"Anduve viajando muchos años por el mundo, con el lucero de tu nombre en los ojos."

 Otto René Castillo


"¡Ay! Guatemala, cuando digo tu nombre retorno a la vida. Me levanto del llanto a buscar tu sonrisa."

 Otto René Castillo


"De veras, nunca estoy solo. Tan solo estoy triste cuando tus ojos huyen del sitio en que debimos encontrarnos por la tarde."

 Otto René Castillo




"¡Desgraciados los traidores, madre patria, desgraciados. Ellos conocerán la muerte de la muerte hasta la muerte!"

 Otto René Castillo


Duele menos estar solo

"Creo
que duele menos
estar solo
con tu recuerdo,
bajo este cielo
duro,
bajo este viento
espeso,
bajo miradas
agudas
que preguntan: 
"¿Por qué sufren
tus manos
en las tardes'?
"¿Por qué no vienes,
sin la hoguera
de su pecho
lejano,
y te diviertes
con nosotras?"

Poder
asirse el alma
sería eso.
Y renunciar
para siempre
al sitio
donde me espera
el viento
acariciando tus cabellos.

Lo sabes.

Contigo
no me cabe el mundo
en las venas. 
Pero sin ti
soy demasiado pequeño, 
para esta calle 
de labios grises.
Créeme, tu ausencia quema,
alma mía.
Y tu recuerdo duele.
Ahora soy, por ejemplo,
el esqueleto 
de una casa incendiada,
que se duele
en el fondo de la ceniza.
Y grito: "Llevadme llamas
con vosotras, a cualquier parte.
No me dejéis ardido
de escombros.
Llevadme, en vuestros lomos,
porque me duele
el calvariento recuerdo
de los pájaros que cantaron
en mi techo, por las tardes."

Y solo pasa el humo,
frente a mis manos
que claman sin escuchas.

Así todos los días
amante mía.

Créeme, pero me duele
más tu recuerdo,
amor mío,
que mi vencida soledad."



 Otto René Castillo

Extraído de "Poesía" Casa de las Américas, 1989




"Dulce eres, como la tierra, como ella frutal y hermosa."

 Otto René Castillo



El amor imposible

"Largos años
ha guardado el mar
debajo de su corazón azul
nuestro amor invencible.

Ni tú ni yo
supimos cómo y cuándo
encendimos esta llamarada,
tan sólo tus labios y los míos.
tan sólo nuestros cuerpos
de violentos amantes
lo supieron.

Fuego y tormenta nos unieron.
Nos separaron fuego y tormenta.
Para no destruirnos mutuamente
destruimos todos los puentes,
quemamos todos los caminos
que tenían nuestras vidas.

Lentamente fuimos acercándonos uno al otro,
para apagar todo recuerdo,
para cerrar todo camino,
para impedir todo retorno
a lo que aún ardía de otros tiempos
en nosotros.
Duros meses, amargos días,
momentos de dolor infinito,
teníamos que atravesar
para destruir la obra
que en un segundo luminoso
surgía de nosotros más sólida y más fuerte.

Y sin embargo, debimos separarnos.
Paso a paso, golpe a golpe
fuimos derribando todo,
hasta que nos separamos
aquella tarde de invierno,
junto al, mar, al sur marítimo
de tu país que amo todavía.

Juntos entregamos nuestro amor al mar
para que lo guardara
en su pecho
de viejo enamorado.

Hoy estoy frente al Báltico.
Es un día cualquiera del otoño
más dulce y más triste de la tierra.
En sus mareas solitarias
oigo que me nombran tristemente
tus palabras lejanas,
mientras a los grandes ojos negros
de la noche que sufro
asciende nuestro amor
como una simple y clara llamarada
que nos busca ciegamente todavía."



 Otto René Castillo

Extraído de "Poesía" Casa de las Américas, 1989



"...Estábamos tan lejos el uno del otro.

Mares había entre nosotros, montañas y agua."



 Otto René Castillo



"Hermosa encuentra la vida quien la construye hermosa."

 Otto René Castillo



"Intelectuales apolíticos de mi dulce país, no podréis responder nada. Os devorará un buitre de silencio las entrañas. Os roerá el alma vuestra propia miseria. Y callaréis, avergonzados de vosotros."

 Otto René Castillo



Libertad

 "Tenemos 
por ti 
tantos golpes 
acumulados 
en la piel, 
que ya ni de pie 
cabemos en la muerte.

En mi país, 
la libertad no es sólo 
un delicado viento del alma, 
sino también un coraje de piel. 
En cada milímetro 
de su llanura infinita 
está tu nombre escrito: 
libertad.
En las manos torturadas. 
En los ojos, 
abiertos al asombro 
del luto.
En la frente, 
cuando ella aletea dignidad. 
En el pecho, 
donde un aguante varón 
nos crece en grande. 
En la espalda y los pies 
que sufren tanto. 
En los testículos, 
orgullecidos de sí.
Ahí tu nombre, 
tu suave y tierno nombre, 
cantando en esperanza y coraje.

Hemos sufrido 
en tantas partes 
los golpes del verdugo 
y escrito en tan poca piel 
tantas veces su nombre, 
que ya no podemos morir, 
porque la libertad 
no tiene muerte.

Nos pueden 
seguir golpeando, 
que conste, si pueden.
Tú siempre serás la victoriosa, 
libertad.
Y cuando nosotros 
disparemos 
el último cartucho, 
tú serás la primera 
que cante en la garganta 
de mis compatriotas, 
libertad. 
Porque 
nada hay más bello 
sobre la anchura 
de la tierra, 
que un pueblo libre, 
gallardo pie, 
sobre un sistema 
que concluye.

La libertad, 
entonces, 
vigila y sueña 
cuando nosotros 
entramos a la noche 
o llegamos al día, 
suavemente enamorados 
de su nombre tan bello: 

libertad."



 Otto René Castillo



Los amantes

"Se habían
encontrado hace poco.
Y hace pronto
se habían separado,
llevándose
cada uno consigo
su nunca o su jamás
su afirmación de olvido,
su golpeador dolor.

Pero el último beso
que volara de sus bocas, 
era un planeta azul.
Girando
en torno a su ausencia.
Y ellos
vivían de su luz
igual que de su recuerdo."




 Otto René Castillo




"Nada es más invencible que la vida."

 Otto René Castillo




"No me apena dejaros. Con vosotros queda mi esperanza."

 Otto René Castillo




"Nunca preguntéis a un hombre si sufre, porque siempre se está sufriendo en alguna forma y en algún camino."

 Otto René Castillo





"Pequeña patria, dulce tormenta mía, canto ubicado en mi garganta desde los siglos del maíz rebelde: tengo mil años de llevar tu nombre como un pequeño corazón futuro cuyas alas comienzan a abrirse a la mañana."

 Otto René Castillo




"Pequeña patria mía, dulce tormenta, un litoral de amor elevan mis pupilas y la garganta se me llena de silvestre alegría cuando digo patria, obrero, golondrina."

 Otto René Castillo



Respuesta

"Si me preguntaras
qué es lo que más quiero
sobre la anchura de la tierra,
yo te contestaría:
a ti, amor mío, y a la gente
sencilla de mi pueblo.

Dulce eres, como la tierra.
Como ella frutal y hermosa.

Pero a ti te quiero.

No por lo bella que eres.
Ni por lo fluvial de tus ojos,
cuando ven que voy y vengo,
buscando, como un ciego, el color
que se me ha perdido en la memoria.
Ni por lo salvaje de tu cuerpo indomable.
Ni por la rosa de fuego, que se entrega
cuando la levanto del fondo de la sangre
con las manos jardineras de mis besos.
A ti te quiero, porque eres la mía.
La compañera que la vida me dio,
para ir luchando por el mundo.

Amo a la gente sencilla de mi pueblo,
porque son sangre que necesito
cuando sufro y me desangro;
hombres que me necesitan cuando sufren.
Porque nosotros somos los más fuertes,
pero también los más débiles. Somos la lágrima.
La sonrisa. Lo dolorosamente humano. La unidad
de lo mejor y de lo más deplorable. Lo que canta
sobre la tierra y lo que llora sobre ella.
De ellos recibí esta vez, este corazón inquieto,
que me apoya y me fortalece y tt1e lleva consigo.

Por eso los amo como son
y también como serán.
Porque ellos son buenos
y serán mejores.
Y juntos nos jugamos
el destino, con nuestras
manos que todo lo construyen.

Así amo yo la vida
y amo a la humanidad,
amor mío,
cuando te amo y amo
a los hombres sencillos
de mi bello y horrendo país."



 Otto René Castillo

Extraído de "Poesía" Casa de las Américas, 1989




"Si me preguntaras qué es lo que más quiero sobre la anchura de la tierra, yo te contestaría: a ti, amor mío, y a la gente sencilla de mi pueblo."

 Otto René Castillo




"Soy un hombre apasionado del viento, por él hubiera dado toda mi vida."

 Otto René Castillo


Tan solo mi dolor

"Tan solo mi dolor
pregunta ciertas
cosas importantes.
Tan solo mi dolor
suele hablar contigo,
sin que nunca lo sepas,
sin que te duelan
los ojos o la voz.
Sin que tu sombra
me cubra con su cuerpo
lleno de hierba negra.

¿Dónde murió
tu primer beso?
¿Quién conserva
tu primer rostro?
¿En qué tacto
aletean todavía tus senos?
¿Por qué buscas
en la noche mi piel?
¿Por qué abrazas
la bandera que levanto,
con orgullo?
¿Por qué rehúyes
a tu gente por mi lucha?
¿Por qué se te muere
cristo en la pupila?
¿Por qué acudes
a luchar conmigo,
contra el odio y el hambre?
¿Por qué, pequeña burguesita,
te llenas de mi rabia profunda?

Amor, amor,
te duele más
de lo que tú te dueles,
sin que lo sepa tu dolor."

 Otto René Castillo
Extraído de "Poesía" Casa de las Américas, 1989




"Vámonos patria a caminar, yo te acompaño. Yo bajaré los abismos que me digas. Yo beberé tus cálices amargos. Yo me quedaré ciego para que tengas ojos. Yo me quedaré sin voz para que tú cantes. Yo he de morir para que tú no mueras, para que emerja tu rostro flameando al horizonte de cada flor que nazca de mis huesos."

 Otto René Castillo




"Y entender a todos y a todos decirle: vive, porque la vida es la poesía más alta."

 Otto René Castillo


"Y nada podrá contra la vida porque nada pudo jamás contra la vida."

 Otto René Castillo




"Y no hubo una sola mañana, que se fuera sin algo de lo tuyo."

 Otto René Castillo