Yggdrasil: El Árbol de la Vida en la Mitología Nórdica


Los Nueve Reinos o Mundos del Yggdrasil

Para los nórdicos, el mundo del hombre era nada más una rama del gran Yggdrasil, el fresno del mundo. Nueve mundos posee Yggdrasil, y por ellos pasó Odín antes de obtener el secreto de las runas. El árbol se divide en tres partes. Niflheim, Midgard y Asgard (raíz, tronco y copa, respectivamente), se puede notar en esto la representación del ciclo de nacimiento, vida y muerte que ya se siente en las nornas.

Las raíces son tres. La primera se dirige hacia la Fuente de Hvergelmir. La segunda a la fuente de Mimir. La última a la Casa de las Nornas, el Destino. Los mundos son los siguientes por orden ascendente:

1. Helheim, el Reino de los muertos.
2. Svartálfaheim, el Reino de los elfos oscuros
3. Niflheim, el Reino de la nieve y el frío intenso.
4. Jötunheim, el Reino de los gigantes.
5. Midgard, el Reino de los Hombres. (también conocido como Mannaheim.)
6. Vanaheim, el Reino de los Vanir (una tribu de dioses).
7. Alfheim, el Reino de los elfos de la Luz. (también conocido como Ljusalfheim.)
8. Asgard, el Reino de los Dioses (Aesir).
9. Muspelheim, el mundo primordial de fuego, allí se encuentra el Ginnungagap.


La imagen de Yggdrasil articula una cosmovisión en la que nada queda excluido, un orden perfecto en el que cada elemento tiene una función propia, coordinada con el resto, en el que los aspectos positivos y negativos se equilibran. Enlaza el cielo desde sus alturas insondables, con la profundidad más oscura; lo que está por venir con lo que fue primero, y enlaza las diferentes especies de la naturaleza; animales, espíritus y dioses. 

Este recorrido que realizamos al contemplar el gran árbol, cuyo espíritu encarna también el árbol de Yule; esta toma de conciencia de que hay un lugar adecuado para cada elemento, en el que cumple una función necesaria, es un ejercicio que, de uno u otro modo se ha practicado a lo largo de los tiempos. Lo vemos de un modo más cercano en la práctica del enraízamiento (grownding). Yggdrasil es un símbolo del orden que se mantiene por el equilibrio, una poderosa imagen para aprender a centrarnos, a profundizar y a crecer, para interactuar de un modo sano, útil, y sabio, con nuestro entorno. Es un lugar sagrado en nuestras almas al que nos podemos acoger, y encontrar todo cuanto nos es necesario para seguir adelante.

Mitología nórdica
Tomado de la página ekiria.org