"Actualmente, detesto ser bombardeado por la vulgaridad, la vacuidad y la reiteración... Pero si uno enciende el televisor y se sienta esperando ver algo enriquecedor, se sentirá decepcionado, de hecho ultrajado, por los abusos, la agresión y la democratización forzosa del intelecto. Yo lo apago, me rebelo contra la rebelión."

Hanif Kureishi


"Ahora por fin tomo conciencia de que soy un ser humano y no he acabado de aprender. Ya no me avergüenzo de mi ignorancia, ni temo que me gusten ciertas cosas."

Hanif Kureishi


"Al principio, todo el mundo le trataba con respeto y escuchaba con atención sus explicaciones soporíferas. Sin embargo, al poco tiempo ya nos lo empezamos a tomar a broma, porque además de comportarse como un pedante con sus ínfulas de superioridad, le asustaba lo que había emprendido y no aceptaba el menor consejo por miedo a que ocultara una crítica."

Hanif Kureishi


"Algunos están más preocupados por el islam que por nuestra religión verdadera, que ya digo que es el neoliberalismo, el fundamentalismo financiero. Otra cosa es el terrorismo, y otra, la inmigración, que es uno de los efectos del neoliberalismo. Necesitamos buenas ideas sobre esas dos cosas, no tópicos."

Hanif Kureishi


"(...) Ahora vivimos en un fundamentalismo financiero. Todo se mide en dinero."

Hanif Kureishi


"Blasfemar es un derecho, algo muy importante. Yo nunca lo usaría, pero lo defendería siempre. Odio el autoritarismo religioso que te dice lo que puedes hacer o decir."

Hanif Kureishi


"Conozco todas las razones que justifican la institución del matrimonio indisoluble: es un sacramento, un juramento, una promesa, todo eso. O un compromiso profundo e irrevocable tanto en un principio como en una persona...Pero no recuerdo exactamente la fuerza y los detalles de la argumentación. ¿Hay alguien que sí?"

Hanif Kureishi


"Creo que la felicidad sólo es posible si nos dejamos llevar por nuestros sentimientos, nuestra intuición y nuestros deseos verdaderos."

Hanif Kureishi


"De las personas que conozco, las que poseen talento para la vida son las que disfrutan de una existencia libre, conciben grandes proyectos y los ven realizados. Son, también, la mejor compañía."

Hanif Kureishi


"Desde el liberalismo debemos pensar qué hacer con los fundamentalistas, los que maltratan a las mujeres, a los gays. Es una cuestión muy complicada para el futuro de Europa. Dentro de 10 años, Europa será uno de los mayores continentes musulmanes."

Hanif Kureishi


"Dos días despues de mi regreso de Pakistán llevé mi ropa sucia a un lavadero y bastó que se la diera a la persona que atendía para que ésta me diga que no tocaba ropas de extranjeros: su lavadero estaba arruinado, pero ella no quería que yo me acercara. Un caso más serio: leí en el diario que habían incendiado la casa de una familia pakistaní en el East End de Londres. Un chico murió. Esto, por supuesto, ocurre con frecuencia. Es la cabeza de cerdo con la que rompen los vidrios de las ventanas, la escupida en la cara, los niños con las siglas de las organizaciones recistas tatuadas en la piel con una navaja, así como otras formas, más decorosas, de odio. Estaba furioso. Pensé: ¿Pero después de todo quién quiere ser británico? O como dijo un escritor negro norteamericano: ¿quién quiere integrarse a una casa en llamas?"

Hanif Kureishi
El signo del arcoiris


"El amor que sentía por él era insólito: no era un amor generoso. Le admiraba más que a nadie, pero no le deseaba nada bueno. Lo que ocurría era que le prefería a mí y quería ser él. Envidiaba su talento, su cara, su estilo. Me habría gustado levantarme por la mañana con todas esas cosas transferidas a mí."

Hanif Kureishi


"El matrimonio es una batalla, un viaje terrible, una temporada en el infierno y una razón para vivir."

Hanif Kureishi

"El miedo es algo que sé reconocer... Existen el hábito, la convención y la moralidad, además del miedo a lo que puedes llegar a ser. No es sorprendente que uno acabe acostumbrándose a hacer lo que le dicen que haga, mientras se construye un escondrijo seguro en su interior y lleva una vida secreta. Tal vez por eso las historias de espías y dobles vidas nos resultan tan fascinantes."

Hanif Kureishi



"Elegir a alguien es dejar al descubierto una vida entera.... A partir de cierta edad, uno ya no desea que las cosas sean tan fortuitas. Quieres creer que sabes lo que haces. Tal vez eso explique lo que hice."

Hanif Kureishi


"Empezaba a disfrutar de mi propia generosidad, del placer de hacer disfrutar a los demás, especialmente porque iba acompañado del poder del dinero. Era yo quien les invitaba; estaban agradecidos, tenían que estarlo por fuerza: ya no me podían considerar un fracasado."

Hanif Kureishi



"En el fondo, el racismo se basa en una idea mítica de lo que es un inmigrante. Antes nacía del desprecio hacia el Tercer Mundo, hacia la gente de color. Ahora es fruto de la desesperación de gente que ve que su mundo, sus derechos, su trabajo, su seguridad están siendo destruidos, pero no por la inmigración, sino por el sistema."

Hanif Kureishi


"¿En nombre de qué tipo de experiencia me imagino que estoy renunciando a todo esto? ¿De qué me sirve esa libertad? Sin duda, la libertad última consiste en poder elegir, en eximirse con esa libertad de las obligaciones que a uno lo atan a la vida, en implicarse..."

Hanif Kureishi


"En ocasiones tener demasiado de algo es tan negativo como tener demasiado poco."

Hanif Kureishi


"Es curioso. Aseguraste que querías por iniciados a personas inquisitivas como yo, y ahora no contestas a mis preguntas."

Hanif Kureishi


"Es fascinante ver cómo en las relaciones más sólidas determinados aspectos ocultos de las personas afloran de pronto, como en una excavación arqueológica"

Hanif Kureishi



"Es muy difícil ser un joven rebelde en la cultura musulmana."

Hanif Kureishi


"Hay muchas formas de capitalismo. Por ejemplo, el sistema en el que yo crecí, basado en los derechos sociales, en un Estado de bienestar fuerte. También teníamos partidos de izquierda...Ya no queda nada. La idea incluso de Estado de bienestar ha quedado arrasada. Vivimos en la precariedad. Mis hijos tienen muchas menos oportunidades de las que yo tuve. Tengo que pagar sus estudios y, además, esos estudios no les van a garantizar un trabajo."

Hanif Kureishi


"Hay que aceptar la felicidad cuando es posible, no de un modo egoísta, sino teniendo siempre presente que formamos parte del mundo, de los demás que no somos algo independiente. ¿Hay que perseguir la propia felicidad cueste lo que cueste, a expensas de los demás? ¿O hay que ser desdichado para que los demás puedan ser felices? No hay nadie que no haya tenido que enfrentarse a ese dilema."

Hanif Kureishi


"Hubo un Pakistán que pudo ser próspero, pero todo está destruido. Ahora todo el mundo lleva pistolas. Es como las películas del Oeste. Las mujeres van siempre cubiertas, tienen miedo."

Hanif Kureishi


"La ambición sin imaginación es siempre tosca."

Hanif Kureishi


"La calidad de un amor no se puede medir por su duración."

Hanif Kureishi


"La gente no quiere que disfrutes demasiado, creen que es malo para ti. Podrías empezar a desearlo a todas horas. ¡Qué perturbador es el deseo! Es un demonio que nunca duerme ni se está quieto. El deseo es travieso y no se pliega a nuestros ideales, y por eso tenemos tanta necesidad de ellos. El deseo se mofa de todos los esfuerzos humanos y los hace dignos de consideración. El deseo es el anarquista primigenio y el primer agente secreto; no es sorprendente que la gente quiera verlo arrestado y a buen recaudo. Y justo cuando creemos que lo tenemos bajo control, nos defrauda o nos llena de esperanza. El deseo me hace reír porque nos convierte a todos en idiotas. De todas formas, más vale ser idiota que fascista."

Hanif Kureishi




"Las faldas, como los telones de los teatros, producen curiosidad."

Hanif Kureishi



"Las palabras son acciones y provocan acontecimientos."

Hanif Kureishi


"Lo mejor de todo se había condensado en ese instante. Y no podía ser otra cosa que amor."

Hanif Kureishi


"Ninguna edad está al margen de los sentimientos intensos."

Hanif Kureishi


"No recomiendo mentir, excepto en ciertas circunstancias... Un mundo sin mentiras resultaría imposible; un mundo en el que no se despreciase la mentira también. Por desgracia, mentir nos hace sentir omnipotentes. Provoca una terrible soledad."

Hanif Kureishi


"Para mamá, la vida era fundamentalmente un infierno: una se quedaba ciega, la violaban, la gente se olvidaba de felicitarla por su cumpleaños, Nixon salía elegido, el marido la dejaba por una rubia de Beckenham y, entonces, una envejecía, no podía andar, y se moría."

Hanif Kureishi


"Para nosotros era más importante ser felices que ser buenos. Pero estas familias son muy estrictas y esta rebeldía te lleva a ser más religioso que tus padres. Estos fundamentalistas reemplazan a sus padres por Dios. Así, pueden odiarlos de forma natural, moralmente son buenos, porque aman a Dios. Esto me recuerda a algunos amigos comunistas que atacaban a sus familias en nombre de los ideales del partido."

Hanif Kureishi
sobre la cultura musulmana



"Pero, antes que nada, quería hacer una cosa: celebrar una fiesta de inauguración del piso. Existía una teoría sobre las fiestas que quería poner en práctica. Consistía en invitar a gente que uno sabía que no se llevaba bien y observar luego cómo hablaban los unos con los otros como si nada. En cierto modo, cuando me lo contó no la creí, porque estaba convencido de que me ocultaba algo. Pero fuera lo que fuese lo que se le había metido en la cabeza —y algo se le había metido— se pasó días y días preparando y confirmando la lista de invitados en un pedacito de papel grueso de color crema que llevaba siempre encima. Actuaba con un secreto insólito y mantenía conversaciones complicadísimas por teléfono con Dios sabe quién y, como era de esperar, no quiso contarnos nada de lo que se traía entre manos, ni a papá ni a mí.
Una cosa sí sabía, y era que Shadwell estaba involucrado. Eran sus contactos los que ella estaba utilizando. Conspiraban juntos. Eva coqueteaba con él, le utilizaba, se lo metía en el bolsillo y le pedía favores. Eso me fastidiaba, pero a papá no le importaba en absoluto. Papá siempre había tratado a Shadwell con condescendencia y no se sentía amenazado por él. Además, siempre daba por sentado que la gente tenía que enamorarse de Eva.
Con todo, el asunto estaba afectando a papá. Este, por ejemplo, quería invitar a la fiesta a su grupo de meditación; pero Eva insistió mucho en que sólo podrían ir dos. No quería que su selecto grupito pensara que se relacionaba con una pandilla de pelagatos de Bromley. Así que Chogyam-Jones y Fruitbat se presentaron en casa una hora antes, cuando Eva todavía se estaba afeitando las piernas en el baño junto a la cocina. Eva toleraba su presencia porque pagaban por los pensamientos de papá y, por consiguiente, su cena; pero cuando se metieron en el dormitorio y empezaron con sus salmos mientras ella se ponía su blusa de seda amarilla para aquella velada tan especial, oí cómo le decía a papá: «El futuro no debería conservar demasiadas cosas del pasado.» Más tarde, cuando la fiesta acababa de empezar y Eva estaba hablando con papá sobre el origen de la palabra «bohemio», Fruitbat sacó un bloc del bolsillo y pidió permiso para escribir algo que papá acababa de decir. El buda de los suburbios consintió con majestuosidad, mientras Eva le miraba como si quisiera rasgar los párpados de Fruitbat con un par de tijeras.
Cuando aquella fiesta tan esperada se celebró por fin, no debieron de pasar más de cuarenta minutos antes de que papá y yo cayéramos en la cuenta de que prácticamente no conocíamos a nadie. Shadwell, en cambio, parecía conocer a todo el mundo. Estaba de pie junto a la entrada, daba la bienvenida a los invitados y, entre sonrisas bobaliconas y risitas estúpidas, les preguntaba cómo estaba fulanito o menganito. Además, se comportaba como un perfecto homosexual, si bien no era más que una pose, una actitud, una manera de presentarse a sí mismo. Y, como de costumbre, con sus harapos negros, botas negras y tics de neurótico, era el vivo retrato de la salud. Tenía la cara pálida, la piel escrofulosa y los dientes cariados.
Desde que yo vivía en aquel piso, Shadwell solía venir a ver a Eva por lo menos una vez a la semana, siempre durante el día, mientras papá estaba en la oficina. Tenían la costumbre de salir juntos a dar largos paseos, o iban al cine del ICA a ver películas de Scorsese y exposiciones de pañales sucios. Eva no hizo el menor esfuerzo para que Shadwell y yo nos dirigiéramos la palabra; es más, tengo la sensación de que quería evitar que conversáramos. Cada vez que veía a Eva y a Shadwell juntos me sorprendía su aspecto inquieto, como si acabaran de pelearse o compartieran un montón de secretos."

Hanif Kureishi
El buda de los suburbios



"¿Pero, por qué a la gente a la que le funciona la vida en familia tiene que ser tan pegada de sí misma y pretender que esa es la única manera de vivir como si todas las demás resultaran inadecuadas?"

Hanif Kureishi


"¡Qué espléndida inocencia muestra un ser humano cuando no teme que le hagan daño!"

Hanif Kureishi


"Quítate el reloj, por favor -me pidió-. El factor tiempo no existe en mis dominios."

Hanif Kureishi


"Se puede pensar en el Islam como un puritanismo extremo, pero el protestantismo, el catolicismo, y el judaísmo también tienen vertientes extremas. Todos estos sistemas odian las mismas cosas."

Hanif Kureishi



"Sé que el amor es un juego sucio; tienes que mancharte las manos. Si te mantienes a distancia, no sucede nada interesante. Además, debes encontrar la distancia adecuada entre las personas. Si están demasiado cerca, te aplastan; si están demasiado lejos, te abandonan."

Hanif Kureishi
Intimidad





"Ser capaz de soportar la propia mente, esperar a que la tormenta interior de pensamientos intolerables se disperse por sí sola y contemplar los escombros es una actitud comprensiva: ése es un estado de ánimo envidiable."

Hanif Kureishi



"Sin embargo, ¿Qué es lo que me hace creer que debería conseguir lo que quiero? Desde luego, no puedes estar reemplazando constantemente a la gente que no sacia tus necesidades."

Hanif Kureishi


"Todas las religiones se han preocupado por apartar a los individuos de sus deseos. ¿Quién, después de todo, puede vivir con sus propias carencias? Pensemos en la contención del modo en que lo hicieron los estoicos. Me gusta leer a Séneca, que dice que puede ser aprendida. O fruto del autoconocimiento, como prefería Platón, lo cual podría disiparla. Pero el apetito es todo lo que tenemos y no podemos o no debemos buscarle un remedio. No soy freudiano, pero nadie puede negar que el deseo es el motor de nuestra existencia, como lo es para cualquier niño que quiere seguir viviendo. Como tu frenesí indica, suele estar fuera de control y está ligado a la locura, lo cual es una desgracia, porque el objeto del deseo, la mujer en la que uno piensa, no puede ser sino esquiva y se te escapará. Ella tendrá, naturalmente, otras preocupaciones y otras vidas. Eso generará celos, la creencia de que el otro posee lo que nosotros no tenemos. Proust construyó un mundo a partir de esta simple idea. Pero en mi opinión, cuanto más deseo, menos castigo."

Hanif Kureishi
La última palabra




"Una crisis es una brecha y una posibilidad de fuga."

Hanif Kureishi


"Una de las razones fundamentales del inicio de este crecimiento fue la intervención económica y militar norteamericana, que se volcó en estos países para evitar que, de acuerdo con la teoría del dominó, cayeran en manos comunistas. Ello explica que la prosperidad económica estuviese asociada aquí a la existencia de gobiernos dictatoriales que garantizaban su anticomunismo.
El ejemplo más claro de este proceso es el de Corea del Sur, donde el general Park Chung-hee instauró en 1961 un régimen dictatorial que colaboró en la guerra de Vietnam, a cambio de que firmas coreanas recibieran considerables beneficios de los contratos militares estadounidenses. Vigilando personalmente cada proyecto y desafiando en ocasiones los consejos del Banco Mundial, que se negaba, por ejemplo, a apoyar la construcción de una gran siderurgia —que, contra sus previsiones, se convirtió en la base de la gran industria coreana del futuro— Park alcanzó un notable éxito en esta tarea, en la que se implicó personalmente, a costa de mantener el orden social con una dura política represiva.
Los cambios más perturbadores fueron, sin embargo, los que tuvieron por escenario el Oriente próximo con motivo de la «guerra de los seis días». En una situación de tensión entre Israel y Siria, Egipto reaccionó pidiendo a la ONU que retirase el contingente instalado en la península del Sinaí, como un gesto de amenaza hacia los israelíes. Esto ponía en sus manos el estrecho de Tirán, que daba acceso al puerto israelí de Eilat, y dio pie a que cortara la navegación por esta vía, vital para los israelíes, que recibían por ella el petróleo iraní.
Los militares de Israel, que se sabían mucho más fuertes que los egipcios —habían ido recibiendo armamento norteamericano a través de Alemania occidental— forzaron la entrada en la guerra, al tiempo que sus políticos pregonaban que Egipto les amenazaba con un nuevo holocausto. Para ello consultaron previamente a Estados Unidos, y se aseguraron de la aprobación de Johnson, plenamente identificado con los intereses judíos desde hacía muchos años.
El lunes 5 de junio de 1967 Israel atacó sin previo aviso a Egipto y comenzó destruyendo la mayor parte de su aviación de combate en el suelo. Sus tropas invadieron la península del Sinaí en un ataque brutal y bombardearon de paso un buque norteamericano de espionaje y escucha electrónica, el Liberty, que se había aproximado inadvertidamente al escenario de la guerra.
Aquel mismo día atacaron también Jordania: destruyeron su fuerza aérea y ocuparon la totalidad de Jerusalén y todo el territorio palestino de la llamada «orilla occidental». El 8 de junio agredieron a los sirios, que se habían mantenido sin participar activamente en el conflicto, y ocuparon los altos del Golán. En seis días habían obtenido una victoria total: las fuerzas israelíes estaban a 50 km de Amman, a 60 de Damasco y a 110 de El Cairo.
Alarmado ante el ataque israelí, que amenazaba a sus aliados sirios, Kosygin se puso en contacto inicialmente con Johnson, y el 10 de junio anunció que, si Israel no cesaba en su agresión contra Siria en las próximas horas, la Unión Soviética se vería obligada a tomar decisiones por su cuenta, «incluyendo las de carácter militar». Ante la gravedad de la amenaza, Johnson advirtió al embajador israelí en Washington que convenía que cesasen las hostilidades por su cuenta; los israelíes le hicieron caso y detuvieron el fuego a tiempo.
[...]
Me he resfriado y estoy envuelto en varias mantas como si fuese un sofá roto. Pero por fin ha vuelto Anita.
Me trae noticias del fabuloso fabulador. Tenemos que hablar. Va directa al grano. Ha organizado un picnic. Un chófer nos llevará a la Serpentine, que de joven era uno de mis lugares favoritos para haraganear y hacer el tonto.
Hace un día estupendo y el parque está lleno de gente. El estanque resplandece. Me encanta ver a la gente en bicicleta, en monopatín o tumbada al sol. Así es Londres: tranquila, amante del relax. Me gusta que Anita empuje mi silla. La visión del agua me tranquiliza. Anita viste unos tejanos recortados con sandalias doradas, camiseta blanca, unas enormes gafas de sol y un sombrero. Aun así la reconocen y ella nunca olvida sonreír con simpatía mientras mantiene la cabeza gacha.
Espero que podamos dar un último paseo por el estanque con uno de los patines.
Anita encuentra un lugar sombreado y nos sentamos para comer sándwiches de salmón ahumado y beber champán."

Hanif Kureishi
Nada de nada



"Vivimos en una era de duda y de incertidumbre. Las religiones de siempre, que han gobernado las vidas de la gente durante el noventa y nueve por ciento de la historia de la humanidad, se han ido desmoronando o han perdido vigencia. El problema fundamental es el laicismo. Nuestros valores espirituales y nuestra sabiduría han dado paso al materialismo y la gente anda perdida, de aquí para allá, preguntando cómo hay que vivir."

Hanif Kureishi


"(...) Y así me quedé allí sentado en el corazón de aquella vieja ciudad a la que adoraba, que a su vez estaba asentada al pie de una isla diminuta. Me encontraba rodeado de gente a la que quería, y me sentía feliz y desdichado al mismo tiempo. Pensé en lo complicado que había sido todo, pero tampoco tenía por qué ser siempre así."

Hanif Kureishi