"Bastante desgracia y bastante encierro significa vivir en una isla."

Abilio Estévez




"Cementerio gigante la isla, almas errantes deambulan por la isla."

Abilio Estévez


"(Como homosexual en Cuba) Uno siempre (...) era sospechoso de todas las desviaciones ideológicas posibles, como se decía. Y la verdad es que al final llega un momento de fatiga, que fue con 46 años, que dije: "Ya no puedo más"."

Abilio Estévez


"Creo que el proceso hacia alguna democracia también va a ser muy difícil porque se ha perdido la idea de democracia. O sea, se ha perdido en el interior de uno mismo, en Cuba hubo un proceso democrático de pensamiento fuerte en un momento determinado, pero eso se ha cortado y lo que yo veo es que la gente misma ya no tiene un sentido democrático de la vida."

Abilio Estévez




"El aplauso del público ante una obra de teatro tiene algo tan intenso como fugaz. Cuando se acaba la función y el público se dispersa, experimento una especie de melancolía."

Abilio Estévez


"(...) El bungalow regresa al consumado bochorno de la madrugada interminable de este octubre amenazante, como todos los octubres (época de ciclones). Es fuerte el olor de la casa dormida. El olor de los sueños, de las pesadillas, de los tomeguines (pájaros que colecciona el coronel jardinero), de los gatos (que colecciona Andrea), de la mierda (diarrea sanguinolenta que afecta al tío olivero), de las algas podridas, del salitre, de los peces vivos, de los muertos, de los mangles cortados, del carbón, del café, del sudor, de otras horas y días. Olor de las presencias, de las ausencias y de los náufragos, que comían pescado crudo y descompuesto, y de otras almas perdidas y sufridoras."

Abilio Estévez


"El único gozo en el que uno ha podido centrarse es el gozo sexual, porque llega un momento en que a tu habitación ya no pueden entrar y es la única libertad que uno ha tenido durante muchos años en Cuba. Por eso para mí es un país que ha exacerbado su sexualidad, creo yo. Es el único espacio de libertad o de relativa libertad."

Abilio Estévez




"En aquella isla las cosas siempre tenían el toque supremo de la soñolencia y la inacción. Nada que hacer, salvo esperar (...) Esperar era una hacer pasivo; era, precisamente, no hacer nada."

Abilio Estévez


"En Cuba el Apocalipsis no sorprende: ha sido siempre un suceso cotidiano."

Abilio Estévez


"¿En qué porquería de país hemos vivido? ¿Cuándo esta puñetera isla ha sido feliz? Paraíso ninguno, ni antes ni ahora (...) Este horror que estamos sufriendo es el final de un camino que empezó en 1902, tal vez antes, en 1895."

Abilio Estévez




"Es lógico, si se tiene en cuenta que los personajes de este libro son cubanos. Como cualquier cubano, los personajes de este libro no han aprendido a vivir solos. Los cubanos no quieren saber que los hombres están solos en el mundo y que únicamente los hombres son responsables de sus actos."

Abilio Estévez




"Ha llegado a pensar que existen dos sitios diversos que son, al propio tiempo, el mismo e idéntico: La Habana y las ruinas del teatro. (...) La Habana deriva de los restos de este teatro."

Abilio Estévez




"¿Hay algo que hacer? Me parece que vivo siempre en la misma escena."

Abilio Estévez



"Hay que huir, no queda otro remedio, he sabido de buena tinta que esta tierra está comenzando a enfermarse, ya las estrellas se han ido apagando, y un rayo destruyó el sándalo rojo de Ceilán, no hay pájaros en los árboles y se desmoronó la casa de Consuelo. (...) Si tomamos hacia el norte, dijo Vido señalando el mapa, toparemos con cayo Hueso, si nos orientamos hacia el Noroeste, podríamos terminar en algún lugar de México, en cambio si nos orientamos hacia el Nordeste iríamos a dar a las Islas Canarias, o en el mejor de los casos a la mismísima Andalucía."

Abilio Estévez




"La ciudad se vuelve remota, ajena, incomprensible y hostil."

Abilio Estévez


"La Habana carece de Historia (...) los más viejos inventan otra historia, mentirosa, como debe ser (...) entre La-Habana-que-no-existe y La-Habana-paraíso-perdido."

Abilio Estévez


"La Habana fue para mí un espacio distante, un territorio que de algún modo no me pertenecía."

Abilio Estévez


"La Habana se fundó para esperar (...) ¿Qué? Todo. Nada. Cualquier cosa. La verdadera ocupación es esperar."

Abilio Estévez



"La Habana siempre estuvo lejos. ¿O será mejor corregir la expresión y decir que fui yo quien siempre permaneció lejos de La Habana, que mi ciudad no era mi ciudad?"

Abilio Estévez







"La homofobia la viví desde muy pronto. Dejé el país cuando sentí que ya no podía más. La viví desde muy joven, desde que entré en la universidad, que para mí fue un infierno justamente por problemas de la homofobia."

Abilio Estévez




"La isla simboliza ella misma, el gran encierro, el mar como reclusión y enfermedad."

Abilio Estévez



"La literatura es algo que se hace en los márgenes, instalados en el no, en la duda y en la sospecha. El escritor es un hombre que observa y señala. Y para observar mejor y señalar con mayor eficacia, se debe estar en los márgenes."

Abilio Estévez



"La literatura obvia, directa, no me interesa. Me resulta siempre más inquietante que un escritor se acerque al centro por el camino de las tangentes. Que su revelación llegue por la vía del sigilo, del enigma. Una manifestación que nace del sabio ocultamiento."

Abilio Estévez


"La noche avanzó y Blanchet y Morandé desaparecieron y los criados, en cambio, continuaron sirviendo vino, que no bien se vaciaba un tonel, traían otro, y hasta apareció un bocoy con aguardiente de caña y una bandeja con limones cortados. Hubo un momento en que Ezequías se sintió mareado. Se levantó del banco y comprendió que en realidad no estaba mareado, sino borracho. Estoy jalao, anunció a sus compañeros, y se apartó de la juerga y bajó hasta el río. Se desnudó y se hundió en el agua. Le gustó el olor a fango, a raíces empapadas, a animales corrompidos. Le recordó el otro olor de la zanja que se abría en el callejón de los Perros y el olor de la laguna Ariguanabo. Sumergió la cabeza. Pensó que no se podía sentir más feliz. En aquel instante, si le hubieran pedido que definiera la felicidad, habría dicho que era estar allí, aquella noche en el río, con varios litros de alcohol en la sangre. El agua estaba limpia, aun de noche se podían ver las raíces, la tierra y los pequeños peces del fondo. En la orilla, le pareció ver un jubo, solo un movimiento en el fango, algo que huía como una exhalación. Sintió quejidos entre los árboles. El negro que parecía una negra, completamente desnudo, se inclinaba hacia delante, dando la espalda a un soldado rubio, extremadamente joven, más joven que Ezequías, que se meneaba con una calma perversa, que desmentía su juventud.
Esa es mi estrella, se dijo Ezequías. Aún era extremadamente joven y podía darse el lujo de sensaciones y frases como esas. Por la misma razón, se prometió no perder nunca de vista aquella estrella. (Y así sería.) El agua del río bajaba fría de las montañas; hizo que la juma se convirtiera en tranquilo entusiasmo. Iría a la guerra, sí, y tendría que matar para salvar la vida. Estaba justificado eso de salvar la vida, a costa de la ajena. En eso consistían las guerras. Si no fuera por eso, serían rigurosamente insoportables. Y claro que saldría vivo de la contienda. Y regresaría a La Habana como un héroe. Al menos con la heroicidad de haber salvado la vida. No estaba seguro de que matar negros insurrectos fuera una heroicidad. Sin embargo, lograr que el país se calmara y construyera su república en paz… Y se iría al cementerio de Bauta, a visitar la tumba de Rosa Cumba y le llevaría un plato de yuca hervida. Cerró los ojos. Trató de no pensar. Se quedó amodorrado. Escuchó un sonido entre la maleza y cuando abrió los ojos le pareció que, en efecto, se había quedado dormido. El soldado jovencito que se trajinaba al negro que parecía una negra estaba entrando en el agua."

Abilio Estévez
Archipiélagos 



"La tradición y en su significado. Incluso aunque quisiera (que no es el caso), es muy difícil desprenderse de ese cúmulo de experiencias, de lecturas, de formas de actuar y de pensar que ya forman parte de ti como persona y como creador."

Abilio Estévez


"Los problemas que no tienen solución no son problemas."

Abilio Estévez



"Los tiempos están malos (...) sí malos, malísimos, ¿Tendrán la bondad de decirme cuándo han estado buenos?"

Abilio Estévez


"Me asomo al espejo. Hasta este momento, este artefacto rectangular, fijo a la puerta del escaparate (...) sólo me sirve para peinarme, arreglarme la camisa, la corbata del uniforme escolar. Ahora comprendo que no sólo sirve para vestirme, sirve también para desvestirme. Una novedad. Es lo que hago. Me observo de arriba abajo, desnudo."

Abilio Estévez


"Me da mucho gusto "construir" una historia. Quiero decir que me divierte sobremanera elaborar una estructura, unos personajes a los que les construyo una biografía, un lugar o unos lugares que intento ver muy nítidamente para luego describirlos. No sé si eso me hace "dueño o señor" de esa realidad, pero sí es cierto que uno siente en ese momento que camina por un terreno muy seguro."

Abilio Estévez


"Me gusta el orden, la estructura de los libros, orden y estructura que no encuentro en la vida. Quizás para ver el "orden y la estructura" del mundo hay que ser Dios. Lo cierto es que necesito escribir, y más aún necesito leer. Habitar "otro mundo" donde lo cotidiano se convierta en algo literalmente fabuloso."

Abilio Estévez


"Me gustaría un lector exigente, moroso, que se detenga en los detalles, que no lea para saber qué va a suceder, sino qué está sucediendo, que disfrute las palabras, que se deje llevar por la atmósfera, que se embarque en un libro como quien va de viaje, con alegría, sobresalto, un poco de miedo y de resignación, que aprenda a respirar con la misma respiración del escritor, que entre en el libro sin ideas preconcebidas."

Abilio Estévez


"Nacer en Cuba, así lo creía el Coronel, constituía la mayor prueba de la malevolencia de los dioses."

Abilio Estévez


"Nunca sabremos si todo tiempo pasado fue verdaderamente mejor, o así nos lo parece porque es tiempo leído, no vivido; tiempo descifrado en las páginas de autores que lo han desmitificado y vuelto a mitificar para nosotros."

Abilio Estévez


"(...) Óiganme, no vivimos en una isla sino en un velero detenido en calma chicha, debía haberme ido antes, debí haber seguido a mi tío Leandro, que huyó a la india, huir, huir, lo único que esta isla propone. Huir, parece el verbo mágico, el verbo que con solo mencionarlo cambia la vida al revés, como si en Bruselas, en Roma, en Praga la gente no se aburriera como aquí, supongo que si, se deben aburrir de otro modo, pero aburridos igual."

Abilio Estévez


"Poco antes de un ciclón, los calores se hacen insoportables y mucho más húmedos. Del mar escapaba el acostumbrado hedor de los peces muertos. Como en aquella ensenada fea, o en aquel país (al que alguien se le ocurrió llamar Cuba), lo peor siempre parecía posible, los ciclones venían precedidos por lloviznas hirvientes como lumbres pequeñísimas, que golpeaban la piel y la quemaban. Jejenes y mosquitos se adueñaban aún más de la playa, intentando acaso aprovechar el último momento como si supieran que, cuando se levantaran las ráfagas de la violencia, también ellos serían arrasados."

Abilio Estévez




"¿Qué ha pasado con el bloqueo norteamericano? No ha resuelto nada. Incluso, además de no resolver nada, le ha dado un arma al régimen para tener un enemigo. Un Gobierno de ese tipo tiene que tener un enemigo para legitimarse."

Abilio Estévez


"¿Qué haces cuando de pronto no entiendes por qué te hallas en una ciudad que no es la tuya?"

Abilio Estévez


"Quiero ser libre, libre, libre incluso para terminar de modo trágico los días de mi vida, podrida como naná, pero libre, sí, libre, y eso sólo se consigue escapando, enfrentando el horizonte en una balsa..."

Abilio Estévez


"¿Se han fijado en la isla? Inmenso cementerio sin tumbas."

Abilio Estévez


"Sebastián ha escrito en una hoja de su cuaderno de clases: Dios Todopoderoso, espero que al recibo de ésta, Te encuentres bien, nosotros no tan bien, Te escribimos porque andamos deseosos de que la Isla deje de serlo, si Tú pusieras de tu parte, podrías tomarla y llegarla hasta Yucatán, hasta la Florida o hasta Venezuela. ¿Te imaginas, Dios, qué alegría podrías darnos, si quisieras, a tus no tan pecadores hijos (por lo menos no tan pecadores como Tú crees) permitiéndonos caminar de una país a otro sin el peligro de perecer ahogados?"

Abilio Estévez


"Sí, los tiempos están muy malos. Columbia es un hervidero, esto se viene abajo. (...) Significa que nos esperan tiempos de horror (...) Esta vez Dios nos abandonará, sin remedio, estamos al borde de la hecatombe, dice. (...) En este país siempre hemos estado al borde de la hecatombe."

Abilio Estévez


"Si uno es sincero, si trabaja con honestidad, siempre intenta contar una historia diferente de la oficial. Entiendo que la frase "historia oficial" designa a una serie de hechos contados por el poder triunfante. Pues el escritor, que está, o debe estar en las antípodas de todo poder, debe contar la historia no oficial."

Abilio Estévez




"Todo tiempo pasado fue mejor (...) ¿De qué tiempo pasado estoy hablando? ¿Cómo puedo decir que el pasado fue mejor si no recuerdo, si no sé de qué pasado estoy hablando?"

Abilio Estévez


"Una vez que se accede a las ruinas, resulta inevitable suponer que se ha entrado en el corazón mismo de La Habana."

Abilio Estévez





"Valeria nació en La Habana y nada podría cambiar esa verdad. Nueva York, en cambio, será su nueva ciudad (...) ¿Será preciso aclarar que La Habana nunca le habrá pertenecido?"

Abilio Estévez


"Victorio experimenta la sensación de que esa ciudad no es la suya. La Habana se convierte en una ciudad extraña, malévola, reticente, remota (...) se ha sentido ajeno."

Abilio Estévez


"Y así vivíamos (...) En aquel saber estar sin hacer nada."

Abilio Estévez