"A caballo dado no se le ve colmillo, acepte usted sin regatear la comisioncita que le dan, que si la cumple con eficacia se le abrirán, ipso facto, todas las puertas que hasta hoy se le han cerrado. ¿Quiere usted llevar una vida ejemplar a estas alturas? Pues yo le garantizo que mientras vayamos como hemos ido siempre, fracasando sin truco, de pueblo en pueblo, ni sus propios hijos le agradecerán el ejemplo.
¿No quiere usted salir de México? ¿Esa muchachita? ¿Su taquígrafa? ¡Ah! Sí; bastante guapa, pero permítame que le repita lo que usted me dijo hace año y medio, cuando nos encontramos en aquel cabaretucho de mala muerte, poco antes de salir para Sonora: todavía me suena en los oídos la carcajada que soltó usted cuando le confesé que yo no quería salir de México porque estaba enamorado... ¡Ah! Mi coronel, parece mentira que a su edad. Parece mentira que una
liebre corrida como usted... Conque enamorado a los cuarenta y cinco años... ja... ja... ja... Ridículo, mi coronel, tan ridículo como si ahora se le fuera ocurriendo a usted hacerse futbolista... ¿Conque pretende usted volver a casarse? ¿No? Ja... ja... ja... Permítame que me ría, y permítame que le dé un buen consejo.
Ya que enviudó usted, ya que Dios le hizo la merced de quitarle a esa excelente señora que fue su esposa, respete la voluntad divina, permanezca viudo y aproveche la circunstancia; que la mujer, por buena que sea, no deja de ser un lastre para el hombre de aspiraciones. Y no se vuelva a casar. Ya sé que su perro vicio son las mujeres, y ahora a mí me toca hacerle el ofrecimiento que me hizo usted hace año y medio: ¿cuántas quiere? Dígame nada más la pinta, y yo se las consigo; porque además, en esto como en todo, debemos ser consecuentes con los principios socialistas por los que hemos venido propugnando
desde hace quince años."

Renato Leduc
El corsario beige


"A veces sufre uno porque se le despega la suela del zapato, porque se le rompe el pantalón o porque entre todos los hijos de los hombres sólo el nuestro -desdichado- no tiene un juguete para jugar o un dulce que llevarse a la boca; y estos dolores, no por ser pequeños, dejan de ser grandes..."

Renato Leduc


"¿Café negro, señor...? Respondía furibundo: "No, señorita... café café". Porque, en efecto, salvo en el caso de que sea torrificado y por ende impuro, el café no es ni debe ser negro, sino café."



Renato Leduc


"Dramático destino el de los hombres de buena voluntad. Yo, por ejemplo, hace apenas dos meses...Pero no es hora de hacer, como dicen los enamorados, reminiscencias; ni es hora de hacer, como dicen los detectives, reconstrucciones."

Renato Leduc


"El oro del presente cambié por el de ayer la espuma... El humo... El viento... Angustia de las cosas que son para no ser."

Renato Leduc




"El periodista político es el historiador de lo inmediato."

Renato Leduc


"La vida del líder es sólo un prurito contumaz y terco de actos-de-adhesión: de guiar su manada servil y obediente y escuchar el grito: "Gracias...Gracias...Gracias...Señor Presidente" Traseros en alto, en la procesión."

Renato Leduc




"No puede uno desvincularse impunemente de las cosas que ama..."

Renato Leduc


"¡París!... Una mañana, casi de madrugada, llegué a París; el agua de un cielo turbio caía monótona y monocroma sobre un París negro y maloliente; busquemos, dije, al camarada José Antonio; y recorriendo calles en busca del susodicho camarada, sentí que me invadía poco a poco la más grata sorpresa, la sorpresa de no sentir emoción alguna frente al tantos años acariciado, algunas veces galvanizado y en ocasiones refrigerado sueño, hecho ya en ese momento, realidad: ¡París!"

Renato Leduc




"Pensamos que ya era tiempo de ser románticos, y entonces confeccionamos un paisaje ad-hoc, saturado del más puro idealismo, y barnizamos la luna de melancólico color."

Renato Leduc


"¿Qué cosa entiende usted por lealtad, mi coronel? ¡Contra lo que usted se imagina, lealtad no es jugar con cartas limpias, sino con cartas iguales, porque jugar limpio contra quien juega sucio, no es lealtad, mi coronel, es, si acaso, florete contra ametralladora, resistencia pasiva, gandhismo, teosofía, y, aquí entre nosotros, pureza de convicciones, vasconcelismo, jugar al pendejo, dieta vegetariana y ludibrio de amigos y enemigos."

Renato Leduc


"¿Que si no cree la verdad, menos creerá la mentira? ¡Oh! Es que una mentira no se dice para que la crean, sino únicamente para llenar el trámite, y un hombre de la imaginación de usted, licenciado, puede confeccionar muy bellas y útiles mentiras."

Renato Leduc


"¿Quién te dijo que el alma padecía, si alma no tengo? ¿Quién te dijo que fuese fantasmal la esencia mía?"

Renato Leduc


"¿Quién te dijo que no pueden vivir cuerpos sin alma...? ¿Quién te dijo, que no me conoció...?"

Renato Leduc


"Quisiera yo que siquiera al final el arduo camino fuera para bien o para mal, árbol no de ciencia artera, sí, pecado original."

Renato Leduc




"Sabia virtud de conocer el tiempo; a tiempo amar y desatarse a tiempo."

Renato Leduc


"Seguirá corriendo el agua hasta la mar, pero los ojos del puente ya nunca la olvidarán. Seguirá corriendo el agua para no volver jamás..."

Renato Leduc


"Su perfume, su acento, una lágrima suya que mitigó mi sed. ¡Oh, si el humo fincara, si retornara el viento, si usted, una vez más, volviera a ser usted!"

Renato Leduc




"Todo es ahora luz desvanecida, tibieza, soledad, último amor..."

Renato Leduc




"¿Verdad que la vida es un tema inconmensurable? ¿Verdad que no es tema al alcance de cualquier imbécil? ¿Verdad que no es tema a tu alcance?"

Renato Leduc


"Vivo de una sonrisa que usted no supo cuándo me donó."

Renato Leduc



"Yo vivo de lo poco que aún me queda de usted, su perfume, su acento, una lágrima suya que mitigó mi sed."

Renato Leduc