"24 de septiembre, siete de la mañana. Se enciende su radio despertador. Y ahora el tiempo. Ella se asusta. Baja presión. Se tapa la cabeza con la almohada. Negro sobre gris. ¡Deprisa!, ¡piensa en algo bonito, Judith!
Siete y dieciséis. Ya está lo bastante despierta para no querer despertarse. Ningún estímulo. Ningún motivo para abrir los ojos. ¿Qué echa de menos? ¿Echa de menos a alguien? ¿Echa de menos al hombre a su lado, el protector, el que siempre está ahí para ella? ¿El que la toma en sus brazos? El que la acaricia. El que la estrecha contra su pecho. El que la cubre con su cuerpo. El que la hace sentirse a sí misma, con mucha intensidad. El que la hace respirar fuerte. Respirar y temblar de alegría y emoción. ¿Echa de menos la emoción? ¿Ya no tiene ganas de nada? ¿Nada más que pensamientos oscuros, negro sobre gris?
Huye a la ducha. Agua caliente. El baño lleno de vapor. La puerta está cerrada. Nadie puede entrar. Se queda a solas consigo misma. En el espejo: treinta y siete años. Una mujer bonita con un rostro bonito. Un rostro bonito con feas arrugas de miedo. Cubrirlas con maquillaje. Estar en condiciones para trabajar. A la altura de la vida cotidiana. Venga, ponte ese horrible jersey marrón, nadie te descubrirá con él. Entra en los tejanos antes ajustados. Te cuelgan de las caderas como una bolsa vacía.
Siete y cuarenta y seis. Gruesa chaqueta verde de otoño. La mujer de pelo dorado sale de la casa. Mira a la izquierda. Mira a la derecha. Respira hondo. ¡Bien hecho, Judith! Te lo has quitado de encima. Te has librado de él. Puedes seguir adelante. No hay nada que temer. Estás completamente sola. Tienes que arreglártelas. Un día fresco, una vida fría.
Siete cincuenta y nueve. Genuflexión ante la tienda. Ella rebusca en su bolso negro. ¿Dónde está la llave? ¿Ella no la habrá...? ¿Él no la habrá...? La encuentra. Abre la tienda de lámparas. ¿Alguna sorpresa? ¡Nada! Respira hondo. Deprisa enciende todas las luces. La cafetera. El hilo musical. Se calienta los dedos entumecidos bajo la araña ovalada de cristal de Barcelona, la más hermosa de sus piezas. Allí empezó todo. ¿Lo recuerda? ¿Qué ha sacado de eso? ¿Qué ha sido de ella? De ella y de él. De él. ¿Adónde se ha ido su perseguidor? Ella lo siente, no puede estar lejos. Está dentro de ella. ¿Dónde la persigue? ¿Adónde lo sigue ella? ¿Quién fue el primero?"

Daniel Glattauer
Siempre tuyo



"A un fantasma no se le puede reprochar nada."

Daniel Glattauer


"Al despedirnos, nos abrazamos (...) nos dimos "nuestro más sincero pésame". Los dos lloramos, porque nos conmovían las lágrimas del otro. Fue como un entierro, como si hubiéramos perdido un pariente común. ¡Y lo perdimos! Sólo que lo conocíamos por distintos nombres. Para Pamela se llamaba confianza, para mí, ilusión."


"Amor, no sé lo que me pasó ayer. Me comporté como un quinceañero. Te lo prometo: nunca más volverás a verme así. Perdóname, por favor. La única explicación que puedo darte es mi amor loco por ti."

Daniel Glattauer


"Aquí estoy. Por suerte puedo seguir viviendo sin ti."

Daniel Glattauer


"Beso de forma similar a como escribo. Si prometes besarme como me escribiste ayer y has escrito hoy, ¡Me arriesgaré!"

Daniel Glattauer



"Con posterioridad suelen realizarse posibilidades que de antemano no existían. Y no suelen ser las peores."

Daniel Glattauer



"Creamos personajes virtuales, confeccionamos irreales retratos robot el uno del otro. Formulamos preguntas cuyo atractivo reside en que queden sin respuesta. (...) Y al mismo tiempo nos preocupamos de no desvelar nada importante de nosotros mismos. (...) Nos comunicamos en el vacío."

Daniel Glattauer




"Cualquier hombre quiere saber qué aspecto tiene cualquier mujer con la que habla sin saber qué aspecto tiene. Y quiere saberlo cuanto antes. Así sabrá si quiere seguir hablando o no con ella."

Daniel Glattauer



"Cuando juntos no funciona y separados tampoco, sólo hay una alternativa: ¡Cambiar! (...) La intimidad no es la interrupción de la distancia, sino su superación. La pasión no es la falta de perfección, sino un continuo encaminarse y aferrarse a ella."

Daniel Glattauer


"Cuando terminó su explicación, que me dejó hecho polvo porque no soportaba las historias bonitas con previsibles finales trágicos, Manuel me lanzó una de aquellas miradas anhelantes y pegajosas. Y al día siguiente nos internábamos, en tren y en autobús, en el Burgenland profundo, donde por cierto también las personas se alimentan preferiblemente de sidra y te miran mal si pides cerveza.
Así que allí estuvimos, y escribimos un reportaje que nos conmovió mucho. Me sentí muy aliviado cuando Manuel se echó a llorar abiertamente y pude, por un rato, ser yo quien lo consolara a él.
A la mayoría de aquellos niños gravemente enfermos, y a sus padres, no se les notaba el sufrimiento por el que habían pasado ni el que tenían por delante. En el casi idílico Sterntalerland, donde la tranquilidad y el afecto los envolvían, las manecillas del reloj se paraban y el tiempo se detenía por algunos días para que pudieran pensar en cosas bonitas y reunir fuerzas para la recta final. Cada minuto allí era precioso, una especie de concentrado de varios años de supervivencia. Y uno se daba cuenta de lo muy por debajo de su valor que nos venden el tiempo en nuestra vida cotidiana. O de que nosotros mismos lo tiramos a la basura sin siquiera pensarlo. Sí, puede que yo fuera uno de esos casos, quizá incluso un ejemplo paradigmático."

Daniel Glattauer
Un regalo que no esperabas


"Cuando veo que llega un mensaje tuyo, me palpita el corazón. Hoy, ayer y hace siete meses."

Daniel Glattauer


"Después de cinco años de presente sin futuro, por fin me he resignado al pretérito imperfecto."

Daniel Glattauer




"Dieciocho horas: aquí concluyen los apuntes del día. Él se quedará cerca de ella. El amor los enlaza. La eternidad los une. Ella es su luz y él es su sombra. Nunca más podrán existir separados. Cuando ella respira, él respira. Él velará su sueño. Ella inhala su cercanía. Él se ilusiona. Se ilusiona..."

Daniel Glattauer




" - ¡Eh, no tan fuerte, que me vas a ahogar! -Perdona, mi amor. - ¿Siempre das besos tan ardientes? -No, es que..., es que..., es que... Es que te amo tanto que no sé qué hacer..."

Daniel Glattauer




"El amor no es ni pronto ni tarde (... ). El amor es o no es."

Daniel Glattauer




"Él dominaba el arte de malinterpretar las preguntas imposibles de malinterpretar."

Daniel Glattauer


"El entusiasmo presupone mirarse a los ojos al menos una vez."

Daniel Glattauer


"El lector suele preferir las cosas claras y saber a qué atenerse, pero la vida real nunca es así; siempre es una mezcla continua de sensaciones."

Daniel Glattauer


"Ella se le tiró al cuello. Él la estrechó entre sus brazos. Ella notó una mejilla caliente junto a la suya fría. Así estuvieron más o menos media hora. Después ella se tuvo que marchar. ¡Que no! Así estuvieron unos segundos que a ella le parecieron media hora."

Daniel Glattauer


"Es asombroso qué de cosas no se han dicho a pesar de que hablamos sin parar."

Daniel Glattauer


"¿Es posible hacer que ocho años de vida familiar se conviertan en un misterio excitante?"

Daniel Glattauer


"Ésa es exactamente la clase de hombre que me gustaría, un hombre que prefiera tener un mensaje mío antes que sexo. Sexo es lo que quieren todos. Un hombre que tiene clase es el que quiere de mí otra cosa: ¡Correo!"

Daniel Glattauer


"Escribir es como besar, pero sin labios."

Daniel Glattauer


"Estoy convencido que solo se debe escribir de lo que te entusiasma, y eso queda claro en mis libros. Son mis gustos y mis obsesiones."

Daniel Glattauer




"Hasta el amor más grande necesita aire para desarrollarse."

Daniel Glattauer




" -Hoy es mi cumpleaños. - ¿En serio? -preguntó él. -Treinta -respondió ella con rotundidad. - ¡No me digas! Entonces tenemos que celebrarlo -dijo él-. ¿Qué te gustaría de regalo? -Tú -contestó ella. -Bueno, mejor algo que no tengas, ¿No?"

Daniel Glattauer


"La huida nunca es el final, sólo su retraso."

Daniel Glattauer


"La pretensión, la intención, el objetivo. Las aventuras se tienen para vivirlas. Juntos se sale para seguir juntos y tal vez algún día llegar a vivir juntos en buena armonía."

Daniel Glattauer


"La "vida familiar" como tal no tiene nada que ver con la perfección, sino con la perseverancia, la paciencia, la indulgencia y los brazos dislocados de los niños. (...) Lo del "idilio familiar" es un oxímoron, dos conceptos que se excluyen: o familia o idilio."

Daniel Glattauer


"Las heridas no duelen menos cuando te obsesionas con repartirlas entre sus posibles causantes."

Daniel Glattauer


"Las navidades venían directas hacia él. Ya había hecho su aparición el viento del Noroeste con bancos de niebla y granizo cargado con ese intenso aroma a extracto de ponche y bizcochitos de especias con canela. La gran ciudad a cero grados: demasiado calor para congelarse, demasiado frío para derretirse. La gente aceleraba el paso por la calle. Seguro que ya andaban pensando en el papel de regalo decorado con angelitos. Eso a Max le daba miedo."

Daniel Glattauer


"Los sentimientos se manifiestan cuando se sienten. Engañar es ocultar los sentimientos."

Daniel Glattauer


"Marlene no ama a Leo. Leo no ama a Marlene. Ambos no-amantes obtienen su pasión de la nostalgia por el amor del otro."

Daniel Glattauer


"Me da igual qué aspecto tengas, mientras yo pueda verte tal como quiero. Estoy agradecido de no tener que descubrir que en realidad eres distinta de "mi Emmi, la heroína de mi novela de correo electrónico". Allí eres perfecta, la más bella del mundo, ninguna puede compararse contigo."

Daniel Glattauer




"Me emociona, me altera, a veces me dan ganas de mandarla a la Luna de una patada, pero con las mismas ganas iría a buscarla y me la traería de vuelta."

Daniel Glattauer




"Me gusta su humor, pero dista apenas un semitono de la seriedad crónica, por eso suena particularmente estrafalario."

Daniel Glattauer


"Mi cinismo es más deporte y juego que enfado y desquite."

Daniel Glattauer


"Nadie me había mirado así jamás (... ). Así, tan, tan, tan...Sí, tan así. Quería que lo supieras. Por cierto es un cumplido, un pequeño cumplido, amor. ¿Lo has notado?"

Daniel Glattauer


"Necesito al hombre que en algunas situaciones tiene tanta urgencia por besarme que no puede hacer otra cosa que escribirme."

Daniel Glattauer


"Ninguna relación puede haber sido lo bastante bonita para justificar la desdicha de una separación."

Daniel Glattauer


"No era en absoluto su tipo, aunque debía admitir que de todos modos ya no necesitaba conocer hombres de ningún tipo, pues si conoces uno, los conoces todos."

Daniel Glattauer


"No fueron unas idílicas vacaciones de reconciliación, fueron unas armoniosas vacaciones de costumbre. En la escala de las buenas vacaciones, ésas son las dos posibilidades más distantes entre sí desde el punto de vista emocional."

Daniel Glattauer




"No hay que pensar nunca en "perder". De sólo pensarlo se pierde."

Daniel Glattauer


"¿No son envidiables nuestros perros? No tienen que hacer compras navideñas, carecen de agobios, no se enfrentan al gentío, ni pasan horas desesperantes en mitad de un atasco. En uno de estos días grises de diciembre, ¿A quién no le gustaría cambiarse por uno de nuestros cuadrúpedos? Nos encantaría."

Daniel Glattauer


"Nosotros partimos de la línea de llegada, y sólo se puede seguir en una dirección: hacia atrás. Nos dirigimos a la gran desilusión. No podemos vivir lo que escribimos. No podemos reemplazar las numerosas imágenes que nos formamos el uno del otro. (...) Dos extraños con un ficticio pasado común."

Daniel Glattauer


"Nunca deberían añorarse los viejos tiempos. El que añora los viejos tiempos es un viejo añorante."

Daniel Glattauer


"Para el oleaje suave hay que ser la clase de persona indicada. Unos viven la calma como paz interior, otros como eterno estancamiento."

Daniel Glattauer



"Para mí, despedirme de ti sería dejar de pensar en ti, no sentir ya nada al pensar en ti. Créeme, estoy muy lejos de despedirme de ti."

Daniel Glattauer


"Para poder tener sentido del humor es necesario reconocer como mínimo una chispa de gracia en uno mismo."

Daniel Glattauer




"Pero no debía ser cualquier hombre, ni siquiera cierta clase de hombre, sólo uno concreto. Y por eso, lamentablemente, no podía con ninguno de los que conocía."

Daniel Glattauer


"Pero tal vez no seas más que un lobo (...), que tiene terror a los encuentros reales, que continuamente necesita crearse mundos imaginarios, porque no sabe desenvolverse en los entornos concretos, palpables, tangibles, reales."

Daniel Glattauer


"Pienso mucho en ti, temprano por la mañana, al mediodía, por la tarde, por la noche, en los intervalos, un rato antes y un rato después de cada intervalo. Y también durante."

Daniel Glattauer


"Querido Leo:
Bernhard y yo volveremos a intentarlo. Pasamos unas bonitas vacaciones juntos, es más, unas vacaciones en armonía. Como las de antes, tan parecidas..., no, la verdad es que muy distintas, pero es igual. Sabemos lo que cada uno significa para el otro. Sabemos la suerte que tenemos de tenernos. Y sabemos que eso no lo es todo. Pero ahora sabemos también que no es necesario que lo sea. Por lo visto, una sola persona no es capaz de dárselo todo a alguien. Desde luego puedes orientar tu vida en ese sentido, puedes esperar que llegue una persona que te lo dé todo. Entonces tendrás esa maravillosa, seductora y emocionante ilusión de todo, que te hace palpitar el corazón, que te hace soportable una vida con síntomas carenciales crónicos hasta que agotas la ilusión. Entonces sólo se siente la falta. Conozco bastante bien esa sensación. Ya no significa nada para mí. Ya no aspiro al ideal. Quiero hacer lo mejor posible de algo bueno, eso me basta para ser feliz. Volveré a vivir con Bernhard. El año que viene pasará mucho tiempo de viaje, en largas giras de conciertos. Está muy solicitado en todo el mundo. Así que los niños me necesitan. (¿O yo necesito a los niños? ¿Aún son niños? Es igual.) Me quedaré con mi pisito, como una zona de refugio para mi «yo a solas». ¿Y nosotros, Leo? He pensado mucho en eso. También lo he hablado con Bernhard, tanto si te parece bien como si no. Él sabe lo importante que eres para mí. Sabe que nos hemos visto un par de veces. Sabe que me gustas, sí, así también, de un modo completamente normal, físico, no virtual, así, con pies y cabeza. Sabe que habría podido imaginármelo todo contigo. Y sabe que me lo he imaginado todo contigo. También sabe cuánto sigo dependiendo de tus palabras y qué gran necesidad siento de escribirte. Sí, sabe que seguimos escribiéndonos. Lo único que no sabe es qué nos escribimos. Y no se lo diré, eso sólo nos concierne a nosotros y a nadie más. Pero me gustaría que a él le pareciera algo razonable si supiera lo que nos comunicamos, acerca de qué cambiamos impresiones. No quiero engañarlo más con mis deseos insatisfechos, con mis ilusiones de todo. Quiero poner fin a mi existencia insular contigo, Leo. Quiero lo que tú, si eres honesto contigo mismo, siempre has querido: quiero —tengo curiosidad por ver si logro decirlo—, quiero, quiero, quiero... quiero que sigamos siendo amigos (¡ya está!). Amigos por correspondencia. ¿Me entiendes? No más palpitaciones. No más dolores de barriga. No más temores. No más temblores. No más expectativas. No más deseos. No más esperas. Sencillamente, mensajes de mi amigo Leo. Y si no los recibo, que no se me hunda el mundo. ¡Eso es lo que quiero! Que no se me hunda el mundo cada semana. ¿Comprendes?
Un abrazo, Emmi."

Daniel Glattauer
Cada siete olas



"¿Quieres que me ponga algo que aumente las posibilidades de que no subamos las persianas inmediatamente después del beso de bienvenida porque ninguno de los dos tendrá las manos libres?"

Daniel Glattauer


"Sentir nunca es engañar (... ). Sólo está mal que uno manifieste sus sentimientos cuando eso hace sufrir a otra persona."

Daniel Glattauer


"Si alguna vez vuelves a creer que no puedes vivir sin mí y yo sigo estando seguro de que no puedo vivir sin ti, no tenemos más que volar unos días a Ámsterdam...Y demostrarnos lo contrario."

Daniel Glattauer




"Sólo se mira hacia delante el supuesto destino, y no a los costados, donde pasan los momentos por los que merece la pena pagar el viaje."

Daniel Glattauer



"Soy una persona que necesita partir de lo peor para desarrollar fuerzas suficientes para soportarlo luego si resulta cierto."


Daniel Glattauer


"Te quise a pesar de saber que te iba a perder. Que cada día te perdía un poquito más, y yo seguía en el intento de llenarte el alma."

Daniel Glattauer


"Tengo en mí gigantescos armarios y baúles repletos de emociones referidas a ti. Pero también tengo la llave correspondiente."

Daniel Glattauer


"Tu aliento en mi cara, en mis ojos, me penetró hasta la retina. ¿Puede ser más íntima la intimidad? Cuántas veces he soñado con ello..."

Daniel Glattauer


"Tú eres de esos hombres que sólo pueden interesarse por una mujer al principio y al final: cuando quieren conquistarla y poco antes de perderla definitivamente. El tiempo intermedio -también llamado convivencia- te resulta demasiado aburrido o demasiado agotador, o ambas cosas."

Daniel Glattauer


"Y con los mensajes también se comparten los intervalos."

Daniel Glattauer


"Todo en nosotros está encaminado al deseo de ser amado y apreciado. Es lo que da sentido a la vida: el ser humano no está hecho para vivir solo y depende mucho de los sentimientos y las relaciones con los demás."

Daniel Glattauer




"Todo vale, todo menos callar."

Daniel Glattauer





"Una sola persona no es capaz de dárselo todo a alguien... Con esa idea en mente nunca corres el riesgo de pedirle demasiado al otro."

Daniel Glattauer



"Uno sólo puede pedirle a los demás que sean lo que es uno: un montón de caprichos, un cúmulo de dudas de sí mismo, una combinación de divergencias."

Daniel Glattauer


"Y algún día nos cruzaremos en un bar o en el metro. Fingiremos no reconocernos o no vernos, nos apartaremos rápidamente. Sentiremos vergüenza por lo que ha sido de "lo nuestro", por lo que ha quedado: nada. Dos extraños con un ficticio pasado común, por el que tanto tiempo y con tanto descaro se habían dejado engañar."

Daniel Glattauer