"Al entendedor renuente no le bastan las palabras. Hay que hacerle cifras, mostrarle números."

Guillermo Cabrera Infante

"Así es el amor. Ciego como Bach, sordo como Beethoven, muengo como Van Gogh."

Guillermo Cabrera Infante


"Así que así era yo y no había quien me cambiara, porque pasaba el tiempo y me ponía viejo y los días pasaban y se convertían en fecha y los años se convertían en efemérides y yo seguía así, quedándome con las noches, metiéndolas en un vaso con hielo o en un negativo o en el recuerdo."

Guillermo Cabrera Infante


"Como sabemos, la visión del cine está en los ojos del que mira."

Guillermo Cabrera Infante


"Cortarle la cabeza al prójimo no es el mejor modo de curar el mal aliento."

Guillermo Cabrera Infante


"Críticos y espectadores cínicos comentaban la muerte de la comedia muda, que, efectivamente, murió, como todos los mimos, cuando nació la palabra."

Guillermo Cabrera Infante



"Destino es cuando una fuerza irresistible tropieza con el objeto inmóvil que tú eres."

Guillermo Cabrera Infante


"Donde empieza la música tienen que morir las palabras."

Guillermo Cabrera Infante


"Dos y dos serán siempre cuatro y el día que sean cinco es hora de echarse a correr."

Guillermo Cabrera Infante


"El arte (como la religión o como la ciencia o como la filosofía) es otro intento de imponer la luz del orden a la tiniebla del caos."

Guillermo Cabrera Infante


"El que puede puede y el que no que se tire al mar que hay de sobra."

Guillermo Cabrera Infante



"Ella lo quería así y a mí, a quien le gusta más el recuerdo del aroma que la flor presente, (...) decidí que era mejor no verla más."

Guillermo Cabrera Infante


"Estela y yo estamos unidos en este libro, en esta página, en estas palabras que se suceden. Un abismo nos une: ella murió y yo vivo para escribir este libro. Nos salvará este paraíso, nos condenará este infierno: un libro, la vida. De verdad, verdugo nunca fue mi tarea más temida, y encontré entre las cenizas de mi amor su corazón intacto.
No fue un solo verano de felicidad sino un verano todo de miseria y furia y fuego. Fue un verano inolvidable pero no por razones obvias, sino porque lo recuerdo ahora como si sucediera ahora. No hay mayor dolor, dice Dante, que recordar el tiempo feliz en la desgracia. Pero ¿qué sucede cuando se recuerda la desgracia y no hay dolor sino el sabor del saber y la duda del amor no es peor que el desamor pero se parecen?
Todo lo que me mueve me conmueve, es asunto para este libro. No importa si ese todo es bajo y trivial —o tremendo. Sé mucho más de lo que sabía entonces, pero no soy más inteligente. Soy más cínico pero menos cruel. Lo que le hice a Estela tiene más importancia que lo que ella me hizo a mí —o lo que nos hicimos los dos a los dos. En cuanto al amor, es una de las formas que adopta la locura —o un catarro. Un día se descubrirá que no es más que un virus oportunista. Alguien, no tengo duda, encontrará una vacuna. Es decir, una suspensión de un microorganismo que produce inmunidad al estimular los anticuerpos. O contra cuerpos. Ese organismo en tres dimensiones que deja de ser un objeto o un cuerpo extraño para introducirse en todos los sentidos. O en el alma para animarnos. ¿Habrá alguien pensado algo alguna vez? Tal vez el Dante. Al dente."

Guillermo Cabrera Infante
La ninfa inconstante


"Hay preguntas que suenan a boleros. Lo que no es grave. Lo grave es cuando también las respuestas suenan a boleros."

Guillermo Cabrera Infante


"Hay que hacer una campaña en la ONU, dónde sea para declarar genocida al tiempo."

Guillermo Cabrera Infante


"Julieta me habló de pasiones imposibles, entre las que se destacaba su corazón cautivo en la mafia memorable de Félix Isasi. Yo conocía a Félix sólo de oídas, primero porque era amigo de Ricardo Vigón y luego porque al conocerlo personalmente se empeñaba siempre en decir Faukelner en lugar de Faulkner, cuando hablaba de este escritor que fue su favorito. Éstas eran las características que distinguían a Félix de mucha otra gente que conocí de pasada por ese tiempo. Pero la pasión que provocó más que produjo en Julieta me lo hizo ver con otros ojos. Félix Isasi era un tipo alto, huesudo, de espaldas anchas y piernas largas, pero su boca hendida y su nariz dantesca lo hacían francamente feo. Pero Julieta me confesó que se enamoró perdidamente de él cuando lo notó un día en el salón de lectura de la Biblioteca Nacional. Allí, entre el hedor a humedad y el olor a libro viejo, en la fortaleza tomada por los tomos, Julieta vio a Félix leyendo (supongo que a su frecuente Faukelner) y sonriendo a la lectura, no al libro. (Cómo pudo distinguir Julieta entre libro y lectura, es uno de los misterios mayores de la relación entre Julieta y la literatura). Esa sonrisa silenciosa de lector activo bastó para producir en Julieta una pasión arrebatadora —que nunca llegó a consumar. Esta vez no fue porque Julieta se empeñara en conservar su virgo intacta (ella se la habría entregado mil veces a Félix para que la violara como a un libro en rústica) sino que Félix padecía una enfermedad incurable que no quería transmitir a Julieta. Supongo que esa enfermedad (Julieta no tenía la virtud de ser explícita en sus relatos o era explícita a espasmos) debía ser sífilis, el mal de amar que ya no era la virulencia venérea que amenazó mi adolescencia anterior. Félix sufría esta enfermedad románticamente incurable (espiroqueta pálida al claro de luna) y él y Julieta tenían que resignarse a amarse sin consumar el acto de amor. Según Julieta, llegaron muchas veces a la cama (supongo que el pobre cuarto del pobre Félix, que se ganaba la vida haciendo fotos por la calle con una vieja cámara de cajón, Daguerre c'est Daguerre, impresiones que luego trataba de vender a los viandantes retratados) pero siempre se limitaron a acostarse desnudos uno junto al otro, sin más contacto que las manos enlazadas, las flacas falanges de Félix manchadas de ácido trenzadas en los dedos dorados de Julieta, ya que Félix temía transmitir en un beso su enfermedad insidiosa a Julieta, deseosa. La pasión de Julieta por Félix terminó abrupta justamente cuando Félix se curó de su enfermedad incurable, fuese la que fuese, curación ocurrida en el momento en que Julieta no quiso verlo más. Siempre sentí pena por Félix y lamenté que se le curara su romántica enfermedad: al menos era un amigo (o un amigo de un amigo) y era preferible que él se hubiera acostado con Julieta que un enemigo, como casi lo hace Paret, el crítico de cine Xavier Paret, a quien yo detestaba por sus críticas diarias y su opinión general sobre el cine. (Hablando de Un perro andaluz este crítico catalán llegó a decir que era ¡«una muestra temprana del vuelo propio posterior»!). Con este viejo pretendiente (debía de tener entonces como cuarenta años), calvo y por demás desagradable, tuvo que ver ella también. Aunque Julieta me juró (no sobre la Biblia, tampoco sobre su Biblia, Mi vida) que nunca pasó de darse un beso tras bastidores y entre actos de Las moscas, la obra de Sartre, apasionada por su inteligencia (la de Paret, no la de Sartre), pero a la vez cuidadosa de su virginidad, añado ahora, reservada para su novio de siempre —y aquí sí tengo que hablar del novio de Julieta, que no era Romeo, como tampoco creo que fuera su amor."

Guillermo Cabrera Infante
La Habana para un infante difunto


"La entrega de la virginidad como un acto de altruismo me deja totalmente desarmado."

Guillermo Cabrera Infante


"La escritura no es más que un intento de atrapar la voz humana al vuelo... Las distintas formas del cubano se funden o creo que se funden en un sólo lenguaje literario... La reconstrucción no fue fácil y algunas páginas se deben oír mejor que se leen, y no sería mala idea leerlas en voz alta."

Guillermo Cabrera Infante



"La historia de este valle de lágrimas está lleno de violencia. Por eso odio tanto a los historiadores, porque detesto con toda la fuerza de mi alma la violencia."

Guillermo Cabrera Infante



"La política terminó por engolfar la vida."

Guillermo Cabrera Infante


"La popularidad es como una riada: primero uno no la ve y cuando la tiene encima ya es demasiado tarde."

Guillermo Cabrera Infante


"La tradición desde King Kong obliga a que el monstruo siempre rapte a la heroína, para que después no sepa qué hacer con ella, más que gastar toda la pólvora del amor en las salvas del suspiro."

Guillermo Cabrera Infante


"La vanidad pierde a cualquiera y más a los ya extraviados."

Guillermo Cabrera Infante


"La vida, rica, no es más que una trama de coincidencias."

Guillermo Cabrera Infante


"La vida (y esa otra vida, la historia) se ha movido más por la rueda de la vanidad que por el pistón del sexo."

Guillermo Cabrera Infante




"Las mujeres que no tienen fe en su patria dan hijos sietemesinos."

Guillermo Cabrera Infante


"Las que no sean de talle gracioso, de andar zalamero con gracia sin par, ésas no son cubanas."

Guillermo Cabrera Infante


"Los espacios concentrados ayudan a la concentración del pensamiento."

Guillermo Cabrera Infante




"Mi amor fugaz por las mujeres se alió a mi pasión eterna, el cine."

Guillermo Cabrera Infante


"Mis padres fueron fundadores del Partido Comunista de Cuba, y yo crecí siendo muy pobre."

Guillermo Cabrera Infante


"No hay momento más emocionante en el cine que ver nacer un género, esa noción que vuela por sobre los espectadores como un paráclito de imágenes."

Guillermo Cabrera Infante


"No hay nada más solidario que un amigo cubano."

Guillermo Cabrera Infante


"No me miro (en el espejo) para ver si estoy bien o mal, sino solamente para saber si soy. Si sigo ahí. No sea que haya otra persona metida dentro de mi piel."

Guillermo Cabrera Infante


"No sé cómo mi timidez se atrevía a tanto: creo que de no haber sido tan tímido no habría sido así de atrevido."

Guillermo Cabrera Infante


"No vivimos en la nada, pero de alguna manera la nada vive en nosotros."

Guillermo Cabrera Infante


"Para mí escribir, hasta lo que usted llama literatura seria, es un juego. Los juegos de palabra son palabras cuyo significado depende del juego; es el jugador quien dispone los movimientos."

Guillermo Cabrera Infante


"Perdonen que las llame señoritas, pero no las conozco todavía."

Guillermo Cabrera Infante



"Si hay algo que detesto más que bajar una escalera oscura es subir una escalera oscura."

Guillermo Cabrera Infante


"Siempre hay un lapso entre la literatura y la vida y, por mucho que uno quiera cerrarlo, la vida termina por ganar, ya que ella es la mejor depositaria de las historias."

Guillermo Cabrera Infante


"Siempre he admirado en Cary Grant no su estatura sino su habilidad para encontrar un taxi vacío y cogerlo."

Guillermo Cabrera Infante


"Su familia vive en la avenida a menos. Tenían dinero pero ya no lo tienen."

Guillermo Cabrera Infante


"Todos regalamos adulación a los fuertes y aceptamos la adulación de los débiles."

Guillermo Cabrera Infante


"(...) Viejo muere el cine pero renace cada día. Es decir, como el acto sexual que es, cada noche. El cine es, qué duda cabe, un afrodisíaco."

Guillermo Cabrera Infante


"Yo viviría en Sevilla [España] si quitaran la plaza de toros. Hemingway me engañó cuando decía que era una muerte limpia. Es un intolerable castigo."

Guillermo Cabrera Infante