"A veces también es necesario saber preguntar, que no basta con creerse a pies juntillas todo lo que nos dicen."

María Luz Gabás Ariño


"Al cerrar los ojos para la eternidad solo te veré a ti -le susurró ella-. No sé cómo explicártelo, amor mío, pero siento que este no es nuestro fin. No pongas en mi lápida que descansé en paz porque no lo haré. Te prometo que desafiaré las normas del más allá para estar contigo. Regresaré a ti..."

María Luz Gabás Ariño


"Anhelaba librarse de un equipaje demasiado pesado porque el mundo realmente pertenecía a quien sabía ir ligero de equipaje."

María Luz Gabás Ariño



"Cuando ella sonreía, él se olvidaba de todo."

María Luz Gabás Ariño



"Desde que había estado con él, encontraba defectos en todos los hombres."

María Luz Gabás Ariño


"El tiempo pasa muy rápido cuando estamos juntos. Se nos acabará y entonces nos arrepentiremos de no haberlo exprimido lo suficiente."

María Luz Gabás Ariño
Palmeras en la nieve



"En esta vida hay que celebrarlo todo. Hoy estamos aquí y mañana... ¡Con los espíritus!"

María Luz Gabás Ariño


"En los países con graves carencias, la educación se encuentra al final de la lista de cuestiones a mejorar."

María Luz Gabás Ariño


"(...) Había conseguido superar la etapa más dolorosa de su vida y resurgir del abismo fortalecida tanto en sus creencias como en su amor por él."

María Luz Gabás Ariño



"La familia es como el bosque -le había dicho-. Si estás fuera de él, solo ves su densidad. Si estás dentro, puedes ver que cada árbol tiene su propia posición."

María Luz Gabás Ariño



"La vida es circular, los hechos se repiten; en otras circunstancias, sí, pero básicamente semejantes. Como la naturaleza."

María Luz Gabás Ariño







"Los personajes representan, al fin y al cabo, diferentes posturas de cualquier persona a la hora de enfrentarse al mundo que les toca vivir. Nos enamoramos de ellos no sólo porque podamos sentirnos identificados con su forma de ser, sino también porque hacen lo que a nosotros nos gustaría hacer y simplemente no nos atrevemos o lo que nos gustaría que otros hicieran por nosotros."

María Luz Gabás Ariño



"Los tornados. La vida es como un tornado. Paz, furia, y paz de nuevo."

María Luz Gabás Ariño



"(...) Me enamoré de ellos nada más verlos. Son... ¿Cómo te diría...? Simples y complejos, serenos y violentos, enigmáticos y transparentes...-Como esta isla...-murmuró Kilian. -Sí. Y como cualquiera de nosotros..."

María Luz Gabás Ariño


"Me voy. Te vas. Pero te quedas en mi corazón. Para siempre."

María Luz Gabás Ariño



"Mira, Kilian -dijo Jacobo-, estamos entrando en la bahía de Santa Isabel. ¡No te pierdas ningún detalle! -Un brillo iluminó sus verdes ojos-. Te guste o no tu estancia aquí, te quedes dos o veinte años, odies o ames a la isla..., ¡Escucha bien lo que te voy a decir! , jamás podrás borrar de tu mente esta estampa. ¡Jamás!"

María Luz Gabás Ariño


"Necesitaba estar sola, aunque sólo fuera por unas horas. Tal vez por la mañana viera las cosas de otra manera."

María Luz Gabás Ariño


"¿No fue un gran jefe blanco el que dijo que, en cuanto empieza a echar raíces, la libertad sí que es una planta de rápido crecimiento?"

María Luz Gabás Ariño



"No puedo decirte ni cómo ni cuándo, pero llegará un día en que esta pequeña isla se apoderará de ti y desearás no abandonarla... No conozco a nadie que se haya marchado sin derramar lágrimas de desconsuelo."

María Luz Gabás Ariño



"Pensaría las palabras precisas y las pronunciaría con la absoluta convicción de que, traspasando los límites de la razón, del entendimiento, de lo cognoscible y de lo perceptible, hurgaría en mentes ajenas, inquietaría corazones, se apoderaría de cuerpos sanos y los abandonaría descompuestos en un eterno retorno, en una incesante repetición, hasta dar por fin con aquel a quien le anunciaría: Regreso a tu piel."

María Luz Gabás Ariño


"Siempre sabrían ambos que en algún lugar del mundo existía alguien cuyo olor había impregnado de forma embriagadora sus sentidos; un cuerpo cuyo sudor había empapado su piel sedienta; un cuerpo cuyo sabor había saciado su necesidad de placer justo entonces: en plena madurez, cuando la distancia recorrida ya era larga y la que faltaba por recorrer, incierta."

María Luz Gabás Ariño


"Sonrió al imaginarse a esos hombres rudos y cerrados de la montaña, de carácter taciturno y serio, poco expresivos y acostumbrados a una gama cromática limitada al blanco de la nieve, al verde de los pastos y al gris de las piedras, descubriendo los colores llamativos del trópico, las oscuras pieles de los cuerpos semidesnudos, las construcciones livianas y la caricia de la brisa del mar."

María Luz Gabás Ariño


"Te aseguro que yo no me pienso morir (...), hasta que llegue el momento."

María Luz Gabás Ariño


"Te dejarás arrastrar por las nubes durante miles de kilómetros y tomarás tierra en Madrid, donde cogerás un tren a Zaragoza. Luego te subirás a un autobús y, en poco tiempo, te reencontrarás con los tuyos. Todas las horas del viaje te resultarán escasas para despegarte de los últimos años, que habrán sido los mejores de tu vida. Y ese hecho, el reconocer que los mejores años de tu existencia pasaron en tierras lejanas, será un secreto que guardarás en lo más profundo de tu corazón."

María Luz Gabás Ariño



"Una cosa era la libertad de pensamientos azuzados por la complicidad de la noche y otra muy distinta la realidad."

María Luz Gabás Ariño


"Vigilad a vuestras mujeres, hechas por la naturaleza con un temperamento melancólico, débiles, blandas y enfermas, inferiores a vosotros en fortaleza física y moral (...) Las mujeres son más frágiles que los hombres ante las tentaciones y, por tanto, más inclinadas a dejarse engañar por el demonio y a tener frecuentemente las sugestiones demoníacas por divinas."

María Luz Gabás Ariño


"Vivía más de los recuerdos, propios y ajenos, que de su propio presente."

María Luz Gabás Ariño