"Las formas mencionadas de espiritualidad, tales como oración y meditación, rituales, ascetismo y mística, son comunes a todas las religiones. Naturalmente, cada religión entiende estas formas a su manera. Pero siempre se trata de abrirse a Dios en la vida cotidiana y de conformar la propia vida a partir de Dios. Si transitamos los caminos espirituales que son comunes a todas las religiones, esto también nos vinculará con los fieles de otras culturas.
No obstante, también es importante penetrar más profundamente en el misterio de la propia espiritualidad cristiana. Para reconocer y amar la esencia de la propia espiritualidad es bueno conocer la espiritualidad de otras religiones y llevar adelante un diálogo abierto con sus representantes. En el diálogo podremos aprender algo de las otras religiones, ya que como cristianos hemos olvidado mucho de nuestra propia tradición cristiana. Y por eso no reconocemos a Cristo en su plenitud.
Ya los autores del Nuevo Testamento dialogaban con otras religiones. En el diálogo con otras corrientes religiosas de su época han dibujado una imagen de Jesucristo que también fue comprensible y atractiva para los representantes de otras religiones. Sí, a ellos mismos se les abrió  la riqueza de Jesús cuando hablaron con los representantes de otras corrientes espirituales y luego reflexionaron sobre la esencia de Jesucristo. Entendieron así que Jesucristo tiene un mensaje fascinante para todos los hombres, y que en él existe plenitud y vida."

Anselm Grun