"Setenta mil velos separan Alá, la única realidad, del mundo, de la materia y sensación. Y cada alma, antes de su nacimiento, pasa a través de estos setenta mil. La mitad interior de éstos son velos de luz; la mitad exterior son velos de oscuridad... Entonces, el niño nace llorando, porque el alma conoce su separación con Alá, la única realidad... El pasar a través de los velos ha traído con él el olvido... Ahora él está, por decirlo así, encarcelado dentro de su cuerpo, separado por gruesas cortinas de Alá."

Rifa'i 
tomado del libro de Ralph Meztner, Las grandes metáforas de la tradición sagrada, página 77