"Antiguos amigos halla en cuantos objetos mira, y en árboles, tapias, lindes, dulces memorias antiguas."

Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano, III duque de Rivas y grande de España


"Aunque no como el culpado que se fuga por salvarse, sino como el que inocente, mueve tranquilo el pie y grave."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"¡Ay! Yo en su fuego me consumo y ardo, y en alta voz mi labio la proclama de las gracias deidad, reina de amores."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"Capellán. Aquí viene, compañeros, un rumboso aficionado.
Todos. Sea pues muy bien llegado. (Levantándose y volviéndose a sentar.)
D. Carlos. Buenas noches, caballeros. ¡Qué casa tan indecente!(Aparte.) Estoy, vive Dios, corrido, de verme comprometido a alternar con esta gente.
Oficial 1º. Sentaos. (Se sienta Don Carlos, haciéndole todos lugar.)
Capellán. Señor, capitán (Al banquero.) ¿y el concurso?
Oficial 1º. Se afufó (Barajando.) en cuanto me desbancó. Toditos repletos van. Se declaró un juego eterno que no he podido quebrar, y siempre salió a ganar una sota del infierno. Veintidós veces salió y jamás a la derecha.
Oficial 2º. El que nunca se aprovecha de tales gangas soy yo.
Oficial 3º. Y yo en el juego contrario me empeñé, que nada vi, y ya solo estoy aquí para rezar el rosario.
Capellán. Vamos.
Pedraza. Vamos.
Oficial 1º. Tiro.
D. Carlos. Juego.
Oficial 1º. Tiro, a la derecha el as, y a la izquierda la sotita.
Oficial 2º. Ya salió la muy maldita. Por vida de Barrabás...
Oficial 1º. Rey a la derecha, nueve a la izquierda.
D. Carlos. Yo lo gano.
Oficial 1º. ¡Tengo apestada la mano! (Paga.) Tres onzas, nada se debe. A la derecha la sota.
Oficial 4º. Ya quebró.
Oficial 3º. Pegarle fuego.
Oficial 1º. A la izquierda siete.
D. Carlos. Juego.
Oficial 2º. Sólo el verla me rebota.
D. Carlos. Copo.
Capellán. ¿Con carta tapada?
Oficial 1º. Tiro, a la derecha el tres.
Pedraza. ¡Qué bonita carta es!
Oficial 1º. Cuando sale descargada. A la izquierda el cinco.
D. Carlos. (Levantándose y sujetando la mano del que talla) No, con tiento, señor banquero, (Vuelve su carta.) que he ganado mi dinero, y trampas no sufro yo.
Oficial 1º. ¡Cómo trampas!... ¿Quién osar?...
D. Carlos. Yo: pegado tras del cinco está el caballo, buen brinco le hicisteis, amigo, dar.
Oficial 1º. Soy hombre pundonoroso, y esto una casualidad...
D. Carlos. Esta es una iniquidad, vos un taimado tramposo.
Pedraza. Sois un loco, un atrevido.
D. Carlos. Vos un vil, y con la espada...
Todos. Esta es una casa honrada.
Capellán. Por Dios no hagamos ruido.
D. Carlos. (Echando a rodar la mesa.) Abreviemos de razones.
Todos. (Tomando las espadas.) Muera, muera el insolente.
D. Carlos. (Sale defendiéndose.) Qué puede con un valiente una cueva de ladrones."

Duque de Rivas
Don Álvaro o la fuerza del sino


"Con recuerdos y memorias de las edades antiguas y de los modernos años, embargan la fantasía."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"Creció el amor con la ausencia en el pecho de Jacinta, que la distancia y el tiempo al que es verdadero afirman."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"De cuando en cuando se cruzan papeles que lo acreditan, cartas trazadas con llanto, cartas con el alma escritas."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"En vano todo; tragóse tantas riquezas el fuego, a la lealtad castellana levantando un monumento."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas




"Envuelve al mundo extenso triste noche."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas



"Forman un todo encantado, que nunca jamás se olvida, y que, al recordarlo, siempre mi alma, y corazón palpitan."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"Golpe de honor, y de aviso de que en el alcázar entra un grande, a quien se le debe todo honor y reverencia."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas



"Has dicho verdad, y sabe que el que a la justicia oculta la verdad, es reo de muerte, y cómplice de la culpa."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas





"Las adelfas y naranjos forman calles extendidas, y un oscuro laberinto que a los hurtos de amor brinda."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas



"Llevándole de ventaja, que nunca jamás manchó la traición mi noble sangre, y haber nacido español."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas



"Lo pasado y lo presente anudando va, y delira entre esperanzas risueñas y entre ya pasadas dichas."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas



"Magnifico es el alcázar con que se ilustra Sevilla, deliciosos sus jardines, su excelsa portada rica."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"Malek Adhel. ¡Matilde! Sólo sé que os amo. Que es mi pecho un volcán que me devora y que estoy junto a vos... He libertado a Guillelmo del filo de la muerte, que ya estaba su cuello amenazando. A Ptolomayda, libre, le he traído. Ya mi oferta cumplí... Ya se lograron vuestros deseos... Ah!...¡Cuántos temores!... ¡Qué esperanza falaz!...
Matilde. ¡Dios!... ¡Qué agitado !... ¡Qué incertidumbre!... Príncipe...
Malek Adhel. Matilde, mi mente funestísimos presagios encuentra donde quier... Ningún consuelo basta a mi corazón... ¿De quién lo guardo? ¡Hugo!... ¡Matilde!...
Matilde. ¡Dios!
Hugo. Príncipe augusto: ¿por qué tanto temor, tal sobresalto?
Malek Adhel. ¡Ay amigo!
Hugo. ¡Señor!
Malek Adhel. Todo conspira contra Malek Adhel... Esos prelados decidirán... De Lusiñán conozco la astucia, el ascendiente... Sí, Ricardo...
Hugo. Calmad la agitación que os enajena. El prudente Guillermo...
Matilde. Nuestro amparo, nuestro apoyo será.
Malek Adhel. ¡Matilde! ¡Cielos!
Matilde. ¡Ah!, me estremezco... ¡Oh Dios! Procuro en vano
preguntarle... Y él.¿qué? ¡Cielos! Cuál temo escuchar su respuesta... Demostrando está su turbación, ¡Adhel!... ¡Ay triste!
Malek Adhel. ¡Matilde!
Matilde. ¿Qué...?
Malek Adhel. Matilde, ¿se borraron de vuestro pecho ya...
Matilde. ¿Qué?
Malek Adhel. ...las ofertas que nadie más que el Cielo y yo escuchamos de vuestro amor en medio del desierto y de la muerte atroz casi en los brazos?
Matilde. ¿Borrarse de mi pecho? ¿Qué pronuncia mi amado Adhel?... ¡Ah!... ¿Dudas?...
Malek Adhel. ¡Tan amargo es mi destino!"

Duque de Rivas
Malek Adhel



"Más crueles son tus ojos que las polonesas lanzas: ellas hirieron mi cuerpo y ellos el alma me abrasan."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas





"No profane mi palacio un fementido traidor que contra su rey combate y que a su patria vendió."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"(...) O de la eterna justicia, de cuyas miradas nadie consigue ocultar un crimen, el testigo formidable."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


Ojos divinos

Ojos divinos, luz del alma mía,
por la primera vez os vi enojados;
¡y antes viera los cielos desplomados,
o abierta ante mis pies la tierra fría!

Tener, ¡ay!, compasión de la agonía
en que están mis sentidos sepultados,
al veros centellantes e indignados
mirarme, ardiendo con fiereza impía.

¡Ay!, perdonad si os agravié; perderos
temí tal vez, y con mi ruego y llanto
más que obligaros conseguí ofenderos;

tened, tened piedad de mi quebranto,
que si tornáis a fulminarme fieros
me hundiréis en los reinos del espanto.

Ángel de Saavedra, duque de Rivas



"Perdiste la pomposa lozanía, la dulce paz de la floresta umbrosa, donde burlabas los sonoros vientos."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"Pues lo que ha visto la abruma, y la aterra lo que sabe, que hay vistas, que son peligros, y aciertos que muerte valen."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas




"¡Qué linda se muestra si a dulces caricias afable responde con blanda sonrisa! Pero muy más bellas al amor convida si de amor se duele, si de amor respira."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"Rumor de poca importancia en la escena lamentable, mas de tan mágico efecto, y de un influjo tan grande."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas




"Sus lánguidos ojos el brillo amortiguan; retiemblan sus brazos: su seno palpita; ni escucha, ni habla, ni ve, ni respira; y busca en sus labios el alma y la vida..."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas



"Un primer amor de aquellos que las estrellas combinan, amor que de dos personas el destino fija."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"Vuestro soy, vuestra mi casa, de mí disponed y de ella, pero no toquéis mi honra y respetad mi conciencia."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas



"Y, aunque advertido procura disimular cual discreto, a su noble rostro asoman la aprobación y el contento."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"Y con semblante muy noble, mas de gravedad tan seria, que veneración de lejos y miedo causa de cerca."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas


"Y, conservando el natural decoro, gira y su falda con recato vuela, vale más el listón de su chinela que del rico Perú las minas de oro."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas




"Y cuando el sol descendía, dejando esmaltado el cielo de rosa, morado y oro, con nubes de grana y fuego."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas



"Yo, no pudiendo sufrir el fuego en que me abrazaba, díjele: "hermosa filena, basta de curarme, basta"."

Ángel de Saavedra, duque de Rivas