"Los ojos de Aino se acercaron a la cosa que Big Tom sostenía en su mano, tímidamente, pero una vez allí se pegaron a ella, con las pupilas dilatadas. Su boca se curvó y luego habló, con una nueva dignidad. —No es un pedazo de madera, Tom. Ha venido del cielo, no del mar. Cayó durante la tormenta. A veces, ellos envían algo a la Tierra, o bajan ellos mismos asumiendo formas distintas. Charles Fort da el nombre de belemnitas a los seres del exterior."

Emil Petaja
Caído del cielo