"Descubrieron que el mundo no es plano. Sino granulado. Si se amplía lo suficiente la fotografía de un periódico, se encuentra la trama.
Si aumentas el mundo, encuentras lo mismo. ¡Una trama!
¡Tiempo y espacio! Por supuesto. Pero imagínate que sólo son burbujitas de probabilidad, espuma de probabilidad. Imagina que ese mundo material, del que estabais tan orgullosos, sólo fuese un malentendido.
Y que, en cambio, allí hay otra cosa.
¿Un mundo espiritual? Tal vez. Pero ¿qué genios pueden esconderse en la botella?
Ves, creo que ahora ya lo has visto. Eres rápido.
Que la silla en la que estoy sentado proyecta una sombra en la tela de la tienda. Pero que yo no tengo sombra.
¿Tan extraño es?
Los números naturales tampoco tienen sombra.
No. No hace falta que me hables si te duele. De todas formas, te sigo.
No, no soy un doctor normal. Ni siquiera estoy seguro de ser doctor.
Así pues, te preguntas qué tengo en común con los números naturales. ¿O quizá con los números no naturales, como la raíz cuadrada de menos uno?
Y, con un tono cansado, como el de quien se ve obligado a repetir lo mismo tantas veces que ya no puede con ello, continuó:
-Si crees que soy molesto, puede que hasta terrorífico, has de saber qué soy y no soy. Soy una alucinación. Sólo existo en tu cerebro y concretamente sólo puedo existir allí porque eres tú quien me hace. En realidad, soy sólo morfina. Montones de morfina intravenosa que pasea por tu sistema nervioso, que te cosquillea en las piernas y crea los más extraños fantasmas, sí, quiero decir fantasmas de verdad, es decir, los que se dejan ver. Como yo mismo. Soy el joven Morfeo, ¿lo entiendes?
Pero, si prefieres creer que soy tu viejo tío Ingram que se ha escapado de la clínica, también lo puedes hacer.
Ya ves, soy el que no es."

Lars Gustafsson
El Decano


Desde un lujar lejano

"Sobre si Dios existe o no existe,
sobre la razón o el absurdo,
en la lejanía se encogen las preguntas corno puntos,
en la lejanía no vale la cordura o la zozobra
tampoco la libertad; algo me ocurre,
algo me ocurre y me busca,
si estás quieto podrás escuchar el sonido del agua.


Se trata de una oscuridad,
de vivir en la cercanía de la oscuridad verdadera,
es como el mar bajo los témpanos, invisible,
apenas un murmullo de aguas y un lento movimiento
sonidos lejanos del agua, lentas dunas de siglos,
y todos tus hondos pensamientos y decisiones
huellas que se alejan y desaparecen en la nieve reciente."

Lars Gustafsson



"¿El Paraíso? Lo he experimentado recientemente. El Paraíso debe consistir en la supresión del dolor. esto significa, de algún modo, que vivimos en el Paraíso mientras no experimentamos dolor. Y ni siquiera lo sabemos. La gente feliz y la desgraciada vive en el mismo mundo, ¡y ni siquiera lo saben! Tengo la sensación de que durante los últimos meses he estado caminando alrededor de mi propia vida en un misterioso y fantástico laberinto, y ahora he vuelto exactamente al mismo lugar donde comencé- Pero, como me he movido fuera de las dimensiones normales, derecha e izquierda de algún modo se han permutado. Mi mano derecha es ahora mi izquierda, mi mano izquierda, la derecha. He vuelto al mismo mundo y ahora lo veo como si fuera feliz."

Lars Gustafsson
Tomada de la revista National Geographic, La cuarta dimensión, página 104


"La luz del sol no había descendido aún hasta la garganta. Un pájaro me despertó con su voz clara y penetrante. El frío cortaba. Me salí del saco de dormir, encontré mis zapatos en la obscuridad y me liberé como pude del mosquitero. Justo al mismo tiempo penetraban los primeros rayos del sol, agudos como punzones, hasta las cimas orientales. Entrecerré los ojos para mirar hacia los perfiles pesados e imponentes de Casa Grande. La increíble luz que avanzaba ahora hacia la cima dio a la cerrada e inabarcable ladera de la montaña el aspecto de una sombría fortaleza de dimensiones superiores a las que levanta el hombre, una obra defensiva para ángeles o demonios que se ha visto abandonada por toda su guarnición.
Cuando la luz hubo llegado un poco más arriba se reflejaron sus rayos contra la metálica ladera occidental, cuyas columnas solitarias y enhiestas, cortadas en arenisca, se transformaron en un panorama de órganos, en una fachada barroca de órganos, en todo un órgano de luz. Todo se concertaba en los tonos rojos de la roca.
A la vocecita clara del pájaro posado en la mata de cactus ásperos y toscos junto al sendero de herradura se unió ahora un coro de extrañas voces aladas: los graznidos sardónicos de los grandes cuervos negros dominaban el concierto, pero dos enormes buitres se cernían sin ruido alguno sobre la garganta.
(…)
Nunca había comprendido hasta ahora que toda la posibilidad de sentirnos, experimentarnos a nosotros mismos como algo compacto y ordenado, como un yo humano, está relacionada con la existencia de una posibilidad de futuro. La idea entera del yo descansa sobre la certidumbre de que también habrá mañana. En el universo nadie está en su casa."

Lars Gustafsson
Muerte de un apicultor