Aguijón

Ella no sigue por él,
Sino a sí misma, virtual...
A la agonía infernal,
En la rosa de papel.
Y mana, amarga, la miel
El duro dardo de ardor;
Cursa entrañable labor,
Por restreñar el herir,
Y jamás para a morir
La abeja del sinsabor.

Martín Adán


"¡Clava en tu carne tu hueso y echa a morder en el aire, que Dios no quiere contigo sino errar adivinándote!"

Ramón Rafael de la Fuente Benavides mejor conocido por su seudónimo Martín Adán


"Dios se encarna en un niño que busca los juguetes de tus manos."

Martín Adán



"El mundo no está precisamente loco, pero sí demasiado decente."

Martín Adán




"El puerto, lleno de niebla, está demasiado romántico..."

Martín Adán


"La desesperación hace el domingo el lunes, y hace oler desayunos en todas las mañanas."

Martín Adán



"La justicia es unas estatuas feas en las plazas de las ciudades. Ninguna de ellas me gusta ni poco ni mucho -no son diosas ni mujeres. Yo amo la justicia de las mujeres sin túnica y sin divinidad."

Martín Adán


La mano desasida-Canto a Machu Picchu
(Fragmento 1)

¿Qué palabra simple y precisa inventaré
Para hablarte, Mi Piedra?
Que yo no me seré mi todo yo,
La raíz profunda de mi ser y quimera
¡Tú crees estar arriba, honda en tu cielo,
Y me estás tan enquistada en mi vida muerta!…
¡Ay, Machu Picchu, pobre rostro mío,
Mi alma de piedra,
Exacta y rompidísima,
Innumerable e idéntica,
Vuelo del alma mineral,
Esencia de conciencia de relabrada fuerza!…
¡Ay, Machu Picchu, hueso mío de presencia
Cuándo estarás de mí defuera!…

Martín Adán



La mano desasida-Canto a Machu Picchu
(Fragmento 2)

Créeme tú, Machu Picchu,
Haz que yo crea, horrorosa flora.
Nada es real sino lo que supones
Por debajo delo que tocas.
Nada es real sino tu ceño
Y una roca
Y alguna mano humana que va haciendo
La vista, la cosa, la forma...
Y la divinidad de lo inmediato,
Y el instante del sentido, y el abismo en sombra.

Martín Adán



Poesía se está de fuera:
Poesía es una quimera
Que oye ya a la vez y al dios.
Poesía no dice nada:
Poesía se está callada,
Escuchando a su propia voz

Como se va vida,
O como crece pelo de cadáver,
Estás tú, piedra aviternísima, piedra ilusa,
Entre las cosas reales.
Eternidad haraposa,
Firmeza sin edades,
Y un cordero de debajo que bebe el agua,
Y los cielos infinitos y con hambre...
Todo lo humano lo vi en ti,
Bestia mía y lejana, abiertas las fauces...
Todo de acto cumplido,
Y acezante...
Para cuando te estés muerto todavía,
Yo mismo, eres la muerte.
Eres yo mismo alguna vez
Entre las veces,
Entre las cosas,
Entre los quienes...
Pero tú, piedra enquistada,
¿Quién eres?
¿A quién voy entre los seres?
¿A qué tiempo, a qué futuro
iré con mis míes y mis desdenes
y con mis piedras recónditas,
yo mismo, nube de mí mismo, celeste?

La desesperación es una playa,
Sábelo, recóndita, alta piedra.
La Desesperación está contigo
Como tu piel o la miel de la abeja.
La Desesperación es un cielo
O una hembra o una piedra o una yedra.
La Desesperación no tiene otro
Límite que tu invocarla a ciegas.
La Desesperación está delante
De ti ahora: ahora es nueva,
Con sus monstruos invisibles de siempre
Y sus abiseles de fuera;
Con sus demonios de debajo, verdes,
Y con su cumbre, desierta.
Entre oleaje de roca, a ti llegué,
Muerto y vivo, con mortaja de yerba.

Martín Adán



"La toda tuya vida es como cada ola: saber matar, saber morir, y no saber retener su caudal, y no saber discurrir y volver a su principio, y no saber contenerse en su afán..."

Martín Adán


"Lejos, caía lluvia del cielo de tus manos -un cielo pequeñito, lívido, solitario-."

Martín Adán




"No estoy muy convencido de mi humanidad; no quiero ser como los otros. No quiero ser feliz con permiso de la policía."

Martín Adán


"No hay más alegría que la de ser un hombre bien vestido."

Martín Adán


"¡Por la eternidad intacta, por el designio incesante, por la persona infinita y por la obra interminable!"

Martín Adán


"Prosa dura y magnífica de las calles de la ciudad sin inquietudes estéticas. Por ellas se va con la policía a la felicidad."

Martín Adán



"¿Quieres tú saber de mi vida? Yo sólo sé de mi paso, de mi peso, de mi tristeza y de mi zapato."

Martín Adán



"¡Sabiduría infinita de no saber olvidarte!"

Martín Adán



"(...) Sentí una necesidad agónica, toxicomaníaca, de inhalar, hasta reventarme los pulmones, el olor de ella: olor de escuelita, de tinta china, de encierro, de sol en el patio, de papel del estado, de anilina, de tocuyo vestido a flor de piel -olor de la tinta china, flaco y negro-, casi un tiralíneas de ébano, fantasma de vacaciones...Y esto era mi primer amor."

Martín Adán



"Soy un animal acosado por su ser, que es una verdad y una mentira."

Martín Adán


"Tu corazón es una bocina prohibida por las ordenanzas de tráfico."

Martín Adán



"Y la vida es eterna, aunque yo no lo diga. Y la vida es lo que soy, en el llanto o el gozo. Y la vida es cualquier instante que se siga."

Martín Adán


"Yo no soy un gran hombre -yo soy un hombre cualquiera que ensaya las grandes felicidades."

Martín Adán