"Como la arena y la ostra, hay un irritante creativo. En cada poema intento revelar la verdad, por eso no pueden tener un inicio ficticio."

Carol Ann Duffy

Educación para el tiempo libre

"Hoy voy a matar a alguien, algo.
Ya estoy harta de ser ignorada y hoy
jugaré a ser Dios. Es un día cualquiera,
de esos grises en que hasta las calles se aburren.

Con mi pulgar aplasto contra el cristal una mosca.
Eso hacíamos en la escuela. Shakespeare. Era
otro idioma y ahora la mosca es otro idioma.
Ahora respiro talento en el cristal y escribo mi nombre.

Soy un genio y aunque no haya oportunidades
puedo ser lo que sea. Pero hoy cambiaré el mundo.
El mundo de algo. El gato me rehuye. El gato
sabe que soy un genio y se ha escondido.

Tiro al pez al baño y jalo la cadena.
Veo que es bueno. El periquito tiene miedo.
Una vez a la quincena camino dos millas hasta el pueblo
y firmo. No aprecian mi autógrafo.

Ya no queda nada que matar. Enciendo  la radio
y le digo al hombre que habla con una superstar.
Me corta. Tomo el cuchillo del pan y salgo.
Brilla de repente el pavimento. Te toco el brazo."

Carol Ann Duffy


Los delfines

Mundo es donde se nada, o baila, así de simple.
Estamos en nuestro elemento pero no somos libres.
Fuera de este mundo no puedes respirar por mucho tiempo.
El otro tiene mi forma. Sus movimientos arman
mis pensamientos. También los míos. Hay un hombre
y hay aros. Y una culpa constante que fluye.


Ninguna verdad encontramos en estas aguas;
no hay explicaciones que tiemblen en nuestra carne.
Fuimos benditos y ahora ya no lo somos.
Después de viajar en este espacio por días aprendimos
a traducir. Era el mismo espacio. Es el mismo
espacio siempre y encima de él está el hombre.


Y ahora ya no somos benditos, pues el mundo
No se hará más profundo para soñar en él. El otro sabe
y por amor me refleja como soy.
Miramos nuestra piel de plata centellear
como el recuerdo de otro sitio. Hay una pelota colorida
que hemos de balancear hasta que el hombre haya desaparecido.


La luna ha desaparecido. Circulamos por gastados surcos
de agua con una misma nota. Música de la pérdida irremediable
en el corazón del otro que petrifica el mío.
Hay un juguete de plástico. No hay esperanza. Nos hundimos
hasta el fondo del estanque hasta que el silbato suena.
Hay un hombre y nuestra mente sabe que moriremos aquí.

Carol Ann Duffy