Alfileres

Las estrellas
que imagina el impresor
son letras desperdigadas sobre la piel de la noche.
Las estrellas
que contempla el soldado
son las lágrimas de las viudas
que derraman en cada cañonazo.
Las estrellas
que bebe el borracho
son gotas tibias de los recuerdos amargos.
Las estrellas
que toca el prisionero
son cigarrillos apagados en su piel.
Las estrellas
que limpia la ramera
son restos de las hombrías apagadas
entre sus piernas.
Las estrellas
que contempla el creyente
llovizna de la ablución sobre la alfombra del cielo.

Las estrellas
Nuestras lágrimas colgadas
- con alfileres -
en el cuello del cielo,
¿dónde se esconden
cuando abres tu ventana
por las mañanas?

Adnan Al-Sayegh




"Aún cuando ha ido por todos los rincones del mundo
 nunca ha llegado hasta sí mismo."

Adnan Al-Sayegh


El canto de Uruk

"No somos más que las piedras de los molinos.
Dad la vuelta a nuestra tierra, piedra por piedra.
Encontraréis nuestra sangre llenándola.
¡Ay! De una nación que no vive sin guerra.
Colgué el abrigo de mi vida
Y fui a la guerra encogido como un huérfano sobre una camella,
¡Ah! ¡Qué será de una patria carcomida su espalda por las termitas!
Una patria hecha de pieles desgarradas y pegadas una encima de otra
para resonar los tambores en la plaza de la guerra.

Y a Dios escribo diez cartas de papel de lágrimas
las envío por correo certificado,
pero él no contesta a su siervo.
¡Oh, Dios! Pues, ¿a quién enviamos los dolores que sufrimos?
Y te fuiste solo a tu exilio
cantando, frustrado al viento como una extraña flauta.
Adiós patria mía a la que no veré."

Adnan Al-Sayegh



Interpretación

"Me dictan en renglones
Me clasifican en capítulos
Y me envían
A las librerías
Maldiciéndome
En los periódicos
Y ni siquiera he abierto
Mi boca aún."

Adnan Al-Sayegh


Variedades

"Tantas puñaladas en mi espalda
me han llevado muy lejos
… hacia adelante.

Me pongo delante del espejo
para ver mi soledad.

Cada vez que envía una carta a su país
el cartero se la devuelve
porque la dirección está cerrada.

 Detrás de los pasos que ascienden al trono
la sangre gotea en las escaleras.

En el autobús, su asiento es un ataúd temporal.
Cierra sus párpados hasta la última estación
sin que le despierte el ruido de este mundo."

Adnan Al-Sayegh