"Algunas veces, pinto a la música. La pintura inspira mi música."

Ronald David "Ronnie" Wood 


"(...) Ayer me preguntaron qué cambiaría y dije que nada, porque es una aventura que continúa y jamás pensé "lo haré y luego en algún momento me detendré". Nada de eso. Fue más bien algo como "esto es lo que haré" y eso es lo que sigo haciendo."

Ron Wood


"El alcoholismo lo llevo en la sangre. En los genes. Mis padres eran alcohólicos. He luchado toda mi vida contra esta adicción. Apenas ha habido algún concierto con los Rolling Stones en el que no saliera borracho al escenario. Es muy difícil romper con esos hábitos, pero espero haberlo conseguido esta vez."

Ron Wood


"He vivido la mayor parte de mi vida en una cárcel de oro, así es como se siente uno cuando está de gira con los Rolling Stones. Tenemos todos los privilegios asociados a la fama, pero desde dentro se ve como un lugar de muros muy altos."

Ron Wood


"La música, el arte, el teatro, el humor y las chicas eran lo que convertía la vida de mis hermanos en algo tan atractivo para mí. Eso era lo que yo quería hacer, y además a lo grande, así que puse todo mi empeño en aprender a tocar todos los instrumentos que los amigos de mis hermanos llevaban a las fiestas."

Ron Wood



"Las actividades artísticas eran la parte más divertida de la escuela. Hacíamos action paintings, por ejemplo, conduciendo bicicletas sobre lienzos. La primera vez que lo hicimos todo el mundo se reía, pero cuando vi el resultado me dije: "Espera un momento...Aquí está pasando algo". Me estaban explicando una nueva forma de expresión."

Ron Wood


"Las imágenes más vívidas que tengo de mi infancia son todas felices. Son imágenes de fiestas, montones y montones de fiestas, y de música sonando constantemente por todas partes."

Ron Wood




"(...) Llamaron a la puerta y miré por la ventana. Vi que estaba lleno de enanos, todos con los mismos trajes. Resulta que eran policías pero yo no me di cuenta. Parecían personas pequeñas vestidas de azul oscuro y con cascos brillantes. Les dije que entraran, que hacía frío fuera."

Ron Wood


"(...) Me dejaban practicar con sus guitarras, hasta que Art me dio una para poder ensayar. Pensé que me la había regalado sin saber que en realidad pertenecía a su colega Peter Hayes, que vivía calle abajo. Nadie me dijo que Peter tan sólo se la había prestado a Art. Y, cuando empezaba a acostumbrarme a ella, mi hermano me dijo que lo sentía, pero que tenía que devolverla. Art y Ted debieron de verme tan deshecho que juntaron dinero para comprarme una guitarra. Era una acústica preciosa, una bendición del cielo, aunque el mástil sobresalía un poco por encima de mi cuello y los dedos me dolían mucho al tocarla. Pero mis manos estaban dispuestas a lidiar con las ampollas y los calambres, y no iba a permitir que el dolor me impidiera llegar a conocer lo mejor posible a mi nuevo portavoz. Art me la entregó diciendo: "Ésta no se la va a llevar nadie. Ésta es tuya"."

Ron Wood


"Nunca quisimos decir nada que implicara una reflexión profunda. Queríamos que la gente se olvidara de sus problemas y se relajara porque muchos de nosotros volteamos a cierto periodo o a cierta canción...Y algo en tu vida se asocia con la música, no necesariamente la de los Rolling Stones, pero cuando eso pasa nos alegra hacer felices a las personas."

Ron Wood


"(...) Pensé que aquella noche tendría oportunidad de tocar porque ahora formaba parte de la banda. Y dio la casualidad de que quien tocaba la tabla en la banda de Ted se puso enfermo ese día, y no se puede tocar skiffle sin una tabla de lavar. Ésa fue mi primera actuación en vivo. Tenía nueve años. Nosotros tocábamos en el intermedio, entre dos películas de Tommy Steele. Estaba muy nervioso mientras salía al escenario, pero una vez que me planté allí y empecé a rasguear mi tabla, una vez que comprobé el intimidante y excitante potencial de enfrentarse al público, supe que aquél era un buen trabajo."

Ron Wood



"Seguí tocando la guitarra que me compraron Art y Ted hasta los trece o catorce años. Pero, después de hacer algunos trabajillos, empecé a ahorrar algo de dinero. Fui a la tienda de música de Franklin's y me compré una guitarra nueva mediante el sistema que solíamos llamar "de nunca acabar": unos plazos tan pequeños y con intereses tan altos que nunca acababas de pagar. Mis padres firmaron por mí y religiosamente pagué a Franklin's dos con seis peniques semanales durante los siguientes no sé cuántos años. La guitarra costaba veinticinco libras, que era toda una fortuna para la época."

Ron Wood


"Tocar con Keith, sobre todo en el escenario, ha sido siempre una experiencia única para mí. Cuanto más toco con él, más cuenta me doy que él y yo compartimos la misma confianza interior. Esa confianza nos permite alcanzar reinos asombrosos (... ). Requiere mucha concentración, porque es un constante tira y afloja, pero aún tenemos capacidad de sorprendernos el uno al otro, y es por eso que nos encanta salir de gira. La interacción entre nuestras guitarras es una aventura continua que procede, en gran medida, de la necesidad de crear una imagen sonora de las canciones tal como se compusieron en el estudio a fin de recrearlas luego en el escenario."

Ron Wood


"Todo el mundo tenía muy claro el gran interés que yo mostraba por la música desde muy corta edad, y lo muy ansioso que estaba por aprender los acordes. Dos amigos de mis hermanos, Lawrence Sheaff y Jim Willis, se percataron de ello y tuvieron la amabilidad de trazar en un trozo de papel una serie de líneas y trastes, dibujando pequeños puntitos sobre las líneas para indicarme cómo debía colocar los dedos sobre las cuerdas de una guitarra. Siempre llevaba aquel trozo de papel conmigo, y con el tiempo mi hijo Jesse también aprendería a tocar siguiendo ese método."

Ron Wood


"Todos en la familia tocaban música. Hasta el mismísimo día de su muerte, mi padre nunca fue a ningún sitio sin su armónica en el bolsillo."

Ron Wood