“A la música y a las mujeres tengo que ceder, a pesar de lo que esté haciendo.”

Samuel Pepys


"Así termina sin duda todo lo que podré escribir yo mismo en mi diario, con mis propios ojos, pues en lo sucesivo seré incapaz de hacerlo: cada vez que tomo la pluma, pienso que perderé la vista. Ocurra lo que ocurriere, debo abstenerme. De hoy en adelante, lo continuarán los míos en lenguaje claro, y yo deberé resignarme a no anotar nada que no pueda ser conocido por ellos y por todo el mundo. Y si sucede algo, ahora que mis amores con Deb7 han concluido y que mis ojos me impiden gozar de placer alguno) trataré de dejar un margen en mi libro para añadir de trecho en trecho una noticia en lenguaje cifrado, de mi propia mano. Detengo, pues, este curso; es un poco como si descendiera a la tumba. Para ello y para todos los males que acompañarán mi ceguera, quiera Dios prepararme."

Samuel Pepys
El diario de Samuel Pepys


«Desde la superficie del Támesis, de cara al viento, se sentía uno casi quemado por las chispas."

Samuel Pepys
Escrito en su diario


“Es extraño decir el placer que los casados sentimos al ver que estos pobres tontos atraídos por nuestro estado.”



"Es extraño ver cómo una buena cena y un banquete reconcilia a todo el mundo."

Samuel Pepys


“Es imposible para el rey hacer cosas con economía como los otros hombres.”

Samuel Pepys



“He ido a la iglesia, vestido de luto, muy elegante y con una nueva peluca, he hecho un gran efecto.”

Samuel Pepys



"La música es una ciencia particularmente productiva y placentera, en cualquier estado de la vida, público o privado, secular o sagrado, da igual la edad o la estación, el talante o la condición de salud."

Samuel Pepys



“Me siento muy orgulloso (y doy por ello gracias al Todopoderoso) de poder tener una cama de repuesto para mis amigos.”

Samuel Pepys


“No está mal ver lo que es capaz de hacer el dinero.”

Samuel Pepys


¡Un hombre tan feliz como nadie en el mundo, ya que todo el mundo parece sonreírme a mí!

Samuel Pepys



"Vi una boda en la iglesia. Era extraño ver qué delicia nosotros la gente casada siente al ver a estos pobres tontos atraídos con señuelo a nuestra condición."

Samuel Pepys