"El fin del milenio se ve atravesado por la sensación de ausencia de un horizonte diáfano respecto de los destinos del planeta y de la sociedad internacional. La crisis ecológica; la inexistencia de un orden internacional político y económico estable y vertebrado, tras la desaparición del orden mundial bipolar; el derrumbe del sistema económico, y el desmoronamiento de los grandes discursos ideológicos configurados a lo largo del siglo XIX, a partir de mayo del 68, nos sitúan ante una crisis civilizatoria de la que todavía no hemos sido capaces de diseñar las sendas que nos permitan superarla."

Enrique Otero