"Alegres, pues, transcurrían los días del caballero, gozoso de su estatus confortable, calentado en la cama por varios cuerpos, consolado por ingestiones alcohólicas, reconfortado por la certidumbre de haber conseguido todo aquello gracias a un ingenio que le permitiera perfeccionar los métodos de captura y cría y aprovechamiento de pastos y piensos, como inteligente que era aunque no letrado, aureolado además por relaciones selectas, protecciones de otro mundo."

Luis Martín-Santos Ribera


"Dentro finalmente, la oscuridad oliente a piedra fresca se ofreció en el marco."

Luis Martín-Santos Ribera



"El sol sigue tan tranquilo entrando en el departamento y allí se dibuja el Monasterio. Tiene todas sus cinco torres apuntando para arriba y ahí se las den todas. No se mueve. Tiene piedras alumbradas por el sol o aplastadas por la nieve y ahí se las den todas. Está ahí aplastadito, achaparradete, imitando a la parrilla que dicen, donde se hizo vivisección a ese sanlorenzo de nuestros pecados, a ese sanlorenzaccio que sabes, a ese sanlorenzón a ése que soy yo, a ese lorenzo, lorenzo que me des la vuelta que ya estoy tostado por este lado, como las sardinas, lorenzo, como sardinitas pobres, humildes, ya me he tostado, el sol tuesta, va tostando, va amojamando, sanlorenzo era un macho, no gritaba, no gritaba, estaba en silencio mientras lo tostaban torquemadas paganos, estaba en silencio y sólo dijo -la historia sólo recuerda que dijo- dame la vuelta que por este lado ya estoy tostado... y el verdugo le dio la vuelta por una simple cuestión de simetría.
(...)
Nacer, crecer, bailar una vez en la fiesta del pueblo delante de la procesión del Corpus con el moño alto, porque era buena bailarina y se decidió, que sí, que a pesar de todo, a pesar de estar determinada al dolor y a la miseria por su origen, ella debía bailar ante el palio en la procesión del Corpus, en la que el orgullo de la custodia a todos los campesinos de la plana toledana salva, hundirse después, hundirse hacia la tierra, rodear el airoso talle (que la hizo elegir para la fiesta) de tierra asimilada, comida, enterrarse en grasa pobre, ser redonda, caminar a lo ancho del mundo envuelta en esa redondez que el destino otorga a las mujeres que como ella han sido entregadas a la miseria que no mata, huir delante de un ejercito llegado de no se sabe dónde, llegar a una ciudad caída de quién sabe qué estrella, rodear la ciudad, formar parte de la tierra movediza que rodea la ciudad, la protege, la hace, la amamanta, la destruye, esperar y ahora gemir."

Luis Martín Santos
Tiempo de silencio


"Es cuestión de no pensar en nada, de fijar la mirada en la pared, de hacer otro dibujo."

Luis Martín-Santos Ribera



"Estoy desesperado de no estar desesperado."

Luis Martín-Santos Ribera



"(...) Fuera de tantas preocupaciones, fuera del dinero que tenía que ganar, fuera de la mujer con la que me tenía que casar, fuera de la clientela que tenía que conquistar, fuera de los amigos que me tenían que estimar, fuera del placer que tenía que perseguir, fuera del alcohol que tenía que beber..."

Luis Martín-Santos Ribera


"Indiferentes siguieron hablando, simbiotizándose, apelmazados en una única materia sensitiva."

Luis Martín-Santos Ribera


"Llegó tu hora, virgen: serás profanada. Llegarán las caravanas de europeos para mofarse de ti...Colocarán las telas anarajandas de sus campings en los pliegues de tu falda ocre y cenicienta..."

Luis Martín-Santos Ribera




"Madrid, Madrid, Madrid, en México se piensa mucho en ti."

Luis Martín-Santos Ribera



"Marluscha, la cálida mujerona húngara, se precia de su inextinguible ardor amoroso, mucho más violento que lo habitual entre sus compañeras de sexo. Ella ama ininterrumpidamente y en su imaginación no se proyecta la sucesiva serie de imágenes voluptuosas, que a los demás habitualmente nos distraen, sino que de un modo fijo y constante, permanece la efigie de un húsar moreno de puntiagudos bigotes. Claudia, la refinada francesa de apellido vulgar, distingue con su olfato hasta trescientos diez aromas diferentes. Gregoria, moza levantina de nacionalidad indeterminada, insiste en que puede resistir el peso de un campeón de grecorromana sin que se altere el ritmo de su respiración. Finalmente, Lola consagra su amor a los pájaros y habiéndoles acostumbrado a tomar alpiste entre sus labios, afirma que nada hay comparable al suave picoteo de sus aéreos tentadores."

Luis Martín Santos
Prosas profanas



"Mi obra tiene un sentido claramente destructivo."

Luis Martín-Santos Ribera


"Resolver el pasado es un empeño idiota. ¿No es mejor que los muertos se acostumbren a estar muertos?"



Luis Martín-Santos Ribera


"Solo aquí, qué bien, me parece que estoy encima de todo. No me puede pasar nada. Yo soy el que paso. Vivo. Vivo. Fuera de tantas preocupaciones, fuera del dinero que tenía que ganar, fuera de la mujer con la que me tenía que casar, fuera de la clientela que tenía que conquistar, fuera de los amigos que me tenían que estimar, fuera del placer que tenía que perseguir, fuera del alcohol que tenía que beber. Si estuvieras así. Manténte ahí. Ahí tienes que estar. Tengo que estar aquí, en esta altura, viendo cómo estoy solo, pero así, en lo alto, mejor que antes, más tranquilo, mucho más tranquilo. No caigas. No tengo que caer. Estoy así bien, tranquilo, no me puede pasar nada, porque lo más que me puede para es seguir así, estando donde quiero estar, tranquilo, viendo todo, tranquilo, estoy bien, estoy bien, estoy muy bien así, no tengo nada que desear."

Luis Martín-Santos Ribera




"Somos mojamas tendidas al aire purísimo de la meseta que están colgadas de un alambre oxidado."

Luis Martín-Santos Ribera




"Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo no la maté. ¿Por qué? ¿Por qué? Tú no la mataste. Estaba muerta. Yo no la maté. Ya estaba muerta. Yo no fui."

Luis Martín-Santos Ribera


"(...) Un discreto silencio avergonzado daba un aire aún más litúrgico a la escena. El deseo mudo se expresaba en miradas casi de refilón."

Luis Martín-Santos Ribera