"Con apenas cuatro años, Irene había abandonado la televisión. No la veía nunca y se sentía muy orgullosa de ello. Había demasiadas cosas encerradas en los libros, en los discos, en las partituras, en las cuerdas de su violín o incluso en las teclas del amargo piano, como para perder el tiempo viendo una pantalla vacía."

Gonzalo Moure Trénor



"El campo es al mismo tiempo el amante y el enemigo del hombre. Le da todo, se entrega a él, pero le teme porque sabe que acabará con él antes o después."

Gonzalo Moure Trénor



"El lugar respiraba una paz tan grande que le parecía que ella misma lo perturbaba con respiración."

Gonzalo Moure Trénor


"El norte nunca nos ha gustado a los saharauis; preferimos mirar hacia el sur. Del norte nos ha venido todo el dolor, toda la miseria, la traición, la esclavitud; del sur, el sol, la vida, la raíz."

Gonzalo Moure Trénor



"El río de mis recuerdos se fundía con el mar de sus sueños."

Gonzalo Moure Trénor
El beso del Sáhara


"El silencio, para la gente que habita en la ciudad, es una ausencia; para los habitantes del desierto, el silencio es como un amigo, como una presencia."

Gonzalo Moure Trénor



"El sol y la luna se aman por eso se unen en el cielo."

Gonzalo Moure Trénor


"El verdadero talento no necesita público."

Gonzalo Moure Trénor



"Es inocente, es limpio de cuerpo y de alma, y ve el mundo de una manera distinta, desde el mismo corazón de la música, donde no hay antes ni hay después, donde no hay tú y yo, sino nosotros, todos."

Gonzalo Moure Trénor



"Esto era todo lo que había visto en su vida, la hammada: piedras, arenas inacabables, jaimas, unos pobres cuartitos de adobe, los corrales de los animales, algunos edificios encalados más grandes, entre los que estaba su escuela, una bandera deshilachada y el cielo. Nada más, ni un poco de hierba, ni un árbol en el horizonte..."

Gonzalo Moure Trénor


"Habla con el violín. Escucha su armonía y contéstale. Se acercará a ti. Lo está deseando, y yo también."

Gonzalo Moure Trénor


"Hoy he encontrado a Tomi, por fin, y es tan puro, tan inocente, tan indefenso, que sé que empieza la parte más difícil de mi vida."

Gonzalo Moure Trénor




"La verdad es algo que esta ahí en sí misma, como las matemáticas."

Gonzalo Moure Trénor


"Leer, no, pero me gustaría escribir música. Para que te la llevaras. ¡Tú no recuerdas la música como yo!"

Gonzalo Moure Trénor



"Levanté la mirada y un enjambre de estrellas me golpeó en el corazón a través de las pupilas dilatadas. En ese instante luminoso, suspendida entre la arena y el cielo, llegué a creer que nunca más vería algo tan hermoso."

Gonzalo Moure Trénor



"Los hombres serios del cielo con sus mecheros encienden, cuando la noche se extiende, farolitos de hielo."

Gonzalo Moure Trénor


"Me pregunto si la vida no es la distancia entre lo que sé qué debo hacer y lo que hago."

Gonzalo Moure Trénor


"Necesita tocar, acariciar, y la gente no sabe qué es eso, no le entienden."

Gonzalo Moure Trénor


"Ni las palabras se pueden explicar con música, ni la música se puede explicar con palabras."

Gonzalo Moure Trénor


"No llores porque la vida se acabe, piensa que hemos vivido... Yo lo acepto, me voy con tu recuerdo a los pastos del cielo... Y mientras tú vivas, yo siempre estaré contigo. Tú aún no lo entiendes, pero cuando la noche te alcance, lo entenderás también..."

Gonzalo Moure Trénor



"No sé quién soy, ni cuando vivo ni cuando leo, cuando robo horas al sueño para devorar libros y libros que, mientras los leo, me permiten al menos alejarme de mí misma y de las exigencias de perfección de mis padres. En los libros descubro al menos otras vidas más humanas, personajes a los que nadie les marca el camino, que viven su existencia y sus aventuras al azar o por su propia voluntad, con pasiones y secretos, con fallos, pecados y defectos."

Gonzalo Moure Trénor



"Pensaba que la vida es un misterio, que basta un segundo de plenitud para llenar toda una existencia de áridas rutinas. Antes creía que toda mi vida giraba exclusivamente en torno a la guerra de liberación de mi pobre pueblo traicionado, pero en aquellos atardeceres junto a Nadira llegué a la convicción de que nada, ni siquiera la victoria, podría igualar a la intensidad de los latidos de mi corazón junto a su incierta presencia. Eso debe de ser el amor, supongo."

Gonzalo Moure Trénor



"Pensando, sin embargo, se dio cuenta de que aquella nota, una respuesta clara a su andante, había sido el principio de un diálogo."

Gonzalo Moure Trénor



"Pero no era la belleza lo que le atraía de él, sino toda aquella música dormida en su interior. Anhelaba conocerle más de cerca para poder nadar en su música, para tratar de entender el mundo como fuera que lo entendiera él, desde la música."

Gonzalo Moure Trénor




"Piensas que me entiendes y no sabes nada sobre mí. Me sigues y me estudias y me espías intentando convencerme y escuchas a través de las paredes cosas que jamás quisieras escuchar."

Gonzalo Moure Trénor


"Pobres los que no saben mirar con su corazón, los cobardes que miran con los ojos de los demás."



Gonzalo Moure Trénor


"Podía más en mi el qué dirán que el rumbo de mi corazón. Así soy de cobarde."

Gonzalo Moure Trénor


"Se dio cuenta de que aquella nota, una respuesta clara a su andante, había sido el principio de un diálogo."

Gonzalo Moure Trénor


"Somos los que somos indivisibles y únicos, ajenos al tiempo."

Gonzalo Moure Trénor
El síndrome Mozart


"Soy feliz, no quiero irme de aquí, pero no sé qué hacer, tengo miedo a lo que puede pasar, y por eso te llamo."

Gonzalo Moure Trénor



"Trato de decirle a su madre que había nacido un camellito, que era de color caramelo, que la camella ya no estaba gorda, que a él le gustaba mucho, que se llamaba Caramelo, y que quería llevarle un poco de hierba como regalo. Pero su madre estaba muy ocupada y no entendía los gestos de Kori. Todo lo que se decían el uno al otro, por señas, era casi siempre lo mismo: comer, dormir, ir a la escuela, ir a la tiendecita a por te, a por azúcar, a por piedras de sal... Y siempre lo hacían con los mismos gestos... ...por eso, las confusas señas de Kori, tratando de explicarle lo del huar se perdían en la mente de Mahfuda, su madre. Y además Mahfuda siempre tenía cosas que hacer."

Gonzalo Moure Trénor



"Yo misma sentía que el mundo desaparecía mientras tocaba. Entonces sólo había música."

Gonzalo Moure Trénor