas"

Gao Xingjian



"Las mujeres más refinadas, más sentimentales, raramente conocer una vida dichosa, pues los hombres quieren una mujer para su exclusivo placer, los maridos una esposa que lleve la casa y haga la comida y los viejos una nuera que les asegure la descendencia. Ninguno busca amor."

Gao Xingjian



 "Los altavoces empezaban a sonar a las seis de la mañana. Había que ponerse en pie y arreglarse en menos de veinte minutos. Luego tenían que colocarse en fila india delante de una pared en la que había colgado un retrato de Mao. Allí pedían las instrucciones de la mañana (que consistían en leer en voz alta unas cuantas citas de Mao antes de ir a trabajar) y cantaban las citas al son de la música. Mientras enarbolaban en la mano El Libro Rojo , debían gritar tres veces «¡larga vida!» y luego ir al comedor a comer el potaje. Después se reunían para estudiar durante media hora las obras de Mao y, al fin, salían a labrar la tierra con la azada al hombro."

Gao Xingjian
El libro de un hombre solo



"Nada es gratuito, excepto las mentiras y las tonterías."

Gao Xingjian




"Nadie puede librar a nadie de su sufrimiento."

Gao Xingjian




"Necesitaba un nido, un lugar donde refugiarse, donde pudiera escapar de los demás, un hogar para él solo, para preservar su intimidad sin que lo vigilaran."

Gao Xingjian




"Ningún hombre puede someter la voluntad de otro, a no ser que este consintiera."

Gao Xingjian


"No es una lucha, es más bien el camino de una afirmación individual. Yo siento y vivo a través de la literatura."

Gao Xingjian


"No tener una meta es también una meta, y el hecho de buscar es también un objetivo, cualquiera que sea el objeto de búsqueda. Y la vida misma no tiene, en principio, ninguna finalidad, basta con seguir adelante, eso es todo."

Gao Xingjian


"Nunca dejé de escribir, incluso en los momentos más difíciles de mi vida. Escribo para mí y no para dejar algo detrás mío sino para aliviar mi sufrimiento."

Gao Xingjian



"¿Qué es lo que busca a fin de cuentas? El máximo de amor y de placer, como un sueño o idea, es una utopía. Esto lo entiende perfectamente, por eso está triste. Su tristeza también es profunda, una profunda tristeza humana, una tristeza infinita, imposible librarse de ella."

Gao Xingjian


"¿Qué general o comisario político no tiene las manos manchadas de sangre?"

Gao Xingjian


"¿Qué puedo hacer con lo que me resta de vida?"

Gao Xingjian


"Quiero escribir una novela profunda, tan profunda que las moscas perezcan ahogadas en ella."

Gao Xingjian




"Se pude estrangular a un hombre, pero sea cual sea su debilidad, no se pude estrangular su dignidad...la dignidad es la conciencia de la existencia, ahí encuentra la fuerza individual los hombres débiles. Si la conciencia de la existencia desaparece, la existencia toma la forma de la muerte."

Gao Xingjian


"Si podemos hacernos amigos es porque no hay ninguna relación de interés entre nosotros."

Gao Xingjian


"Solo eres libre cuando no tienes nada que perder."

Gao Xingjian




"Sólo volvió a su habitación de madrugada, cuando acabó el interrogatorio. Los guardias rojos encerraron en la sala de reunión de la institución a su colega Lao Tan, que compartía la habitación con él. Lo aislaron para someterlo a una investigación más profunda, por lo que no pudo volver a su cuarto. Una vez cerró la puerta, levantó una esquina de la persiana y vio que, en el patio, las lámparas de los vecinos estaban apagadas. Volvió a colocar bien la persiana y verificó minuciosamente que no se filtraba nada de la luz del día a través de la ventana. Entonces abrió la puerta de la estufa de carbón, cerca de la cual había dejado un cubo hasta la mitad de agua, luego empezó a quemar sus manuscritos. También quemó una pila de cuadernos de notas y diarios que escribió desde que entró a la universidad. La estufa era pequeña, tenía que arrancar las páginas una a una y esperar a que el fuego las redujera a cenizas antes de sumergirlas en el cubo de agua; eso para evitar que un pedazo de papel que no estuviera del todo calcinado volara al exterior.
De uno de sus diarios se cayó una antigua foto, en la que aparecía con su padre y su madre. Su padre llevaba un traje de estilo occidental y una corbata. Su madre iba vestida con la ropa tradicional estilo manchú. Cuando ella todavía estaba viva, un día que la ayudaba a sacar las ropas de los cofres para airearlas, vio ese vestido chino de terciopelo azul oscuro y de flores de color naranja. La fotografía había perdido color. Su padre y su madre sonreían. Entre ellos, un niño delgaducho, que tenía unos brazos menudos, abría de par en par los ojos, como si esperara que un pequeño pájaro saliera volando de la máquina fotográfica. Sin dudarlo ni un segundo, tiró la fotografía al fuego y miró cómo rápidamente empezaba a arder. Su padre y su madre se abarquillaban y de pronto tuvo ganas de recuperarla. Demasiado tarde. La foto se enrolló y luego se desenrolló ante sus ojos: las siluetas de sus padres se convirtieron en cenizas, una blanca, otra negra, y el niño delgado de en medio empezó a amarillear...
Tal como iban vestidos sus padres, podían pasar por capitalistas o incluso por compradores a sueldo de algún extranjero. Quemó todo lo que se podía quemar, esforzándose en romper con el pasado, en enterrar y borrar sus recuerdos, porque, por aquel entonces, incluso los recuerdos pesaban demasiado."

Gao Xingjian
El libro de un hombre solo


"(...) Su fuerza vital es inmensa, expresa un irresistible deseo de exhibirse, sin contrapartida, sin objeto, sin recurrir al símbolo ni a la metáfora, sin hacer ninguna aproximación forzada ni ninguna asociación de ideas: es la belleza natural en estado puro."

Gao Xingjian


"Tan solo era una mujer que nadie entendía, que nadie quería entender."

Gao Xingjian