"¿A qué se dedica? - Soy detective privado. Se le iluminó la mirada, y por un instante pensé que me iba a contratar para buscar un pastel perdido."

Philip Kerr
Unos por otros


"Ah, sí. Verá, como viven en una república, los franceses se muestran muy impresionados por los títulos aristocráticos."

Philip Kerr


"Alguien dijo una vez que no hay nadie más tonto que un viejo tonto enamorado. Pero los tontos de mediana edad no lo son menos."

Philip Kerr



"Algunas veces yo también me siento de esa manera: naces solo y mueres solo, y el resto del tiempo estás librado a tu suerte."

Philip Kerr


"Apele a su sentido del juego limpio. Es probable que lo guarde en una caja de cerillas, junto con su sentido del humor."

Philip Kerr


"Comparado con la persona que había decorado y amueblado aquel sitio, el archiduque Fernando habría sido bendecido con el gusto de una tropa de enanos de un circo turco."

Philip Kerr


"Cualquier descripción de otro ser humano perfila tanto a la persona que la realiza como al objeto de esa descripción."

Philip Kerr


"Cuando las mujeres superan los cincuenta su edad deja de tener interés para nadie salvo para ellas mismas. Con los hombres sucede justamente lo contrario."

Philip Kerr


"(...) Cuando se trata de abogados siempre doy por hecho que llegaron a tener su riqueza y posición gracias a la avaricia y por medios nefandos."

Philip Kerr



"Cuando uno lo educaban, tanto en el colegio como en la universidad, los ordenadores, era poco menos que inevitable que creciera hablando como una máquina."

Philip Kerr


"Cuando se agencia uno un gato para cazar los ratones que tiene en la cocina, no puede esperar que deje de lado las ratas que hay en el sótano."

Philip Kerr




"Dicen que si, en todas las transacciones, puedes identificar qué recibes, de dónde viene, y lo que cuesta, entonces ya has entendido el debe y el haber."

Philip Kerr


"Echando una ojeada por la sala me encontré con que había tantas pestañas falsas agitándose en mi dirección que empezaba a sentir que estaba en medio de una corriente de aire."

Philip Kerr


"El asesino mataba porque le gustaba hacerlo. Le gustaba la sensación de poder que eso le proporcionaba. Jugaba a ser Dios."

Philip Kerr


"El hombre es la medida de todas las cosas."

Philip Kerr


"En una sociedad civilizada no se dispara contra un hombre a sangre fría. Excepto que esta era la Alemania de Hitler y no era más civilizada que los mismos paganos venerados por Weisthor y Himmler."

Philip Kerr


"Entre todas las herramientas había una Colt automática por cortesía del gobierno estadounidense. Una del calibre 45 de antes de la Gran Guerra. El amortiguador del sonido adjunto a la boca de la pistola era casero, como casi todos. Y la Colt era la pistola ideal para un silenciador."

Philip Kerr


"(...) Era uno de esos millonarios excéntricos que a veces aparecen en los periódicos; no gastan nada en nada, y es así como llegaron a ser ricos."

Philip Kerr



"Era uno de esos sitios donde hasta la piel de los zapatos se pone un poco nerviosa."

Philip Kerr


"Es difícil mirar por encima del borde del abismo sin que el abismo te mire a ti."

Philip Kerr


"Es lo que pasa con las armas: siempre parecen un juguete, hasta que comienzan a matar personas."

Philip Kerr


"La capacidad de un virus para causar enfermedades puede variar. Como el hombre, los microbios han demostrado que poseen una versatilidad e inventiva asombrosas, que son reproductores eficaces, evolucionan rápidamente y son capaces de acomodarse a nuevos huéspedes y condiciones."

Philip Kerr


"La mataron de un disparo, a sangre fría -dijo con amargura. Comprendí que la noche iba a ser larga. Saqué los cigarrillos."

Philip Kerr


"La mayoría de los berlineses eran respetuosos con la ley, excepto si eran comunistas o nazis."

Philip Kerr

"Los policías de esta ciudad son tan chorizos como todos los demás. Algunas veces son más ladrones que los propios ladrones."

Philip Kerr


"Me sentía como alguien al que han convencido de donar medio litro de sangre asegurándole que serviría para salvar una vida, y que descubre que la utilizan para alimentar a la colonia de murciélagos vampiros del zoo."

Philip Kerr




"No me gustan los delincuentes que quebrantan las leyes -dije. - ¿De qué otra clase puede haberlos? -De los que hacen las leyes."

Philip Kerr


"-No sabía que te interesara la política -dije. -No me interesa. Pero ¿No es así como Hitler resultó elegido: demasiada gente a quien no le importaba una mierda quién gobernara el país?"

Philip Kerr


"(...) No soy muy hitleriano -precisó-, pero creo en Herman Goering. Es una figura mucho más impresionante que Hitler. -Sin duda es más grande. -Ahora me tocaba a mí reírme de mi chiste."

Philip Kerr


"No te gustaría Argentina, Martin. Hace calor. Hay demasiados insectos. Y montones de judíos. Con el inconveniente de que sólo te permiten matar a los insectos. También he oído que hay muchos alemanes. No. Sólo nazis."

Philip Kerr


"¡Qué ciudad era aquella para los edificios públicos, tan inmensos como montañas de granito gris! Los construían así de grandes para recordarte la importancia del Estado y la comparativa insignificancia del individuo."

Philip Kerr


"¿Quién no es nacionalsocialista si lo apuntan con una pistola en la cabeza?"

Philip Kerr

"Sabes, tengo una teoría: el amor es sólo una forma transitoria de enfermedad mental. En cuanto lo sabes, puedes enfrentarte a él."

Philip Kerr


"Saltó de la cama y supe que contemplaba todo su cuerpo, desnudo como un alfiler de sombrero, por última vez."

Philip Kerr


"Saludos, señora policía —dijo la voz—. Vi su espectáculo televisivo la otra noche. Gracias por preocuparse por mi equilibrio mental y por mis expectativas ante el juicio. No padezca. Ya me he encargado de preparar mi defensa, por si se da la improbable si bien lógicamente posible circunstancia de que sea arrestado.
Estoy seguro de que podré acogerme al Código Me-Naghten y declararme con éxito no culpable por demencia. Tenga en cuenta que atribuiré al programa Lombroso la responsabilidad de haber desequilibrado definitivamente mi ya precaria estabilidad mental. Además, lo más probable es que lo aproveche para interponer una demanda civil por daños y perjuicios, por los cuidados que deberían habérseme proporcionado y por la razonable posibilidad de que el escáner que se me practicó me haya producido algún tipo de crisis nerviosa. Cuando todo el asunto se acabe y el vínculo entre el programa Lombroso y los asesinatos sea ya del dominio público, yo diría que es muy probable que muchas de las familias de las víctimas se unan para poner un pleito al Instituto de Investigaciones Cerebrales, Pero ésa es otra historia».
El tono de voz era tranquilo y frío, sin rastro de ningún acento. Tal como Tony Chen la había descrito, «como de un locutor de la BBC», sólo que resultaba casi excesivamente mecánica. Carecía de modulación, de matices expresivos, de una pauta rítmica, de una pronunciación concreta que pudiese indicar un origen geográfico. Era una pronunciación normativa, tal como se la define a veces. Al reescuchar la grabación, a Jake le produjo escalofríos.
«La idea que lanzó usted sobre que mis hermanos eran inocentes, tal como podrá suponer, me ha indignado. La verdad es que estoy llevando a cabo un meritorio servicio público de interés general. Verá, se trata de individuos potencialmente peligrosos a los que no se puede dejar a su libre albedrío. Lo lógico sería que, tras ser identificados, como mínimo, se los encerrase, pero desde la instauración, entre otras medidas destinadas al mantenimiento de la ley, de la política oficial de “tirar a matar” y la puesta en práctica del coma punitivo como piedra angular de la nueva política penal, la encarcelación de criminales violentos se ha convertido en una fórmula mucho menos apreciada por una administración pública obsesionada por los problemas de presupuesto. Por tanto, siguiendo el ejemplo gubernamental, he decidido matarlos yo mismo, según criterios de dignidad humana y eficiencia, y con los mínimos inconvenientes para la sociedad».
Wittgenstein se permitió una risita sofocada.
«¿Sabe?, señora policía, en lugar de intentar atraparme, debería estarme agradecida. Piense simplemente en cuántos de mis hermanos podrían haber acabado convirtiéndose en los psicópatas asesinos de mujeres del mañana. Ésa es su especialidad, ¿no? asesinatos en serie de mujeres. Al menos eso es lo que pone en los periódicos, y siempre nos creemos lo que leemos en ellos, ¿no? como eso del pobre señor Mayhew luchando heroicamente entre la vida y la muerte en el hospital. —Se escuchó de nuevo su risa—. En cualquier caso, pregúntese simplemente cuántas vidas se pueden haber salvado gracias al sacrificio de unas pocas. ¿No se trata de una mera cuestión de pragmatismo?"

Philip Kerr
Una investigación filosófica


"¿Siempre has sido tan cínico? No. Antes sólo era un proyecto en la mente de mi padre."

Philip Kerr


"Siempre son las mujeres las que reconstruyen las civilizaciones que los hombres se han empeñado en destruir."

Philip Kerr


"(...) Sin embargo, lo que quería decir es que la verdad raras veces es verdad, y que las cosas que uno cree que son falsas a menudo resultan no ser falsas."

Philip Kerr



"(...) Suspiró, petulante, como una vieja solterona al notar que el aliento del párroco huele a ginebra."

Philip Kerr


"(...) Tenía el tipo de facciones débiles y sin personalidad típicas de algunos criminales de guerra y asesinos de masas."

Philip Kerr


"Teniendo en cuenta la energía cinética de cada golpe, la profundidad de las fracturas craneales y el ángulo de depresión, el ordenador ha calculado que el asesino mide 1,82 metros y pesa aproximadamente 85,72 kilos."

Philip Kerr



"Todos los hombres acaban pareciéndose a su padre. No es una tragedia, pero hace falta sentido del humor para aceptarlo."

Philip Kerr


"Una cosa es la popularidad y otra muy distinta el rendimiento."

Philip Kerr



"Una cosa he aprendido en este oficio: si tienes dudas, ahógalas en alcohol."

Philip Kerr


"Usted tiene más hilos sueltos que el costurero de una vieja."

Philip Kerr


"Volví al Adlon, cogí una llave maestra del mostrador y subí a la suite 114 por las escaleras. Las habitaciones olían mucho a puros y colonia. Los armarios estaban repletos de trajes hechos a medida y los cajones, de camisas primorosamente dobladas. Hasta el calzado era hecho a medida en una empresa de Londres. Sólo de ver el cajón, pensé que me había equivocado de trabajo, aunque, la verdad, para saber eso no me hacía falta mirar los zapatos de Max Reles. Se ganara la vida como se la ganase, le compensaba mucho, desde luego, como todo lo demás, me imaginé. A juzgar por su comportamiento, no podía ser de otra forma. La colección de relojes y anillos de oro que había en la mesilla de noche confirmaba la impresión de un hombre a quien no le preocupan su seguridad personal ni los precios de la altura del monte Matterhorn que tenía el Adlon.
Había una Torpedo tapada en la mesa de la ventana, pero el archivo alfabético de acordeón que había debajo, en el suelo, me indicó que se usaba mucho: estaba lleno de correspondencia con empresas de construcción, compañías de gas, aserraderos, productores de caucho, fontaneros, electricistas, ingenieros, carpinteros… y de toda Alemania, además, desde Bremen a Wurzburgo. Algunas cartas estaban en inglés, desde luego, y de entre ellas, había unas cuantas dirigidas a la Avery Brundage Company de Chicago, cosa que debería haber sido un indicio de algo, aunque no supe de qué."

Philip Kerr
Si los muertos no resucitan