La forma de la casa

I

En un cuarto
está la fuente
donde perpetuamente
corre el agua.
Manantial de clausura
habitáculo frío
lacustre
sede septentrional.

II

Despensa jamás fue dado *
más apropiado nombre.
Corazón del alimento
en el corazón de la casa
como el motor inmóvil
de las cosmologías.
Tabernáculo lugar
alimenticio y secreto.

III

La cocina está colmada de objetos
y realmente puede parecer un bosque.
Cada planta está en su lugar
aflora allí donde es puesta
con paciencia infinita reposa.
Piensen en las cosas
en la flora
metálica de los cubiertos.

IV

Lámpara fluorescente
luz vespertina que en el campo
precede al temporal
lo prepara
y detiene al día en la rotación
de la siesta
firme sobre el hilo
como un saltador.
El comedor está desierto
fijo en una mirada.

V

Resucita en el número
perpendicular
tren suspendido alma
que solamente sube
sin horizonte.

VI

El agua que espera en las cañerías
detenida como una bestia en la madriguera.
La casa en la casa
es esta casa de agua.
Circunvecina e inmóvil
temporal suspendido.

VII

Santa igualdad
de la noche doméstica
único término conocido que permite
elegir la incógnita del día.
Y entonces el sueño
corona matemática.

VIII

Parece casi que toda la naturaleza
quisiera dar la espalda a la luz
-se vuelve le opone su cuerpo-
en el abrazo proteger la palidez.
Los objetos esconden el rostro
cultivan curvos cada uno su sombra
como si la sombra fuese su nombre.

IX

Barco de vapor casa de fuego
calafateada y alta
entra en el agua
como un santo bautista.

Valerio Magrelli
Versión de Jorge Aulicino





Santa Clos gnóstico

"Este año el niñito no trajo regalos,
mas se llevó a un dulce muchacho de apenas veinte años,
muerto por un pirata callejero.

Pobre jesucristo, dios impotente,
¿qué esperas hacer en contra del Gran Demiurgo,
contra el Dios Verdadero, el de Casal de Príncipe,
el Rey que aterra al débil para premiar al injusto?

Quédate en el pesebre, acurrúcate de lado,
vuélvete a dormir, olvídalo,
porque todos saben que te aguarda la cruz,
víctima, tú mismo, de esta creación malvada
de la cual eres pasmado espectador, presa
abandonada a orillas de una curva.

Viéndolo bien, nada ha cambiado:
sólo dejaste la cuna
para quedar tirado en una cuneta."

Valerio Magrelli




Si tu hijo se tuerce en un cochecito

"Si tu hijo se tuerce en un cochecito
complicado y brillante como nave espacial;
si tu hijo sigue meneándose
como un astronauta en ausencia de gravedad,
entonces la presencia de gravedad debe ser máxima,
al menos como la del amor
que se le tiene a este ser penosa-
mente aglutinado en su nido metálico,
—una criatura autotorturada
que absorbe todo el amor circundante
en forma de energía, sustancia agente.
Amor-clorofila que lo tuerce
como la planta delante de la luz."

Valerio Magrelli