"Todos los alquimistas de hoy deben recordar los estatutos de sus predecesores de la Edad Media, estatutos conservados en una biblioteca de París y que proclaman que sólo pueden consagrarse a la alquimia los hombres de corazón puro y elevadas intenciones."

Vladimir Viktorovich Orlov
Tomado del libro de Louis Pauwels y Jacques Bergier, El retorno de los brujos, página 47