"—a veces, sí, se puede—
 abrir puertas cerradas hacía días remotos."

Circe Maia
Abril


El lenguaje de las asimetrías

El placer de seguir, punto por punto
lo que los ojos ven: el placer cierto
de desviarse un medio milímetro
-la mirada guiada por la mínima
torcedura del tallo—
y enderezar después y seguir paso a paso
las ramas dobles casi paralelas
una a cada lado del delgado tronco.

Casi iguales… El “casi” se siente entre los dedos
la finísima trama de las asimetrías
casi como un lenguaje.
¿Y qué dice esta lengua tan compleja?
Dice que como nada es idéntico a nada
lo que se dice aquí vuelve a decirse en otro
tono, otro matiz, otra distancia
pero jamás enteramente uno
ni enteramente ajeno.

Circe Maia


El medio transparente

Lo mejor sería no pensar demasiado
en ellas, las palabras. Ellas vienen
así o de otro modo y no es tan importante.

Vidrios, ventanas son y habría que limpiarlas
con cuidado, por eso. No pintarlas
–¿qué verías detrás?– y no adornarlas.

Por mirar el adorno en la ventana
no miraste hacia fuera.
El más breve vistazo
hubiera sido al menos suficiente
para mirar la luz del otro lado.

Sí, esa luz de afuera
sobre un rostro que pasa.

Circe Maia